OP
Ummm... ya ke pasó la primera temporada y no pude participar escribo de todos modos la historia ke se me vino a la cabeza.... no pretendo hacer algo mejor o ke me tomen en consideración, simplemente el título me pareció sugestivo, por eso escribo.
No es ninguna fábula... simplemente kise escribir algo ke tuviera la frase motivo del concurso como tema central... ojalá les guste... no sabría decir si me kedó bien, me esforcé por hacerla corta y kreo ke en eso fallé pues forcé la historia....
A ver ké les parece... el titulo? No tiene ni tendrá jajaja...
Aún recuerdo la vez en que mi abuelo me explicó el porqué la luna tenía ese color amarillo. "Porque la luna es de queso" respondió, ni una palabra más, tan solo una sonrisa.
En aquel momento no lo entendí, ¿qué podía saber yo a mis siete años acerca de la vida?, ¿qué puedo saber yo a mis 80 años acerca de la vida? No mucho será siempre la mejor respuesta y a estas alturas ya nadie sabe nada, ni los más jóvenes ni los que en su momento fueron más viejos que yo.
La oscuridad vuelve a propagarse por todos los rincones de la aldea y, como lo he venido realizando durante años, recorro cada esquina prendiendo los faroles que nos ayudan a distinguir lo negro de lo no tan negro, tal y como hizo mi abuelo en su tiempo. Oigo el viento agitando las copas de los árboles, el crujir de hojas secas, pisadas de animales que deambulan entre las sombras, el discurrir del agua a lo lejos, las voces de la gente de la aldea y algo más, algo que ya no reconozco quizás debido a mi edad o quizás porque acaba de nacer entre la negrura sin fin que lo envuelve todo.
Camino lentamente, de norte a sur y luego de oeste a este para hacerme la tarea más fácil. Trato de aferrar con fuerza el mechero que cargo en mi mano derecha pues sé que es mi única fuente de luz y prosigo dando pasos cortos y firmes, hago entonces una pausa y miro hacia arriba. El cielo es negro, sin ninguna nube, sólo la Luna, y aunque de todos modos creo que nunca las hubo, según mi abuelo antes había muchas de esas en el cielo, sigo caminando y continuo con mi tarea, ya tan sólo me quedan dos faroles más por prender y habré terminado. Diez horas más y la Luna Amarilla comenzará a brillar con más intensidad y los jóvenes tratarán de conseguir alimento, a su regreso la oscuridad será más densa y tendré que tomar mi paseo nuevamente.
Según consta en los registros de la aldea, la Luna Amarilla apareció hace unos 1400 años, apareció una noche en lugar de la Luna Blanca y desde aquella vez no hubo más día. Nadie supo explicar en su momento qué había ocurrido con él, se realizaron experimentos, rituales, oraciones y todo falló, sólo se sabe que todo comenzó con la luna Amarilla y si algún día ha de terminar, será cuando esta desaparezca.
Prendo el último de los faroles y me dirijo a casa, donde mi hijo, su esposa, mis nietos y la cena me aguardan. La cuarta luz roja de la izquierda contando desde el quinto farol, ese era mi destino; retomo mi andar penoso haciendo que estos viejos huesos caminen a ritmo moderado y en menos de quince minutos he llegado ya a la puerta, la golpeo tres veces, una pausa, dos veces más y siento cómo se acercan a abrirme.
En casa todos siempre me reciben de manera cordial pero el único que demuestra verdadera alegría es mi nieto menor de siete años. El pequeño había demostrado poseer una inteligencia superior a la de un niño de su edad y siempre me cuestionaba acerca de mi juventud, de la historia de la aldea, de su abuela y de los animales.
Hoy había prometido contarle la historia de por qué la aldea tenía el nombre de nuestro más sabio anciano, sin embargo, me miró fijamente a los ojos y adiviné en su mirada la intención de su pregunta:
- ¿Abuelo, tú que eres viejo como ningún otro, tú debes saber por qué la luna es amarilla, no?.
Yo, que no sabía la respuesta, que sabía que nadie la conocía, me detuve a pensar. Recordé entonces a mi abuelo, su mirada profunda y sus cansados ojos, recordé la historia del Gran Incendio, la del nombre de la aldea y finalmente le respondí con una sonrisa: "Porque la luna es de queso".
No es ninguna fábula... simplemente kise escribir algo ke tuviera la frase motivo del concurso como tema central... ojalá les guste... no sabría decir si me kedó bien, me esforcé por hacerla corta y kreo ke en eso fallé pues forcé la historia....
A ver ké les parece... el titulo? No tiene ni tendrá jajaja...
Aún recuerdo la vez en que mi abuelo me explicó el porqué la luna tenía ese color amarillo. "Porque la luna es de queso" respondió, ni una palabra más, tan solo una sonrisa.
En aquel momento no lo entendí, ¿qué podía saber yo a mis siete años acerca de la vida?, ¿qué puedo saber yo a mis 80 años acerca de la vida? No mucho será siempre la mejor respuesta y a estas alturas ya nadie sabe nada, ni los más jóvenes ni los que en su momento fueron más viejos que yo.
La oscuridad vuelve a propagarse por todos los rincones de la aldea y, como lo he venido realizando durante años, recorro cada esquina prendiendo los faroles que nos ayudan a distinguir lo negro de lo no tan negro, tal y como hizo mi abuelo en su tiempo. Oigo el viento agitando las copas de los árboles, el crujir de hojas secas, pisadas de animales que deambulan entre las sombras, el discurrir del agua a lo lejos, las voces de la gente de la aldea y algo más, algo que ya no reconozco quizás debido a mi edad o quizás porque acaba de nacer entre la negrura sin fin que lo envuelve todo.
Camino lentamente, de norte a sur y luego de oeste a este para hacerme la tarea más fácil. Trato de aferrar con fuerza el mechero que cargo en mi mano derecha pues sé que es mi única fuente de luz y prosigo dando pasos cortos y firmes, hago entonces una pausa y miro hacia arriba. El cielo es negro, sin ninguna nube, sólo la Luna, y aunque de todos modos creo que nunca las hubo, según mi abuelo antes había muchas de esas en el cielo, sigo caminando y continuo con mi tarea, ya tan sólo me quedan dos faroles más por prender y habré terminado. Diez horas más y la Luna Amarilla comenzará a brillar con más intensidad y los jóvenes tratarán de conseguir alimento, a su regreso la oscuridad será más densa y tendré que tomar mi paseo nuevamente.
Según consta en los registros de la aldea, la Luna Amarilla apareció hace unos 1400 años, apareció una noche en lugar de la Luna Blanca y desde aquella vez no hubo más día. Nadie supo explicar en su momento qué había ocurrido con él, se realizaron experimentos, rituales, oraciones y todo falló, sólo se sabe que todo comenzó con la luna Amarilla y si algún día ha de terminar, será cuando esta desaparezca.
Prendo el último de los faroles y me dirijo a casa, donde mi hijo, su esposa, mis nietos y la cena me aguardan. La cuarta luz roja de la izquierda contando desde el quinto farol, ese era mi destino; retomo mi andar penoso haciendo que estos viejos huesos caminen a ritmo moderado y en menos de quince minutos he llegado ya a la puerta, la golpeo tres veces, una pausa, dos veces más y siento cómo se acercan a abrirme.
En casa todos siempre me reciben de manera cordial pero el único que demuestra verdadera alegría es mi nieto menor de siete años. El pequeño había demostrado poseer una inteligencia superior a la de un niño de su edad y siempre me cuestionaba acerca de mi juventud, de la historia de la aldea, de su abuela y de los animales.
Hoy había prometido contarle la historia de por qué la aldea tenía el nombre de nuestro más sabio anciano, sin embargo, me miró fijamente a los ojos y adiviné en su mirada la intención de su pregunta:
- ¿Abuelo, tú que eres viejo como ningún otro, tú debes saber por qué la luna es amarilla, no?.
Yo, que no sabía la respuesta, que sabía que nadie la conocía, me detuve a pensar. Recordé entonces a mi abuelo, su mirada profunda y sus cansados ojos, recordé la historia del Gran Incendio, la del nombre de la aldea y finalmente le respondí con una sonrisa: "Porque la luna es de queso".