Historia de un adolescente

OP

Jandemore

El que faltaba
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Allá donde me lleve el viento
Hola gente,hace tiempo que no me paso por aquí y quería colgar mi nueva historia,espero que os guste:

-Prólogo-

Ya me da todo igual.Llevo mucho tiempo intentando ser amigo de los que me rodean,pero me es inútil.No me voy a seguir esforzando para que luego venga uno y en dos días se gane la confianza de la gente y que yo no lo consiga en todo el curso.¿Para qué seguir luchando por algo que no sé siquiera si voy a conseguir? Creo que no estoy hecho para tener muchos amigos...Si quieren amistad,que me busquen ellos a mí.Eso sí,fuera del instituto no soy así,no me voy a amargar por unos compañeros que no se están mereciendo mi afecto.Siempre me he identificado por ver a la gente ''feliz'',haciendo día a día lo que yo estoy esperando a hacer algún día.Si supieran darle el valor a esa amistad no irían tan despreocupados,ya que es algo que están acostumbrados a hacer y de momento no se han puesto a pensar en lo valioso que puede llegar a ser tener amigos,pero no de los falsos,obviamente.

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La veia todos los días.Iba a mi clase,pero no solía fijarme en ella.Con el tiempo,me llamó la atención y hablaba con ella.Daba gusto hablar con una buena persona,al fin y al cabo pocas veces se encuentra una persona así.En estas cosas tengo un sexto sentido,no es por creerme mejor que nadie,y funciona.Toda mi vida he ido eligiendo buenas personas y no era de extrañar que tuviera pocos amigos.Soy así,exigente en cuestiones sociales.Hasta hace poco era así.
Cuanto más tiempo pasaba con ella,más me alegraba el día.Aunque estuviera nublado yo sentía el brillo del sol en mi corazón (se que suena sensiblero,pero no se como expresarlo).Todo me era indiferente,hasta que aprendí que hacer sonreir a ciertas personas es una sensación agradable y que te hace sentir mejor persona.Aunque estuvieramos sentados lejos,cuando me miraba y sonreia cuando ya teniamos confianza,me hacía sentir cosas que hasta hace poco desconocía.Desde aquellos días,quise alegrar a todos mis amigos y hacerles ver que me tenian para lo bueno y para lo malo.Y es que,saber que le importas a alguien,es una de las cosas que toda persona tendría que alcanzar,no como a una madre su hijo/a,sino una importancia que surge de la nada.Si algún dia estaba en los cambios de clase sentado un poco cabizbajo y pensativo,ella venía,me abrazaba por detrás y se interesaba por mí.Según veía,las personas iban a su rollo,preocupandose cada día por las mismas cosas,y ver aquello no pudo evitarme esbozar una sonrisa,ella me la devolvía y le contestaba que ahora si que no me pasaba nada.
Los fines de semana echaba de menos esos ojos expresivos e inocentes y esa sonrisa que tanto me atraía.Además,creo que en el fondo sabía que era especial para mí.
Al cabo de un tiempo,quedamos como haciamos algunas veces y le dije todo lo que pensaba de ella y,poco a poco,nuestros labios se fueron acercando hasta darnos un largo beso,creo que le llegó a salir una lágrima de la emoción.A veces solíamos ir al campo porque era un sitio bastante relajante y aprovechabamos para alejarnos del ajetreo de las personas,que me hacía pensar que eran esclavas de su tiempo.Además,con ella me olvidaba de los problemas.Una vez que encontré una flor,la cogí y se la puse en el pelo para ver el contraste que hacía con su encanto.
Cuando acabamos el curso,un dia de verano,me dijo que a su padre le habían ofrecido trabajo en Zaragoza y se iban a mudar.Ya se conocía la zona donde iban a mudarse porque ya había estado antes viviendo allí,pero poco tiempo.Ahora está lejos,y me duele pensar en ese pequeño,gran paraíso que me hacía vivir cada vez que estaba conmigo.Nunca olvidaré la forma en la que me hacía sentir el brillo del sol...
Seguimos hablando,pero raramente nos vamos a volver a ver.Solo va a venir a Murcia a ver a sus parientes y en fechas de reunión familiar.
Todavía me queda la esperanza de que algún día vuelva para quedarse.
 
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