OP
Me lanzé por el balcón, vi mi vida pasar en un minuto. Después nada. Oscuridad total y silencio total, ¿era esto la muerte?
Vi la luz, caminé hacia ella. Me sentía impulsada, y al cruzar, me encontré en un bosque. De lejos, se escuchaba un terrible sonido, de gente chillando. Noté una sombra lejana, con forma humana. Se acercaba. Lo logré divisar bien. Un hombre de traje oscuro con ojos color miel. Mientras más cerca estuviese de mí, más fuerte sonaba ese tormento... Era una mezcla de los sonidos de gente muriendo y animales chillando. Una calavera cayó al suelo, la tenía en la mano.
-Bienvenida al Infierno.-Dijo tomando una pluma entintada con sangre, que había aparecido de la nada-¿Cual es su nombre? Le otorgaremos los mejores castigos, directamente traídos de las peores partes de la Tierra Sobrenatural.
-G... Gina Hellblindi-Carraspeé. ¿Por qué había ido a parar al infierno?
-Oh, veo, veo. Usted tiene acá remarcada, la palabra “suicidio”. ¿Habrá muerto la chica con alma suicida...? Para las almas suicidas tenemos un buen castigo, traído del País de los Gritos, y mejorado en la Tierra de las Torturas... “Revivirás tu suicidio por la eternidad”, es el castigo perfecto, ¿no?-Suicidio... Revivirlo por siempre, ¿que he hecho yo para merecer tal tortura? Revivir el día de mi muerte, ¡qué agonía!
-¿Revivirlo?-Dudé.
El ser me miró, hizo aparecer un holograma en su mano, era yo cayendo del balcón.
-Hagáse repetir esto hasta el fin de la existencia, o... Hasta que vaya en otro cuerpo, a la hermosa Tierra.-Susurró, soplando el holograma.
Y allí estaba, otra vez en mi balcón, guiada por un fuerza mágica a caer... Ver mi vida por un segundo otra vez, y al llegar al momento en que todo se volvía negro; el casette se reseteaba, cual disco rayado... Volvía a morir minuto tras minuto, hasta la eternidad.
Vi la luz, caminé hacia ella. Me sentía impulsada, y al cruzar, me encontré en un bosque. De lejos, se escuchaba un terrible sonido, de gente chillando. Noté una sombra lejana, con forma humana. Se acercaba. Lo logré divisar bien. Un hombre de traje oscuro con ojos color miel. Mientras más cerca estuviese de mí, más fuerte sonaba ese tormento... Era una mezcla de los sonidos de gente muriendo y animales chillando. Una calavera cayó al suelo, la tenía en la mano.
-Bienvenida al Infierno.-Dijo tomando una pluma entintada con sangre, que había aparecido de la nada-¿Cual es su nombre? Le otorgaremos los mejores castigos, directamente traídos de las peores partes de la Tierra Sobrenatural.
-G... Gina Hellblindi-Carraspeé. ¿Por qué había ido a parar al infierno?
-Oh, veo, veo. Usted tiene acá remarcada, la palabra “suicidio”. ¿Habrá muerto la chica con alma suicida...? Para las almas suicidas tenemos un buen castigo, traído del País de los Gritos, y mejorado en la Tierra de las Torturas... “Revivirás tu suicidio por la eternidad”, es el castigo perfecto, ¿no?-Suicidio... Revivirlo por siempre, ¿que he hecho yo para merecer tal tortura? Revivir el día de mi muerte, ¡qué agonía!
-¿Revivirlo?-Dudé.
El ser me miró, hizo aparecer un holograma en su mano, era yo cayendo del balcón.
-Hagáse repetir esto hasta el fin de la existencia, o... Hasta que vaya en otro cuerpo, a la hermosa Tierra.-Susurró, soplando el holograma.
Y allí estaba, otra vez en mi balcón, guiada por un fuerza mágica a caer... Ver mi vida por un segundo otra vez, y al llegar al momento en que todo se volvía negro; el casette se reseteaba, cual disco rayado... Volvía a morir minuto tras minuto, hasta la eternidad.