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En un pueblo de Navarro Texas vivía un anciano de 94 años. Vivía sólo en una casa de campo, hacía tiempo que había dejado de ir a jugar al golf y al ajedrez con sus amigos, pues éstos habían fallecido hace años. Su último amigo más íntimo murió a los 89 años. Con él solía reunirse domingo de por medio en la plaza del pueblo, hacían partidas de ajedrez y se sentaban en un banco a conversar, entre las cosas que hablaban eran contar anécdotas de sus vidas y hablar de política y economía, temas que le apasionaban a ambos.
Después con sus otros amigos se solía reunir casi todos los sábados a jugar al golf. Desde que David se jubiló a los 77 años de edad, ha pasado su vida del retiro de ésta manera. Su rutina siempre era levantarse alrededor de las 4 de la mañana, encender su vieja radio que tenía en su mesa de luz y quedarse escuchando hasta que se volvía a dormir alrededor de las 6 am. A las 9 am se levantaba a desayunar mientras leía el diario. Cuando terminaba de desayunar se ponía a mirar televisión. Llegadas las 12:30 am se iba en la camioneta hasta el centro del condado a almorzar. Iba al mismo restorán de siempre, donde lo conocían desde hacía varios años. Otro de sus pasatiempos eran las plantas, tenía toda una huerta de diferentes tipos de plantas y en su living un estante con varios libros y revistas sobre botánica.
Le gustaba escuchar música clásica y jazz, tenía una colección de vinilos en los que se podía encontrar desde Johann Strauss hasta Luois Armstrong.
Pero desde que fallecieron sus amigos, David comenzó a dedicar más tiempo a sus plantas y a mirar películas y series. Miraba las del momento pero sobretodo clásicas, algunas que vió hace muchos años y ya no recuerda y otras que nunca las había visto.
Era viudo, también su esposa había fallecido hacía muchos años.
Su madre era británica y su padre español. Nació en Londres y se crió en Madrid España. Desde pequeño tuvo interés por los idiomas, por lo que desde muy temprano ya estudiaba inglés por su cuenta hasta que pudo manejar bien ambos idiomas.
Un día lunes, David se levanta a desayunar como siempre con el diario en la mesa, y en la portada ve una noticia que captó toda su atención: “Los robots despertaron al “Titanic”.
La noticia obviamente estaba en inglés, pero él era bilingüe, por eso no tenía problemas en leer o escuchar cosas en ese idioma, aunque sí prefería las cosas en su idioma natal.
Entonces siguió leyendo:
“Él descubrimiento del legendario “Titanic”, sumergido a casi 4.000 metros de profundidad desde que se hundiera ahora hace 73 años, ha sido posible gracias al empleo de complejos robots y sistemas electrónicos de rastreo del fondo marino. El barco, que se hundió en el viaje inaugural junto a 1.500 de sus viajeros y tripulantes, ha visto turbado su largo sueño”.
David automáticamente volvió a recordar aquella vez cuando emprendió ese viaje y la fatídica noche en que se hundió el barco. Muchos recuerdos le comenzaron a llegar a la mente, pues hacía mucho que no escuchaba sobre el famoso naufragio y que además se había decidido a no volver a recordar, pero ese día su curiosidad e interés estaban completamente enfocados en el Titanic.
Continuará…
Después con sus otros amigos se solía reunir casi todos los sábados a jugar al golf. Desde que David se jubiló a los 77 años de edad, ha pasado su vida del retiro de ésta manera. Su rutina siempre era levantarse alrededor de las 4 de la mañana, encender su vieja radio que tenía en su mesa de luz y quedarse escuchando hasta que se volvía a dormir alrededor de las 6 am. A las 9 am se levantaba a desayunar mientras leía el diario. Cuando terminaba de desayunar se ponía a mirar televisión. Llegadas las 12:30 am se iba en la camioneta hasta el centro del condado a almorzar. Iba al mismo restorán de siempre, donde lo conocían desde hacía varios años. Otro de sus pasatiempos eran las plantas, tenía toda una huerta de diferentes tipos de plantas y en su living un estante con varios libros y revistas sobre botánica.
Le gustaba escuchar música clásica y jazz, tenía una colección de vinilos en los que se podía encontrar desde Johann Strauss hasta Luois Armstrong.
Pero desde que fallecieron sus amigos, David comenzó a dedicar más tiempo a sus plantas y a mirar películas y series. Miraba las del momento pero sobretodo clásicas, algunas que vió hace muchos años y ya no recuerda y otras que nunca las había visto.
Era viudo, también su esposa había fallecido hacía muchos años.
Su madre era británica y su padre español. Nació en Londres y se crió en Madrid España. Desde pequeño tuvo interés por los idiomas, por lo que desde muy temprano ya estudiaba inglés por su cuenta hasta que pudo manejar bien ambos idiomas.
Un día lunes, David se levanta a desayunar como siempre con el diario en la mesa, y en la portada ve una noticia que captó toda su atención: “Los robots despertaron al “Titanic”.
La noticia obviamente estaba en inglés, pero él era bilingüe, por eso no tenía problemas en leer o escuchar cosas en ese idioma, aunque sí prefería las cosas en su idioma natal.
Entonces siguió leyendo:
“Él descubrimiento del legendario “Titanic”, sumergido a casi 4.000 metros de profundidad desde que se hundiera ahora hace 73 años, ha sido posible gracias al empleo de complejos robots y sistemas electrónicos de rastreo del fondo marino. El barco, que se hundió en el viaje inaugural junto a 1.500 de sus viajeros y tripulantes, ha visto turbado su largo sueño”.
David automáticamente volvió a recordar aquella vez cuando emprendió ese viaje y la fatídica noche en que se hundió el barco. Muchos recuerdos le comenzaron a llegar a la mente, pues hacía mucho que no escuchaba sobre el famoso naufragio y que además se había decidido a no volver a recordar, pero ese día su curiosidad e interés estaban completamente enfocados en el Titanic.
Continuará…
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