Novela Mi vida como un hikikomori - parte 1

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StormAgux622

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Hola a todos, he decidido experimentar como escritor. Tenía pensado escribir una novela así que comenzaré escribiendo ésta que relata la vida virtual de un hikikomori. Si veo que me gusta y me llena este pasatiempo entonces continuaré la historia. Veré cómo hacer porque no tengo mucho tiempo para escribir, pero aquí les dejo el comienzo.

Bueno, hoy voy a comenzar a contar mi historia, sobre cómo fué que me convertí en un hikikomori, y cómo ha sido mi experiencia. Antes de empezar, voy a hablar un poco sobre qué son los "hikikomori" para quién no esté familiarizado con este fenómeno.

Hikikomori es un término japonés que se utiliza para referirse a aquellas personas que han decidido retirarse completamente de la sociedad, viviendo recluídos en sus casas por largos períodos. Dicen que si una persona supera los 6 meses de estar recluído, sin ir a la escuela, a la universidad o a trabajar, ya es considerada un hikikomori.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, una persona que tiene ese estilo de vida lo viene acarreando desde hace varios años.

Unos se sienten bien con su estilo de vida y no tienen intenciones de dejarlo. Mientras que hay otros que no les gusta su situación pero siguen ahí estancados, creo que eso se debe muchas veces a miedos, negatividad, algún trastorno mental que pueda estar padeciendo como lo es la fobia social, y otras veces también es por comodidad, porque uno se termina acostumbrando a esa "vida" si lo podemos llamar así, y entonces ahí es cuando el hikikomori necesita ayuda de alguien más para poder comenzar a salir de su situación. Este fenómeno es frecuente en Japón, sobre todo en personas jóvenes de entre 18 y 30 años. No se sabe exactamente porqué se dá más allá, pero dicen que es un fenómeno cultural. Aunque por lo menos hoy se está comenzando a ver más en otros países. Según mi opinión, no es un fenómeno asociado únicamente a Japón, si no que se puede dar en cualquier lugar y momento si se dan las condiciones para que esto se cumpla. Lo que pasa es que Japón es un país más avanzado, ellos ya han solucionado problemas que en otros lugares todavía son el pan de cada día como la pobreza por ejemplo. Y cabe destacar que el hikikomori puede mantener ese estilo de vida gracias a sus padres que los mantienen. En cambio en esta parte del mundo es más complicado que alguien pueda fomentarle esa vida a una persona que ya cumplió su mayoría de edad, por lo que no les queda otra que "salir a laburar" y que Dios los ayude.

Bien, ahora que ya les comenté un poco sobre qué significa ser una persona hikikomori, voy a comenzar a contar mi historia, mi historia de cuando fué que me convertí en un hikikomori y todo lo que sucedió durante esa etapa, que no fué corta. Debo mencionar que tampoco fué algo en lo que me convertí de la noche a la mañana. Espero que les guste, comencemos.

Estábamos en los útimos momentos de la entrega de diplomas en mi escuela. Ya eran las 9 y media de la noche. Todos mis compañeros felices. Yo estaba ahí con el diploma en la mano esperando a que ya se terminara el evento. Pues ya no tenía nada más que hacer.

Luego viene una de las profesoras alegre con su Iphone:

-Digan "Wisky, chicos"

-"Wiskyyyy..."

Y tomó la foto.

Yo me uní también para aparecer en la foto.

Y así me quedé un rato después de la entrega de diplomas, merodeando un poco por los pasillos de mi escuela, observando las aulas vacías, la dirección, la cantina, el patio y todo lo demás... echándole una última mirada sabiendo que ya iba a ser la última vez que estaría en ese lugar. Todo estaba reluciente, se podía apreciar el olor al desodorante para piso, las mesas y los bancos limpios, sin manchas ni rayones. Todo estaba ahí esperando a recibir nuevos alumnos el año próximo. Como yo casi que no tenía amigos en mi escuela salvo por ahí con un par de compañeros míos con los que a veces hablaba y me llebaba bien, me pareció mejor idea quedarme a observar mi escuela por última vez y también a acercarme a tomarme fotos con mis compañeros. Otra cosa que también apreciaba era mi escuela de noche, era la primera vez que íbamos en ese horario. Yo pensaba: "Ésta será la primera y última vez que vendré a la escuela durante la noche, se siente diferente, mirá si hubiéramos tenido un turno en estos horarios".

Cuando el evento estaba llegando a su fín y ya muchos se estaban yendo a sus casas, fuí a avisarle a mi mamá que estaba conversando con otras madres.

-Bueno, en cinco nos vamos, -me dijo-

Entonces yo me quedé unos minutos más observando las aulas vacías. Aquí es cuando me venían flashbacks de esos días en que teníamos hora libre y nos mandábamos macanas en el aula, correteando de acá para allá, riéndonos, tirando papelitos, haciendo chistes, etc. Ahh, días que ya no volverán. Y comencé a recordar más cosas que sucedieron esa aula. Me vino a la mente el primer día de clases de este último año en que cada uno se paró frente a la pizarra diciendo su nombre, apellido, edad y lo que tenían planeado hacer después que se gradúen.

Entonces pasó el primero:

-Mi nombre es Hernán Carballo, tengo 18 años y cuando me egrese pienso seguir trabajando en el taller de carpintería de mi viejo y con lo que gane pienso invertir en abrir mi propio negocio.

-Muy bien- Dijo la profesora.

-El que sigue.

-Hola, mi nombre es Camila Pacheco, tengo 17 años y quiero estudiar medicina.

Luego pasa otro:

-Soy Juan Barrionuevo, tengo 17 años y quiero ser ingeniero en sistemas.

Entonces llega mi turno:

Me paro frente al pizarrón, un poco tímido y nervioso como siempre:

-Ho-hola… Bueno, mi nombre es Lucas Godoy, tengo 17 años y cuando termine la escuela me gustaría estudiar computación.

-Ah,, ¿sistemas?- Pregunta la profesora.

-Si, eso, ingeniero en sistemas-. Le digo

-Ah, como Juan, muy bien. El que sigue.

Y yo me fui a sentarme en mi banco, sin embargo yo no estaba muy seguro si quería estudiar sistemas, pero era mejor decir eso a no decir nada. Ese día fue cuando caí en la cuenta de que a esas alturas ya tenía que tener decidido qué iba a estudiar, puesto a que ya desde mucho antes mis compañeros ya tenían decidido qué es lo que iban a seguir, y los que no querían estudiar iban a trabajar, como era el caso de Hernán.

Cuando termino de recordar eso, vuelvo a caer en la cuenta de que ya estábamos a fín de año y todavía no me había decidido.

-Vamos lucas- Me llama mi madre.

Yo pienso: Bueno, pero todavía falta para eso… ¡Ahora a disfrutar de las vacaciones!

Saludo por última vez a mis compañeros, a los profesores y nos volvemos a casa.


Continuará…
 
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JV76

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La idea me suena genial, he escuchado una cantidad algo insana de libros LitRPG e iseakis que tienen premisas un poco parecidas a lo que propones, me parece un muy buen prologo para la historia, continua asi ya espero ver la proxima parte.

La redaccion en general esta bien. He cito aqui partes que si a mi parecer pudieran cambiar en el uso de palabras (coloque lo que se puede cambiar en negritas).
Ya cuando todo se estaba comenzando a acabar y ya muchos se estaban yendo a sus casas, fuí a avisarle a mi mamá que estaba conversando con otras madres.
 
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