Despierta de este sueño opaco
y dime cuánto me has querido,
sin pensarlo y con la primera palabra de tu mente
que cualquier otra será mentira.
Camina por las lozas resbaladizas
que son tu vida y la mía;
rotas, desvencijadas y alejadas una de la otra,
pero mirando ambas hacia el mismo lugar.
Llega hasta el sitio donde encerrado,
tras la misma puerta que sin descaro
me has tirado a la cara tantas veces,
estoy yo, al borde de un abismo conocido.
Vuélvete una vez más ese puente que aparece
sólo cuando mirando a mis ojos sonríes;
yo lo cruzaré una vez, y dos y tres...
Hasta que caiga al fin, y me hunda en ti.
y dime cuánto me has querido,
sin pensarlo y con la primera palabra de tu mente
que cualquier otra será mentira.
Camina por las lozas resbaladizas
que son tu vida y la mía;
rotas, desvencijadas y alejadas una de la otra,
pero mirando ambas hacia el mismo lugar.
Llega hasta el sitio donde encerrado,
tras la misma puerta que sin descaro
me has tirado a la cara tantas veces,
estoy yo, al borde de un abismo conocido.
Vuélvete una vez más ese puente que aparece
sólo cuando mirando a mis ojos sonríes;
yo lo cruzaré una vez, y dos y tres...
Hasta que caiga al fin, y me hunda en ti.