OP
Sombrerito Cretino
El muy insolente me quedaba viendo como si yo le hubiese matado a su madre, sin importarle lo cansado que yo estaba después de diez horas extenuantes de abrir y cerrar el portoncito que lo divide a él de mi, innumerables veces había visto esa mirada que me estaba haciendo en ese mismísimo momento. Su amigo era aun peor, tocando la baranda con su tarjetita electrónica, y yo que me había pasado toda la mañana limpiando los fierros con ese liquido verde que me parece insoportablemente corrosivo para los ojos. El impaciente mocoso me silba, como que si no le he prestado ya atención. Lo veo y me ve. Cuentos del lejano oeste describirían la tensión.
¿A quién se le ocurriría poner los carritos chocones en un centro comercial? Deberían ponerlos afuera donde aguanten el sol mientras esperan. ¡Cipotes* malcriados! Quizás así sentirían un poco del bochorno que porto yo con este gorrito mal costurado que imita al viejo marrano ese, que nada me traerá, como ya se le hizo costumbre.
Mientras se acumulan los micos*, uno tras otro, la fila se hace larga. Ya intranquilos me vuelven a silbar. Me acerco y les digo 'si no tienen la edad ni la altura, vayan a fregar a otro lugar.'
Los que cumplen con las prescripciones se burlan y mas de algún enano se puso a relinchar. 'Hacia atrás, hacia atrás, que el portón, si lo que quieren es entrar, voy a abrir.' Eso les suelo exponer. Me ven como al dios, se admiran de mi poder de elección.
Juegan, masoquistas de su propia fortuna. Quien no meta las manos no dura mucho. Les veo reír, mientras la música ensordece sus sentidos, malévolos chigüines* que disfrutan hacer rebotar a los demás. Me río también, al ver que algunas sus cabezas escapan de perder. Al final suena la campana, me dejan con todos los coches regados y en algunos, uno que otro que quiere repetir. Me levanto de los controles porque los que ya se quieren ir. Los miro y les digo, con dinamismo y un extracto microscópico y de la más costosa amabilidad '¡Que tengan dicha y una feliz navidad!'.
* * *
* Nota: asi se les llama a los niños en Honduras.
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