Sentimientos encontrados estrechan sus manos una vez más, sintiendo que lo que hacen no es exactamente lo correcto, disimulando el dolor que sufren al tocarse y al sentir ese frío que se impregna al entrelazar sus entumecidos dedos. Por un instante dejan volar sus más profundos sueños, juntando las mentes logran una doble ilusión, permitiendo una unión que ni la falta de luz solar podrá separar, porque sólo con una simple linterna podría bastar, y sólo por un instante los más sinceros suspiros de su interior podrán dejar escapar.
Aferrados a su torso suplican no detener este recorrido que pareciera nunca terminar, el palpitar de sus corazones retumba bajo ese manto escuro al que llamamos noche, y sus cabellos tímidamente se esconden bajo ese gorro de lana mientras son manipulados dulce y cariñosamente.
Miran fijamente a través de sus pupilas y manifiestan una sensación mutua, como si la gente y los alrededores fueran sólo agentes ajenos a aquella prometedora y sutil escena, como si desearan no volver a cerrar sus parpados y querer quedarse con esa imagen durante un buen rato sin pestañear. La noche es testigo de lo ocurrido, las estrellas observadas desde el pavimento sugieren alivio, pretenden calmar las ansias y las tristezas de un desamor. Suavemente los dedos secan las abundantes lágrimas que son más saladas de lo que suelen ser, y cuyo fin es disiparse en aquel cuello desnudo que bajo mantas y sábanas emana ternura y dulzura.
Juntando trazos y finas líneas logran plasmar la alegría y las diversas formas de ver la vida, pequeños lienzos enmarcados firmemente para permanecer durante un buen rato en la memoria, para poder captar la emoción del momento, la felicidad que se vivió al recibirlos. Al igual que con sus letras, sus muy cortas y concisas letras alternadas e intercambiadas en tiempos de tensión y concentración, cortas letras que, por muy simples y rápidas, pueden ralentizar el tiempo actual, provocar la sensación de levitar y acercar lentamente las almas más alejadas aparentemente.
Pero aquellos sentimientos encontrados inicialmente se pierden en la neblina, inspirando confusión y baja consistencia, demandando tiempo y clemencia. Las horas generan abismos que inician siendo sólo grietas indetectables, pequeñas desdichas que alejan corazones y dan píe para desenfocar la unión y la alegría. Semana tras semana las noches se tornan turbias, las manos cada vez más frías, las miradas cada vez más distantes.
Esos dos suspiros entremezclados sufren el dolor y el destino de la muerte, sin previo aviso, sin nubes ni ningún tipo de lástima ajena, sólo una extraña presencia se asoma ante esa desolada y muy común escena; lamentándose por aquel anónimo funeral, y extrañado por no ver a nadie. Carencia de llanto y desespero, falta de sentimientos y vida, un campo llano en el que un grito mudo se oía. En la bastedad del espacio sólo se puede apreciar aquella extraña presencia, alejando sus manos de los bolsillos, y dejando que sus fríos y entumecidos dedos se entrelacen entre sí.
30 - 07 - 2012 11:20 pm
me gustara este sitio jeje