Despues de un tiempo escribiendo esta 2º parte,que ya avisé que la estaba redactando,la he acabado.Para quien haya perdido el hilo de la historia o que no se ha leido la 1º parte,aqui la dejo de mi blog: http://reflexionesdeadia.blogspot.com.es/2012/03/historia-de-un-adolescente.html . Y en el foro: http://www.emudesc.net/foros/literatura/380866-historia-de-adolescente.html
-Prólogo-
Al ver que mi relación a distancia no iba a funcionar,decidí a mediados de julio decirle a mi chica que cada uno rehiciera su vida,porque si su padre volviera a Murcia,puede que otra vez se fuera,y así no quería estar.Le dije que me gustaba,pero que era lo mejor para los dos.Ella lo comprendió y pensaba igual.Nos ibamos a echar de menos.Probablemente si su padre tuviera un trabajo fijo aquí todavía estaría saliendo con ella.Ese pequeño detalle que no me dijo nos podía haber ahorrado esto,aunque ella no pensaba que se fuera a mudar.A su padre le hicieron la oferta el treinta de junio y se fue el treinta y uno.
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Vivo en un pueblo llamado Montepaz,que está a las afueras de la ciudad y a una pequeña altura.Solía mirar al horizonte divisando la ciudad con mirada planificadora,aunque me gustaba vivir allí.La tranquilidad y el aire puro de la huerta-campo eran oro.
En el pueblo abundaban las personas mayores que se sentaban en los bancos o en el portal de sus casas con sillas a hablar entre ellos cuando hacía una brisa buena en verano y una temperatura agradable el resto de estaciones.También había alguna que otra pareja que salía a andar.
La gente que me conocía decía que era un chico tranquilo,despreocupado,enérgico y muy expresivo en las situaciones en las que la ocasión lo merecía,aunque no se me podía determinar mi personalidad exacta,pues yo mismo les decía que las personas solo conocen lo que ven de otra,y que eran mucho más compejas de lo que algunas pensaban y con el tiempo cambian,tanto a mejor como a peor y de ahí venía el 'No me esperaba esto de ti...',en estos casos la que lo decía no conocía del todo a la otra.
Tenía diecisiete años,me faltaba un mes para los dieciocho y pasar a 1º de carrera de Psicología,cosa que a muchos no le sorprendía,pues mi actitud y mi capacidad para solucionar los problemas de mis amigos eran bastante buenas,y todos ellos me deseaban suerte con lo que me esperaba.Como iba a tener mucho tiempo libre,mi padre me aconsejó que intentará en julio aprobar la parte teórica del permiso de conducción ,que lo hice,y la parte práctica en Septiembre,cuando tuviera los dieciocho,y me quitaba una cosa de en medio ya,pero todavia quedaba un mes.
Mi casa estaba al lado de un monte-parque al que solía ir la gente a merendar y hacer deporte,y como vivo en las afueras,me juntaba con bastante menos gente de la que conocía y tenía amistad.La mayoría eran de mi pueblo,gente que conocí en primaria y nos conocemos de 'toda la vida'.Algunos de ellos también coincidieron en secundaria en mi clase,y otros se fueron a otro instituto,pero seguíamos en contacto.En bachillerato no coincidí con alguno de ellos,iban a clases distintas,pero me hice amigo de algunos de mi clase y de los amigos de mis amigos que iban a otra clase.El resto de personas con la que me juntaba era gente del instituto,que venian al pueblo en bici o en moto,ídem para mí cuando iba a verlos.Esto era otro de los motivos por los que mi padre y yo decidimos que iba a intentar obtener el permiso de conducción,pues si iba a otros pueblos y acababa cansado,la vuelta iba a ser dura.También si me apetecía ir a verlos,pero antes había hecho algo que me había dejado agotado,me quitaba las ganas de ir,y aunque los del pueblo eran muy buenos amigos,yo quería ampliar mi entorno social.No solo en eso,en cualquier cosa que hacía aspiraba a lo mejor,porque tengo mentalidad ganadora,y eso anima a mis amigos/as si tienen problemas.
Mis mejores amigos son Verónica y Alberto,pero tengo un buen amigo que vive cerca de la capital que se llama Antonio.Lo conocí este curso y coincidía conmigo solo en una clase,en la que se juntaban tres.A Verónica y Alberto los conocía desde los cinco años y mis padres también se hicieron amigos de los suyos,entre tanto que volvían de recogernos del colegio,hablaban,se conocían y se separaban en una calle,donde cada uno ya seguía su camino a casa.Viviamos cerca los unos de los otros,por lo que no había problema en quedar muchos días.Lo mismo hicieron nuestros padres,para enseñarse las casas y charlar.Ya que sus hijos eran tan amigos,ellos probaron a hacer lo mismo.
Cuando fuimos un poco más mayores y quedabamos,hacíamos muchos juegos y cosas que se nos ocurrían,algunas de las cuales acababan en una riña.Como queríamos juntarnos con más gente,pronto empezamos a hablar con otros compañeros de nuestra clase y el grupo se fue ampliando,aunque unas veces había muchos y otras veces nosotros tres con alguno más,por eso de si uno había quedado con otro o buscaba a otros amigos.En fin,que el grupo acabó siendo uno que buscaba a otro en el pueblo,ya que en el colegio,casi todos eran de aquí,e intentaban quedar el máximo número de personas,y esto lo empezabamos Verónica,Alberto o yo.
Algunas tardes,cuando muchos del grupo estabamos reunidos en una calle y uno de ellos quería presumir de consola o videojuego nuevo,iba a su casa a buscarla y en un momento volvía y se sentaba en un portal,llamando la atención de los demás.Aunque a todos nos diese envidia y yo quisiese tener los juegos más modernos,mis padres solo me los compraban cuando me lo merecía,y gracias a esto,por una parte aprendí que casi todo lo que uno quiere requiere un esfuerzo,y por otra,ahora me conformo con lo que tengo y lo aprovecho,y no hace falta estar a la última en todo.Es más,cuando este tipo de cosas tienen un tiempo,las vuelvo a usar para recordarlas.Incluso escucho música de hace seis años o más.Estas experiencias y el ir siempre un poco atrasado a lo novedoso me hizo ser más tranquilo y despreocupado,y me hizo saber que en su tiempo algo de lo que tenía era una joya.
Como era agosto,la mayoría de mis amigos estaban disfrutando las vacaciones de verano,los pocos que habían en el pueblo no estaban muchos días porque aunque sus padres no tuvieran vacaciones en agosto,buscaban cualquier cosa para irse del pueblo,y los que no eran del pueblo hacían lo mismo.Mi padre tuvo las vacaciones en julio,y bien que las aprovechamos,pero aunque algún día del fin de semana fuera a alguna piscina o a la playa,cuando estaba en casa y no encontraba a nadie,me llegaba a aburrir,por mucho que pudiera distraerme con alguna videoconsola u otra cosa.Este aburrimiento me hizo encontrar dos cosas que me relajaban y me gustaban,una era la poesía,que desde hacía 3 años me llamaba la atención y decidí escribir yo también algo.Aunque ya lo hacía,ahora tenía tiempo para hacerlo mejor y sin prisa.Al principio me costaba encontrar rimas y la forma que iba a tener el poema,pero con el tiempo mejoré bastante.La segunda cosa era ir al monte-parque de al lado de mi casa a la hora del atardecer y ver el paisaje,sentado en una zona donde no había mucha vegetación,solo hierba corta,y una elevación del suelo donde apoyaba la espalda.El sol quedaba a mi derecha,para que no me escandilase si miraba al frente y era una zona despejada donde se veía bien parte de la ciudad y muchas luces de noche.Allí,además de descansar,me inspiraba y pensaba en mis cosas.Al principio iba poco,solo cuando me aburría mucho,pero con el tiempo fuí más seguido e iba incluso de noche un rato despues de cenar cuando hacía una brisa agradable que se agradece en verano.No era peligroso estar allí de noche,y las casas más cercanas no estaban muy lejos,por lo que no era un sitio solitario.Si pasaba alguien,sería un ciclista que hacía una ruta nocturna.
Un dia de esos,por la noche,cuando iba a mi sitio,vi a una gata de color romano cerca de donde me ponía,la llamé y vino a mi lado enseguida,con maullidos muy seguidos,y al ver que no le daba algo,se fue hacia las casas más cercanas y luego siguió la carretera,puede que guiada por el olor de los cubos de basura,hasta que la perdí de vista.Supuse que estaba abandonada poco tiempo,porque había tenido contacto con las personas,estaba todavía muy limpia,su pelaje estaba suave y no tenía bichos.No la había visto antes,por lo que quizá la abandonarían entre el día anterior y esa tarde en la carretera o en el monte y allí se quedó.Sus dueños no eran del pueblo,porque parecía despistada y hubiera vuelto a casa rápidamente.Decidí ayudarla y preguntaría a mis amigos/as si conocían a alguien que quisiera una gata.
Al día siguiente,cuando ya no hacía mucho calor,pero todavía quedaba mucho para que oscureciera,sobre las siete y media,fui a casa de Verónica a preguntarselo.
Verónica nació el mismo año que yo,y es menor por dos meses,ella es de noviembre.Mide sobre 1,75 m y es de complexión delgada.Tiene el pelo rubio claro y le llega hasta casi la mitad de la espalda.Unos ojos verdes claros van a juego con su sonrisa y su simpatía es ejemplar.Nos teníamos un aprecio especial,ya que nos conocíamos desde pequeños,habíamos hecho muchas cosas juntos y son contadas las veces que nos habíamos enfadado por cualquier cosa.Algunos días,había pensado incluso en salir con ella,antes de salir con la chica que iba a mi clase,pero despues de la ruptura preferí esperar.Además,no estaba dispuesto a perder a mi mejor amiga.Cuando Verónica estuvo al tanto de la situación,habló conmigo para animarme y le dije que ya lo había superado,porque era lo mejor para los dos,dándole a entender que ya estaba listo para salir con alguien que no se fuera a mudar.Esto pasó en julio,dos días despues de la ruptura y uno de los pocos días que nos vimos ese mes.
Toqué al timbre.
-¿Si?
-Vero,soy Germán,¿puedes bajar un momento?
-Si,ahora bajo.
A los veinte segundos ya estaba abriendo la puerta.
-No esperaba que vinieras hoy,¿qué te cuentas?-preguntó con alegría.
-Pues nada,que venía a preguntarte si conocías a alguien que quisiera una gata.
-¿Pero grande o de pocos meses?
-Grande.
-¿Y eso?
-Es que ayer por la noche vi a una gata abandonada que tenía hambre en el monte y luego se fue hacia las casas.Tiene que estar por aquí.
-Pues...Creo que mis tios podrían tenerla allí en el campo.Podemos ir y preguntárselo.
-Vale.
De camino,seguimos hablando.
-Oye,¿y que hacías tú por la noche en el monte?
-Bueno,a veces suelo ir un rato despues de cenar para relajarme,ver el paisaje y que me entre sueño antes de acostarme.También voy por las tardes para ver atardecer y pensar en mis cosas.La vi cuando estaba cerca de donde me siento.
Tras una pausa,dijo:
-No conocía esa parte de ti.Seguro que vas a ser un buen psicólogo,un psicólogo romántico.
Despues de decir esto,esbozó una sonrisa y me miró a los ojos.Notaba algo más en sus palabras,algo que no quería decirme,aunque no estaba del todo seguro.No le di más importancia.El resto de la conversación fueron preguntas de como habíamos pasado julio y qué habíamos hecho,ya que no nos vimos casi todo ese mes por las vacaciones de nuestros padres.
Llegamos en veinte minutos a una calle donde habían unas cuantas casas y enfrente había una zona de plantaciones bastante amplia,con unos cuantos naranjos y limoneros.Despues de pasar por varias casas,llegamos a la de sus tios.Tenía una verja y el timbre estaba al lado.Cuando tocó,su tio se asomó por la puerta y mientras se dirigía a abrir la verja,nos saludó a los dos,porque me conocía de verme unas cuantas veces con ella.
-¿Qué os trae por aquí?
-Veníamos a preguntarte si podías tener una gata que está abandonada.Ayer Germán la vio en el monte y le estamos buscando dueño.
-Vale,a mí me da igual.Así ya tenemos un animal de compañía.
-¿Te viene bien que te la traigamos mañana a esta hora más o menos?
-Si
-Estoy pensando en que para no tener que buscarla mañana,hoy duerme en mi casa,en el patio,le damos de comer unas lonchas de jamon york,le ponemos un cuenco con agua y mañana vienes a las siete y media a mi casa y venimos con ella,¿qué te parece?-pregunté dirigiendome a Vero.
-Buena idea.Bueno tito,nosotros nos vamos yendo,vamos a buscarla y mañana venimos.
-¿Tan pronto? Bueno vale,llevad cuidado.
-Vale.Mañana estamos más tiempo.
Tardamos otros veinte minutos en llegar a la calle que pasaba enfrente del monte.Decidimos seguir la ruta que tomó la gata la noche anterior para ver si la veíamos,y allí estaba.La cogí y fuimos a mi casa para informar a mis padres de lo que tenía pensado hacer,y les pareció bien.Despues de esto,Verónica se despidió y me dijo que al día siguiente vendría,tal y como habíamos planeado.Esa noche la gata durmió bien,no maulló y parecía estar preparada para estar en casa del tio de Vero,aunque allí iba a moverse por más espacio.Esa tarde,Antonio,uno de mis mejores amigos que vivía en el centro,me llamó para quedar al día siguiente a las seis y media en su casa.Allí metería mi bici y nos daríamos una vuelta.A las siete y media llegó Verónica.
-¿Si?
-Germán,soy Vero,¿vamos a llevarle la gata a mis tios?
-Si,ya bajo.
-Había bajado con una caja que tenía mi padre en el garage, le hice unos agujeros antes de que viniera Vero y metí a la gata dentro cuando vino.
-Así mejor.
Echamos a andar,y a los diez minutos me hizo una pregunta curiosa que marcaría un antes y un despues.
-Oye,¿y donde está ese sitio tuyo al que sueles ir?
-Pues...No sabría decirte exactamente donde está,pero la parte de atrás de las casas que hay enfrente quedan a mi izquierda y hay una vista amplia de la ciudad y sus alrededores.Ahora despues si quieres vamos y te lo enseño.
-Vale.
Al cabo de otros diez minutos llegamos a casa de sus tios.Como el día anterior,su tio salió a ver quién era,nos saludó y nos abrió la verja.Cuando estabamos dentro,deje la caja en el suelo,saqué a a gata y la acaricié.
-Esta es la gata,¿te gusta?
-Bueno,no está mal.
-Tenemos que prepararle dos cuencos,el agua y la comida.
En ese momento,su tio se acercó y acarició a la gata,que parecía estar feliz de estar de nuevo en un hogar.
-Ahora los saco -contestó su tio.
-Voy a ver a mi tia,Germán,ahora salgo.
Y se metió a la casa.
-Pues parece tranquila,enseguida se va a acostumbrar a estar en esta casa.
-Yo creo que no hacía ni un día que la habían abandonado,está acostumbrada a estar en casas.Puede que haya sido porque les arañaba las cosas,por las vacaciones de verano o porque estaba en celo y no quería mas gatos sus dueños...
-Bueno,nosotros la vamos a cuidar muy bien y va a poder correr lo que quiera por el campo.
Verónica salió de la casa y fue hasta donde estaba yo.
-Bueno,¿nos vamos?
-Cuando quieras.
-¡Hasta luego,tito! -dijo mientras nos dirigiamos a la calle
-¡Adios! -dije despidiendome yo también.
-¡Hasta luego! -respondió su tio.
A los cinco minutos,Verónica me dijo:
-Somos buenas personas.
-Bueno,se intenta. -contesté con una sonrisa.
-Si no llega a ser por ti,esa gata todavía estaría buscándose la vida por ahí.A saber cuanto tiempo hubiera seguido asi...
-Pero tu tio es el que se la ha quedado,nosotros solo se la hemos traido.
-Y tú fuiste el que me preguntó si conocía a alguien que quisiera una gata,por eso ahora está con mis tios.
-... -me quedé callado,dándole la razón.
-Bueno,¿vamos a ver ese sitio tuyo?
-Venga,vale.
Al cabo de otros quince minutos llegamos a la carretera que estaba enfrente del monte,fuimos unos metros calle abajo y subimos una pendiente antes de llegar a suelo llano.Un poco más adelante,antes de subir otra cuesta,nos paramos.
-Es aquí.
-Pues es verdad,que buena vista.
-De noche también es muy buena.Como no hay mucha luz se ven bastantes estrellas.
-Puede que un día venga a ver esto contigo. -dijo mientras miraba al horizonte,y seguidamente a mis ojos.
-Vale,cuando quieras.
Tenía claro que era una indirecta,que ella también sentía algo por mi y el presentimiento de que una de esas noches iba a salir afuera lo que ambos sentíamos.Cuando me dijo que iba a ser un psicólogo romántico y sentía que quería decirme algo más,era relacionado con ese tema y no lo dijo porque podía resultarnos incómodo.Esperaba que todo saliera bien,me daba igual que fuera lento.
-Yo me voy ya para mi casa.
-Te acompaño.
La conversación de camino a su casa no tuvo mucha importancia,sobre la gata y poco más.
-Bueno,hasta otro día -dijo con una sonrisa.
Transmitía felicidad y raramente no podía quitarle la tristeza a sus/nuestros amigos.Me recordaba a la chica de mi clase,porque me gustaba verla sonreir,con su simpatía natural.
-Hasta luego -respondí devolviéndole la sonrisa,a la gente así le respondo con la misma simpatía,no se merecía menos.
Aquella noche no fui a relajarme al monte,y tampoco sabía si iba a ir Vero.Sin embargo,me inspiró para dedicarle un poema,después de un tiempo sin escribir poemas completos.Le puse por título 'Verónica',y estaba formado por cuatro cuartetos.Redacté durante dos horas una parte del poema y la otra al día siguiente por la mañana y despues de comer otras dos horas,porque me tenía que preparar para ir a casa de Antonio.Dejé el papel a un lado de mi escritorio y creía que estaba acabado,aunque no estaba de más repasarlo alguna vez y seguir mejorándolo,por eso no lo guardé en el cajón con los que ya estaban acabados.
A las siete vino Verónica a mi casa a devolverme un libro que le había prestado en junio.Mi madre salió a la puerta a ver quién era.
-Hola Vero,Germán no está,se fue hace casi una hora con un amigo.
-Ah,vale.Venía a devolverle este libro que me dejó hace dos meses.
Como tenía mucha confianza con mi familia y la conocía desde pequeña,mi madre la invitó a pasar.
-Pasa y déjaselo en su habitación tu misma.Ya le diré que has venido.
Cuando Verónica dejó el libro encima de mi escritorio se percató del folio,pero lo que le llamó la atencion fue el título subrayado con una letra más grande que el resto:'Verónica'.
Se pensaba que era un mensaje o algo por el estilo,así que lo cogió,vio que no era un mensaje y que estaba en verso.Cuando terminó de leerlo,aunque de una pasada rápida para que no se extrañaran mis padres,lo dejó en su sitio.Aunque su cara dibujaba una leve sonrisa conforme iba leyendo,cuando terminó,cualquiera que la hubiera visto sabría que su alegría en realidad era mayor.Salió con una expresión facial neutra y se despidió de mis padres normalmente,pero su cabeza en ese momento tenía un cúmulo de cosas en mente.Fue directamente a su casa.
Cuando volví a mi casa sobre las nueve y media mi madré me informó.
-Por cierto,ha venido Verónica a las siete a devolverte un libro.
-¿Donde lo has dejado?
-Le he dicho que lo dejase en tu habitación.
-Me quedé pensativo un momento,y a la vez un poco nervioso,porque no sabía si iba a pasar a mi habitación y no guardé el poema que le había dedicado,y no tenía pensado enseñárselo por ahora.Estaba apartado,pero no escondido y yo solo esperaba que no lo hubiera visto,por lo que pudiera pensar de mí y como iba a afectar a nuestra amistad.
Durante la cena,estuve más callado y pensativo que otras noches,pero procuraba estar como siempre.Después,fui a mi habitación cinco minutos y decidí que el poema ya estaba terminado y lo guardé.Si lo había visto,esperaba que le hubiera gustado.
Salí a la calle todavía pensativo y me dirigí a mi sitio.Cuando llegué,me senté a relajarme y no darle más vueltas por el momento.El corazón me latía mucho más rápido de lo habitual y creí que ya había llegado el momento que presentía.Solo tenía que esperar a Vero y ver su reacción,en caso de que hubiera visto el poema.Eran casi las diez y media y por el momento no había venido.A lo lejos vi venir a alguien y cuando ya se había acercado un poco la reconocí.En ese momento si que se me aceleró el corazón,pero mantuve la calma.Cuando llegó,se sentó a mi lado.
-Hola Germán.
-Hola Vero.
-¿Cuando has escrito el poema que me has dedicado?
-Entre hoy y ayer...¿Te ha gustado?
-Si,es muy bonito...¿Cuando me lo ibas a enseñar?
-No tenía pensado enseñártelo de momento,para no fastidiar nuestra amistad.
-Un poema no va a fastidiar nuestra amistad,tonto...
-Pero yo no sabía como ibas a reaccionar...
Vero apoyó su cabeza en mi brazo.
-¿Sientes todo lo que has escrito?
-¿Lo dudas? -le dije mientras la abrazaba con el brazo en el que se había apoyado-.Le he puesto de título tu nombre porque tú me has inspirado.Como se me da bien la poesía quería expresar a través de un poema lo que sentía por ti.
-Qué mono...Una pregunta,solo por curiosidad,¿cuanto tiempo te llevo gustando?
-Siempre me has parecido guapa y muy buena persona,pero ahora que somos más mayores no siento solo amistad.Antes de salir con la chica que te dije quería salir contigo,pero tenía vergüenza por lo que pudiera pasar y que se jodiesen tantos años de amistad.
Dejó de apoyar su cabeza y me miró fijamente.
-Tendrías que haberlo intentado,el que no arriesga,no gana.Yo siento lo mismo por ti.
-¿Desde cuando?
-Igual que tú.De pequeños me parecías guapo y también buena persona,y ahora no es solo amistad.
Poco a poco,y sin dejar de mirarnos a los ojos,nuestras caras se fueron acercando y me sentía relajado al sacar afuera lo que sentía y que ella sintiera lo mismo por mí.Al fin,nos dimos un largo,dulce,lento y apasionado beso.
-Llevo mucho tiempo queriendo estar así contigo... - le dije despues del beso y sentí como si mi pecho suspirase.
Se limitó a sonreir...Sobraban las palabras.Su mirada me lo decía todo.
A los cinco minutos dijo.
-Bueno,mañana nos vemos -dijo con su sonrisa característica,seguido de un beso de despedida.
Yo le dije que también me iba.Me levanté y nos fuimos cogidos de la mano.
En el camino en el que nos separábamos nos volvimos a despedir con otro beso.
De camino a casa pensé que había estado buscando a la chica ideal desde hace un tiempo,y resulta que es,y puede que haya sido siempre mi mejor amiga,que conocía desde la infancia y que no se iba a mudar.Cuando nuestros padres supieron que estabamos saliendo,no se extrañaron porque siempre nos hemos llevado bien.Toda la gente que conocíamos decía que hacíamos buena pareja.Hemos pasado muy buenos momentos y todavía seguimos pasándolos,y no me arrepiento de nada.
-Prólogo-
Al ver que mi relación a distancia no iba a funcionar,decidí a mediados de julio decirle a mi chica que cada uno rehiciera su vida,porque si su padre volviera a Murcia,puede que otra vez se fuera,y así no quería estar.Le dije que me gustaba,pero que era lo mejor para los dos.Ella lo comprendió y pensaba igual.Nos ibamos a echar de menos.Probablemente si su padre tuviera un trabajo fijo aquí todavía estaría saliendo con ella.Ese pequeño detalle que no me dijo nos podía haber ahorrado esto,aunque ella no pensaba que se fuera a mudar.A su padre le hicieron la oferta el treinta de junio y se fue el treinta y uno.
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Vivo en un pueblo llamado Montepaz,que está a las afueras de la ciudad y a una pequeña altura.Solía mirar al horizonte divisando la ciudad con mirada planificadora,aunque me gustaba vivir allí.La tranquilidad y el aire puro de la huerta-campo eran oro.
En el pueblo abundaban las personas mayores que se sentaban en los bancos o en el portal de sus casas con sillas a hablar entre ellos cuando hacía una brisa buena en verano y una temperatura agradable el resto de estaciones.También había alguna que otra pareja que salía a andar.
La gente que me conocía decía que era un chico tranquilo,despreocupado,enérgico y muy expresivo en las situaciones en las que la ocasión lo merecía,aunque no se me podía determinar mi personalidad exacta,pues yo mismo les decía que las personas solo conocen lo que ven de otra,y que eran mucho más compejas de lo que algunas pensaban y con el tiempo cambian,tanto a mejor como a peor y de ahí venía el 'No me esperaba esto de ti...',en estos casos la que lo decía no conocía del todo a la otra.
Tenía diecisiete años,me faltaba un mes para los dieciocho y pasar a 1º de carrera de Psicología,cosa que a muchos no le sorprendía,pues mi actitud y mi capacidad para solucionar los problemas de mis amigos eran bastante buenas,y todos ellos me deseaban suerte con lo que me esperaba.Como iba a tener mucho tiempo libre,mi padre me aconsejó que intentará en julio aprobar la parte teórica del permiso de conducción ,que lo hice,y la parte práctica en Septiembre,cuando tuviera los dieciocho,y me quitaba una cosa de en medio ya,pero todavia quedaba un mes.
Mi casa estaba al lado de un monte-parque al que solía ir la gente a merendar y hacer deporte,y como vivo en las afueras,me juntaba con bastante menos gente de la que conocía y tenía amistad.La mayoría eran de mi pueblo,gente que conocí en primaria y nos conocemos de 'toda la vida'.Algunos de ellos también coincidieron en secundaria en mi clase,y otros se fueron a otro instituto,pero seguíamos en contacto.En bachillerato no coincidí con alguno de ellos,iban a clases distintas,pero me hice amigo de algunos de mi clase y de los amigos de mis amigos que iban a otra clase.El resto de personas con la que me juntaba era gente del instituto,que venian al pueblo en bici o en moto,ídem para mí cuando iba a verlos.Esto era otro de los motivos por los que mi padre y yo decidimos que iba a intentar obtener el permiso de conducción,pues si iba a otros pueblos y acababa cansado,la vuelta iba a ser dura.También si me apetecía ir a verlos,pero antes había hecho algo que me había dejado agotado,me quitaba las ganas de ir,y aunque los del pueblo eran muy buenos amigos,yo quería ampliar mi entorno social.No solo en eso,en cualquier cosa que hacía aspiraba a lo mejor,porque tengo mentalidad ganadora,y eso anima a mis amigos/as si tienen problemas.
Mis mejores amigos son Verónica y Alberto,pero tengo un buen amigo que vive cerca de la capital que se llama Antonio.Lo conocí este curso y coincidía conmigo solo en una clase,en la que se juntaban tres.A Verónica y Alberto los conocía desde los cinco años y mis padres también se hicieron amigos de los suyos,entre tanto que volvían de recogernos del colegio,hablaban,se conocían y se separaban en una calle,donde cada uno ya seguía su camino a casa.Viviamos cerca los unos de los otros,por lo que no había problema en quedar muchos días.Lo mismo hicieron nuestros padres,para enseñarse las casas y charlar.Ya que sus hijos eran tan amigos,ellos probaron a hacer lo mismo.
Cuando fuimos un poco más mayores y quedabamos,hacíamos muchos juegos y cosas que se nos ocurrían,algunas de las cuales acababan en una riña.Como queríamos juntarnos con más gente,pronto empezamos a hablar con otros compañeros de nuestra clase y el grupo se fue ampliando,aunque unas veces había muchos y otras veces nosotros tres con alguno más,por eso de si uno había quedado con otro o buscaba a otros amigos.En fin,que el grupo acabó siendo uno que buscaba a otro en el pueblo,ya que en el colegio,casi todos eran de aquí,e intentaban quedar el máximo número de personas,y esto lo empezabamos Verónica,Alberto o yo.
Algunas tardes,cuando muchos del grupo estabamos reunidos en una calle y uno de ellos quería presumir de consola o videojuego nuevo,iba a su casa a buscarla y en un momento volvía y se sentaba en un portal,llamando la atención de los demás.Aunque a todos nos diese envidia y yo quisiese tener los juegos más modernos,mis padres solo me los compraban cuando me lo merecía,y gracias a esto,por una parte aprendí que casi todo lo que uno quiere requiere un esfuerzo,y por otra,ahora me conformo con lo que tengo y lo aprovecho,y no hace falta estar a la última en todo.Es más,cuando este tipo de cosas tienen un tiempo,las vuelvo a usar para recordarlas.Incluso escucho música de hace seis años o más.Estas experiencias y el ir siempre un poco atrasado a lo novedoso me hizo ser más tranquilo y despreocupado,y me hizo saber que en su tiempo algo de lo que tenía era una joya.
Como era agosto,la mayoría de mis amigos estaban disfrutando las vacaciones de verano,los pocos que habían en el pueblo no estaban muchos días porque aunque sus padres no tuvieran vacaciones en agosto,buscaban cualquier cosa para irse del pueblo,y los que no eran del pueblo hacían lo mismo.Mi padre tuvo las vacaciones en julio,y bien que las aprovechamos,pero aunque algún día del fin de semana fuera a alguna piscina o a la playa,cuando estaba en casa y no encontraba a nadie,me llegaba a aburrir,por mucho que pudiera distraerme con alguna videoconsola u otra cosa.Este aburrimiento me hizo encontrar dos cosas que me relajaban y me gustaban,una era la poesía,que desde hacía 3 años me llamaba la atención y decidí escribir yo también algo.Aunque ya lo hacía,ahora tenía tiempo para hacerlo mejor y sin prisa.Al principio me costaba encontrar rimas y la forma que iba a tener el poema,pero con el tiempo mejoré bastante.La segunda cosa era ir al monte-parque de al lado de mi casa a la hora del atardecer y ver el paisaje,sentado en una zona donde no había mucha vegetación,solo hierba corta,y una elevación del suelo donde apoyaba la espalda.El sol quedaba a mi derecha,para que no me escandilase si miraba al frente y era una zona despejada donde se veía bien parte de la ciudad y muchas luces de noche.Allí,además de descansar,me inspiraba y pensaba en mis cosas.Al principio iba poco,solo cuando me aburría mucho,pero con el tiempo fuí más seguido e iba incluso de noche un rato despues de cenar cuando hacía una brisa agradable que se agradece en verano.No era peligroso estar allí de noche,y las casas más cercanas no estaban muy lejos,por lo que no era un sitio solitario.Si pasaba alguien,sería un ciclista que hacía una ruta nocturna.
Un dia de esos,por la noche,cuando iba a mi sitio,vi a una gata de color romano cerca de donde me ponía,la llamé y vino a mi lado enseguida,con maullidos muy seguidos,y al ver que no le daba algo,se fue hacia las casas más cercanas y luego siguió la carretera,puede que guiada por el olor de los cubos de basura,hasta que la perdí de vista.Supuse que estaba abandonada poco tiempo,porque había tenido contacto con las personas,estaba todavía muy limpia,su pelaje estaba suave y no tenía bichos.No la había visto antes,por lo que quizá la abandonarían entre el día anterior y esa tarde en la carretera o en el monte y allí se quedó.Sus dueños no eran del pueblo,porque parecía despistada y hubiera vuelto a casa rápidamente.Decidí ayudarla y preguntaría a mis amigos/as si conocían a alguien que quisiera una gata.
Al día siguiente,cuando ya no hacía mucho calor,pero todavía quedaba mucho para que oscureciera,sobre las siete y media,fui a casa de Verónica a preguntarselo.
Verónica nació el mismo año que yo,y es menor por dos meses,ella es de noviembre.Mide sobre 1,75 m y es de complexión delgada.Tiene el pelo rubio claro y le llega hasta casi la mitad de la espalda.Unos ojos verdes claros van a juego con su sonrisa y su simpatía es ejemplar.Nos teníamos un aprecio especial,ya que nos conocíamos desde pequeños,habíamos hecho muchas cosas juntos y son contadas las veces que nos habíamos enfadado por cualquier cosa.Algunos días,había pensado incluso en salir con ella,antes de salir con la chica que iba a mi clase,pero despues de la ruptura preferí esperar.Además,no estaba dispuesto a perder a mi mejor amiga.Cuando Verónica estuvo al tanto de la situación,habló conmigo para animarme y le dije que ya lo había superado,porque era lo mejor para los dos,dándole a entender que ya estaba listo para salir con alguien que no se fuera a mudar.Esto pasó en julio,dos días despues de la ruptura y uno de los pocos días que nos vimos ese mes.
Toqué al timbre.
-¿Si?
-Vero,soy Germán,¿puedes bajar un momento?
-Si,ahora bajo.
A los veinte segundos ya estaba abriendo la puerta.
-No esperaba que vinieras hoy,¿qué te cuentas?-preguntó con alegría.
-Pues nada,que venía a preguntarte si conocías a alguien que quisiera una gata.
-¿Pero grande o de pocos meses?
-Grande.
-¿Y eso?
-Es que ayer por la noche vi a una gata abandonada que tenía hambre en el monte y luego se fue hacia las casas.Tiene que estar por aquí.
-Pues...Creo que mis tios podrían tenerla allí en el campo.Podemos ir y preguntárselo.
-Vale.
De camino,seguimos hablando.
-Oye,¿y que hacías tú por la noche en el monte?
-Bueno,a veces suelo ir un rato despues de cenar para relajarme,ver el paisaje y que me entre sueño antes de acostarme.También voy por las tardes para ver atardecer y pensar en mis cosas.La vi cuando estaba cerca de donde me siento.
Tras una pausa,dijo:
-No conocía esa parte de ti.Seguro que vas a ser un buen psicólogo,un psicólogo romántico.
Despues de decir esto,esbozó una sonrisa y me miró a los ojos.Notaba algo más en sus palabras,algo que no quería decirme,aunque no estaba del todo seguro.No le di más importancia.El resto de la conversación fueron preguntas de como habíamos pasado julio y qué habíamos hecho,ya que no nos vimos casi todo ese mes por las vacaciones de nuestros padres.
Llegamos en veinte minutos a una calle donde habían unas cuantas casas y enfrente había una zona de plantaciones bastante amplia,con unos cuantos naranjos y limoneros.Despues de pasar por varias casas,llegamos a la de sus tios.Tenía una verja y el timbre estaba al lado.Cuando tocó,su tio se asomó por la puerta y mientras se dirigía a abrir la verja,nos saludó a los dos,porque me conocía de verme unas cuantas veces con ella.
-¿Qué os trae por aquí?
-Veníamos a preguntarte si podías tener una gata que está abandonada.Ayer Germán la vio en el monte y le estamos buscando dueño.
-Vale,a mí me da igual.Así ya tenemos un animal de compañía.
-¿Te viene bien que te la traigamos mañana a esta hora más o menos?
-Si
-Estoy pensando en que para no tener que buscarla mañana,hoy duerme en mi casa,en el patio,le damos de comer unas lonchas de jamon york,le ponemos un cuenco con agua y mañana vienes a las siete y media a mi casa y venimos con ella,¿qué te parece?-pregunté dirigiendome a Vero.
-Buena idea.Bueno tito,nosotros nos vamos yendo,vamos a buscarla y mañana venimos.
-¿Tan pronto? Bueno vale,llevad cuidado.
-Vale.Mañana estamos más tiempo.
Tardamos otros veinte minutos en llegar a la calle que pasaba enfrente del monte.Decidimos seguir la ruta que tomó la gata la noche anterior para ver si la veíamos,y allí estaba.La cogí y fuimos a mi casa para informar a mis padres de lo que tenía pensado hacer,y les pareció bien.Despues de esto,Verónica se despidió y me dijo que al día siguiente vendría,tal y como habíamos planeado.Esa noche la gata durmió bien,no maulló y parecía estar preparada para estar en casa del tio de Vero,aunque allí iba a moverse por más espacio.Esa tarde,Antonio,uno de mis mejores amigos que vivía en el centro,me llamó para quedar al día siguiente a las seis y media en su casa.Allí metería mi bici y nos daríamos una vuelta.A las siete y media llegó Verónica.
-¿Si?
-Germán,soy Vero,¿vamos a llevarle la gata a mis tios?
-Si,ya bajo.
-Había bajado con una caja que tenía mi padre en el garage, le hice unos agujeros antes de que viniera Vero y metí a la gata dentro cuando vino.
-Así mejor.
Echamos a andar,y a los diez minutos me hizo una pregunta curiosa que marcaría un antes y un despues.
-Oye,¿y donde está ese sitio tuyo al que sueles ir?
-Pues...No sabría decirte exactamente donde está,pero la parte de atrás de las casas que hay enfrente quedan a mi izquierda y hay una vista amplia de la ciudad y sus alrededores.Ahora despues si quieres vamos y te lo enseño.
-Vale.
Al cabo de otros diez minutos llegamos a casa de sus tios.Como el día anterior,su tio salió a ver quién era,nos saludó y nos abrió la verja.Cuando estabamos dentro,deje la caja en el suelo,saqué a a gata y la acaricié.
-Esta es la gata,¿te gusta?
-Bueno,no está mal.
-Tenemos que prepararle dos cuencos,el agua y la comida.
En ese momento,su tio se acercó y acarició a la gata,que parecía estar feliz de estar de nuevo en un hogar.
-Ahora los saco -contestó su tio.
-Voy a ver a mi tia,Germán,ahora salgo.
Y se metió a la casa.
-Pues parece tranquila,enseguida se va a acostumbrar a estar en esta casa.
-Yo creo que no hacía ni un día que la habían abandonado,está acostumbrada a estar en casas.Puede que haya sido porque les arañaba las cosas,por las vacaciones de verano o porque estaba en celo y no quería mas gatos sus dueños...
-Bueno,nosotros la vamos a cuidar muy bien y va a poder correr lo que quiera por el campo.
Verónica salió de la casa y fue hasta donde estaba yo.
-Bueno,¿nos vamos?
-Cuando quieras.
-¡Hasta luego,tito! -dijo mientras nos dirigiamos a la calle
-¡Adios! -dije despidiendome yo también.
-¡Hasta luego! -respondió su tio.
A los cinco minutos,Verónica me dijo:
-Somos buenas personas.
-Bueno,se intenta. -contesté con una sonrisa.
-Si no llega a ser por ti,esa gata todavía estaría buscándose la vida por ahí.A saber cuanto tiempo hubiera seguido asi...
-Pero tu tio es el que se la ha quedado,nosotros solo se la hemos traido.
-Y tú fuiste el que me preguntó si conocía a alguien que quisiera una gata,por eso ahora está con mis tios.
-... -me quedé callado,dándole la razón.
-Bueno,¿vamos a ver ese sitio tuyo?
-Venga,vale.
Al cabo de otros quince minutos llegamos a la carretera que estaba enfrente del monte,fuimos unos metros calle abajo y subimos una pendiente antes de llegar a suelo llano.Un poco más adelante,antes de subir otra cuesta,nos paramos.
-Es aquí.
-Pues es verdad,que buena vista.
-De noche también es muy buena.Como no hay mucha luz se ven bastantes estrellas.
-Puede que un día venga a ver esto contigo. -dijo mientras miraba al horizonte,y seguidamente a mis ojos.
-Vale,cuando quieras.
Tenía claro que era una indirecta,que ella también sentía algo por mi y el presentimiento de que una de esas noches iba a salir afuera lo que ambos sentíamos.Cuando me dijo que iba a ser un psicólogo romántico y sentía que quería decirme algo más,era relacionado con ese tema y no lo dijo porque podía resultarnos incómodo.Esperaba que todo saliera bien,me daba igual que fuera lento.
-Yo me voy ya para mi casa.
-Te acompaño.
La conversación de camino a su casa no tuvo mucha importancia,sobre la gata y poco más.
-Bueno,hasta otro día -dijo con una sonrisa.
Transmitía felicidad y raramente no podía quitarle la tristeza a sus/nuestros amigos.Me recordaba a la chica de mi clase,porque me gustaba verla sonreir,con su simpatía natural.
-Hasta luego -respondí devolviéndole la sonrisa,a la gente así le respondo con la misma simpatía,no se merecía menos.
Aquella noche no fui a relajarme al monte,y tampoco sabía si iba a ir Vero.Sin embargo,me inspiró para dedicarle un poema,después de un tiempo sin escribir poemas completos.Le puse por título 'Verónica',y estaba formado por cuatro cuartetos.Redacté durante dos horas una parte del poema y la otra al día siguiente por la mañana y despues de comer otras dos horas,porque me tenía que preparar para ir a casa de Antonio.Dejé el papel a un lado de mi escritorio y creía que estaba acabado,aunque no estaba de más repasarlo alguna vez y seguir mejorándolo,por eso no lo guardé en el cajón con los que ya estaban acabados.
A las siete vino Verónica a mi casa a devolverme un libro que le había prestado en junio.Mi madre salió a la puerta a ver quién era.
-Hola Vero,Germán no está,se fue hace casi una hora con un amigo.
-Ah,vale.Venía a devolverle este libro que me dejó hace dos meses.
Como tenía mucha confianza con mi familia y la conocía desde pequeña,mi madre la invitó a pasar.
-Pasa y déjaselo en su habitación tu misma.Ya le diré que has venido.
Cuando Verónica dejó el libro encima de mi escritorio se percató del folio,pero lo que le llamó la atencion fue el título subrayado con una letra más grande que el resto:'Verónica'.
Se pensaba que era un mensaje o algo por el estilo,así que lo cogió,vio que no era un mensaje y que estaba en verso.Cuando terminó de leerlo,aunque de una pasada rápida para que no se extrañaran mis padres,lo dejó en su sitio.Aunque su cara dibujaba una leve sonrisa conforme iba leyendo,cuando terminó,cualquiera que la hubiera visto sabría que su alegría en realidad era mayor.Salió con una expresión facial neutra y se despidió de mis padres normalmente,pero su cabeza en ese momento tenía un cúmulo de cosas en mente.Fue directamente a su casa.
Cuando volví a mi casa sobre las nueve y media mi madré me informó.
-Por cierto,ha venido Verónica a las siete a devolverte un libro.
-¿Donde lo has dejado?
-Le he dicho que lo dejase en tu habitación.
-Me quedé pensativo un momento,y a la vez un poco nervioso,porque no sabía si iba a pasar a mi habitación y no guardé el poema que le había dedicado,y no tenía pensado enseñárselo por ahora.Estaba apartado,pero no escondido y yo solo esperaba que no lo hubiera visto,por lo que pudiera pensar de mí y como iba a afectar a nuestra amistad.
Durante la cena,estuve más callado y pensativo que otras noches,pero procuraba estar como siempre.Después,fui a mi habitación cinco minutos y decidí que el poema ya estaba terminado y lo guardé.Si lo había visto,esperaba que le hubiera gustado.
Salí a la calle todavía pensativo y me dirigí a mi sitio.Cuando llegué,me senté a relajarme y no darle más vueltas por el momento.El corazón me latía mucho más rápido de lo habitual y creí que ya había llegado el momento que presentía.Solo tenía que esperar a Vero y ver su reacción,en caso de que hubiera visto el poema.Eran casi las diez y media y por el momento no había venido.A lo lejos vi venir a alguien y cuando ya se había acercado un poco la reconocí.En ese momento si que se me aceleró el corazón,pero mantuve la calma.Cuando llegó,se sentó a mi lado.
-Hola Germán.
-Hola Vero.
-¿Cuando has escrito el poema que me has dedicado?
-Entre hoy y ayer...¿Te ha gustado?
-Si,es muy bonito...¿Cuando me lo ibas a enseñar?
-No tenía pensado enseñártelo de momento,para no fastidiar nuestra amistad.
-Un poema no va a fastidiar nuestra amistad,tonto...
-Pero yo no sabía como ibas a reaccionar...
Vero apoyó su cabeza en mi brazo.
-¿Sientes todo lo que has escrito?
-¿Lo dudas? -le dije mientras la abrazaba con el brazo en el que se había apoyado-.Le he puesto de título tu nombre porque tú me has inspirado.Como se me da bien la poesía quería expresar a través de un poema lo que sentía por ti.
-Qué mono...Una pregunta,solo por curiosidad,¿cuanto tiempo te llevo gustando?
-Siempre me has parecido guapa y muy buena persona,pero ahora que somos más mayores no siento solo amistad.Antes de salir con la chica que te dije quería salir contigo,pero tenía vergüenza por lo que pudiera pasar y que se jodiesen tantos años de amistad.
Dejó de apoyar su cabeza y me miró fijamente.
-Tendrías que haberlo intentado,el que no arriesga,no gana.Yo siento lo mismo por ti.
-¿Desde cuando?
-Igual que tú.De pequeños me parecías guapo y también buena persona,y ahora no es solo amistad.
Poco a poco,y sin dejar de mirarnos a los ojos,nuestras caras se fueron acercando y me sentía relajado al sacar afuera lo que sentía y que ella sintiera lo mismo por mí.Al fin,nos dimos un largo,dulce,lento y apasionado beso.
-Llevo mucho tiempo queriendo estar así contigo... - le dije despues del beso y sentí como si mi pecho suspirase.
Se limitó a sonreir...Sobraban las palabras.Su mirada me lo decía todo.
A los cinco minutos dijo.
-Bueno,mañana nos vemos -dijo con su sonrisa característica,seguido de un beso de despedida.
Yo le dije que también me iba.Me levanté y nos fuimos cogidos de la mano.
En el camino en el que nos separábamos nos volvimos a despedir con otro beso.
De camino a casa pensé que había estado buscando a la chica ideal desde hace un tiempo,y resulta que es,y puede que haya sido siempre mi mejor amiga,que conocía desde la infancia y que no se iba a mudar.Cuando nuestros padres supieron que estabamos saliendo,no se extrañaron porque siempre nos hemos llevado bien.Toda la gente que conocíamos decía que hacíamos buena pareja.Hemos pasado muy buenos momentos y todavía seguimos pasándolos,y no me arrepiento de nada.
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