Internet Real Warriors: Revelations

Ha pasado un año desde que Xiangua se sacrificó para cambiar el destino. Aún así, no fue como todos se esperaban. Instantáneamente el mundo estaba sumido en el caos y en una guerra que ha perdido en apenas un año. La gente vuelve ahora a prosperar y a reconstruirlo todo, pero todo está controlado por Scarecrow. Han ocupado también la parte más alta del cielo y por ello ni siquiera se ve el Sol. Sólo quedan Seifer, Rikku, Sylar y Chiquix, y todo parece haber terminado.

¿¿??: Llevo tanto encerrado aquí... Saldré a que me dé el aire.

Seifer abrió la puerta del garaje y salió a la calle.

SEIFER: ¿Qué hora es?

Consultó el reloj. Las once antes del mediodía. Miró al cielo, oscuro y sin Sol.

SEIFER: Y sin embargo, aquí seguimos, ¿no? Luchando por algo que no existe. Aguantando y resistiendo... cada vez menos.
SYLAR: Sé cómo te sientes. No te preocupes.

Tras el suicidio (obligatorio) de Xiangua, todo el mundo había sufrido una catástrofe instantánea. Edificios, ciudades enteras reducidas a escombros. Aún así, la gente había vuelto a prosperar. Todo seguía como antes... Si no fuera por Scarecrow. El dominio tecnológico que poseían era implacable. Suficiente como para conseguir rodear la Tierra entera, cubriendo la parte superior del planeta completamente. No se podía superar el cielo. El que lo intentara, moriría. Aquel que estaba fuera del planeta cuando ellos se impusieron, murió también.
En cuanto al grupo, no quedaba mucha gente. Seifer lideraba ahora la "resistencia", o eso quería él. En realidad, permanecían ocultos, simplemente, en un garaje que utilizaban como cuartel. Tuvieron que cambiar todos sus dispositivos, usar nombres falsos. Pero seguían juntos, aunque eran ya pocos. Jay se había rendido, y era ahora un ciudadano normal, con otro nombre falso. Murker había sido ejecutado públicamente tras haberse intentado colar en el edificio de Scarecrow de la misma ciudad, "Opportunity", como se llamaba ahora la anterior Nueva York. Sylar mantenía el trabajo que el investigador había logrado, pero éste había muerto por cáncer y él prometió hacerse cargo de la tecnología. Joey y Rodriux fueron también asesinados en Barcelona (ahora "Reconstruction") al intentar implantar una bomba en el edificio de Scarecrow de allí. Yoli se había ido de viaje "para no volver", como ella misma dijo. Rikku seguía con ellos, aunque sin esperanzas y deprimida. Chiquix era la optimista, y también seguía allí. Raptor había desaparecido. Felomeno pertenecía ahora a Scarecrow, tras un "reajuste de objetivos" (un lavado de cerebro), ya que les había parecido interesante. Por último, Xiangua ya no estaba allí. El Volcán Vault (o Etna, para el resto del mundo), que tenía algún tipo de conexión con el mundo virtual, había sido su método de suicidio. Y de eso hacía un año justamente ese día.

CHIQUIX: Echo de menos las mañanas.

Se unió a los dos chicos en la pobre conversación que habían entablado.

RIKKU: Cerrad... Hace frío.

Los tres volvieron a entrar al garaje. Un cuartel general "modesto", por así decirlo. Chiquix se sentó al lado de Rikku, abrazándola una vez. Ella ni siquiera lloraba ya, su expresión siempre era la misma, una mezcla entre aburrimiento y tristeza. La muerte y desaparición de sus amigos había acabado con cualquier esperanza para ella.

SEIFER: No sé qué hacer. ¿Ideas?

Y es que había sido solamente el día anterior cuando habían perdido a Joey y a Rodriux.

CHIQUIX: ¿Qué hay del mundo virtual?
SYLAR: La red entera está controlada por Scarecrow. Aún así, no contiene nada interesante para nosotros. Solamente la retienen para encontrarnos si se nos ocurre usarla para ponernos en contacto con alguien. Aunque ahora no tenemos por qué. Los cuatro estamos aquí.
SEIFER: ¿Cómo ha podido suceder esto? ¿Qué sentido tiene? Cuando Xia... bueno, se lanzó... todo esto estaba destruido. De repente. Y justamente hoy hace un año... Desde entonces, ni siquiera he tocado un arma... o algo.
SYLAR: He preparado una sala virtual de entrenamientos, ya que hablamos de eso.
SEIFER: Pero... pueden descubrirnos.
SYLAR: Es inaccesible, aunque está unida a la red. ¿Quieres probar?
SEIFER: Será entretenido.
SYLAR: Puedo monitorear lo que ocurre allí con mi pantalla.
SEIFER: ¿Qué tengo que hacer?
SYLAR: Siéntate en esa silla roja.

Aunque llamarla silla era quedarse corto. Un invento "modificado". Era como un cómodo sillón con el respaldo al estilo de las sillas de piscina, y con reposapies. En la parte superior, donde habría que poner la cabeza, había una serie de dispositivos extraños. Seifer se sentó. Cuando lo hizo, un cristal se desplegó delante de él en forma circular, cerca de la cara, pero no lo bastante como para dañar su vista, y entonces todo se hizo oscuro. Poco después, se encontró en una sala blanca, de pie.

SYLAR: ¿Me oyes aún?
SEIFER: Sí. ¿Estoy en la sala de entrenamiento?
SYLAR: Sí. Verás, me he tomado la libertad de modificar tu aspecto virtual por algo más similar a ti, y no un personaje ya existente.
SEIFER: Bien.

Entonces, frente a Seifer apareció una espada común. A escasos metros, un par de virus de nivel uno. Aunque eran simulaciones y estaban en pausa.

SYLAR: A ver, intenta coger la espada y cargarte a esos dos bichos.

Seifer cogió la espada, y la observó atentamente, dando un par de golpes al aire. Entonces, los virus se pusieron en movimiento, y Seifer los aniquiló con un golpe a cada uno. Luego, virus de más nivel.
Tras un rato de práctica, Chiquix quiso probar. También recibió un nuevo aspecto y una nueva arma, en concreto una especie de daga. Practicó también, empezando a crear un estilo de combate propio. Al cargarse a un último virus de nivel tres, Sylar dio por terminada la práctica.

SYLAR: Dame un minuto para ajustar algunas cosillas y te desconecto.

De repente, la sala se hizo negra.

SYLAR: ¿Qué demonios es esto?

Seifer se acercó a la pantalla. Incluso Rikku.

Sylar se apresuró a desconectar a Chiquix.

CHIQUIX: ¿Qué demonios ha sido eso? ¡No tiene sentido!
SYLAR: Será mejor que desconecte todo esto. Revisaré los datos, a ver si se ha producido algún error.

Sylar desconectó la sala de entrenamiento. Comprobó el correo, aunque no esperaba encontrar más que publicidad, pero tenía programado que a su bandeja de entrada llegara automáticamente cualquier error. Pero allí había algo raro. No era el error, sino un mensaje que abrió con miedo a encontrar un virus, pero no ocurrió nada especial cuando lo comprobó.


SEIFER: Fijaos en el final. Dice "Hola".
SYLAR: ¿Qué demonios...?

- CONTINUARÁ -

Aquella misma tarde, tras haber comido (Chiquix se había encargado de traer comida con la debida cautela), Sylar se dedicó a buscar la procedencia de aquel extraño correo, sin éxito. Seifer esperaba algún resultado: ¿Sería la Corporación Scarecrow, que les había localizado? Rikku, sin embargo, no parecía darle importancia. En realidad, nada tenía importancia ya.

SYLAR: Lo dejo por ahora.
SEIFER: No hay problema, pero refuerza la seguridad y trata de aislar aún más la sala de entrenamiento.
SYLAR: Lo he hecho ya. Pero si fuera una intrusión, dudo que nos mandaran algo tan extraño. Los de Scarecrow irían al grano, creo yo.
CHIQUIX: En eso tiene razón. Si pueden hacerse notar, lo hacen.

Entonces, Sylar se conectó a uno de los satélites de Scarecrow, el más abandonado, para poder ver a través de la cámara. Aquel día podría haber sido como los anteriores. Gente paseando, simplemente. Pero no. Aquel día, en cierta plaza, ocurría algo extraño.

SEIFER: ¿Qué es eso? Aproxima.

Sylar aproximó la vista. Era un chico, algo más joven que ellos, al parecer. Tenía cuatro soldados frente a él, y él parecía decir algo. Sylar activó el micrófono de la cámara para escucharlos.

¿¿??: ¡No he hecho nada, joder!
SOLDADO: Te hemos visto saliendo de nuestro edificio a toda velocidad y hemos encontrado un par de guardias noqueados. Ríndete.
CHIQUIX: Dios, ¡lo van a ejecutar!
RIKKU: Eso ocurre cada día, no...
SEIFER: Esperad.

El chico empezó a correr. Los soldados sacaron una pistola, pero no acertaron ni una sola vez al chico. Se metió en un callejón y tras correr varios minutos por distintos callejones para despistar, se paró, creyendo que los soldados ya no le cogerían. Pero entonces se puso a pensar si estaba realmente a salvo.

¿¿??: Mierda, ¡no! ¡Los satélites!

Siguió corriendo entonces, dirigiéndose a los callejones donde se encontraba el garaje en el que estaban Seifer y los demás. Era una zona donde por algún motivo los satélites no alcanzaban a ver. El chico se acercaba y Seifer abrió la puerta del garaje, salió y miró para encontrarle en la zona. Justo entonces, el chico pasó por allí, por el callejón siguiente al del garaje.

SEIFER: ¡Eh, tú! ¡Aquí!

El chico se detuvo y le vio, pero empezó a correr de nuevo, pensando que se trataba de otro soldado.

SEIFER: ¡No, ven!

Seifer fue tras él. En apenas seis segundos, Seifer le alcanzó y consiguió cogerlo.

¿¿??: Déjame. ¡Déjame!
SEIFER: Calma, calma. No soy de Scarecrow.
¿¿??: ¿Cómo puedo saberlo?
SEIFER: No puedes saberlo. Pero puedes confiar en mí. ¿Cómo te llamas?
¿¿??: Félix.
SEIFER: Bien, Félix. Ven.

Seifer le trajo hasta el garaje asegurándose de que el chico no escapaba.

CHIQUIX: ¡Vaya, menos mal! Tranquilo, aquí estás a salvo.

Félix se asombró. A pesar de parecer un garaje, por dentro todo eran máquinas raras y asientos extravagantes. Había unas escaleras también.

FÉLIX: ¿Qué es este lugar? ¿Quiénes sois?
SYLAR: No te preocupes. Mi nombre es Sylar.

Sylar le estrechó la mano.

SYLAR: Yo controlo toda esta maquinaria y bueno, algún que otro satélite despistado de Scarecrow. Por eso te hemos visto.
CHIQUIX: Yo soy Chiquix. Tranquilo, no somos de Scarecrow. Aquí estarás a salvo.
SEIFER: Félix, yo me llamo Seifer, y bueno, ella es Rikku.

Señaló a Rikku, y luego le estrechó la mano también.

SEIFER: Nosotros solíamos ser la resistencia, pero bueno... nos hemos quedado, ehm... algo escasos de personal.
RIKKU: Solíamos.
FÉLIX: ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué todo esto? Tengo tantas preguntas y...

Seifer le cortó.

SEIFER: Te lo iré contando luego. Primero cuéntame tú. No todo el mundo se mete en una base de Scarecrow ni vive para contarlo, así que el hecho de que hayas podido escapar a salvo de allí me dice suficiente de ti.
FÉLIX: Yo... bueno... Tenía preguntas. ¿Por qué tanto cambio? ¿Por qué tanto orden? ¿No podemos ser libres? Como antes... No entiendo la situación, todo esto me parece excesivamente raro.
SEIFER: ¿No tienes motivos personales?
FÉLIX: De hecho sí... Hace dos semanas que no sé nada de mi hermana. Mis padres no levantan cabeza... Pero yo los vi. Aquella noche, los de Scarecrow fueron quienes la cogieron... Reconocí su emblema de inmediato. Así que lo hice. Decidí meterme allí dentro en busca de respuestas, pero no obtuve sino violencia. Así que corrí por los pasillos, esquivando a algunos guardias y luego me metí en una sala donde había un ordenador, pero no encontré nada útil. Aún así, me llevé... esto.

Enseñó un USB que tenía en el bolsillo.

SEIFER: ¿Cómo se llama tu hermana? ¿Por qué la cogieron?
FÉLIX: Sara, se llama Sara... No lo sé. No conseguí oír nada, pero les vi, y eso es lo que importa. Lo pagarán...
SEIFER: Cálmate. ¿Qué sabes de Scarecrow?
FÉLIX: Poco. Aunque más que muchos, ahora que he entrado en el edificio. Les lidera un tipo al que han apodado ellos mismos como “Golden Eagle”.
CHIQUIX: Bueno, no te preocupes. Recuperaremos a Sara.

Y una sonrisa se dibujó en la cara de Sylar.

SYLAR: ¡Por fin! Por fin volvemos a la acción, ¿verdad?
SEIFER: Pero hoy no, Sylar. Además, el chico ha sobrevivido, pero no creo que esté listo aún para empezar.
FÉLIX: Y-yo…
SEIFER: Mira, por ahora te recomiendo que avises a tus padres de que te has escondido, para no comprometerles. Si vuelves a casa, te pueden pillar, y como mínimo se llevarían a tus padres. Sylar encubrirá la llamada.

Félix asintió y Sylar preparó la llamada, cediéndole unos cascos con micrófono, encubriendo la red también. Félix llamó a casa y le contó lo sucedido a sus padres, sin indicar en ningún momento dónde se encontraba, y que les echaría de menos. Tras eso y unos segundos de amargo despido, colgó.

FÉLIX: Bueno… ¿Qué es lo que tengo que hacer ahora? Ni siquiera sé cómo pelear con estos tipos.
SEIFER: Lo primero sería desbloquear la red, o por lo menos alguna zona.
FÉLIX: Desbloquear… ¿la red?
SEIFER: Como te prometí antes… hay una historia que debes conocer. Es larga y me va a costar un rato. Sentémonos.

Seifer estuvo contándole a Félix todo lo que había ocurrido, con detalles. Félix estaba totalmente atento, lo cual le gustó a Seifer, ya que cualquiera se hubiera dormido.

FÉLIX: Vaya… Tienes razón… Fue… fue de un día para otro. Un día éramos libres y al día siguiente Scarecrow se había hecho con todo. ¿Qué tiene que ver la tal “Xiangua”?

Chiquix, Seifer y Sylar rieron a la vez. Rikku esbozó una tímida sonrisa.

CHIQUIX: Xiangua era un chico.
FÉLIX: Ah, vaya… ehm…
SEIFER: No averigüamos a tiempo qué conexión había entre él y el destino, ni la red. Lo que puedo decir es que al parecer, a pesar de no ser excesivamente hábil, era la llave o la solución a algo, y ya no lo tenemos. Y por encima de eso, era un buen amigo.
CHIQUIX: No sabía que teníais una relación excesivamente estrecha.
SEIFER: Porque por aquel entonces yo dormía fatal por las noches y me dormía por todos lados durante el día, y parecía que no estuviera nunca. Pero nos llevábamos bien, y éramos bastante parecidos, aunque muy distintos también. Aunque ahora ya…

Se produjo un silencio bastante largo.

SYLAR: No es por interrumpir, chicos, pero, eh… Es tarde ya.
SEIFER: Tienes razón. Vamos arriba.

Todos subieron las escaleras, y Félix detrás. Llevaban a un pequeño piso (sin más plantas, es decir, sólo había el garaje y ese piso). Era bastante amplio, con diversidad de habitaciones, aunque la mayoría sin ser usadas.

SEIFER: Te cedo la habitación de Murker. Toda tuya.
FÉLIX: Vale, pues… Buenas noches, supongo.
RIKKU: Hasta mañana…

Félix se acostó, y también el resto de gente. Él se quedó pensando en lo rápido que había transcurrido aquel día y en Sara. Su hermanita. ¿Por qué sería tan importante para los de Scarecrow? ¿Qué había hecho ella?

- CONTINUARÁ -

Al día siguiente, Félix se levantó desconcertado. Todavía no recordaba que ya no estaba en su casa. Se duchó y se vistió, y luego se dirigió a la planta baja. El garaje. Aquel misterioso lugar lleno de máquinas.

SYLAR: Buenos días. Coge algo para desayunar, anda.

Félix cogió un zumo y una manzana. Mientras comía, bajó Chiquix.

CHIQUIX: Hola, chicos. Buenos días.

Sonrió medio cerrando los ojos, con sueño aún. Abrió la puerta del garaje para dejarse iluminar unos minutos por el Sol mientras desayunaba. Rikku bajó también, cogió un zumo y se sentó en el mismo sofá en el que había permanecido el día anterior. Sin embargo, no parecía tan apenada.

CHIQUIX: Rikku, tienes mejor cara.
RIKKU: Esta noche, bueno… no he tenido la pesadilla.
FÉLIX: ¿Una pesadilla?
RIKKU: Una pesadilla donde moríamos todos. Lo soñé todos los días desde hace un año hasta… hoy.
SEIFER: Eso es que algo ha cambiado.

Todos miraron a Seifer, que estaba apoyado en la pared al lado de la escalera.

SEIFER: Buenos días, chicos. ¿Listos para el día de hoy? Os espera un entrenamiento duro (y a mí).
FÉLIX: Supongo que sí… ¿Pero qué debo hacer?
SEIFER: Verás, como te conté ayer, en un primer momento combatíamos en la red. Y es lo único que podemos hacer ahora. Debemos recuperar el dominio de la red, al menos en Opportunity. Pero para eso debes someterte primero a un entrentamiento. Sylar, ¿has corregido los errores de ayer?
SYLAR: La verdad es que no han vuelto a aparecer… No sé qué pudo ser eso.
SEIFER: Bien, entonces procedamos. Primero va a ir Chiquix.

Chiquix se sentó en la máquina de entrenamiento y cerró los ojos. Poco después, entró en la sala de entrenamiento. La misma daga del día anterior apareció frente a ella, flotando. La cogió.

CHIQUIX: Adelante.

Sylar hizo aparecer a diez virus de nivel dos.

CHIQUIX: ¡Vaya, un buen reto!

Los virus se pusieron en marcha hacia ella. Con unos hábiles movimientos, los destruyó a todos. Entonces un virus de nivel cinco apareció ante ella.

CHIQUIX: ¡Sylar! ¿Qué haces?
SYLAR: Oye, sé que puedes.

Chiquix no sabía por dónde empezar. El virus se abalanzó sobre ella como un perro rabioso (esa era su forma). Chiquix pudo quitárselo de encima.

CHIQUIX: No apareció nunca ninguno igual… ¿Es que han cambiado también los virus?
SYLAR: Sí.

Entonces, el perro se volvió a abalanzar. Chiquix esquivó el ataque yendo hacia un lado y le clavó la daga en el lomo. El virus se desintegró.

CHIQUIX: ¿Y ya está?
SYLAR: ¿Lo ves? Es fácil para ti.

Sylar desconectó a Chiquix de la sala de entrenamiento. Parecía cansada.

SEIFER: Ahora te toca, Félix. Ya has visto cómo lo ha hecho Chiquix. Te toca.

Félix se sentó en la máquina de entrenamiento.

SEIFER: Bien. ¿Estás listo?
FÉLIX: Supongo que sí.

Félix cerró los ojos. Poco después, apareció en la sala de entrenamiento.

SYLAR: ¿Sabes? Creo que deberías practicar el movimiento primero.

Sylar activó el modo circuito. Era algo similar a unos tejados en los que había que hacer parkour. Félix recorría el circuito siguiendo los marcadores que Sylar le iba poniendo. Consiguió no caerse ni una sola vez.

SYLAR: Bien, aunque algo lento, pero mejorarás dentro de poco.

Sylar volvió al modo de entrenamiento estándar.

RIKKU: Tienes… ¿tienes más aparatos de estos?
SYLAR: No puedo obtener materiales para construirlos, así que me resulta imposible. Sólo dispongo de esta máquina de entrenamiento.

Sylar envió a tres virus de nivel uno a por Félix.

SYLAR: Son sencillos de eliminar. Aquí tienes.

Félix vio aparecer ante él una katana.

SYLAR: No sé si es el arma ideal para ti, pero prueba.

Félix la empuñó. Entonces, cortó a los tres pequeños virus con alguna dificultad.

SYLAR: Eso no me ha gustado. Repite.

Aparecieron otros tres virus, iguales.

FÉLIX: Bien. Creo que ya sé cómo.

Se abalanzó sobre el primero, cortándole en dos partes, y con un último corte se cargó al segundo. Al último le clavó la katana.

FÉLIX: Me gusta. Definitivamente me gusta.

Y así Sylar le envió virus de nivel dos y hasta de nivel tres hasta terminar el entrenamiento.

FÉLIX: ¡Esto es genial!
SEIFER: Que yo te lo cuente no basta, claro. Tienes que probar. Veo que no se te da mal, aunque todavía te falta práctica.
RIKKU: Q-quiero ir yo.

Y Sylar sonrió. Rikku se sentó en la máquina y frente a ella apareció un arco.

SYLAR: Creo que alguien debería controlar los ataques a distancia, Rikku. ¿Te parece bien?
RIKKU: Me vale.

A lo lejos, aparecieron tres dianas, mientras se formaba un vacío entre esas dianas y Rikku.

SYLAR: Dispara a las tres dianas tan bien como puedas.

Rikku disparó a la primera. La tocó, aunque no estaba cerca del centro aún. Con la segunda fue nefasto, ni siquiera la tocó. Pero con la tercera se aproximó más.

SYLAR: Uhm… a lo mejor te conviene practicar con unos objetivos distintos.

Tres virus aparecieron en el otro lado.

SYLAR: Esto es un aliciente. No me lo agradezcas.

Rikku sonrió. Sylar llevaba razón. Fue más precisa con los virus que con las dianas, a pesar de que los virus no eran estáticos. Pero cuando Rikku terminó, la sala se volvió negra como el día anterior.

SEIFER: ¡Desconéctala!
SYLAR: Espera… Deja que veamos qué sucede.

Frente a Rikku aparecieró un bloque negro.

SYLAR: Datos. Son datos de algo.

Sylar se puso a analizarlos.

SYLAR: No son de Scarecrow.
SEIFER: ¿Entonces?
SYLAR: No… no lo sé.

Rikku se acercó al bloque y lo tocó.

RIKKU: Veamos.

Frente a ella, el bloque se fundió. Justo entonces, la pantalla de Sylar mostró un montón de letras blancas sobre un fondo negro. Esta vez sí era un error. No podía monitorizar a Rikku.

SEIFER: Sylar, por favor, ¡sácala de ahí!
SYLAR: N-no… no puedo…
CHIQUIX: Rikku, ¿nos escuchas aún?

Rikku seguía oyéndolos.

RIKKU: Todo bien aún. Aquí no ocurr…

Rikku se quedó petrificada.

CHIQUIX: ¿Rikku?
RIKKU: Ch-chicos, esto… hay algo aquí… es… es…
SEIFER: ¿Qué…?
RIKKU: Como… como un…

Sylar recuperó entonces la monitorización.

SYLAR: Lo veo. Guardaré los datos. Parece un mensaje como el del otro día.

Guardó los datos y sacó a Rikku de la sala de entrenamiento.

SYLAR: Abramos el mensaje.


SEIFER: ¿Qué demonios...? ¿Seguro que todo esto está incomunicado con la red?
SYLAR: He cerrado todo puerto existente. ¿Qué más puedo hacer?
SEIFER: Esto es raro…
CHIQUIX: Lo que está claro es que hay alguien que accede. ¿Seguro que no es de Scarecrow?
SYLAR: Eso sí que te lo puedo asegurar. La verdad es que el mensaje viene de la red… no viene de ningún ordenador en partícular.
SEIFER: Uhm… Sigue trabajando en la seguridad. Tu ordenador sí está conectado a la red, y puede que desde tu ordenador haya algo o alguien accediendo a la sala de entrenamiento.

Sylar se acordó de algo.

SYLAR: A propósito, he estado hurgando en los archivos del USB que nos trajo Félix ayer, el que pudo coger de Scarecrow. Hablan de tu hermana, Félix.
FÉLIX: ¿Sara?
SYLAR: Sí. Al parecer… Tienen una especie de proyecto muy raro. Es como si tu hermana fuera un recipiente para algo. Lo llaman “X”.
FÉLIX: ¿Qué le quieren hacer?
SYLAR: Según el informe, dentro de cuatro días van a “limpiarla”. No entiendo muy bien la terminología de esta gente, pero nada bueno, estoy seguro. Lo que me extraña es que hablan de que Sara presenta los rasgos exactos para tal cosa... "X". No sé exactamente qué es "X", el único documento que había no dice nada más.
FÉLIX: ¿Y a qué esperamos? ¡Tengo que sacarla de ahí!
SEIFER: Calma, Félix.

Seifer miró preocupado al suelo.

SEIFER: Está bien. Pero tú te quedarás aquí. Entrénate. Yo iré a por Sara y… bueno, quien quiera acompañarme…
RIKKU: Yo voy. Estoy… preparada para esto.
CHIQUIX: Yo no voy a ser menos.

Seifer sonrió.

FÉLIX: Seifer, es mi hermana… debo ir…
SEIFER: Es que de hecho, tú ya tienes tu propia misión. Debes infiltrarte en la red de Scarecrow y desactivar las alarmas, cámaras y demás seguridad a medida que vayamos avanzando.
FÉLIX: Pero prefiero ir en…
SEIFER: Sé que te gustaría ser tú quien rescate a tu hermana, pero no voy a exponerte a tal peligro. Créeme, en este tipo de cosas, la red es incluso más segura. Y estoy convencido de tu talento. Creo que serás capaz de cumplir perfectamente con la misión. ¿Alguien tiene algo a decir?
CHIQUIX: Tengo hambre.

Todos rieron ligeramente.

SEIFER: Bueno, pues a comer. Y luego descansad. Iremos a por Sara pasada la medianoche.

- CONTINUARÁ -

Aquella noche se presentaba con calma. Sin embargo, Félix estaba nervioso e impaciente. Para él, la misión no podía esperar más. Pero llegó la medianoche y su espera terminó.

SEIFER: Bien. Preparaos.

Seifer activó un botón en la pared. Una parte de ella empezó a girar, revelando que en su parte trasera había distintas armas de fuego. Cogió tres pistolas, dándole una a Chiquix, una a Rikku y quedándose él la última. Félix observaba. Sylar les dio unos pinganillos para comunicarse con ellos una vez fuera. El micrófono de Sylar serviría para que él y Félix fueran escuchados también, y los altavoces les permitirían escuchar a ambos lo que decían Seifer, Chiquix y Rikku.

SYLAR: Vale, Félix. Siéntate en la máquina. La configuraré para acceder a la red desde ella.

Félix se sentó.

SYLAR: Vamos allá.

Rikku abrió la puerta del garaje.

RIKKU: Vale, ¿por dónde vamos?
CHIQUIX: ¿Y por dónde entramos?
SEIFER: Calma. Estoy seguro de que podemos pasar desapercibidos. Sylar nos guiará.

Félix entró en la red.

SYLAR: Bien, Félix. Ahí tienes tu katana. Me parece que te llevas bien con ella.
FÉLIX: Definitivamente.
SYLAR: Ve por donde yo te indique, ¿vale?
FÉLIX: De acuerdo, no te preocupes.

Mientras, Seifer y las chicas empezaron a correr por los callejones sin apenas luz, cosa que les hacía indetectables. Sylar había activado la otra pantalla (tenía dos) y ahora monitoreaba tanto la red (y a Félix) como el mundo real desde el satélite de Scarecrow que prácticamente era suyo.

SYLAR: Seifer, quieto ahí, tienes una zona de luz.

Seifer, Chiquix y Rikku se detuvieron.

SYLAR: Félix, adéntrate en la zona de tu derecha.

Félix siguió por donde Sylar le decía.

SYLAR: Desactiva el interruptor de enfrente.

Félix lo hizo. La luz se desactivó y el grupo pudo pasar. El trayecto fue similar hasta el edificio de Scarecrow.

SEIFER: Vale… ¿Y ahora?
SYLAR: Ahora un apagón general. Destruye la caja cercana, Félix.

Félix miró a su alrededor, pero no veía nada.

FÉLIX: ¿Dónde está esa caja?
SYLAR: Sigue recto y llegarás a un espacio grande. De los cortafuegos me encargo yo.

Sylar invocó a un ejército de virus que pulverizó en quince segundos todos los cortafuegos.

SYLAR: ¡Date prisa! Se regeneran rápido.

Félix pasó antes de que el cortafuegos apareciera de nuevo y destruyó la caja con su katana.

FÉLIX: Listo.

Seifer pudo observar cómo se iba la luz en el edificio de Scarecrow.

SYLAR: Sois invisibles a satélites, no disponen de visión nocturna. Usad silenciadores para los dos guardias de la entrada.
CHIQUIX: Rikku y yo nos encargamos.

Con el silenciador acoplado, dispararon a los guardias, que cayeron desplomados.

SYLAR: ¡Rápido!

Seifer y las chicas corrieron hacia el edificio. La seguridad se había ido y las puertas podían ser abiertas manualmente, con algo de fuerza. Seifer lo consiguió. Entraron.

FÉLIX: ¿Ahora qué?
SYLAR: Defiende la posición. No tardarán en venir a recuperarla.

Sylar hizo aparecer frente a Félix algunas minas.

SYLAR: Plántalas en el suelo donde creas que puedan pasar los virus guardián de Scarecrow.

Félix usó cuatro, cubriendo básicamente la entrada, y se reservó las otras.

FÉLIX: Hecho.
SYLAR: Bien. ¿Chicos?
SEIFER: Estamos dentro.

Seifer y Chiquix llevaron los cadáveres al interior del edificio. Justo entonces, volvió la luz.

SYLAR: No os preocupéis. Las cámaras y alarmas siguen desactivadas mientras Félix pueda proteger el lugar.
SEIFER: Bien. ¿Ahora qué?
SYLAR: El ascensor. Quinta planta.

Subieron al ascensor. Rikku pulsó la quinta planta.

RIKKU: Me pregunto qué encontraremos allí.
CHIQUIX: A Sara, ¿no?

Llegaron a la quinta planta y salieron.

SYLAR: Ahora llega el momento en que vendrán a atacar. Félix, implanta esto.

Frente a Félix apareció un dispositivo.

SYLAR: Esto generará una zona virtual en el edificio. Implántalo en la zona donde estaba la caja.

Félix implantó el dispositivo. Sylar tecleó un comando y generó así una zona virtual extendida por todo el edificio. Félix apareció junto a Seifer, Chiquix y Rikku. Ellos cobraron rasgos de sus respectivos aspectos virtuales, pero más realistas. Aparecieron la espada de Seifer, la daga de Chiquix y el arco de Rikku. Félix tenía su katana. Sylar, gracias a la zona virtual, podía visualizarles.

SYLAR: Aquí están.

Algunos virus guardianes (de nivel cuatro) aparecieron como bienvenida. Fueron eliminados en un periquete.

SYLAR: Seguid adelante.

Los chicos siguieron adelante con cautela, pero parecía no haber mucho personal. Llegaron a una sala donde estaba Sara dentro de una máquina cilíndrica algo alta, hecha de vidrio.

FÉLIX: ¡Sara!

Félix corrió hacia allí, pero recibió una electrocución al atravesar una trampa invisible.

SEIFER: ¡Félix!
¿¿??: Llegáis tarde.

Todos miraron hacia la dirección de la que procedía la voz.

RIKKU: F-Felomeno…
FELOMENO: Sabía que caeríais. Sabía que encontraríais al chico. Lo sabía todo.

De repente, aparecieron doce guardias y ataron a Félix, Seifer, Rikku y Chiquix con cuerdas normales y corrientes. No podían quitárselas. Les empujaron para que cayeran al suelo y les dejaron sentados en el suelo.

FÉLIX: ¿¡Qué le vais a hacer a mi hermana!?
FELOMENO: Error. La pregunta es… ¿qué le hemos hecho? Te creíste lo del USB. Sois patéticos.
SEIFER: Felomeno, recapacita…
FELOMENO: No hay nada que recapacitar. Nuestro querido X ya se ha unido a la fiesta…

Felomeno miró hacia la máquina.

FELOMENO: ¿No es así?
X: Q-qué… Dónde…
FELOMENO: Mírame.
FÉLIX: Sara…

El cuerpo de Sara miró a Felomeno.

X: F-Felomeno…

Pero luego sus ojos se clavaron en Seifer, Rikku y Chiquix.

X: S… ¿¡Seifer!?
SEIFER: ¿Me conoces?
X: Estáis… aquí…
FÉLIX: ¿La conocíais?
SEIFER: No… Pero esta no es tu hermana.
FELOMENO: Muy agudo, Seifer.

Felomeno rió.

FELOMENO: Tenéis frente a vosotros a Xiangua.

- CONTINUARÁ -

Sylar veía y escuchaba aún lo que sucedía allí. ¿Era realmente Xiangua? Pero si le habían tirado al volcán, ¿cómo era posible que al menos su mente estuviera allí, aunque fuera en el cuerpo de Sara? Y más importante… ¿qué querían hacer los de Scarecrow? ¿Para qué le necesitaban en el cuerpo de esa chica?

FÉLIX: P-pero… ¡Sara! ¡¿Dónde está su mente?!
FELOMENO: Pues… aquí.

Felomeno enseñó un USB.

FÉLIX: Hijo de… ¡hijo de puta!

Félix intentaba soltarse, sin éxito.

SEIFER: ¿Por qué todo esto?
FELOMENO: Te lo explicaré. Vuestro investigador era tan nefasto que no se dio cuenta de que Xiangua era uno de los programas creados para sostener la red, y así, el mundo. Se equivocó. No comprendió que no había que tirarle a él… había que tirar a Sara.
FÉLIX: ¡¿Qué tiene que ver ella?!
FELOMENO: Dime una cosa. Tu hermana es adoptada… ¿verdad?

Félix miró al suelo.

FÉLIX: Sí, lo es…
FELOMENO: Esa hermanita menor que tienes, ¿de dónde salió…? Yo lo sé, y probablemente tú no lo sepas. Ni te lo voy a decir. Pero digamos que es de vital importancia… conservarla…
CHIQUIX: ¿Qué es lo que quieres?
FELOMENO: Eliminaros. Sois un estorbo. Por eso esperé y dejé que el chico escapara. Sabía que le ibais a encontrar y que vendríais a por Sara.
RIKKU: Felomeno… Tú no eres así…

Felomeno se acercó a Rikku.

FELOMENO: Cállate o te eliminaré.
XIANGUA: Ni se te ocurra.

Felomeno miró a Xiangua.

FELOMENO: ¿Te das cuenta de que no estás en posición de exigir nada?

Felomeno sacó un chuchillo, poniéndolo cerca de Rikku sin dejar de mirar a Xiangua.

FELOMENO: ¿Qué me vas a hacer si le hago algo?

Xiangua se enfureció. Golpeó el cristal de la máquina donde se encontraba con el puño derecho.

FELOMENO: Es irrompible.
XIANGUA: ¡Prepárate!

Xiangua cargó todas sus fuerzas, y volvió a golpear el cristal. Y se hizo añicos.

FELOMENO: N-no…

Entonces, frente a Xiangua apareció un puño derecho robótico, bastante grande. Xiangua se lo puso en la mano derecha.

FELOMENO: ¡¿Cómo has roto…?!

Pero no le dio tiempo a seguir. Xiangua se abalanzó hacia Felomeno, golpeándole con el puño. Le hizo volar recto hasta que se estampó con una pared. Entonces, se apresuró a desatar a sus amigos. Los soldados que antes les habían atado estaban a punto de llegar a la sala. Xiangua cogió el USB que contenía a Sara y lo guardó.

XIANGUA: Los noqueamos y salimos de aquí. ¡Vamos, vamos!

En cuanto entraron, la pelea fue rápida. En un segundo estaban noqueados. Pero entonces se fue la zona virtual. Las armas virtuales, así como Félix, desaparecieron. Félix abrió los ojos, encontrándose de nuevo en el garaje.

FÉLIX: ¡Mierda!
SYLAR: No pasa nada, tranquilo… Lo conseguirán.
XIANGUA: Vale, algo me dice que deberíamos salir de aquí YA MISMO.
CHIQUIX: ¡Por allí!

Se dirigieron al ascensor. Y cuando habían bajado dos plantas, se paró, sin abrirse. Se activaron los altavoces del edificio.

FELOMENO: Bueno, veo que no habéis aprendido nada desde que me fui. Entrar en un ascensor en la base enemiga… ¿En serio?
SEIFER: ¡Maldito hijo de puta!
FELOMENO: Ahora sed buenos chicos y esperad a que vayan a por vosotros.

Seifer golpeó las puertas mecánicas, rabioso.

RIKKU: Calma, calma… Seguro que hay una manera de salir.

Xiangua miró arriba.

XIANGUA: La hay. Pero no os gustará.

Minutos después, y tras haber trepado la cuerda del ascensor hasta el tejado del edificio, Xiangua corrió hacia el helipuerto, donde había un helicóptero. Abrió la puerta y lo intentó poner en marcha, pero Felomeno lo había bloqueado vía red. Todos subieron.

CHIQUIX: ¿Y ahora qué hacemos?
SYLAR: Me ocupo de eso.

Sylar lo desbloqueó en unos segundos.

SYLAR: ¡De nada!
XIANGUA: Bien… Vamos allá. Seifer, copiloto.

Seifer se sentó al lado.

SEIFER: ¿Sabes pilotar helicópteros?
XIANGUA: ¡No tengo ni la más remota idea!

Xiangua lo puso en marcha. Las hélices empezaron a girar, y el helicóptero se elevó. Luego, Xiangua empezó a controlarlo hacia delante.

XIANGUA: Vale, lo tengo.
RIKKU: ¿Y qué demonios hacemos en un helicóptero? ¡Tenemos que bajar y escondernos!
XIANGUA: ¿Qué querías que hiciera?
SYLAR: Aparcad en algún helipuerto.
SEIFER: ¿Qué helipuerto?
SYLAR: El que sea, siempre que esté en la zona cercana al garaje. Enviaré a Félix a la red y nos apropiaremos del distrito.
XIANGUA: ¿Con quién hablas, Seifer?
CHIQUIX: Estamos hablando con Sylar por el auricular.

Félix volvió a la máquina de entrenamiento, y cerró los ojos. Poco después, volvía a estar en la red.

SYLAR: Vale, Félix. El corazón del distrito se encuentra en la plaza donde estuvieron a punto de ejecutarte. Para llegar a la parte correspondiente de la red, te voy a ir poniendo marcadores hasta llegar allí, donde tendrás que plantar este estandarte.

Sylar hizo aparecer un estandarte. Félix lo cogió.

SYLAR: ¡Y cuidado! Con el estandarte, no puedes llevar armas. No creo que haya virus por aquí, pero ten cuidado.

Félix iba siguiendo el recorrido que Sylar le marcaba con los marcadores. No tardó en llegar al lugar correspondiente a la plaza.

SYLAR: Parece que no hay mucha resistencia. Planta el estandarte.
FÉLIX: Voy.

Félix plantó el estandarte en el punto donde le marcó Sylar. Automáticamente, el distrito dejó de pertenecer a Scarecrow.

SYLAR: Defiende la posición. Necesito solamente un minuto.

Félix permaneció en el lugar, pero no apareció ninguna resistencia.

SYLAR: Listo.

Desconectó a Félix.

SYLAR: Seifer, ¿cómo lo lleváis?
SEIFER: Estamos en ello. ¿Dónde aparcamos?
SYLAR: Podéis aparcar en el helipuerto del antiguo edificio de policía.
SEIFER: Vale. Xiangua, ve al edificio de policía. Está abandonado, así que no tendremos problemas. El distrito ha sido liberado.
XIANGUA: Bien.

Con algo de dificultad, Xiangua descendió al llegar al edificio de policía. Aparcó en el helipuerto y salió del helicóptero.

RIKKU: Por un momento pensé que no lo lográbamos…
CHIQUIX: Y que lo digas…
SYLAR: Venid aquí en cuanto podáis.

- MEDIA HORA MÁS TARDE –

Rikku abrió la puerta del garaje y todos entraron.

SYLAR: Xiangua… Cuánto tiempo.

Sylar abrazó a Xiangua. Éste correspondió, dándole dos palmaditas en la espalda.

XIANGUA: No he tenido tiempo de un reencuentro bonito.

Abrazó a Chiquix y, por supuesto, a Seifer. Fue a abrazar a Rikku, pero ella no quiso.

RIKKU: Apareces tras un año, en el cuerpo de una chica y sin dar ninguna explicación. ¿Cómo quieres que lo vea normal? ¿No sabías decir que estabas vivo?
XIANGUA: No sabes por lo que he pasado… No os imagináis lo que hay ahí, en la red. Intenté decíroslo en cuanto me fue posible, hace unos días. Sólo fui capaz de escribir “hola”… Los impulsos virtuales son difíciles de controlar. Créeme…
SYLAR: El de los mensajes… ¿eras tú?
XIANGUA: Sí. Y me capturaron cuando supieron dónde estaba. Me buscaban.

Rikku se levantó y le abrazó.

RIKKU: Da igual… te echaba de menos.
XIANGUA: ¿Dónde están los demás?
SEIFER: Tenemos que hablar…

Seifer le explicó a Xiangua todo lo que había ocurrido en el último año.

XIANGUA: Vaya…
CHIQUIX: ¿Por qué te buscaban? ¿Qué es lo que haces en este cuerpo?
XIANGUA: Al parecer soy un programa bastante potente… Fui diseñado para proteger. Resulta que Sara es justo lo contrario. Pero el investigador nos consiguió a ambos y nos materializó, convirtiéndonos en humanos. Me mintió cuando dijo que mis padres eran robots… Supongo que para que me tirase al volcán. En realidad, nos dejó en familias aleatorias.
FÉLIX: Sigo sin entender qué tiene que ver Sara.
XIANGUA: Ah… Félix, ¿verdad?

Xiangua le dio la mano. Félix no correspondió.

FÉLIX: Ese cuerpo es de mi hermana… No te corresponde.
XIANGUA: Oye, que yo no he decidido meterme aquí… En fin, como iba a decir, tu hermana es un programa para destruirlo todo, creado por “Golden Eagle”, como llaman al jefe de Scarecrow. Pero el investigador consiguió que nos perdieran de vista… hasta ahora.

Félix estaba resentido. ¿Su hermana, un programa de destrucción masiva? Tenía a su hermana allí mismo, frente a él. Su voz, su cara, su forma de vestir… Pero dentro había un chico al que prácticamente no conocía de nada.

FÉLIX: ¿Mi hermana es malvada?
XIANGUA: No he dicho eso. No la conozco, ni creo que tenga intenciones de destruirlo todo, ya que el investigador se encargó de hacernos tener sentimientos y… esas cosas.
FÉLIX: ¿Y por qué te han metido en este cuerpo?
XIANGUA: Ah, es verdad… Querían privarme de mi capacidad para restaurarlo todo… No sé si realmente eso de que yo soy un protector es verdad, pero ellos lo creen. Si conseguían sellarme en el cuerpo opuesto y dejarme en esa máquina el tiempo suficiente, mi capacidad para restaurar desaparecería. Han conseguido lo primero, e iban a conseguir lo segundo… hasta que lo habéis evitado, claro.
FÉLIX: ¡¿Sellarte?! ¡¿Es que no volveré a ver a mi hermana?! ¡¿No volverá a tener su cuerpo?!

Félix estaba a punto de llorar. Xiangua le puso la mano en el hombro firmemente.

XIANGUA: Estoy seguro de que encontraremos la forma de arreglarlo.

Y Félix se tranquilizó, quizá porque era su hermana, aunque solamente fuera por el físico, quien intentaba tranquilizarlo.

CHIQUIX: Chicos… No es por interrumpir… Pero creo que deberíamos dormir. Son las dos de la mañana.

Sylar miraba a la pantalla y sonreía.

SYLAR: Ehm… sí. Deberíamos ir a dormir.
FÉLIX: Sara… digo, Xiangua…
XIANGUA: ¿Sí?
FÉLIX: Si no te importa… Iré a por ropa tuya… Bueno, de Sara. Para que puedas… vestirte, y esas cosas. Es que no es por nada, pero creo que esta ropa es justo la que llevaba Sara cuando la cogieron… y hace tiempo ya.
XIANGUA: Ohm… Claro, será lo mejor, que debe estar muy sucia. Pero ya irás mañana.
RIKKU: Venga, a dormir.

Subieron al piso de arriba. Xiangua miró de reojo las habitaciones.

SEIFER: Supongo que por ahora será mejor que te quedes la de Yoli. Puede que todavía haya algo de ropa en algún cajón. No lo sé, míralo.
XIANGUA: Claro… Buenas noches.

Y todos se fueron a dormir. Félix estuvo pensando en lo que había ocurrido. Quizá sentía aversión por Xiangua por el mero hecho de que le habían introducido en un cuerpo que no era el suyo, y en ese caso, no estaba siendo justo. Rikku empezaba a tener más esperanzas, y ya no estaba desanimada. Chiquix había disfrutado con la aventura de ese día. Seifer estaba contento de haber recuperado a Xiangua. Xiangua estaba feliz de haber vuelto, aunque no tuviera su cuerpo. Y Sylar… tenía preparada una sorpresa para todo el mundo.

- CONTINUARÁ -