Tras varios días, la resistencia se había trasladado al edificio de Scarecrow, ocupándolo completamente. Sufrió varias remodelaciones, empezando por las plantas. El cuartel sería el ático, mientras que las plantas inferiores pertenecían a cada uno de los integrantes de la resistencia. Xiangua ya no tenía la regla y estaba de mejor humor, y Luigi estaba quedándose unos días allí. En una de las siguientes mañanas…
SEIFER: A ver si está despierto…
Seifer fue a la planta de Xiangua y abrió su habitación. Pero para su sorpresa, él no estaba allí.[/B]
SEIFER: ¿Qué coj…? ¡XIANGUA!
Rápidamente avisó a los demás y se reunieron en el ático. Aparecieron todos, a excepción de Sylar.
SEIFER: ¿Alguien ha visto salir a Xiangua… o algo?
RIKKU: Pensaba que seguía durmiendo.
FÉLIX: Joder… ¡Joder! ¿PERO ES QUE NUNCA PIENSA EN EL CUERPO QUE TIENE?
CHIQUIX: Calma, calma. Seguro que está bien.
LUIGI: ¿Y si vamos a ver a Sylar?
Y eso hicieron. Sylar tenía la planta que estaba justo debajo del ático, pero no estaba allí. Así que a lo mejor estaría en uno de los laboratorios de las primeras plantas. Así fue.
SYLAR: ¡Hola! ¿Qué ocurre?
Felomeno estaba en una especie de coma.
SEIFER: No sabemos dónde está Xiangua. ¿Podrías echar un vistazo por ahí?
SYLAR: ¿Con qué? Quité los satélites con cámara y por eso tenemos Sol.
SEIFER: Mierda, es verdad. ¿No hay nada que podamos hacer?
SYLAR: Salir a buscarle.
RIKKU: Yo voy.
FÉLIX: Y yo. Más vale que no le pase nada o me las pagará en cuanto vuelva a su cuerpo.
Así que Rikku, Seifer y Félix salieron a recorrer las calles.
CHIQUIX: Bueno, ¿y si usamos el helicóptero?
LUIGI: Voy contigo en ese caso. ¿Sabes pilotarlo?
CHIQUIX: No…
SYLAR: Pero yo sí.
CHIQUIX: Vaya, ¿vas a dejar tu ordenador durante un rato? Qué proeza.
SYLAR: Bueno, a veces se hacen sacrificios.
CHIQUIX: ¿Y Felomeno?
SYLAR: No hay que preocuparse por él.
Sylar, Chiquix y Luigi subieron al helicóptero.
SYLAR: Aunque también es cierto que podría haberlo pilotado desde mi ordenador.
CHIQUIX: Venga ya.
SYLAR: ¿Chicos, tenéis algo?
Sylar hablaba con un pinganillo, y entregó otros dos a Chiquix y a Luigi.
SEIFER: Nada. No he visto a Xiangua en ningún lugar.
RIKKU: A ver, ¿a dónde puede haber ido?
FÉLIX: ¿No le habrán cogido o algo… no?
Seifer sonrió.
SEIFER: No creo. Sylar ha reforzado muchísimo la seguridad del edificio. Si hubiera entrado alguien, lo sabríamos.
CHIQUIX: ¡Chicos! Creo que he encontrado a Xiangua.
Desde el helicóptero se veía a una chica saltando de edificio en edificio, usando algunos materiales de construcción en algunos casos. Sylar descendió hasta ponerse a su lado, a escasos metros.
SYLAR: ¿Dónde demonios has aprendido a hacer eso?
Xiangua se fijó en el helicóptero.
XIANGUA: Hola. ¿Qué ocurre?
LUIGI: Has desaparecido sin decir nada y esta gente se ha preocupado.
XIANGUA: ¡Vaya, lo siento!
Xiangua subió al helicóptero de un salto y se sentó en la parte de atrás.
CHIQUIX: ¿Qué estabas haciendo?
XIANGUA: Entrenarme, mantenerme en forma.
SYLAR: No, de verdad… ¿Dónde has aprendido a hacer eso?
XIANGUA: En algún momento os tengo que contar lo que he hecho durante este año… Pero necesito calma para hacerlo. Es una historia muy larga. Digamos que esto es la clave de la supervivencia en el lugar en el que he estado.
SYLAR: ¿Lo oyes, Seifer?
SEIFER: Pásale un pinganillo.
Luigi lo hizo, en lugar de Sylar.
SEIFER: ¿Qué es tanto misterio? ¿Dónde has estado? Pensaba que ibas vagando por la red.
XIANGUA: He estado en una ciudad, prácticamente incomunicada de todo.
RIKKU: Me imagino que no vas a explicarlo ahora.
XIANGUA: Imaginas bien.
SYLAR: Bueno, he de decir que me impresiona lo que has hecho. Es decir, yo no podría saltar así por los tejados.
XIANGUA: Claro que sí. No nací sabiendo.
Tras media hora, todos volvieron al cuartel.
SYLAR: Bueno, veamos qué tal. Un 98% ya… Chicos, quedaos aquí.
FÉLIX: ¿Qué es esto?
Y en la pantalla se mostró un 99%.
SYLAR: Esto, amigos, es la vuelta de Felomeno.
Y así, llegó al 100%. Sylar se colocó al lado de Felomeno. Tardó un poco en abrir los ojos.
FELOMENO: Q-qué… Dónde…
SYLAR: Felomeno. ¿Puedes oírme?
Felomeno miró a Sylar.
FELOMENO: ¿Sylar…? ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde estamos?
SYLAR: En nuestro nuevo cuartel. Has estado un buen tiempo controlado por Scarecrow. Te hicieron… cosas terribles para modificar tu cerebro, así como tus recuerdos. Pero ya estás de vuelta, amigo.
FELOMENO: Es… es verdad… No recuerdo nada de lo que ocurrió luego, pero sé que me cogieron… No sé qué os he hecho, pero… Lo siento…
SEIFER: Tranquilo… No eras tú.
Felomeno echó un vistazo a su alrededor.
FELOMENO: Seifer… Rikku… Chiquix… y Sylar. Estáis aquí.
FÉLIX: Soy Félix. Bienvenido de nuevo, supongo.
LUIGI: Yo soy Luigi. El de Emudesc.
XIANGUA: Yo, ehm… Soy Xiangua.
Felomeno escuchó atentamente, pero se desconcertó con las palabras de Xiangua.
FELOMENO: ¿Tú no… no habías muerto?
SEIFER: Nunca lo ha estado, realmente. Aunque no sabemos aún qué ocurrió.
XIANGUA: Ya os dije que lo contaría otro día.
De pronto el móvil de Luigi sonó.
LUIGI: ¿Diga?
Luigi se mantuvo en silencio.
LUIGI: N-no, no puede ser…
Luigi colgó.
SEIFER: ¿Qué pasa?
LUIGI: Es… Bueno… Una amiga, y usuaria de Emudesc… La tienen los de Scarecrow.
SYLAR: ¿Dónde?
LUIGI: En Sudamérica. En Venezuela, para ser exacto.
FELOMENO: Yo voy. Tengo… una deuda pendiente con esos cabrones.
SYLAR: Iba a sugerírtelo, porque eso te ayudaría a recordar qué has estado haciendo. Puede que recuperes la memoria de cuando estabas con ellos y encuentres la manera de llegar hasta el tal Golden Eagle.
CHIQUIX: No podemos hacer esperar a esa chica, sea quien sea…
SEIFER: Pues vamos. Así pasaré por casa, en Chile.
RIKKU: ¿Y qué hacemos con todo esto?
XIANGUA: Yo me quedaré a vigilar todo. Vosotros id.
FÉLIX: ¡Entonces yo también me quedo!
XIANGUA: Oye, no me pasará nada. Haz el favor de ir con ellos.
Félix miró al suelo.
FÉLIX: Está bien, pero trata de mantenerte a salvo, ¿quieres?
XIANGUA: Estaré bien. Yo y este cuerpo estaremos a salvo. Ahora ve, ¡venga!
Tras algunas horas de preparación, en las que cargaron algunas maletas, prepararon sus identidades falsas (con toda la documentación necesaria) y aseguraron el edificio, se reunieron en la puerta de la planta baja.
XIANGUA: Chicos… Mucha suerte.
RIKKU: ¿Por qué no quieres venir?
XIANGUA: Vendría, pero… Creo que no estoy listo. Me falta más entrenamiento en la red.
SYLAR: En ese caso utiliza la sala de entrenamiento. Puedes programarla con temporizador para que la sesión termine, o usar una interfaz que creé para entrenar a tu gusto. Sírvete tú mismo. Aunque no veo por qué dices que te falta entrenamiento…
SEIFER: Cuídate, Xiangua. Te mantendremos informado.
XIANGUA: Por supuesto. Suerte, chicos. Cuando esté listo… Vendré.
Y luego se fueron hacia el aeropuerto.
RIKKU: ¿Os habéis creído una sola palabra de lo que ha dicho Xiangua?
FÉLIX: ¿Por qué no? Ha pasado un año no se sabe dónde y a lo mejor no ha usado sus poderes de la red. Seguramente vendrá dentro de poco.
SEIFER: Hmm… Yo también creo que es muy raro. Especialmente teniendo en cuenta que por sus palabras, prácticamente nos estaba echando de allí.
LUIGI: Venga, venga, calma. A lo mejor quiere intimidad para investigar el cuerpo humano… O algo.
FÉLIX: ¡OYE!
LUIGI: Era una broma, ¡una broma!
CHIQUIX: ¡Basta! Me estáis haciendo perder la paciencia, chicos.
Tras un tiempo subieron al avión, dirigiéndose a Sudamérica. Mientras tanto, en Nueva York, Xiangua había ido a las primeras plantas del edificio, donde había los laboratorios.
XIANGUA: ¿Dónde guardarían esta maldita máquina? Está claro que ni por asomo sabemos todo lo que Scarecrow tenía aquí, ni conocemos todos los rincones…
Finalmente, su vista se paró en una máquina similar a la que le había mantenido encerrado a él, la que usaron para introducirle en el cuerpo de Sara. Sin embargo, no era exactamente la misma. Al lado de la misma había otras exactamente iguales. Xiangua llegó a contar ocho.
XIANGUA: Espero que esto sirva para materializar…
Entonces, se sentó en la silla que Sylar le había dicho, la cual conducía también a la red (es decir, que no solamente funcionaba como sala de entrenamiento). Dicha silla estaba en el mismo laboratorio. Xiangua activó una interfaz de usuario que le permitiría volver al mundo real si las cosas se ponían feas. Entró en la red.
XIANGUA: Venga. Estoy seguro de que este lugar es el mismo donde aparecí tras dejar la ciudad…
Abrió una caja de comandos frente a él y empezó a teclear algo. Luego apareció una barra de progreso que se llenaba lentamente. Mientras, aparecían los primeros virus.
XIANGUA: Mierda, ¡fuera de aquí!
Empezó a cargárselos, usando los puños robóticos que tenía. Mientras, la barra se iba llenando. Tras dos minutos combatiendo virus, la barra terminó y se abrió un agujero en el suelo de la red. Activó cuatro cortafuegos.
XIANGUA: Esto los distraerá mientras estoy fuera.
Y se lanzó al vacío. Tras unos instantes inconsciente, apareció en el tejado de un edificio, tendido en el suelo. El cielo estaba oscuro, era de noche.
XIANGUA: Esto… esto es…
Se asomó a los bordes y contempló el resto de la ciudad. Era el edificio más alto.
XIANGUA: Estoy aquí otra vez. ¿Cómo voy ahora al escondite sin que me vea el alcalde o sus seguratas…?
La respuesta la tenía él mismo.
XIANGUA: Está claro. El ascensor.
Entró en el ascensor y mirando al espejo que había dentro se dio cuenta de que no tenía su aspecto. Incluso allí, el lugar más inaccesible de la red (para aquel que desconociera los comandos o que no se tirara al volcán Etna/Vault) mantenía el aspecto de Sara.
XIANGUA: Vaya, eso me da algunas ventajas. Aunque no las necesito. Es de noche.
Y tras bajar todas las plantas, subió al tejado más bajo y así fue subiendo hasta tener una cierta altura. Desde allí, intentó localizar la torre de ventilación. Cuando la vio, fue saltando por los tejados hasta llegar de un modo fácil. Entró.
XIANGUA: Buenas.
Las dos chicas que había allí dentro le miraron.
¿¿??: ¿Quién eres?
XIANGUA: Oh, claro. Tranquila... Soy Xiangua.
¿¿??: Xiangua es un chico. Te lo advierto, más te vale que digas ya mismo la verdad.
La otra chica frenó a la primera.
¿¿??: Tranquila, Laura.
Luego miró a Xiangua.
¿¿??: ¿Qué pruebas tienes de lo que dices?
XIANGUA: Me fui prometiendo que os iba a devolver al mundo real. A vosotras y al resto de gente que sigue aquí atrapada.
Entonces le miró incrédula.
XIANGUA: Cris, soy yo. Aunque cueste creerlo, soy Xiangua.
CRISTINA: Te creo…
Entonces se abrazaron. Lo mismo ocurrió con Laura.
XIANGUA: ¿Estáis listas para volver?
LAURA: No lo sé. ¿Lo estamos?
CRISTINA: Claro. Sólo dinos qué hacer.
Tras poco tiempo, los tres habían llegado al mismo tejado donde había aparecido Xiangua.
CRISTINA: Creo que ya está. Los otros se ocuparán de hacer el trabajo hasta que les saquemos de aquí.
XIANGUA: Perfecto. Dadme un momento.
Xiangua empezó a buscar el punto exacto donde había aparecido. Y finalmente, lo encontró.
LAURA: ¿Ya?
XIANGUA: Estoy seguro de que era aquí. Un minuto, chicas.
Encima de él se abrió un túnel que iba hacia el cielo. Saltó y fue absorbido por el túnel. Tras algunos momentos inconsciente, se despertó en la red. Entonces usó la interfaz de usuario para salir de inmediato de la red. Se levantó de la silla y se dirigió al ordenador, que había registrado todos sus movimientos.
XIANGUA: Ahora escojo este lugar y…
Entonces, en el otro lugar, frente a Laura y Cristina aparecieron dos túneles más. Saltaron hacia arriba y fueron absorbidas. Tras poco, despertaron en la red.
XIANGUA: ¿Me escucháis?
No obtuvo respuesta.
XIANGUA: Bueno, es igual.
Escribió un mensaje que se proyectó frente a ellas, pidiéndoles que se mantuvieran allí. Seleccionó a ambas con el ratón y se dirigió a las máquinas de materialización. Y tras algunos minutos de espera, las máquinas brillaron intensamente. Al acabar el brillo, allí estaban las dos.
XIANGUA: Bienvenidas al mundo real.
- CONTINUARÁ -