Sovereignty of Fire [Internet Real Warriors]

Como dice el sinopsis, la historia es un fanfic basado en el universo de Internet Real Warriors, en el cual se situa en el momento en que Barcelona es atacada mientras los protagonistas de la segunda temporada enfrentan a los Dark Clone y culmina con la muerte de Xiangua en el ultimo capitulo, cronologicamente se situaria entre los ultimos capitulos de la segunda temporada y antes de la tercera.

“Alguna vez esta solía ser una ciudad bella, agradable y normal... hasta que el fuego consumió todo ese paisaje en un desolado lugar lleno de destrucción y muerte...”

Sobre una destruida Barcelona, se encontraba en lo alto de un edificio en ruinas, un hombre adulto de unos 30 años, usaba un sombrero similar al personaje ficticio de Indiana Jones, vestía una gabardina marrón que le daba aspecto de un detective y su cabello blanco era tan largo que llegaba hasta su cintura, en su hombro portaba un rifle de caza y aquel hombre observa pensativo la destruida ciudad mientras bebía whisky de una pequeña botella.

“En solo cuestión de horas... toda esta ciudad se convirtió en ruinas...”


Horas atras – Barcelona...
El mismo hombre del principio caminaba en la ciudad, estaba acompañado de otro hombre adulto de su misma edad que vestía con ropa de oficinista, usaba lentes y llevaba en su mano derecha un portafolio.

—Oye F, aun sigo sin entender todo eso de lo que dices de la internet, ¿qué es lo que tratas de insinuar? –Pregunta el hombre del portafolio.
—José, eres el único en quien confió y puedo hablar sobre este tema, aunque sé que no puedes nada para cambiar el hecho de lo que es –Dice el hombre de cabello largo llamado F.
—Por eso te digo que no entiendo muy bien a que te refieres, hablas como si el mismo internet fuera más que solo que es.
—Precisamente de eso estoy hablando.

Un zumbido se escuchaba en lo alto en el cielo, era un sonido que solo F podía escuchar, tenía un presentimiento inquietante, un mal augurio lleno de sufrimiento acercando en lo alto del dicho cielo, F lo sintió desde su corazón.

—Oye, ¿porque miras tanto hacia arriba? –Le pregunta su compañero José.
—Corre –Le responde él.
—¿Qué?.
—¡Corre!.

F tomo a José del brazo a la fuerza y salió corriendo de allí con él por razones aún desconocidas.

— ¡Amigo!, ¿¡que te sucede!? –Pregunta José conmocionado.
—Algo se acerca... algo malo... algo muy malo va a ocurrir –Responde F.
—¿De qué hablas?.
—Es como una sensación... no como ver el futuro, sino un instinto natural en mi que se manifiesta cada vez que siento que algo malo va a ocurrir, cuando eso ocurre siento un latir inusual en mi corazón, dependiendo de la fuerza de ese latido determina que tan malo es, en resumen cuanto más fuerte es el latido, significa que el peligro de ese mal presagio es aún mayor.

Pronto la calma ceso con la caída de varias y extrañas esferas blancas del cielo que aterrizan sobre el suelo de Barcelona en diferentes puntos de la ciudad, dichas esferas blancas tenían el tamaño de una bola de acero usada en sitios de construcción.
La gente alrededor estaba aterrada, creyeron que meteoritos habían caído a la ciudad, pronto aquellas esferas sobre unas pantallas incorporados en ella comenzaron a iniciar un contador desde 10, la gente no entendía que ocurría, muchos especulaban que esos meteoritos eran ovnis al ver su forma muy artificial, pero la realidad era mucho más que eso.
Todas las esferas tenían sincronizado el mismo contador y cuando este llego a 0, comenzaron a producir un extraño ruido haciendo que aparecieran alrededor de estas como por medio de tele transportación muchos sujetos vestidos con atuendos militar hecho de un material similar al chaleco anti balas, con cascos y mascaras que cubrían sus rostros, estaban armados con armas de fuego de un raro aspecto.
Las pantallas de las esferas blancas marcaron el nombre de “Scarecrow” en ellas y después siguió a “Cleaning Mode” transmitiendo una vibración similar en la cabeza de cada soldado salida de estas.

—Orden recibida –Dice uno de los misteriosos soldados.

Pronto apuntaron sus armas a los civiles y jalando del gatillo iniciaron una masacre sin precedente.
Cundió el pánico, las personas eran desmembradas de tres simples balazos provenientes de armas automáticas de disparos continuos, las calles de pronto empezaron a llenarse con sangre, órganos y cadáveres.
Del cielo cayeron rayos de fuego que impactaban en puntos claves evitando dar en los misteriosos soldados, algo curioso como si estos ataque aéreo de procedencia desconocida estuviesen coordinado.
Las fuerzas policiales situados en barricadas pronto respondieron a la amenaza con su mejor arsenal.

— ¡Poneos a cubierto! –Avisa el comisario a sus hombres.

Un disparo sorpresivo le vuela la cabeza al capataz de la comisaria, todos aquellos que le seguían valientemente se cubren al suelo del miedo.

— ¡TIRADOR! –Exclama un oficial poniendo de pie y recibiendo un disparo por la espalda.

El policía muere con un agujero enorme en su cuerpo, mostrando sus órganos vitales haber explotado ante la sacudida del proyectil del tirador.

— ¡Nos estan masacrando, llamaos al ejercito joder! –Dice uno de los oficiales con la calma perdida.
— ¡El ejército ha sido llamado hace 15 minutos, debemos resistir el fuego enemigo! –Comenta otro.

Uno de los misteriosos soldados de las esferas blancas salto hasta pasar la barricada y aparecer frente a los oficiales que quedaban allí, este soldado usaba un traje exoesqueleto que le hacía ver como un mismísimo señor de la guerra futurista, blandió una larga espada con cuchillas similares a las de una sierra el cual presionar un botón comenzó a girar como una eléctrica.
Los oficiales respondieron con el fuego de sus armas, sus instintos solo les hizo dispararle con todo lo que tenían, revólveres, subfusiles y lanzagranadas, todo fue ineficaz ante su atacante de la esfera blanca, quien con su espada en la mano elimina al primero de todos los oficiales con una cortada voraz en la quijada, el policía herido sangraba a grandes chorros manchando por completo de su sangre a su compañero que tenia al lado.
Pronto de aquellos valerosos hombres de ley quedaron solamente restos de cuerpos masacrados con sus extremidades cortadas y corazones, riñones e intestinos rellenando los suelos del lugar.

— ¡No, alejaos de mi monstruo! –Exclama el único policía restante que quedaba de la barricada.

Disparo inútilmente y aquel soldado guardo su espada, tomo al policía de los chaquetes lo sujeto con fuerza, mostro sus macabros dientes metálicos de su boca a través del casco, estaban manchado de sangre y había restos de carne putrefacta de origen humano, abrió la boca en grande y le dio una mordida inhumana al policía devorando todo su rostro de un bocado.
Las fuerzas militares pronto llegaron a la ciudad y su suerte fue la misma que el resto de los ciudadanos de Barcelona, superados en potencia de fuego y tecnología ante estos misteriosos invasores, inclusive el apoyo aéreo caía ante las balas de los tiradores demostrando tener un arma de útil potencia antiaérea, por si fuera poco la fuerza aérea también se encontraba presionado por los rayos de fuego que descendían del cielo, el misterioso enemigo estaba tomando ventaja y dejo sin esperanza alguna a la ciudad, comenzando su siguiente fase de carnicería.
Hombres vivos eran crucificados en estacadas de maderas y otros atados a postes aun conscientes con las piernas y brazos mutilados y cuervos picar la carne de sus heridas. Las mujeres eran golpeadas hasta la muerte de manera salvaje por los soldados de las esferas blancas quienes las usaban como saco de boxeo, niños y adolecentes eran ahorcados y otros lanzados vivos a hogueras repleta de cadáveres carbonizados. Una mujer que tenía un bebe en sus brazos intentaba huir, se escondió en un rincón solo para ser encontraba por uno de ellos, rogo porque su amado hijo viviera, el salvaje soldado de la esfera golpeo a la mujer haciendo que cayera al suelo y acto seguido comienza a patearle sin control dándole el último golpe justo sobre la cabeza, el fuerte impacto de la patada aplasto el cráneo de la mujer expulsando toda la materia de su cabeza como si fuera gelatina, el bebe lloraba sin parar, aquel soldado cargo su arma y apuntando a la indefensa criatura, disparo sin vacilar, pensar o dudar. Las tierras españolas de Barcelona se habían convertido en un infierno de al rojo vivo.
Sobre lo alto de un edificio, se encontraba José, quien presenciaba todo lo que ocurría.

—Inhumano... esto es inhumano... –Comenta José.
—“Ardan y ¡Consumaos!, seguid bailando, extended sus brazos y dejadme fluir, dejadme aniquilaos; saltad y corred. Divertidme” –Recita una persona que se encontraba a espaldas de él.

José al darse vuelta, ve a un hombre vestido de igual manera que los soldados de la esferas blancas, la única diferencia es que en su rostro no usaba casco y mascara como ellos, sino que usaba una máscara de esqueleto humano autentica con una tétrica sonrisa dibujada en ella.

— ¿Glorioso verdad?, como un autentico día del juicio final –Comenta el hombre de la máscara de esqueleto real.
— ¿Glorioso?, esto es inhumano... ustedes estan enfermos –Le responde José.
—Quizás pero es tu “dios” quién garantiza que nuestra “enfermedad” azote sobre tu ciudad y la gente que habita en ella, para una nueva era, primero se deben hacer unos cambios.
—¿Era?, ¿cambios?, ¿de qué estás hablando?.
—Importa saberlo, tu destino está marcado, la muerte pronto te proclamara como otro del montón, las llamas de la incertidumbre arden en este día con sus puertas abiertas para llenar los asientos del séptimo infierno.
—¿¡Qué diablos divagas!?, ¡toda esa gente... ustedes tratan la vida como si fuera basura inmunda!.
— ¿Tienes miedo?, ¿verdad?, ¿quieres llorar por tu vida?, ¿piensas rezarle a aquel que llamas “dios” por un inútil milagro?, ¿porque no optas suicidarte y evitas el sufrimiento que te depara tu destino?, adelante toma tu arma y adelanta tu llegada al asiento que te aguarda el más allá.
—¡JODETE CAPULLO!.

José desenvaino un revolver que guardaba en su bolsillo y le disparo con ellas tres balas, las cuales atravesaron al sujeto de la máscara ocasionando que su aspecto físico comenzara a distorsionarse como si fuera la imagen de un programa, pronto desaparece emitiendo una risa contagiosa de locura y siendo él después de todo un holograma proveniente de una esfera blanca del tamaño de una canina que estaba justo donde él se encontraba parado.

— ¿No era real?, ¿eso era un holograma?... ¿qué clase de tecnología es la que usan? –Se pregunta José impresionado.

Pronto dos soldados de las esferas blancas que usaban trajes de exoesqueletos aterrizan sobre el edifico en el que estaban él, miraban al hombre de gafas y traje de oficina como otra víctima más para llenar las calles, desenvainaron sus espadas-sierras eléctricas se acercaban lentamente a él, José les disparo el resto de las balas que quedaban de su arma siendo un esfuerzo inútil por defenderse, pues no les hizo ni diminuto rasguño.

—Estoy acabado... lo siento F –Dice José en su mente cerrando sus ojos.

Pronto aquel hombre que en sus pensamientos nombro, apareció a un costado llamando la atención de los soldados de las esferas.

—Entiendo que tengan un gusto de expresar sus ideologías con una pluma manchada de sangre, pero hay un límite en cuanto libertad de expresión, caballeros –Dice el tal F sacando de un estuche de guitarra un rifle de caza.

Apunto a uno de los soldados de traje de exoesqueleto y disparo de modo que la bala ni se vio salir del arma, en un tiempo estimado de 3 segundos aquel soldado al cual se le disparo su cuerpo se partió a la mitad como por arte de magia, F logro lo que ni José y las defensas publicas de Barcelona pudieron y solo uso un común rifle de caza que se veía viejo, ¿cómo era posible que lograra semejante hazaña con tal arma?.
Pronto el soldado restante guardo su espada y paso al uso de un arma de fuego similar a una escopeta, apunto con ella a F y antes de que pudiera jalar del gatillo, se escucha el sonido de un zumbido en el aire de algo que viajaba a velocidad del sonido terminando despedazando los brazos del soldado de la esfera que iba a disparar al hombre de cabello largo y sombrero de Indiana Jones, pronto comenzó a huir ante la sensación de estar indefenso y apenas se dio vuelta, aquel zumbido regreso como un boomerang destrozando su cabeza en el proceso, de alguna manera F mato a dos de ellos usando un rifle de caza y con solo un disparo.

— ¿Que... qué clase de arma es la que usas? –Le pregunta José a F.
—Muy complicado de explicar –Le responde él.

Pronto F sintió ese latido inusual en su corazón anunciando un mal presagio acercarse, miro hacia arriba y vio un rayo de fuego caer sobre ellos, impactando justo en el techo del edifico en el cual estaban.

Unos minutos después...
Ambos se encontraban en la planta más baja del mismo edificio, F por algún milagro logro sobrevivir al impacto y sin ningún rasguño, mientras que José se encontraba tirado en el suelo con un piso entero derrumbado aplastando sus piernas, su cuerpo estaba lastimado y a cada rato que tocia escupía sangre, F intento socorrerle pero él le detuvo.

—Es suficiente... es suficiente... ni siquiera te molestes, mi pulmón derecho esta perforado, mis piernas completamente inutilizadas, mi columna a punto de quebrarse, mi corazón comienza a fallar, mis sentidos se debilitan y siento... que pronto cerrare los ojos para tomar un descanso del cual nunca despertare –Le dice José a F.
—No tuve tiempo para salvarnos a ambos, al final el mismo tiempo me ha vencido y nuevamente el destino concluyo tal y como creí que pasaría –Comenta un F con la mirada baja.
—Oye... joder, no me mires con esa cara, fue una buena vida al fin de cuentas, ¿podrías hacerme un favor antes de que muera?.
—¿Cual sería ese favor?.
—En el bolsillo de mi pantalón hay un paquete de cigarrillo... quiero sentir el placer de fumar el ultimo antes de partir de este infierno al próximo.

F tomo el paquete de cigarrillo del bolsillo del pantalón de su compañero y vio que curiosamente solo quedaba un cigarro dentro, se lo dio a José ya encendido y el disfruto su ultimo favor.

—Al final de cuentas no pudiste dejar el vicio del cigarro –Opina F.
—Lo mismo digo de ti y tu devoción al whisky –Comenta José-
—Touché.

F saco una pequeña botella de Whisky de su gabardina y bebió un poco de ella guardando el resto para después.

—Hay algo, ¿de lo que te has arrepentido en tu vida?, ¿algo que hubieras deseado hacer y no lo hiciste? –Pregunta F.
—Siempre eh querido escribir una novela, pero fuera de eso no hay nada lo que me arrepienta en mi vida –Responde José —Ni siquiera... el hecho de desconocer tu verdadero nombre o de donde seas realmente...
— ¿Estás bien querer morir y no saberlo?, porque podría decírtelo.
—No... así está bien, te conocí como F y quiero morir sabiendo que te seguí conociendo como F.

“José y yo charlamos hasta que su cuerpo llego a su límite, presencie con mis propios ojos la partida de el único a quien considere como un amigo. José no tenia esposa, ni hijos, ni amigos o familiares cercanos, era alguien completamente solitaria al igual que yo, murió con una sonrisa en su rostro, sin arrepentimiento o queja alguna, acepto el final de su destino, puse mi mano sobre su hombre y me despedí con respeto hacia él, no llore o me puse triste, porque sabía que a él le disgustaría esas cosas, ya que no era propio de mi y José era alguien que conocía y respetaba mi manera de ser, aun fuera en su lecho de muerte... adiós... mi amigo del alma”.

Las horas pasaron y toda la ciudad quedo reducida a ruinas desoladas, no había una señal vida presente en los alrededores, aquellos soldados de las esferas blancas desaparecieron junto al medio del cual llegaron, no dejaron rastro alguno de su huida o presencia en la zona, solo si dejaron como su obra de arte la destrucción que sus mortíferas armas causaron a lo que alguna vez fue una bella y habitable ciudad, ahora convertido en un paisaje de muerte y putrefacción.
F se ubico en lo alto de un edificio hecho pedazos y bebió un sorbo de su botella de Whisky.

“Tan pronto como todo comenzó, se toco la sinfonía de sangre producto de las almas agonizantes de dolor que sucumbían el fin de su sufrimiento, las voces del progreso reducidas a cenizas en cuestión de tiempo marcaron el prologo de la marcha de los misteriosos invasores quienes imponían su orden... en una soberanía de fuego”.

F voltea a un costado y nota ver a unos jóvenes llegar a la destruida ciudad, dichos muchachos eran Seifer, El investigador y compañía.
El hombre se levanto y se marcho para no ser visto por ellos, curiosamente, llevaba consigo el portafolio de su difunto amigo José, el cual aun no ha abierto y no tiene pensado hacerlo, hasta que llegue el día prometido...


F siguió su camino por una abandonada carretera, saco la pequeña botella de whisky de su gabardina y antes de que la bebiera, mira el portafolio de José, quedando pensativo unos momentos, para finalmente tirar la botella e ignorar el whisky y continuar su camino con total sobriedad.

“Una guerra se avecina, lo eh visto como un sueño de mal presagio, más sangre se derramara y gritos los acompañaran, las llamas consumirán la tierra y aquel que venza determinara a su manera el progreso de este mundo para imponer el destino de su equidad”...