La historia que prometi, contiene muchas referencias a la internet, en general a creepy pastas. Los personajes estan basados en unos amigos, con los nombres cambiados, el personaje principal tiene mi nombre y mi cabello (?) solamente, y un poco de mi personalidad, pero no tanto. El personaje nadia tiene el nombre de un user del foro (tambien su fobia es basada en ella) pero su personalidad no tiene nada que ver, eso creo.
Primer capitulo, blah blah blah, aun no tiene nombre. Si captan errores haganmelos saber para correjirlos. Hare la historia mas larga.
Lo publico aqui porque esta mas concurrido y blah blah blah. Ando borracho y que wea.
Primer capitulo, blah blah blah, aun no tiene nombre. Si captan errores haganmelos saber para correjirlos. Hare la historia mas larga.
Lo publico aqui porque esta mas concurrido y blah blah blah. Ando borracho y que wea.
“Hoy saldré con mis amigos. Tengo que planear bien las cosas que vamos a hacer.”
Fue lo que César penso dos horas antes de salir de casa. César Tenía bastante tiempo sin hacer una de las largas caminatas que solía hacer con sus amigos casi a diario. Todo se juntaba y no le daba tiempo libre para divertirse, pero ese día era feriado, y el y sus amigos aprovecharon para salir de paseo.
César Era un joven de veinticuatro años, alto, de piel morena, estaba algo corpulento pero no pasaba mucho de su peso ideal, tenía su cabello negro y liso hasta los hombros, sus ojos eran de color café y normalmente se dejaba la barba algo corta.
Planeó unas simples cosas: Ir a comer a un restaurant, un paseo por el parque de la ciudad y finalmente, en la noche, caminar sin dirección alguna mientras platicaban. Era lo que solían hacer cuando ninguno de ellos trabajaba o estuviera en universidad, mas bien, cuando todos tenían tiempo libre.
César Estaba ansioso por al fin ver a sus amigos como en los viejos tiempos. Faltaban cuarenta y cinco minutos para la hora de salida. Alimento a su perro, se cepillo los dientes y se puso su gorra de invierno color café, estaba listo para salir. Cuando estaba en la puerta recordó algo muy importante para el, así que regreso a la cocina y encendiendo la luz dijo –Nos vemos pronto amigo, cuídate. No te desesperes, volveré en unas cuantas horas.- Así despidiéndose de su perro decidió salir de su casa. Pensó en que pasaría si no tuviera a su amigo mas cercano con el. Ya hacia un tiempo que vivía completamente solo, sus padres se fueron a vivir a otra ciudad y él se quedo a terminar sus estudios. Pensó en como enfrentaría su mas grande fobia sin esa pequeña criatura que siempre lo estaba acompañando. Desde niño siempre le tuvo un gran miedo a la oscuridad. El la llamaba “la niebla del terror”.
Tomo el bus a dos calles de su casa y se puso en camino al lugar donde había quedado de verse con sus amigos.
Después de veinte minutos de recorrido llego a la plaza principal, a donde se iba a ver con sus amigos, y se dio cuenta de que aun faltaba algo de tiempo para que se diera la hora y se puso a ver las cosas de su alrededor. Pasados los minutos apareció uno de sus amigos. Este era Andrés, un chico de veinticuatro años, Era alto, de piel blanca, cabello castaño y ondulado. Sus ojos de color verde y nunca se dejaba la barba. “Tiene una cierta fijación por la depilación” se dijo a si mismo César Cuando lo vio llegar.
Lo saludó y se sentaron a platicar. Cinco minutos después llegaron dos de sus amigas. Nadia era una chica de veinticinco años, alta en comparación a las demás chicas, pero no era mas alta que ellos dos, sus ojos color café, su piel era blanca y tenía un cuerpo delgado. Su cabello era largo, castaño y liso, con un fleco que le cubría la frente. Todos en el grupo sabían que ella le tenía pavor a las cucarachas, y eso era una broma recurrente hacia ella.
Fernanda era una chica de veintitrés años, casi tan alta como Nadia, de cabello similar al de Nadia, piel blanca y de cuerpo un poco menos delgado que el de la otra chica. Podría decirse que eran hermanas pero en su rostro no se parecían absolutamente en nada. Al igual que con Nadia, todos en el grupo sabían que Fernanda se tomaba muy en serio los “creepy pastas” en especial uno llamado “Slender man”, desde que César Le paso ese creepy pasta, ella le tiene un miedo terrible a los lugares donde hay muchos arboles y mucha oscuridad, al menos César Ya no estaba solo con ese miedo, pero a diferencia de Fernanda y Nadia, nadie conocía su fobia hacia la oscuridad, le daba vergüenza admitir esa fobia.
Poco tiempo después aparecieron los últimos dos de sus amigos. Cristian, un chico de veinticinco años, casi tan alto como Andrés Y César, cabello naturalmente castaño, pero se lo había pintado negro con una franja rubia. Tenía piel blanca y de corpulencia como la de César. Su pasatiempo favorito era igual que el de César, leer comics y libros. Varios compartían ese pasatiempo, pero Cristian y César Eran más apegados en ese pasatiempo que los demás.
Erick, el último de ellos, era un chico de veinticuatro años, de piel morena, cabello negro y ondulado que le llegaba debajo de las orejas, de ojos de color miel. Era el más delgado del grupo y el más apuesto también. Siempre tenía al menos a tres chicas detrás de él. Su pasatiempo eran las chicas, no tenia otro y era la contraparte de César Y Cristian, ya que el detestaba leer y no le gustaba para nada lo que tuviera que ver con super héroes.
-Opino que vayamos a comer pizzas al restaurant de la otra calle, son baratas y saben bien- Dijo César Con un tono decidido. Todos accedieron a comer pizzas. Después de salir del restaurant César Iba a proponer ir al parque, pero Cristian se le adelanto y propuso exactamente lo mismo, así que no hubo ningún apuro por opinar.
-Hey Fernanda, imagínate que nos tomemos una foto entre los arboles y cuando la subamos a Facebook aparezca slender man detrás de nosotros- exclamo Erick en tono burlón mientras los demás se reían de ese comentario. – Eres un maldito, siempre me molestan con eso, los odio y ojala que se mueran, malditos- dijo Fernanda con un tono de tristeza exagerado y luego se hecho a reír y comenzó a decir – No, ya en serio, dejen eso. Saben que si me da miedo.- con una expresión entre seriedad y tristeza en su cara.
Anduvieron caminando un buen tramo del parque. Al cansarse decidieron sentarse debajo de una cueva artificial. Siempre se sentaban ahí en los viejos tiempos.
-¿Qué mierda dice ahí?- comento Andrés Al ver un grafiti en la pared- César, Cristian, ustedes deben de saber de eso, se la pasan leyendo cosas raras. ¿O solo es un grafiti?- Cristian se acercó a la pared y dijo –debe de ser un grafiti cualquiera, nunca he visto nada igual ¿Por qué la intriga?- y se hecho a reír. –No, nada, solo que me llamo la atención lo raro que se ve- al decir esto se volteo a ver el grafiti que aparecía con bastantes signos raros, ninguna oración tenia sentido, todo era garabato. Solo una oración sobresaltaba de ese grafiti “He comes..”. Al leer esta oración, Erick pregunto
-¿Qué dice ahí? Ya saben que mi ingles es pésimo.- César Se levanto y dijo en tono algo burlón –Ahí, mi querido e idiota amigo Erick, dice “El viene”- Al terminar de decir esto, Nadia se levanto de un salto y dijo –Oye ¿Qué acaso eso no es de un creepy pasta? – se quedo mirando por un momento el grafiti y Andrés Contestó- Creo que si, una vez Fernanda me paso algo así, ya saben, les tiene un miedo terrible pero no deja de leer esas cosas.- Todos ignoraron el grafiti y cuando se hizo de noche comenzaron su caminata hacia ningún lado.
Llegaron a una calle con una casa abandonada cuando Andrés Dijo –Cristian, César, Erick ¿se acuerdan cuando entramos a esa casa a rayar las paredes cuando estábamos en secundaria?- a lo que César contesto riendo –si, me acuerdo. Nos creíamos tan rebeldes en ese entonces, me acuerdo que Cristian se equivoco al escribir su nombre ahí dentro. Entremos a ver si aun esta.- las chicas no parecían convencidas pero de todos modos entraron a la casa abandonada solo para ver lo que sus inmaduros amigos hicieron años atrás, muchos años atrás, cuando todos tenían tiempo libre.
Erick fue el primero en entrar y seguido entro César Y vio que Erick estaba con una expresión muy perdida hacia el muro por donde habían entrado- ¿Qué es lo que tienes Erick?- pregunto César. –No están, nuestros grafitis no están..- entonces entraron los demás y Andrés Dijo con una expresión fatal en su rostro- Deja tu los grafitis, coño, miren lo que esta pintado en su lugar- Todos miraron a su alrededor y se dieron cuenta de que en los lugares donde estaban sus grafitis ahora estaban los mismos garabatos que vieron en la cueva del parque. –¿Qué dice ahí?- pregunto Nadia apuntando a uno de los grafitis. –He comes… lo mismo que en el otro grafiti- contesto Andrés –ohh hermano, acá dice otra cosa.- dijo César Apuntando a otro grafiti –¡No puede ser! ¡NO!- Grito Fernanda desesperada y todos le preguntaron al mismo tiempo a que se refería. –ZALGO, HE COMES… ¿Cómo pude ser tan tonta para no conectar esas cosas?- con una cara de frustración prosiguió- zalgo es un ente desconocido, su llegada significa el fin de nuestra vida. Debemos de dejar de toparnos con estas cosas- En eso Cristian pregunto a punto de reírse- ¿Pero por qué? Solo es otro de tus creepy pastas-
-¡No! Créanme, esto no es bueno. Si seguimos pronunciando ese nombre o nos seguimos topando con estos grafitis, algo malo va a ocurrir, se los ruego vámonos de aquí por favor-
-Esta bien- contesto César- vámonos, de todos modos ya tengo que irme, mañana tengo que ir a trabajar temprano y después a la universidad- Todos opinaron lo mismo y cada quien partió para su casa.
Fue lo que César penso dos horas antes de salir de casa. César Tenía bastante tiempo sin hacer una de las largas caminatas que solía hacer con sus amigos casi a diario. Todo se juntaba y no le daba tiempo libre para divertirse, pero ese día era feriado, y el y sus amigos aprovecharon para salir de paseo.
César Era un joven de veinticuatro años, alto, de piel morena, estaba algo corpulento pero no pasaba mucho de su peso ideal, tenía su cabello negro y liso hasta los hombros, sus ojos eran de color café y normalmente se dejaba la barba algo corta.
Planeó unas simples cosas: Ir a comer a un restaurant, un paseo por el parque de la ciudad y finalmente, en la noche, caminar sin dirección alguna mientras platicaban. Era lo que solían hacer cuando ninguno de ellos trabajaba o estuviera en universidad, mas bien, cuando todos tenían tiempo libre.
César Estaba ansioso por al fin ver a sus amigos como en los viejos tiempos. Faltaban cuarenta y cinco minutos para la hora de salida. Alimento a su perro, se cepillo los dientes y se puso su gorra de invierno color café, estaba listo para salir. Cuando estaba en la puerta recordó algo muy importante para el, así que regreso a la cocina y encendiendo la luz dijo –Nos vemos pronto amigo, cuídate. No te desesperes, volveré en unas cuantas horas.- Así despidiéndose de su perro decidió salir de su casa. Pensó en que pasaría si no tuviera a su amigo mas cercano con el. Ya hacia un tiempo que vivía completamente solo, sus padres se fueron a vivir a otra ciudad y él se quedo a terminar sus estudios. Pensó en como enfrentaría su mas grande fobia sin esa pequeña criatura que siempre lo estaba acompañando. Desde niño siempre le tuvo un gran miedo a la oscuridad. El la llamaba “la niebla del terror”.
Tomo el bus a dos calles de su casa y se puso en camino al lugar donde había quedado de verse con sus amigos.
Después de veinte minutos de recorrido llego a la plaza principal, a donde se iba a ver con sus amigos, y se dio cuenta de que aun faltaba algo de tiempo para que se diera la hora y se puso a ver las cosas de su alrededor. Pasados los minutos apareció uno de sus amigos. Este era Andrés, un chico de veinticuatro años, Era alto, de piel blanca, cabello castaño y ondulado. Sus ojos de color verde y nunca se dejaba la barba. “Tiene una cierta fijación por la depilación” se dijo a si mismo César Cuando lo vio llegar.
Lo saludó y se sentaron a platicar. Cinco minutos después llegaron dos de sus amigas. Nadia era una chica de veinticinco años, alta en comparación a las demás chicas, pero no era mas alta que ellos dos, sus ojos color café, su piel era blanca y tenía un cuerpo delgado. Su cabello era largo, castaño y liso, con un fleco que le cubría la frente. Todos en el grupo sabían que ella le tenía pavor a las cucarachas, y eso era una broma recurrente hacia ella.
Fernanda era una chica de veintitrés años, casi tan alta como Nadia, de cabello similar al de Nadia, piel blanca y de cuerpo un poco menos delgado que el de la otra chica. Podría decirse que eran hermanas pero en su rostro no se parecían absolutamente en nada. Al igual que con Nadia, todos en el grupo sabían que Fernanda se tomaba muy en serio los “creepy pastas” en especial uno llamado “Slender man”, desde que César Le paso ese creepy pasta, ella le tiene un miedo terrible a los lugares donde hay muchos arboles y mucha oscuridad, al menos César Ya no estaba solo con ese miedo, pero a diferencia de Fernanda y Nadia, nadie conocía su fobia hacia la oscuridad, le daba vergüenza admitir esa fobia.
Poco tiempo después aparecieron los últimos dos de sus amigos. Cristian, un chico de veinticinco años, casi tan alto como Andrés Y César, cabello naturalmente castaño, pero se lo había pintado negro con una franja rubia. Tenía piel blanca y de corpulencia como la de César. Su pasatiempo favorito era igual que el de César, leer comics y libros. Varios compartían ese pasatiempo, pero Cristian y César Eran más apegados en ese pasatiempo que los demás.
Erick, el último de ellos, era un chico de veinticuatro años, de piel morena, cabello negro y ondulado que le llegaba debajo de las orejas, de ojos de color miel. Era el más delgado del grupo y el más apuesto también. Siempre tenía al menos a tres chicas detrás de él. Su pasatiempo eran las chicas, no tenia otro y era la contraparte de César Y Cristian, ya que el detestaba leer y no le gustaba para nada lo que tuviera que ver con super héroes.
-Opino que vayamos a comer pizzas al restaurant de la otra calle, son baratas y saben bien- Dijo César Con un tono decidido. Todos accedieron a comer pizzas. Después de salir del restaurant César Iba a proponer ir al parque, pero Cristian se le adelanto y propuso exactamente lo mismo, así que no hubo ningún apuro por opinar.
-Hey Fernanda, imagínate que nos tomemos una foto entre los arboles y cuando la subamos a Facebook aparezca slender man detrás de nosotros- exclamo Erick en tono burlón mientras los demás se reían de ese comentario. – Eres un maldito, siempre me molestan con eso, los odio y ojala que se mueran, malditos- dijo Fernanda con un tono de tristeza exagerado y luego se hecho a reír y comenzó a decir – No, ya en serio, dejen eso. Saben que si me da miedo.- con una expresión entre seriedad y tristeza en su cara.
Anduvieron caminando un buen tramo del parque. Al cansarse decidieron sentarse debajo de una cueva artificial. Siempre se sentaban ahí en los viejos tiempos.
-¿Qué mierda dice ahí?- comento Andrés Al ver un grafiti en la pared- César, Cristian, ustedes deben de saber de eso, se la pasan leyendo cosas raras. ¿O solo es un grafiti?- Cristian se acercó a la pared y dijo –debe de ser un grafiti cualquiera, nunca he visto nada igual ¿Por qué la intriga?- y se hecho a reír. –No, nada, solo que me llamo la atención lo raro que se ve- al decir esto se volteo a ver el grafiti que aparecía con bastantes signos raros, ninguna oración tenia sentido, todo era garabato. Solo una oración sobresaltaba de ese grafiti “He comes..”. Al leer esta oración, Erick pregunto
-¿Qué dice ahí? Ya saben que mi ingles es pésimo.- César Se levanto y dijo en tono algo burlón –Ahí, mi querido e idiota amigo Erick, dice “El viene”- Al terminar de decir esto, Nadia se levanto de un salto y dijo –Oye ¿Qué acaso eso no es de un creepy pasta? – se quedo mirando por un momento el grafiti y Andrés Contestó- Creo que si, una vez Fernanda me paso algo así, ya saben, les tiene un miedo terrible pero no deja de leer esas cosas.- Todos ignoraron el grafiti y cuando se hizo de noche comenzaron su caminata hacia ningún lado.
Llegaron a una calle con una casa abandonada cuando Andrés Dijo –Cristian, César, Erick ¿se acuerdan cuando entramos a esa casa a rayar las paredes cuando estábamos en secundaria?- a lo que César contesto riendo –si, me acuerdo. Nos creíamos tan rebeldes en ese entonces, me acuerdo que Cristian se equivoco al escribir su nombre ahí dentro. Entremos a ver si aun esta.- las chicas no parecían convencidas pero de todos modos entraron a la casa abandonada solo para ver lo que sus inmaduros amigos hicieron años atrás, muchos años atrás, cuando todos tenían tiempo libre.
Erick fue el primero en entrar y seguido entro César Y vio que Erick estaba con una expresión muy perdida hacia el muro por donde habían entrado- ¿Qué es lo que tienes Erick?- pregunto César. –No están, nuestros grafitis no están..- entonces entraron los demás y Andrés Dijo con una expresión fatal en su rostro- Deja tu los grafitis, coño, miren lo que esta pintado en su lugar- Todos miraron a su alrededor y se dieron cuenta de que en los lugares donde estaban sus grafitis ahora estaban los mismos garabatos que vieron en la cueva del parque. –¿Qué dice ahí?- pregunto Nadia apuntando a uno de los grafitis. –He comes… lo mismo que en el otro grafiti- contesto Andrés –ohh hermano, acá dice otra cosa.- dijo César Apuntando a otro grafiti –¡No puede ser! ¡NO!- Grito Fernanda desesperada y todos le preguntaron al mismo tiempo a que se refería. –ZALGO, HE COMES… ¿Cómo pude ser tan tonta para no conectar esas cosas?- con una cara de frustración prosiguió- zalgo es un ente desconocido, su llegada significa el fin de nuestra vida. Debemos de dejar de toparnos con estas cosas- En eso Cristian pregunto a punto de reírse- ¿Pero por qué? Solo es otro de tus creepy pastas-
-¡No! Créanme, esto no es bueno. Si seguimos pronunciando ese nombre o nos seguimos topando con estos grafitis, algo malo va a ocurrir, se los ruego vámonos de aquí por favor-
-Esta bien- contesto César- vámonos, de todos modos ya tengo que irme, mañana tengo que ir a trabajar temprano y después a la universidad- Todos opinaron lo mismo y cada quien partió para su casa.
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