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Has venido al espacio adecuado, mi educando. Yo he estado en el cuello uterino de cada mujer terrestre y no terrestre por lo menos 2 veces.

Lo primero es fusilar con lluvia de lanzacohetes tu autoconcepto modesto y apático, y ser claro con qué tipo de mujer quieres estar... la mayoría del lío al ligar proviene de que, realmente, pese a gustarte alguien, de antemano sabes que lo que tú quieres quizás es compañía, sexo, amor, o mera exploración (o todo), pero no con ESA persona necesariamente

, y no hay nada más incómodo, estresante y culposo que sospechar que estás encaminándote -así sea placenteramente- a una puta pared con pinchos y tres muertos clavados gimoteando. ¿Simplemente TE PARECE linda, o interesante? ¿O lo suficientemente relevante en tu LORE para en verdad ir allá y tomártelo en serio? (incluso si es algo de una noche)

Ligar es simple cuando sabes qué es lo que ves en esa persona, no temes reconocerlo e ir a por ello. Si no lo sabes, o tienes miedo expresarlo, o no te gusta tu propio enfoque (es válido), estarás tu mismo pisando el freno, desviando el resultado, sabotéandolo...

Por eso es mejor uno mismo conscientemente ir definiendo nuestro interés sexual, romántico y social... y no dejarlo a la deriva, ni en merced del hábito, la cultura, o tus experiencias pasadas. Ligar, aunque muchos hoy lo explican con la analogía de la negociación, creo preferible compararlo con un juego de PONG: no puedes ir ni demasiado rápido ni lento al lado de tu compañera de juego:

se trata de divertirse juntos, no de enaltecerse a través de sobajar al otro. Ambos han de amoldarse si quieren jugar juntos, y en efecto: unas veces tú anotarás, y otras veces ella. Y eso significa que a veces tú conducirás la situación, otras veces será ella la que guíe el flujo. Eso es sano. Ambos pilotean la escena, y allí es donde el consenso sucede: SEPSO, o Romance, en igualdad de interés e involucramiento

(repito: así fuera una noche nada más... es desagradable y aburrido si no están en la misma sintonía, en mi opinión). Incluso si uno es mejor que el otro en el juego, pero aun así hay el deseo de incluir al otro: puede aquél que sea más hábil ajustarse al nivel del amateur y de todos modos encontrar genuina diversión (siempre es divertido jugar con quien quiere aprender, ¿no?).

Por eso, ligar se asemeja más al ritmo y complicidad de una buena partida de PONG, que es ejercitante, constructiva, creativa, y en donde se deja en visto mucho de quién eres, pero también de qué clase de jugador (de la vida) aspiras a ser... La analogía contractual, fría y reducida a números y literalidades, bienes y prestigios... son una weba, digo yo.

eso, en resumen.