"Chente" estuvo hospitalizado desde agosto tras una caída y lo obligó a someterse a una cirugía cervical.
En si, ya se sabía de grave estado de salud y hace 2 días su hijo puso un comunicado que estaba en estado crítico, por lo que lastimosamente era predecible su terrible final.
Como latinoamericano me duele su partida, no sólo perdimos a un cantante, perdimos a una leyenda que seguramente marcó la infancia, adolescencia, adultez y vejex de muchos, quienes olvidaran cuando se ponían borrachos con sus canciones (yo no, por que no me gusta XD) o cuando sufrimos por amor escuchándolo, sin duda, una gran pérdida, descansa en paz rey, tu trono seguirá siendo tuyo, no se muere quien se va, solo se muere quien se olvida.