OP
Saludos.
Hoy me llegó la inspiración y he decidido crear esta historia. Ahora, si quieren saber de qué trata tendrán que leerla, ya que no habrá prólogo alguno. De hecho, nunca lo hubo, sólo es el capi 1.
Antes de empezar con esta historia, por favor leer el siguiente spoiler:
Ahora sí, comencemos.
PD: Desde el capítulo 3 en adelante, salvo en puntos clave de la historia, Sombra es nombrado James.
Hoy me llegó la inspiración y he decidido crear esta historia. Ahora, si quieren saber de qué trata tendrán que leerla, ya que no habrá prólogo alguno. De hecho, nunca lo hubo, sólo es el capi 1.
Antes de empezar con esta historia, por favor leer el siguiente spoiler:
Esta historia fue creada por el usuario TheDarknessSP. En caso de copiarla a otra web, por favor poner el nombre del autor. Cualquier similitud con otra historia es sólo coincidencia ya que sólo he podido leer una historia, y no tiene nada que ver con ésta.
Ahora sí, comencemos.
La Leyenda de Sombra: Traición y Soledad
Capítulo 1:
Había un laboratorio en medio de un desierto, muy cercano a la ciudad central, donde el mundo está en su máximo apogeo. Este laboratorio tenía un desarrollo tecnológico muy avanzado. Tanto, que empezaron el desarrollo de androides con capacidad de pensar y actuar como los humanos, agregándole emociones y una fuerza superior a la de cualquier humano normal. Crearían un ejército para poder dominar la Ciudad Central, llamada Central Tech City, donde la gente vivía muy feliz. Sin embargo, el desarrollador de emociones de los androides no estaba de acuerdo con estas siniestras ambiciones.
En un día, el desarrollo del prototipo de la nueva generación de androides comenzó. Tardaron varias horas para finalizar. Cuando lo hicieron, quitaron el vidrio opaco que les impedía ver al androide. Al verlo, sonrisas satisfactorias salieron de todos los científicos, sobre todo de su ambicioso líder, cuyo nombre desconocían, pero le decían ''Mr. Proto''.
-Enciéndelo.-le dijo Mr. Proto a un científico cerca del androide-Quiero ver si funciona.
Entonces, el robot despertó, y de repente, se encendieron sus ojos color rojizo. Dijo:
-Mr. Proto, estoy a su servicio.
Entonces empezó. Mr. Proto decidió que el prototipo, a quién le dieron el nombre clave ''Sombra'', debía estar bajo el cuidado de quién desarrolló su sistema de emociones, el científico Fray.
Eso sólo despertó la curiosidad de Sombra, así que le preguntaría a Fray por qué él lo debía cuidar. Pero Sombra, gracias a sus emociones humanas, sabía que tenía que esperar hasta el momento más indicado. Mientras esperaba, desarrolló completamente sus emociones, hasta entender por qué los humanos preferían los valores y la amistad sobre ellos mismos, y se familiarizó con Central Tech City, sin ir a ella; sólo viendo videos sobre la ciudad. Cuando llegó el momento, Sombra finalmente pudo saciar su curiosidad preguntando por qué Fray lo debía cuidar.
-Espera que lo traicione.-contestó Fray, con un tono frío-Él quiere que cuide de tí a propósito, para poder contarte el por qué de sus ambiciones.
''Todo empezó cuando Mr. Proto era un brillante científico que respetaba la ley. Él inventó algo que haría que el mundo fuera perfecto. Sin embargo, su amigo más cercano lo traicionó por la simple razón de que él no quería un mundo donde todos vivieran en paz. Desde ese día, hizo un laboratorio en el desierto desde dónde inventa cosas para destruir a toda la humanidad y controlar su tecnología.''
-Vaya,-dijo Sombra, asombrado-no creí que Mr. Proto tuviera un lado amable.
-Bueno, Sombra-le dijo Fray-tú decides si dejas que Mr. Proto siga con sus ambiciones o detenerlo. Como androide, tienes una fuerza superior a la de los científicos, de tal manera que puedes detenerlo fácilmente y destruir su laboratorio; y tienes armas a las que podrás acceder una vez eligas tu destino. Tienes toda la noche para pensarlo, ya que mañana Mr. Proto ordenará la construcción de los androides definitivos.
-Está bien, lo pensaré esta noche.-dijo Sombra.
Entonces, antes de apagar sus sistemas durante la noche, procesó la información que le dió Fray, y llegó a una decisión...
''Aún recuerdo que los humanos prefieren proteger a los otros individuos sobre ellos mismos, incluso si eso significase su muerte. Pero si desafío a Mr. Proto, puede que me persiga en caso de que no logre evitar que escape. No estoy muy seguro de lo que haré, pero no quiero decepcionar a Fray...''
-¡Ya sé!-exclamó Sombra con voz lo suficientemente baja para no molestar a nadie.
En un abrir y cerrar de ojos, ya era de mañana. Sombra se activó y salió de su estación de descanso. Al salir vió que había una gran conmoción en los dormitorios. Todos iban apurados a la sala de mando debido a que Mr. Proto los había llamado. Sombra decidió ir también, ya que era parte de su plan.
-¡Ha llegado el momento!-decía Mr. Proto-¡El momento de crear a los androides ha llegado! Y todo gracias a nuestro prototipo aquí presente. Sombra, ¿nos quisieras decir unas palabras?
Sombra caminó hacia donde Mr. Proto estaba y dijo:
-Saludos a todos. Yo, Sombra, prototipo de la nueva generación de androides con capacidades superiores a la de los humanos, he decidido... ¡Que no dejaré que sus ambiciones se hagan realidad!-y dirigió su puño cerrado hacia la cara de Mr. Proto, noquéandolo.
Todos los científicos se asustaron, así que salieron corriendo hasta salir del laboratorio por los ascensores de emergencia. Todos salvo Fray, quién le aplaudió a Sombra.
-Hehehe... ¡Hahahahahahahahaha!-Fray exclamó una risa maléfica-¡No puede ser que me hayas creido!
-¿Pero... pero qué...?-preguntó Sombra, estupefacto-¡¿Pero qué tonterías estás diciendo, Fray?!
-¡Todo salió como esperé que saliera!-dijo Fray, como un maniaco-Todo el tiempo te engañé para poder ahuyentar a todo el mundo para que pudiera destruir a Mr. Proto, ¡y todo salió a la perfección! Ahora, su laboratorio es mío.
De repente, una alarma sonó.
''Sistema de autodestrucción activado. Detonación en 5 minutos. Evacuación inmediata.''
-¡Diantres!-dijo Fray-¡¿Quién diablos activó el sistema de autodestrucción?!
-Fui... fui yo...-dijo Mr. Proto con sus últimas fuerzas-Yo... activé la autodestrucción. No... dejaré... que uses... mi tecnología...
-¡Maldición!-exclamó Fray, muy molesto-¡Me vengaré de ustedes. Mr. Proto, Sombra! ¡Ésta no es la última vez que nos veremos!-y escapó por un ascensor de emergencia.
-¡No dejaré que...!-dijo Sombra, pero Mr. Proto lo detuvo.
-¡Sombra... Sombra, espera!-dijo Mr. Proto-Si quieres detener a Fray *tos*, *tos*, escucha estas palabras... y procésalas.
-De... de acuerdo-dijo Sombra, con un poco de miedo.
-De acuerdo *tos*, *tos*.-decía Mr. Proto con su último aliento-Autentificación: Mr. Proto. Androide: Prototipo Sombra... Sistema de armamento... Activar... Ugh...
-¡Mr. Proto!-exclamó Sombra, pero de repente sintió algo raro, y dijo sin querer algo más-Sistema de armamento, encendido.
Entonces, los ojos de Sombra brillaron, y dijo algo más inconscientemente:
-Zona de riesgo detectada. Sistema de protección, activado.-un escudo rodeó a Sombra-Activando arma principal: Pistola láser.......... Arma encendida. Sistema de armamento activado con éxito. Evacuando zona de riesgo.
Y de repente, Sombra desapareció. La alarma de autodestrucción decía:
''Secuencia de detonación en 5... 4... 3... 2... 1... 0.''
Entonces, una gran explosión destruyó el laboratorio, levantando una tormenta de arena en el desierto. Afortunadamente, Sombra estaba fuera del laboratorio, pero estaba en modo de recarga, debido a que habilitar su sistema de armas le dejó sin energía...
En un día, el desarrollo del prototipo de la nueva generación de androides comenzó. Tardaron varias horas para finalizar. Cuando lo hicieron, quitaron el vidrio opaco que les impedía ver al androide. Al verlo, sonrisas satisfactorias salieron de todos los científicos, sobre todo de su ambicioso líder, cuyo nombre desconocían, pero le decían ''Mr. Proto''.
-Enciéndelo.-le dijo Mr. Proto a un científico cerca del androide-Quiero ver si funciona.
Entonces, el robot despertó, y de repente, se encendieron sus ojos color rojizo. Dijo:
-Mr. Proto, estoy a su servicio.
Entonces empezó. Mr. Proto decidió que el prototipo, a quién le dieron el nombre clave ''Sombra'', debía estar bajo el cuidado de quién desarrolló su sistema de emociones, el científico Fray.
Eso sólo despertó la curiosidad de Sombra, así que le preguntaría a Fray por qué él lo debía cuidar. Pero Sombra, gracias a sus emociones humanas, sabía que tenía que esperar hasta el momento más indicado. Mientras esperaba, desarrolló completamente sus emociones, hasta entender por qué los humanos preferían los valores y la amistad sobre ellos mismos, y se familiarizó con Central Tech City, sin ir a ella; sólo viendo videos sobre la ciudad. Cuando llegó el momento, Sombra finalmente pudo saciar su curiosidad preguntando por qué Fray lo debía cuidar.
-Espera que lo traicione.-contestó Fray, con un tono frío-Él quiere que cuide de tí a propósito, para poder contarte el por qué de sus ambiciones.
''Todo empezó cuando Mr. Proto era un brillante científico que respetaba la ley. Él inventó algo que haría que el mundo fuera perfecto. Sin embargo, su amigo más cercano lo traicionó por la simple razón de que él no quería un mundo donde todos vivieran en paz. Desde ese día, hizo un laboratorio en el desierto desde dónde inventa cosas para destruir a toda la humanidad y controlar su tecnología.''
-Vaya,-dijo Sombra, asombrado-no creí que Mr. Proto tuviera un lado amable.
-Bueno, Sombra-le dijo Fray-tú decides si dejas que Mr. Proto siga con sus ambiciones o detenerlo. Como androide, tienes una fuerza superior a la de los científicos, de tal manera que puedes detenerlo fácilmente y destruir su laboratorio; y tienes armas a las que podrás acceder una vez eligas tu destino. Tienes toda la noche para pensarlo, ya que mañana Mr. Proto ordenará la construcción de los androides definitivos.
-Está bien, lo pensaré esta noche.-dijo Sombra.
Entonces, antes de apagar sus sistemas durante la noche, procesó la información que le dió Fray, y llegó a una decisión...
''Aún recuerdo que los humanos prefieren proteger a los otros individuos sobre ellos mismos, incluso si eso significase su muerte. Pero si desafío a Mr. Proto, puede que me persiga en caso de que no logre evitar que escape. No estoy muy seguro de lo que haré, pero no quiero decepcionar a Fray...''
-¡Ya sé!-exclamó Sombra con voz lo suficientemente baja para no molestar a nadie.
En un abrir y cerrar de ojos, ya era de mañana. Sombra se activó y salió de su estación de descanso. Al salir vió que había una gran conmoción en los dormitorios. Todos iban apurados a la sala de mando debido a que Mr. Proto los había llamado. Sombra decidió ir también, ya que era parte de su plan.
-¡Ha llegado el momento!-decía Mr. Proto-¡El momento de crear a los androides ha llegado! Y todo gracias a nuestro prototipo aquí presente. Sombra, ¿nos quisieras decir unas palabras?
Sombra caminó hacia donde Mr. Proto estaba y dijo:
-Saludos a todos. Yo, Sombra, prototipo de la nueva generación de androides con capacidades superiores a la de los humanos, he decidido... ¡Que no dejaré que sus ambiciones se hagan realidad!-y dirigió su puño cerrado hacia la cara de Mr. Proto, noquéandolo.
Todos los científicos se asustaron, así que salieron corriendo hasta salir del laboratorio por los ascensores de emergencia. Todos salvo Fray, quién le aplaudió a Sombra.
-Hehehe... ¡Hahahahahahahahaha!-Fray exclamó una risa maléfica-¡No puede ser que me hayas creido!
-¿Pero... pero qué...?-preguntó Sombra, estupefacto-¡¿Pero qué tonterías estás diciendo, Fray?!
-¡Todo salió como esperé que saliera!-dijo Fray, como un maniaco-Todo el tiempo te engañé para poder ahuyentar a todo el mundo para que pudiera destruir a Mr. Proto, ¡y todo salió a la perfección! Ahora, su laboratorio es mío.
De repente, una alarma sonó.
''Sistema de autodestrucción activado. Detonación en 5 minutos. Evacuación inmediata.''
-¡Diantres!-dijo Fray-¡¿Quién diablos activó el sistema de autodestrucción?!
-Fui... fui yo...-dijo Mr. Proto con sus últimas fuerzas-Yo... activé la autodestrucción. No... dejaré... que uses... mi tecnología...
-¡Maldición!-exclamó Fray, muy molesto-¡Me vengaré de ustedes. Mr. Proto, Sombra! ¡Ésta no es la última vez que nos veremos!-y escapó por un ascensor de emergencia.
-¡No dejaré que...!-dijo Sombra, pero Mr. Proto lo detuvo.
-¡Sombra... Sombra, espera!-dijo Mr. Proto-Si quieres detener a Fray *tos*, *tos*, escucha estas palabras... y procésalas.
-De... de acuerdo-dijo Sombra, con un poco de miedo.
-De acuerdo *tos*, *tos*.-decía Mr. Proto con su último aliento-Autentificación: Mr. Proto. Androide: Prototipo Sombra... Sistema de armamento... Activar... Ugh...
-¡Mr. Proto!-exclamó Sombra, pero de repente sintió algo raro, y dijo sin querer algo más-Sistema de armamento, encendido.
Entonces, los ojos de Sombra brillaron, y dijo algo más inconscientemente:
-Zona de riesgo detectada. Sistema de protección, activado.-un escudo rodeó a Sombra-Activando arma principal: Pistola láser.......... Arma encendida. Sistema de armamento activado con éxito. Evacuando zona de riesgo.
Y de repente, Sombra desapareció. La alarma de autodestrucción decía:
''Secuencia de detonación en 5... 4... 3... 2... 1... 0.''
Entonces, una gran explosión destruyó el laboratorio, levantando una tormenta de arena en el desierto. Afortunadamente, Sombra estaba fuera del laboratorio, pero estaba en modo de recarga, debido a que habilitar su sistema de armas le dejó sin energía...
Capítulo 2:
El laboratorio ahora no era más que ruinas. Unos cuántos científicos lograron escapar de la explosión; y los que escaparon se encontraron con su destino durante la tormenta de arena. Unos cuantos yacían ahí, muertos; y otros no estaban, seguramente porque la tormenta de arena se los tragó, llevándoselos a otro lado. Sin embargo, Fray y Sombra no estaban con los demás. Fray había sido tragado por la tormenta, así que no se sabe nada de él; y Sombra se encontraba muy cerca de la ciudad debido a que él salió de la zona de la explosión.
Varias horas después del incidente reporteros, policías, detectives y gente común ya se ubicaban en el cráter donde antes estaba el laboratorio, tratando de deducir qué habra pasado con ese lugar y con los científicos. Pero había una reportera con una bella jovencita que era su hija que apenas salían de la ciudad. Rato después, ambas decidieron descansar en una pequeña duna.
-¡Ay!-dijo la reportera, mientras se sentaba en la suave arena-¡Sólo en pensar en la historia que está más adentro del desierto me entran ganas de continuar! Sin embargo, estoy muy cansada.
-Yo también, mamá.-dijo la muchacha, mientras suspiraba-Yo también.
-Pero no podemos perder más tiempo.-dijo la madre, más energética que antes-¡Vamos, continuemos!
-¡Sí, mamá!-contestó la muchacha.
Pero, a los pocos pasos, la jovencita se tropezó con algo.
-¡Ay!-dijo la muchacha, adolorida-¡Eso dolió!
-¿Estás bién, hija?-preguntó la madre, preocupada.
-Sí, mamá.-contestó la joven.
-Está bien,-dijo la señora, con un tono de alivio-continuemos.
La señora ayudó a su hija a levantarse y estaban a punto de seguir, hasta que...
-¿Qué es esto?-se preguntó en voz alta la hija-Ah... Esto es con lo que me tropecé. Pero, tiene algo extraño, parece un brazo. A ver...
La jovencita empezó a cavar en la arena.
-¡Es una persona!-exclamó la muchacha-¡Mamá, ven rápido!
La madre corrió hacia donde estaba su hija.
-¿Qué pasa?-dijo la mamá, con un tono de impaciencia.
-¡Ayúdame a desenterrar a esta persona!-contestó la hija.
-¡S-sí!-dijo la madre.
Entonces desenterraron a la persona atrapada en la arena. Parecía un muchacho, por la excepción de que su brazo derecho era literalmente un brazo-pistola.
¡Hey, despierta!-decía la jovencita-¡Vamos! ¿Me oyes? ¡Despierta!
Y entonces despertó aquél joven. Algo inusual es que tenía ojos rojizos; y sólo hay una persona con ese color de ojos.
-¡Ahhh!-decía el joven, mientras se levantaba-¡Qué buena siesta!
-Oye, ¿estás bien?-preguntaba la señora.
-¿Si estoy bién?-decía el muchacho-¿Por qué no debería estarlo?
-Lo que pasa es...-le contestaba la muchaha-...que tu brazo...
Al verse el brazo, el joven se asombraba.
-Genial.-decía, mientras se admiraba el brazo-Así que éste es el sistema de armamento del que hablaba...
-Em...-trataba de hablar la señora-¿Qué dices?
-¿Huh?-preguntó el muchacho, despreocupado-¡Ah! No, hehe... esto no es nada.
-Como digas.-decía la jovencita-Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Ah...-pensó el joven-Pues mi nombre es Sombra.
-Vaya,-decían la madre y la hija al mismo tiempo-qué raro nombre.
-Lo sé...-respondió Sombra-Pero tendrán que llamarme de otra manera.
-¿Y por qué?-preguntó la muchacha.
-Porque tengo un enemigo.-contestó Sombra-Una persona de aquél lugar que había explotado lejos de la ciudad. Y ya me decidí por un nombre. Pueden llamarme James.
-Bien.-dijo la muchacha-Yo me llamo Iris.
-Yo me llamo Maribel.-dijo la señora-Por cierto, ¿tienes dónde quedarte, James?
-¿Cómo dedujiste que no tengo hogar?-preguntó Sombra.
-Por decir que tienes enemigos de aquél lugar que explotó.-contestó Maribel-Debiste de vivir ahí.
-Cierto-afirmó Sombra.
-Bien,-dijo Iris-entonces podrías vivir con nosotros un tiempo.
''Así que éso es compasión por los demás''-pensó Sombra, y después respondió rápidamente-Bueno, podría vivir con ustedes, si no es problema.
-Bueno,-dijo Maribel-soy reportera, así que iba a ver el lugar de la explosión, pero eso puede esperar. Anda, vamos a casa, Iris; y tú también, James.
-Sí-contestaron Sombra e Iris.
Y de ahí se fueron camino a Central Tech City, hacia donde estaba la casa de Maribel e Iris...
Varias horas después del incidente reporteros, policías, detectives y gente común ya se ubicaban en el cráter donde antes estaba el laboratorio, tratando de deducir qué habra pasado con ese lugar y con los científicos. Pero había una reportera con una bella jovencita que era su hija que apenas salían de la ciudad. Rato después, ambas decidieron descansar en una pequeña duna.
-¡Ay!-dijo la reportera, mientras se sentaba en la suave arena-¡Sólo en pensar en la historia que está más adentro del desierto me entran ganas de continuar! Sin embargo, estoy muy cansada.
-Yo también, mamá.-dijo la muchacha, mientras suspiraba-Yo también.
-Pero no podemos perder más tiempo.-dijo la madre, más energética que antes-¡Vamos, continuemos!
-¡Sí, mamá!-contestó la muchacha.
Pero, a los pocos pasos, la jovencita se tropezó con algo.
-¡Ay!-dijo la muchacha, adolorida-¡Eso dolió!
-¿Estás bién, hija?-preguntó la madre, preocupada.
-Sí, mamá.-contestó la joven.
-Está bien,-dijo la señora, con un tono de alivio-continuemos.
La señora ayudó a su hija a levantarse y estaban a punto de seguir, hasta que...
-¿Qué es esto?-se preguntó en voz alta la hija-Ah... Esto es con lo que me tropecé. Pero, tiene algo extraño, parece un brazo. A ver...
La jovencita empezó a cavar en la arena.
-¡Es una persona!-exclamó la muchacha-¡Mamá, ven rápido!
La madre corrió hacia donde estaba su hija.
-¿Qué pasa?-dijo la mamá, con un tono de impaciencia.
-¡Ayúdame a desenterrar a esta persona!-contestó la hija.
-¡S-sí!-dijo la madre.
Entonces desenterraron a la persona atrapada en la arena. Parecía un muchacho, por la excepción de que su brazo derecho era literalmente un brazo-pistola.
¡Hey, despierta!-decía la jovencita-¡Vamos! ¿Me oyes? ¡Despierta!
Y entonces despertó aquél joven. Algo inusual es que tenía ojos rojizos; y sólo hay una persona con ese color de ojos.
-¡Ahhh!-decía el joven, mientras se levantaba-¡Qué buena siesta!
-Oye, ¿estás bien?-preguntaba la señora.
-¿Si estoy bién?-decía el muchacho-¿Por qué no debería estarlo?
-Lo que pasa es...-le contestaba la muchaha-...que tu brazo...
Al verse el brazo, el joven se asombraba.
-Genial.-decía, mientras se admiraba el brazo-Así que éste es el sistema de armamento del que hablaba...
-Em...-trataba de hablar la señora-¿Qué dices?
-¿Huh?-preguntó el muchacho, despreocupado-¡Ah! No, hehe... esto no es nada.
-Como digas.-decía la jovencita-Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Ah...-pensó el joven-Pues mi nombre es Sombra.
-Vaya,-decían la madre y la hija al mismo tiempo-qué raro nombre.
-Lo sé...-respondió Sombra-Pero tendrán que llamarme de otra manera.
-¿Y por qué?-preguntó la muchacha.
-Porque tengo un enemigo.-contestó Sombra-Una persona de aquél lugar que había explotado lejos de la ciudad. Y ya me decidí por un nombre. Pueden llamarme James.
-Bien.-dijo la muchacha-Yo me llamo Iris.
-Yo me llamo Maribel.-dijo la señora-Por cierto, ¿tienes dónde quedarte, James?
-¿Cómo dedujiste que no tengo hogar?-preguntó Sombra.
-Por decir que tienes enemigos de aquél lugar que explotó.-contestó Maribel-Debiste de vivir ahí.
-Cierto-afirmó Sombra.
-Bien,-dijo Iris-entonces podrías vivir con nosotros un tiempo.
''Así que éso es compasión por los demás''-pensó Sombra, y después respondió rápidamente-Bueno, podría vivir con ustedes, si no es problema.
-Bueno,-dijo Maribel-soy reportera, así que iba a ver el lugar de la explosión, pero eso puede esperar. Anda, vamos a casa, Iris; y tú también, James.
-Sí-contestaron Sombra e Iris.
Y de ahí se fueron camino a Central Tech City, hacia donde estaba la casa de Maribel e Iris...
Capítulo 3:
Maribel, Iris y James ya habían llegado a Central Tech City. A pesar de ya conocer bien la ciudad, se asombraron al entrar, donde vieron edificios altos, con pantallas donde estaban los anuncios, aunque había auncios que volaban por sí solos, y también había varios robots programados solamente para dar información de la ciudad y recibir a los turistas.
''Inferiores.''-pensó James, enorgulleciéndose de sí mismo.
-Bueno,-dijo Maribel-ya llegamos a Central Tech City, capital principal de la tecnología, donde están los sistemas más avanzados.
-Ya lo sabía.-decía James, aburrido-¿Podríamos ir a casa de una vez?
-De todas formas, ya nos íbamos-decía Iris.
Avanzaron unas pocas cuadras de la entrada, luego varias a la izquierda y después muchas hacia la derecha hasta que al fin llegaron.
-Huella vocal:-decía Maribel, con un tono claro-6274235.
''¿Huellas vocales?-pensaba James, impresionado-Parecen que lo usan como seguridad para sus casas.''
-Bien, llegamos-exclamó Iris para anunciar su llegada.
A pesar de la arquitectura estándar de las casas básicas, ésta era superada por mucho. La casa era muy espaciosa, a pesar de que habían estanterías llenas de libros alrededor de la sala. Tenían una televisión del tamaño de una pared, y un sofá muy espacioso prudentemente alejado de la pantalla. La cocina tenía una estufa que la mitad de ella estaba conformada por una parrilla; también había un microondas y una cafetera.
-Em, Iris,-preguntaba Maribel-¿podrías llevar a Som... es decir, a James al cuarto de huéspedes?
-Si, mamá.-contestó Iris, emocionada-Por aquí.
Iris empezó a subir por la escalera, y James la siguió. El segundo piso sólo era un corredor largo con cuatro puertas. Una era la habitación de Maribel, otra era la de Iris, otra era el baño y la del final del corredor era el cuarto de huéspedes.
-Gracias por guiarme.-dijo James.
-Por nada.-exclamó Iris, eufórica-Puedes contar con mi ayuda cuando quieras.
-Gracias, pero...-decía James, con tono serio-prefiero trabajar solo.
-¿Por qué?-preguntó Iris, preocupada.
-Ya me han traicionado una vez.-dijo James, con la misma seriedad-Y no quiero que vuelva a pasar.
-Yo no te traicionaría nunca.-decía Iris.
-Ya lo veremos,-decía James, triste-por ahora, quiero dormir.
-Está bien.-dijo Iris, y salió del cuarto.
Antes de apagarse, James pensó:
''Parece que deberé de empezar una nueva vida, donde nadie sepa que soy un androide. Pero para eso, parece que necesitaré, aunque sea un poco, la ayuda de Maribel y de Iris. Ambas se ven ofrecidas a ayudarme, pero Iris parece eufórica cuando habla conmigo. Y yo también siento que debo contarle todo. ¿Será amor lo que siento? Lo sea o no, sólo espero que no me traicione. Antes de contarle todo, deberá de demostrar que puedo confiar en ella''.
''Inferiores.''-pensó James, enorgulleciéndose de sí mismo.
-Bueno,-dijo Maribel-ya llegamos a Central Tech City, capital principal de la tecnología, donde están los sistemas más avanzados.
-Ya lo sabía.-decía James, aburrido-¿Podríamos ir a casa de una vez?
-De todas formas, ya nos íbamos-decía Iris.
Avanzaron unas pocas cuadras de la entrada, luego varias a la izquierda y después muchas hacia la derecha hasta que al fin llegaron.
-Huella vocal:-decía Maribel, con un tono claro-6274235.
''¿Huellas vocales?-pensaba James, impresionado-Parecen que lo usan como seguridad para sus casas.''
-Bien, llegamos-exclamó Iris para anunciar su llegada.
A pesar de la arquitectura estándar de las casas básicas, ésta era superada por mucho. La casa era muy espaciosa, a pesar de que habían estanterías llenas de libros alrededor de la sala. Tenían una televisión del tamaño de una pared, y un sofá muy espacioso prudentemente alejado de la pantalla. La cocina tenía una estufa que la mitad de ella estaba conformada por una parrilla; también había un microondas y una cafetera.
-Em, Iris,-preguntaba Maribel-¿podrías llevar a Som... es decir, a James al cuarto de huéspedes?
-Si, mamá.-contestó Iris, emocionada-Por aquí.
Iris empezó a subir por la escalera, y James la siguió. El segundo piso sólo era un corredor largo con cuatro puertas. Una era la habitación de Maribel, otra era la de Iris, otra era el baño y la del final del corredor era el cuarto de huéspedes.
-Gracias por guiarme.-dijo James.
-Por nada.-exclamó Iris, eufórica-Puedes contar con mi ayuda cuando quieras.
-Gracias, pero...-decía James, con tono serio-prefiero trabajar solo.
-¿Por qué?-preguntó Iris, preocupada.
-Ya me han traicionado una vez.-dijo James, con la misma seriedad-Y no quiero que vuelva a pasar.
-Yo no te traicionaría nunca.-decía Iris.
-Ya lo veremos,-decía James, triste-por ahora, quiero dormir.
-Está bien.-dijo Iris, y salió del cuarto.
Antes de apagarse, James pensó:
''Parece que deberé de empezar una nueva vida, donde nadie sepa que soy un androide. Pero para eso, parece que necesitaré, aunque sea un poco, la ayuda de Maribel y de Iris. Ambas se ven ofrecidas a ayudarme, pero Iris parece eufórica cuando habla conmigo. Y yo también siento que debo contarle todo. ¿Será amor lo que siento? Lo sea o no, sólo espero que no me traicione. Antes de contarle todo, deberá de demostrar que puedo confiar en ella''.
Capítulo 4:
Aquélla primera noche sólo sería el principio de algo que James no se imaginaría que sucedería. Varios días habían pasado ya de esa noche, y James ya se había familiarizado con la rutina diaria. En ocasiones, Maribel tenía trabajo, así que se metía a su oficina en la casa, dejando a James e Iris sin supervición un rato. Ambos jóvenes también habían desarrollado un lazo de amistad muy profundo. En fin, una semana después de la primera noche de James en casa de Maribel e Iris, ya era de mañana; y algo pasaría que ambos jóvenes no esperaban que pasaría.
-¡Iris, James!-gritó Maribel desde el primer piso-¡Despierten, ya es hora del desayuno!
Curiosamente, James ya estaba activado, pensando en Iris; y ella recién se había despertado, después de soñar con James. James se levantó y salió del cuarto, y vió a Iris salir de su habitación. A pesar de estar en pijama, la bella joven aún irradiaba belleza. Ambos se saludaron y bajaron al comedor al otro lado de la cocina, donde Maribel los esperaba.
-Dormilones,-decía Maribel, suspirando-vengan a desayunar. A los tres nos espera un largo día.
-Está bien-contestaron James e Iris.
Ambos desayunaban, pero de repente, Iris soltó una pregunta:
-Disculpa, James...-inspiraba hondo-este... ¿te... gustaría... ir al parque... con nosotras?
-Claro, Iris,-contestó James, eufórico-me gustaría ir al parque.
Maribel le guiñó el ojo a Iris, conociendo bien sus intenciones.
''Iris,-pensó Maribel-yo sé qué planeas.''
''Iris...-pensó James, nervioso-creo que sé qué planeas, pero tendré que pensarlo un poco antes de decidirme... De todas formas, yo soy un androide, y tú eres humana; así que no sé muy bién si accederé a tu pregunta...''
Entonces, al terminar de desayunar, ambos jóvenes se arreglaron y, una vez listos James admiró la apariencia de Iris.
-Te ves muy bien, Iris.
-Gracias.-contestó Iris, sonrojada-Tú tambien te ves muy bien, James.
-Gracias.-respondió James-Bien, ya vámonos.
-Ustedes adelántense, chicos.-dijo Maribel, con un tono disimulado-Yo voy a estar ocupada un rato.
-Está bien, mamá.-dijo Iris, aún más emocionada-Vámonos, James.
''Maribel sabe lo que planea Iris.-pensó James-Disimula que tiene cosas que hacer para que estemos solos, y seguramente no nos acompañará.
Ambos jóvenes salieron de la casa y pusieron marcha hacia el parque. Al llegar, vieron la gran entrada.
-Dénos dos boletos.-le pidió Iris al recepcionista.
-De acuerdo,-contestó el joven-aquí están sus boletos.
-Muchas gracias.-dijo Iris, tomó los boletos y dirigió la palabra a James-Entremos, James.
Al entrar, se asombraron por los juegos. Había enormes montañas rusas, varias tazas giratorias, carritos chocones, una zona selvática, e incluso...
-¡La rueda de la fortuna!-exclamó Iris, asombrada-La había visto en televisión, pero es más placentero verla en persona.
-Si...-contestó James, impresionado-Y, ¿a dónde vamos primero?
-¡Ah, si, lo olvidaba!-contestó Iris, sobresaltada-Bien, ¿qué tal... los carritos chocones?
-Suena bien para mí.-respondió James-Vamos.
Entonces se subieron a los carritos y chocaban con otros, y varias veces con ellos mismos. Risas y sonrisas salieron de ambos en ese juego.
-Y, ¿ahora a dónde vamos?-preguntó James.
-Hmm...-decía Iris, pensativa-Decide tú.
-Está bien... ¿qué tal las tazas giratorias?
-Bien, vamos-contestó Iris.
Entonces ambos fueron a las tazas giratorias como una preparación ya sea para la rueda de la fortuna o para la montaña rusa. Duraron ahí un rato.
-Bien, James, vamos a la montaña rusa-dijo Iris, sin dudarlo.
-Yo pensaba en ir primero a la rueda de la fortuna, pero...-decía James-mejor vamos a la montaña rusa.
''Fiu...-pensó Iris, preocupada-Creí que querría ir a la rueda de la fortuna, pero parece que mejor lo dejará para el final.''
Ahí estaban, sentados en el asiento. Se empezó a mover y subió lentamente, para después bajar y recorrer la pista rápidamente. James e Iris estaban en el mismo asiento. Iris tenía un poco de miedo, y James lo notó; así que la sostuvo casi como si la estuviera abrazando. Iris se sintió más cómoda al tener cerca de ella a James. Al terminar, Iris se sentía bien, pero James le dijo:
-Iris, tenemos que hablar.
-Es... Está bien.-dijo Iris, nerviosa.
James la llevó a la zona selvática del parque, donde nadie podría verlos. Antes de llegar, James pensó:
''Es hora. Es hora de contarle toda la verdad, y después decirle lo que siento por ella en la rueda de la fortuna.''
Al llegar, empezó un diálogo entre ambos:
-Iris,-dijo James, con seriedad-creo que es tiempo de contarte todo lo que ha pasado.
-¿De... de qué hablas?-preguntó Iris, desconcertada.
-¿Recuerdas que me encontraron en el desierto, en una zona cercana a la ciudad?-decía James, agrgando una seriedad extrema a su voz-Pues más allá había un laboratorio secreto. Ahí fuí creado.
-¿Creado?-dijo Iris, confundida-¿O sea que no eres...?
-Así es.-la interrumpió James-No soy humano. Yo soy un prototipo de androide, hecho como un humano de verdad, con la excepción de que puedo convertir mis brazos en pistolas. Lo que ha pasado hasta ahora fue...
James le contó a Iris toda la historia, desde que conoció Central Tech City, desarrolló sus emociones, la malvada ambición de Mr. Proto, la traición de Fray y lo que sabía sobre la verdadera ambición de Fray.
-...y entonces explotó el laboratorio, dejando el tan famoso cráter. Yo me salvé debido a que me teletransporté a causa de un sistema desconocido.-concluyó James.
-¿Y qué fue de Fray?-preguntó Iris.
-No lo sé.-dijo James-Creo que se lo llevó la tormenta de arena. Si sigue vivo y lo encuentro, lo haré responder a mis dudas.
-No... no creí que tu historia haya sido tan trágica.-dijo Iris, seria-Me alegra saber que escogiste el buen camino.
-Si...-dijo James, serio-No le debes contar de esto a nadie. Yo confío en tí.-hizo una pausa antes de continuar-¿Tú confías en mí?
-Claro.-decía Iris-Vamos a la rueda de la fortuna.
Ambos fueron a la rueda. Al detenerse mientras estaban en la cima, ambos empezaron a hablarse con un tono lleno de sentimiento:
-Estamos en lo alto de la rueda, James.-decía Iris, mientras volteó hacia el atardecer-La puesta de Sol es hermosa desde aquí, ¿no lo crees?
-Si...-decía James, contemplando el atardecer-Es muy hermosa... pero... no tanto como tú lo eres.
-Eres muy lindo, y me agradó estar toda una semana contigo.-dijo Iris-Me alegro de haberte encontrado, y me pregunto qué habrá pasado si no lo hubiera hecho.
-Yo también...-dijo James, y volteó para verse cara a cara con Iris-Si no me hubieras encontrado, quizá no habríamos podido disfrutar este día tan especial para nosotros. Y tampoco podría haber dicho unas palabras que quizá no hubieras esperado escuchar de mí.
-Y, ¿cuáles palabras son esas?-preguntó Iris, nerviosa.
-Aquéllas palabras son...-decía James lentamente, haciéndo una pausa antes de continuar-Yo... yo, te... te amo, Iris. Como aquélla voz en mi cabeza que me dijo que hiciera lo correcto. Como aquél atardecer por allá. Y sobre todo, como a aquélla chica que conocí en el desierto, sin que me diera cuenta de que llegara a ser tan dulce...
-Vaya, James... quiero decir, Sombra...-dijo Iris, mientras lloraba de la felicidad-no... no creí... que.. a pesar de ser androide... fueras tan... tan... Ah, no tengo palabra alguna... para completar aquélla frase... Yo también te amo, Sombra, al conocer tus emociones, tu carácter y... más recientemente... tu historia.
-Gracias, Iris...-dijo James, sonriendo, pero al ver dónde estaban dijo-Parece que la rueda ya casi llega a la bajada. Prepárate para ir a casa.
-S...sí.-dijo Iris, aún llorando de la felicidad.
Y se fueron, dejando lentamente el parque atrás, ambos agarrados de la mano y en un sólo rumbo: a casa. Cómo la historia de esta pareja terminará, sigue siendo un misterio... por ahora.
-¡Iris, James!-gritó Maribel desde el primer piso-¡Despierten, ya es hora del desayuno!
Curiosamente, James ya estaba activado, pensando en Iris; y ella recién se había despertado, después de soñar con James. James se levantó y salió del cuarto, y vió a Iris salir de su habitación. A pesar de estar en pijama, la bella joven aún irradiaba belleza. Ambos se saludaron y bajaron al comedor al otro lado de la cocina, donde Maribel los esperaba.
-Dormilones,-decía Maribel, suspirando-vengan a desayunar. A los tres nos espera un largo día.
-Está bien-contestaron James e Iris.
Ambos desayunaban, pero de repente, Iris soltó una pregunta:
-Disculpa, James...-inspiraba hondo-este... ¿te... gustaría... ir al parque... con nosotras?
-Claro, Iris,-contestó James, eufórico-me gustaría ir al parque.
Maribel le guiñó el ojo a Iris, conociendo bien sus intenciones.
''Iris,-pensó Maribel-yo sé qué planeas.''
''Iris...-pensó James, nervioso-creo que sé qué planeas, pero tendré que pensarlo un poco antes de decidirme... De todas formas, yo soy un androide, y tú eres humana; así que no sé muy bién si accederé a tu pregunta...''
Entonces, al terminar de desayunar, ambos jóvenes se arreglaron y, una vez listos James admiró la apariencia de Iris.
-Te ves muy bien, Iris.
-Gracias.-contestó Iris, sonrojada-Tú tambien te ves muy bien, James.
-Gracias.-respondió James-Bien, ya vámonos.
-Ustedes adelántense, chicos.-dijo Maribel, con un tono disimulado-Yo voy a estar ocupada un rato.
-Está bien, mamá.-dijo Iris, aún más emocionada-Vámonos, James.
''Maribel sabe lo que planea Iris.-pensó James-Disimula que tiene cosas que hacer para que estemos solos, y seguramente no nos acompañará.
Ambos jóvenes salieron de la casa y pusieron marcha hacia el parque. Al llegar, vieron la gran entrada.
-Dénos dos boletos.-le pidió Iris al recepcionista.
-De acuerdo,-contestó el joven-aquí están sus boletos.
-Muchas gracias.-dijo Iris, tomó los boletos y dirigió la palabra a James-Entremos, James.
Al entrar, se asombraron por los juegos. Había enormes montañas rusas, varias tazas giratorias, carritos chocones, una zona selvática, e incluso...
-¡La rueda de la fortuna!-exclamó Iris, asombrada-La había visto en televisión, pero es más placentero verla en persona.
-Si...-contestó James, impresionado-Y, ¿a dónde vamos primero?
-¡Ah, si, lo olvidaba!-contestó Iris, sobresaltada-Bien, ¿qué tal... los carritos chocones?
-Suena bien para mí.-respondió James-Vamos.
Entonces se subieron a los carritos y chocaban con otros, y varias veces con ellos mismos. Risas y sonrisas salieron de ambos en ese juego.
-Y, ¿ahora a dónde vamos?-preguntó James.
-Hmm...-decía Iris, pensativa-Decide tú.
-Está bien... ¿qué tal las tazas giratorias?
-Bien, vamos-contestó Iris.
Entonces ambos fueron a las tazas giratorias como una preparación ya sea para la rueda de la fortuna o para la montaña rusa. Duraron ahí un rato.
-Bien, James, vamos a la montaña rusa-dijo Iris, sin dudarlo.
-Yo pensaba en ir primero a la rueda de la fortuna, pero...-decía James-mejor vamos a la montaña rusa.
''Fiu...-pensó Iris, preocupada-Creí que querría ir a la rueda de la fortuna, pero parece que mejor lo dejará para el final.''
Ahí estaban, sentados en el asiento. Se empezó a mover y subió lentamente, para después bajar y recorrer la pista rápidamente. James e Iris estaban en el mismo asiento. Iris tenía un poco de miedo, y James lo notó; así que la sostuvo casi como si la estuviera abrazando. Iris se sintió más cómoda al tener cerca de ella a James. Al terminar, Iris se sentía bien, pero James le dijo:
-Iris, tenemos que hablar.
-Es... Está bien.-dijo Iris, nerviosa.
James la llevó a la zona selvática del parque, donde nadie podría verlos. Antes de llegar, James pensó:
''Es hora. Es hora de contarle toda la verdad, y después decirle lo que siento por ella en la rueda de la fortuna.''
Al llegar, empezó un diálogo entre ambos:
-Iris,-dijo James, con seriedad-creo que es tiempo de contarte todo lo que ha pasado.
-¿De... de qué hablas?-preguntó Iris, desconcertada.
-¿Recuerdas que me encontraron en el desierto, en una zona cercana a la ciudad?-decía James, agrgando una seriedad extrema a su voz-Pues más allá había un laboratorio secreto. Ahí fuí creado.
-¿Creado?-dijo Iris, confundida-¿O sea que no eres...?
-Así es.-la interrumpió James-No soy humano. Yo soy un prototipo de androide, hecho como un humano de verdad, con la excepción de que puedo convertir mis brazos en pistolas. Lo que ha pasado hasta ahora fue...
James le contó a Iris toda la historia, desde que conoció Central Tech City, desarrolló sus emociones, la malvada ambición de Mr. Proto, la traición de Fray y lo que sabía sobre la verdadera ambición de Fray.
-...y entonces explotó el laboratorio, dejando el tan famoso cráter. Yo me salvé debido a que me teletransporté a causa de un sistema desconocido.-concluyó James.
-¿Y qué fue de Fray?-preguntó Iris.
-No lo sé.-dijo James-Creo que se lo llevó la tormenta de arena. Si sigue vivo y lo encuentro, lo haré responder a mis dudas.
-No... no creí que tu historia haya sido tan trágica.-dijo Iris, seria-Me alegra saber que escogiste el buen camino.
-Si...-dijo James, serio-No le debes contar de esto a nadie. Yo confío en tí.-hizo una pausa antes de continuar-¿Tú confías en mí?
-Claro.-decía Iris-Vamos a la rueda de la fortuna.
Ambos fueron a la rueda. Al detenerse mientras estaban en la cima, ambos empezaron a hablarse con un tono lleno de sentimiento:
-Estamos en lo alto de la rueda, James.-decía Iris, mientras volteó hacia el atardecer-La puesta de Sol es hermosa desde aquí, ¿no lo crees?
-Si...-decía James, contemplando el atardecer-Es muy hermosa... pero... no tanto como tú lo eres.
-Eres muy lindo, y me agradó estar toda una semana contigo.-dijo Iris-Me alegro de haberte encontrado, y me pregunto qué habrá pasado si no lo hubiera hecho.
-Yo también...-dijo James, y volteó para verse cara a cara con Iris-Si no me hubieras encontrado, quizá no habríamos podido disfrutar este día tan especial para nosotros. Y tampoco podría haber dicho unas palabras que quizá no hubieras esperado escuchar de mí.
-Y, ¿cuáles palabras son esas?-preguntó Iris, nerviosa.
-Aquéllas palabras son...-decía James lentamente, haciéndo una pausa antes de continuar-Yo... yo, te... te amo, Iris. Como aquélla voz en mi cabeza que me dijo que hiciera lo correcto. Como aquél atardecer por allá. Y sobre todo, como a aquélla chica que conocí en el desierto, sin que me diera cuenta de que llegara a ser tan dulce...
-Vaya, James... quiero decir, Sombra...-dijo Iris, mientras lloraba de la felicidad-no... no creí... que.. a pesar de ser androide... fueras tan... tan... Ah, no tengo palabra alguna... para completar aquélla frase... Yo también te amo, Sombra, al conocer tus emociones, tu carácter y... más recientemente... tu historia.
-Gracias, Iris...-dijo James, sonriendo, pero al ver dónde estaban dijo-Parece que la rueda ya casi llega a la bajada. Prepárate para ir a casa.
-S...sí.-dijo Iris, aún llorando de la felicidad.
Y se fueron, dejando lentamente el parque atrás, ambos agarrados de la mano y en un sólo rumbo: a casa. Cómo la historia de esta pareja terminará, sigue siendo un misterio... por ahora.
Capítulo 5:
Tres días habían pasado ya de aquélla noche donde James e Iris declararon su amor el uno al otro; y poco ha cambiado. Sin embargo, este día cambiará la vida de ambos jóvenes... y no de buena manera.
-El desayuno está listo.-decía Maribel, como si algo malo pasara en su mente-Vengan a la cocina.
-¡Si!-decían James e Iris.
''Me preocupa lo que encontré esta mañana.-pensó Maribel, preocupada-Si aquélla carta está en lo correcto, buscan a alguien llamado ''Sombra''; y ése es el verdadero nombre de James. Si no me equivoco, vendrán por él mañana. Deberé comentarle esto a James en secreto, ya que no puedo hacerlo frente a Iris. Ella es como el alma gemela de James; y no puedo herirla así...''
-Mamá,-preguntó Iris-¿estás preocupada de algo?
-Cl... ¡claro que no!-respondió Maribel, sobresaltada-¿por qué debería estarlo? Por ahora, vayan a desayunar.
James lanzó una mirada penetrante a Maribel, como si supiera en qué pensaba.
''Genial...-pensaba James, preocupado-Si mis sospechas son correctas, entonces Fray sigue vivo, y me ha encontrado. Deberé preguntarle los detalles a Maribel sin que Iris se dé cuenta, de lo contrario... quizá... quizá Fray... pero no quiero pensar eso...''
Todos estaban desayunando en la gran mesa del comedor. Iris no pudo evitar darse cuenta de que algo preocupaba a su madre y a James, pero no podía decir nada debido a que se veían demasiado nerviosos.
''Diablos, ¿qué estará pasando?-se preguntó Iris-Conozco a mamá; ella no me dirá algo que le preocupa. Conozco a James; él tal vez me cuente lo que pasa. Le preguntaré luego.''
Una vez todos acabaron de desayunar, Maribel le dijo a James que la acompañara. Iris preguntó si podía ir con ellos, pero Maribel se lo negó. Maribel y James se fueron a la gran oficina donde Maribel trabaja en casa. Cuando Maribel y James estaban solos, James empezó:
-Me buscan, ¿verdad?
-Sí.-contestó Maribel, preocupada. Antes de que continuara, observó que Iris no los escuchara; y prosiguió-Te busca alguien; pero incluso él no pudo violar la regla de correos. Se había rehusado a poner sus datos, así que se analizó su ADN cuando entregó la carta, y el encargado de checar el correo agregó sus datos; asegurando de que fueran verídicos. Aquí está la carta.
Maribel entregó la carta a James. Él desdobló la carta y la leyó.
''Sombra. Sé que estás en aquélla casa. Estoy seguro. Si esta carta llegó a tus manos, sabrás que te estoy buscando. Y parece que te encontré. Y ahora, no puedo arriesgarme a que te escapes. Así que instalé un pequeño rastreador en esta carta. No te preocupes por destruir la carta, ya que intentar eso, sólo haría que toda la ciudad se vuelva un cráter, como aquél laboratorio, ¿recuerdas? Sin embargo, cuando hayas leído esto, seguramente alejarás la carta de tí. No funcionará. Incluso si huyes, no podrás proteger a tu ''novia''. Mientras estaban en el parque, los espié y le puse un rastreador a ella, sabiendo que la protegerías con tu vida. Por cierto, ¿ella sabe que eres androide? Yo estoy seguro que sí. Además, estoy seguro que querrás respuestas. Respuestas sobre lo que debías ser. Respuestas sobre lo que tu creador quería. Respuestas sobre tí. Iré a aquélla casa el día después de que recibas esta carta. Si no estás allí, asesinaré a tu ''novia''. Si ella no está ahí, la seguiré y aún así la mataré. Atentamente: Dr. Fray P. Carlillo.''
-¡Fray!-gritó James, furioso-¡Eres un maldito! ¡Podrías destruirme a mí, pero no. Quisiste tener a un rehén! ¡Si te veo, te haré pagar...! ¡Mañana... Espero que mañana pueda matarte por poner en riesgo la vida de Iris! ¡Eso es algo que no puedo perdonar!
''¿Qué pasará ahí dentro?-pensó Iris, preocupada-No escuchaba nada, pero ahora escuché los gritos. No entendí lo que decía pero pude entender que mi vida estaba en riesgo... James tiene mucho que responder cuando salga...''
-Te dejaré solo un rato, James.-dijo Maribel-Quizá así te puedas tranquilizar.
Pero James no hizo caso. Él estaba tan ensimismado en su rabia, que no ponía atención a nada a su alrededor. Sólo pensaba en una cosa: vengarse de Fray. Maribel había salido del cuarto, fue a la sala, donde estaba Iris, y le dijo:
-Se que quieres saber de qué hablamos James y yo. Se lo tendrás que preguntar a él, pero está furioso. Tendrás que esperar un poco.
''James... ¿furioso?-se preguntó Iris-Debió de enterarse de algo muy malo.''
Pasaron varias horas hasta que finalmente James salió del estudio. Parecía más calmado, pero aún estaba enojado. Buscó a Iris en la sala, y no estaba. La buscó en la cocina, y no estaba. Entonces decidió buscarla en su cuarto, donde ahí estaba, la bella Iris. James tocó y oyó a Iris decirle que pasara, sabiendo que era él.
-Sabía que eras tú. Ahora, ¿de qué hablaban ahí dentro?
-Sobre lo que pasará mañana.-contestó James.
-¿Qué pasará?-preguntó Iris.
-Fray nos visitará-respondió James.
-Pero, ¿no se lo había llevado la tormenta de arena?
-Sí, pero parece que volvió.
-Debo esconderme con mi madre.
-¡No! No... puedo permitírtelo.
-¿Por... por qué?-el tono de Iris era desesperado.
-Si te vas...-prosiguió James-Si te vas, te seguirá... y podría matarte. Y no puedo permitirlo.
-Entonces, ¿qué haremos?
-Fácil. Nos quedaremos aquí. Yo te cuidaré mientras duermes, en caso de que Fray nos visite temprano. Cuando despiertes me quedaré contigo, y te protegeré de Fray. Lo haré responder... y lo mataré.
Aquéllas últimas palabras hicieron un eco en la habitación, y una atmósfera de temor invadió la casa entera. Nadie podía esperar a la mañana siguiente, sobre todo James. Estaba tan furioso en su interior, que mataría a Fray sin dudarlo.
-El desayuno está listo.-decía Maribel, como si algo malo pasara en su mente-Vengan a la cocina.
-¡Si!-decían James e Iris.
''Me preocupa lo que encontré esta mañana.-pensó Maribel, preocupada-Si aquélla carta está en lo correcto, buscan a alguien llamado ''Sombra''; y ése es el verdadero nombre de James. Si no me equivoco, vendrán por él mañana. Deberé comentarle esto a James en secreto, ya que no puedo hacerlo frente a Iris. Ella es como el alma gemela de James; y no puedo herirla así...''
-Mamá,-preguntó Iris-¿estás preocupada de algo?
-Cl... ¡claro que no!-respondió Maribel, sobresaltada-¿por qué debería estarlo? Por ahora, vayan a desayunar.
James lanzó una mirada penetrante a Maribel, como si supiera en qué pensaba.
''Genial...-pensaba James, preocupado-Si mis sospechas son correctas, entonces Fray sigue vivo, y me ha encontrado. Deberé preguntarle los detalles a Maribel sin que Iris se dé cuenta, de lo contrario... quizá... quizá Fray... pero no quiero pensar eso...''
Todos estaban desayunando en la gran mesa del comedor. Iris no pudo evitar darse cuenta de que algo preocupaba a su madre y a James, pero no podía decir nada debido a que se veían demasiado nerviosos.
''Diablos, ¿qué estará pasando?-se preguntó Iris-Conozco a mamá; ella no me dirá algo que le preocupa. Conozco a James; él tal vez me cuente lo que pasa. Le preguntaré luego.''
Una vez todos acabaron de desayunar, Maribel le dijo a James que la acompañara. Iris preguntó si podía ir con ellos, pero Maribel se lo negó. Maribel y James se fueron a la gran oficina donde Maribel trabaja en casa. Cuando Maribel y James estaban solos, James empezó:
-Me buscan, ¿verdad?
-Sí.-contestó Maribel, preocupada. Antes de que continuara, observó que Iris no los escuchara; y prosiguió-Te busca alguien; pero incluso él no pudo violar la regla de correos. Se había rehusado a poner sus datos, así que se analizó su ADN cuando entregó la carta, y el encargado de checar el correo agregó sus datos; asegurando de que fueran verídicos. Aquí está la carta.
Maribel entregó la carta a James. Él desdobló la carta y la leyó.
''Sombra. Sé que estás en aquélla casa. Estoy seguro. Si esta carta llegó a tus manos, sabrás que te estoy buscando. Y parece que te encontré. Y ahora, no puedo arriesgarme a que te escapes. Así que instalé un pequeño rastreador en esta carta. No te preocupes por destruir la carta, ya que intentar eso, sólo haría que toda la ciudad se vuelva un cráter, como aquél laboratorio, ¿recuerdas? Sin embargo, cuando hayas leído esto, seguramente alejarás la carta de tí. No funcionará. Incluso si huyes, no podrás proteger a tu ''novia''. Mientras estaban en el parque, los espié y le puse un rastreador a ella, sabiendo que la protegerías con tu vida. Por cierto, ¿ella sabe que eres androide? Yo estoy seguro que sí. Además, estoy seguro que querrás respuestas. Respuestas sobre lo que debías ser. Respuestas sobre lo que tu creador quería. Respuestas sobre tí. Iré a aquélla casa el día después de que recibas esta carta. Si no estás allí, asesinaré a tu ''novia''. Si ella no está ahí, la seguiré y aún así la mataré. Atentamente: Dr. Fray P. Carlillo.''
-¡Fray!-gritó James, furioso-¡Eres un maldito! ¡Podrías destruirme a mí, pero no. Quisiste tener a un rehén! ¡Si te veo, te haré pagar...! ¡Mañana... Espero que mañana pueda matarte por poner en riesgo la vida de Iris! ¡Eso es algo que no puedo perdonar!
''¿Qué pasará ahí dentro?-pensó Iris, preocupada-No escuchaba nada, pero ahora escuché los gritos. No entendí lo que decía pero pude entender que mi vida estaba en riesgo... James tiene mucho que responder cuando salga...''
-Te dejaré solo un rato, James.-dijo Maribel-Quizá así te puedas tranquilizar.
Pero James no hizo caso. Él estaba tan ensimismado en su rabia, que no ponía atención a nada a su alrededor. Sólo pensaba en una cosa: vengarse de Fray. Maribel había salido del cuarto, fue a la sala, donde estaba Iris, y le dijo:
-Se que quieres saber de qué hablamos James y yo. Se lo tendrás que preguntar a él, pero está furioso. Tendrás que esperar un poco.
''James... ¿furioso?-se preguntó Iris-Debió de enterarse de algo muy malo.''
Pasaron varias horas hasta que finalmente James salió del estudio. Parecía más calmado, pero aún estaba enojado. Buscó a Iris en la sala, y no estaba. La buscó en la cocina, y no estaba. Entonces decidió buscarla en su cuarto, donde ahí estaba, la bella Iris. James tocó y oyó a Iris decirle que pasara, sabiendo que era él.
-Sabía que eras tú. Ahora, ¿de qué hablaban ahí dentro?
-Sobre lo que pasará mañana.-contestó James.
-¿Qué pasará?-preguntó Iris.
-Fray nos visitará-respondió James.
-Pero, ¿no se lo había llevado la tormenta de arena?
-Sí, pero parece que volvió.
-Debo esconderme con mi madre.
-¡No! No... puedo permitírtelo.
-¿Por... por qué?-el tono de Iris era desesperado.
-Si te vas...-prosiguió James-Si te vas, te seguirá... y podría matarte. Y no puedo permitirlo.
-Entonces, ¿qué haremos?
-Fácil. Nos quedaremos aquí. Yo te cuidaré mientras duermes, en caso de que Fray nos visite temprano. Cuando despiertes me quedaré contigo, y te protegeré de Fray. Lo haré responder... y lo mataré.
Aquéllas últimas palabras hicieron un eco en la habitación, y una atmósfera de temor invadió la casa entera. Nadie podía esperar a la mañana siguiente, sobre todo James. Estaba tan furioso en su interior, que mataría a Fray sin dudarlo.
Capítulo 6:
La noche pasaba muy lento. James no podía esperar, pero lo hacía para poder proteger a Iris en caso de que algo malo pasara. James estaba muy furioso, y sólo pensaba en lo que le haría a Fray. James alzó su pistola-brazo, y apuntó a la puerta, aunque no tuviese motivo alguno de hacerlo; pero lo hacía por precaución. Lo haría en caso de que Fray entrase, o en caso de que alguien más entrase al cuarto. Iris dormía tranquilamente, pero a pesar de dormir, su preocupación era notable. No en su cara, ni en su manera de dormir; sino en sus pensamientos.
''Iris.-pensaba James-Sé que estás preocupada, aunque no se note en el exterior, pero yo sé que piensas. Querida Iris... yo te protegeré y no dejaré que nada te pase. Confío en tí, y tú confías en mí. Si Fray se atreve a hacerte algo malo, haré que se arrepienta de haberlo hecho. Iris...''
Por ahora, nadie sabría si Fray se anticiparía a la mañana, pero James presentía que algo pasaría.
De repente, se oyó un ruido. Un ruido muy sigiloso, como si alguien hubiera entrado a hurtadillas. James pensó en Fray, así que empezó a alzar su brazo-pistola, y apuntó a la puerta, en posición de disparo.
Se oían pasos muy sigilosos subiendo al segundo piso. James lo escuchaba, y cargó energía en su brazo para después disparar, en caso de que fuera alguien que les hiciera daño.
Entonces, la puerta del cuarto se abrió de golpe y, sin ver quién la había abierto, disparó. Vió una persona, más específicamente, un hombre; caer de espalda debido a la magnitud del disparo que había recibido. James inspeccionó más de cerca al cuerpo, y descubrió que no era humano.
''Un androide.-pensó James, preocupado-Fray logró desarrollar androides en base a los planos originales de Mr. Proto. Me pregunto, ¿cómo logró desarrollar androides, si supuestamente los planos fueron destruidos en el laboratorio? Y más importante, ¿cómo logró conseguir la tecnología para desarrollar androides, si supuestamente no existe esa tecnología en otro lado? Esto me da muy mala espina''.
Ya eran las siete de la mañana, e Iris y Maribel ya habían despertado.
-Buenos días, Iris.-dijo James, en tono sarcástico, y después dijo, con tono serio-Ven, acompáñame a la sala, y ve por tu madre.
Iris afirmó con la cabeza, y fue por su madre. Una vez le explicó la situación, ambas bajaron a la sala, donde vieron a James apuntar con su brazo-pistola a la puerta principal.
-James.-dijo Iris-Ya estamos aquí.
-Bien.-las recibió James-Quédense aquí, y no se muevan. Si se van, no puedo garantizar que estén seguras.
Ambas hicieron caso. Rato después, el timbre de la puerta sonó.
-Maribel,-ordenó James-abre la puerta. Despacio.
Maribel obedeció, y abrió la puerta lentamente. James preparó su pistola en caso de que fuera otro androide. Pero ese no fue el caso. Era nada mas, y nada menos que Fray, con dos androides que lo acompañaban.
-Sombra.-saludó Fray, sonriendo-Parece que no has cambiado nada. Bueno, esa es una cualidad de androides. Nunca cambian.
-También estoy feliz de verte, Fray.-respondió James.
-Vamos, dejanos entrar a mí y a mis amigos-pidió Fray.
-Me temo que no.-dijo James-No pondrás ni un pie en la casa.
-Entonces, me abriré camino. Androides, si no es problema.
Fray dió un paso hacia atrás, dando el lugar a un androide. Al ver eso, James disparó al androide. Sólo un disparo fue suficiente para destruir al androide.
-No seas cobarde, Fray.-rechistó James-Mandar a tus ''amigos'' a hacer el trabajo es sucio.
-Lo sé.-decía Fray, muy tranquilo-Eso sólo fue para probarte. Y tu recompensa es que te contaré mis secretos. Verás... yo soy el hijo de Mr. Proto.-todos en la casa se sorprendieron al oir eso-Así es, mi nombre es Fray Proto Carlillo. Yo fuí quien influenció a mi papá a que cayera a la maldad en su corazón. Yo convencí a su mejor amigo para que lo traicionara. Yo lo utilizé para que mi codicia se hiciera realidad. ¿Y sabes qué? ¡Funcionó! ¡Hahahahahahaha! Y ahora, con mis androides, destruiré a la ciudad.
-¡No!-dijo James, lanzando un disparo.
Desafortunadamente, el otro androide bloqueó el disparo, y Fray escapó.
-¡Fray!-gritó James, muy furioso-¡No solo a mí, también a la ciudad! ¡Si te encuento, aseguro que te mataré! ¡Dalo por hecho!
''Iris.-pensaba James-Sé que estás preocupada, aunque no se note en el exterior, pero yo sé que piensas. Querida Iris... yo te protegeré y no dejaré que nada te pase. Confío en tí, y tú confías en mí. Si Fray se atreve a hacerte algo malo, haré que se arrepienta de haberlo hecho. Iris...''
Por ahora, nadie sabría si Fray se anticiparía a la mañana, pero James presentía que algo pasaría.
De repente, se oyó un ruido. Un ruido muy sigiloso, como si alguien hubiera entrado a hurtadillas. James pensó en Fray, así que empezó a alzar su brazo-pistola, y apuntó a la puerta, en posición de disparo.
Se oían pasos muy sigilosos subiendo al segundo piso. James lo escuchaba, y cargó energía en su brazo para después disparar, en caso de que fuera alguien que les hiciera daño.
Entonces, la puerta del cuarto se abrió de golpe y, sin ver quién la había abierto, disparó. Vió una persona, más específicamente, un hombre; caer de espalda debido a la magnitud del disparo que había recibido. James inspeccionó más de cerca al cuerpo, y descubrió que no era humano.
''Un androide.-pensó James, preocupado-Fray logró desarrollar androides en base a los planos originales de Mr. Proto. Me pregunto, ¿cómo logró desarrollar androides, si supuestamente los planos fueron destruidos en el laboratorio? Y más importante, ¿cómo logró conseguir la tecnología para desarrollar androides, si supuestamente no existe esa tecnología en otro lado? Esto me da muy mala espina''.
Ya eran las siete de la mañana, e Iris y Maribel ya habían despertado.
-Buenos días, Iris.-dijo James, en tono sarcástico, y después dijo, con tono serio-Ven, acompáñame a la sala, y ve por tu madre.
Iris afirmó con la cabeza, y fue por su madre. Una vez le explicó la situación, ambas bajaron a la sala, donde vieron a James apuntar con su brazo-pistola a la puerta principal.
-James.-dijo Iris-Ya estamos aquí.
-Bien.-las recibió James-Quédense aquí, y no se muevan. Si se van, no puedo garantizar que estén seguras.
Ambas hicieron caso. Rato después, el timbre de la puerta sonó.
-Maribel,-ordenó James-abre la puerta. Despacio.
Maribel obedeció, y abrió la puerta lentamente. James preparó su pistola en caso de que fuera otro androide. Pero ese no fue el caso. Era nada mas, y nada menos que Fray, con dos androides que lo acompañaban.
-Sombra.-saludó Fray, sonriendo-Parece que no has cambiado nada. Bueno, esa es una cualidad de androides. Nunca cambian.
-También estoy feliz de verte, Fray.-respondió James.
-Vamos, dejanos entrar a mí y a mis amigos-pidió Fray.
-Me temo que no.-dijo James-No pondrás ni un pie en la casa.
-Entonces, me abriré camino. Androides, si no es problema.
Fray dió un paso hacia atrás, dando el lugar a un androide. Al ver eso, James disparó al androide. Sólo un disparo fue suficiente para destruir al androide.
-No seas cobarde, Fray.-rechistó James-Mandar a tus ''amigos'' a hacer el trabajo es sucio.
-Lo sé.-decía Fray, muy tranquilo-Eso sólo fue para probarte. Y tu recompensa es que te contaré mis secretos. Verás... yo soy el hijo de Mr. Proto.-todos en la casa se sorprendieron al oir eso-Así es, mi nombre es Fray Proto Carlillo. Yo fuí quien influenció a mi papá a que cayera a la maldad en su corazón. Yo convencí a su mejor amigo para que lo traicionara. Yo lo utilizé para que mi codicia se hiciera realidad. ¿Y sabes qué? ¡Funcionó! ¡Hahahahahahaha! Y ahora, con mis androides, destruiré a la ciudad.
-¡No!-dijo James, lanzando un disparo.
Desafortunadamente, el otro androide bloqueó el disparo, y Fray escapó.
-¡Fray!-gritó James, muy furioso-¡No solo a mí, también a la ciudad! ¡Si te encuento, aseguro que te mataré! ¡Dalo por hecho!
Capítulo 7:
Después de la huída de Fray; Maribel e Iris se quedaron boquiabiertas por la furia de James. No sólo estaba furioso, lastimaría a cualquiera que sepa de Fray, salvo sus amigas. Ahora, su mente sólo estaba enfocado en encontrar a Fray; sin embargo, no tenía ni idea dónde podría empezar a buscar, así que le pidió un favor a Maribel.
-Maribel. Quiero que uses tu puesto como reportera para saber algo de Fray. No importa lo que sea. Sólo quiero un poco de información de él.
-S... sí, James-aceptó Maribel, nerviosa; y se metió al estudio y cerró la puerta.
-Y tú, Iris. Ven conmigo. Busquemos a Fray.
-Sí, James-respondió Iris.
Entonces ambos se fueron, y Maribel se quedó sola en la casa. Afortunadamente para ella, Fray no le tomaba importancia, sólo quería a James y a Iris. Muertos.
Habían caminado hasta la salida a la ciudad. James sabía muy bien a donde ir, e Iris trató de pensar qué querría James en el desierto. Caminaron mucho, hasta que de repente James dijo:
-Ya llegamos.
-¿Qué tiene de especial este lugar?-preguntó Iris-Yo sólo veo arena.
-Pisa con fuerza-respondió James-Notarás que la arena está más dura aquí.
-Cierto-confirmó Iris, al pisar fuerte.
-Si mis sospechas son correctas, Fray hizo su laboratorio en dónde anteriormente estaba el otro. Y ese lugar es aquí. Parece que lo reconstruyó e hizo un mejor trabajo al esconderlo. Iris, sólo quería que llegaras aquí para que sepas a donde fui si no regreso. Vuelve a casa, habla con tu madre y escóndanse. No importa en donde. Y recuerda estas palabras: Yo te amo, y tú a mí. Yo confío en tí, y tú en mí. Ahora, tu confianza está a prueba. Seguro volverás a este lugar, y me recordarás. Vuelve mañana en la mañana. Busca mis partes. Si las encuentras, llévalas al mejor mecánico de la ciudad. Con suerte, nos volveremos a ver. Adios... Iris.
Y tras esas palabras, James disparó al suelo con su brazo-pistola, abriendo un hueco en la arena. Sin decir nada, entró al hueco.
-James...-dijo Iris, triste y llorando-Volveré... mañana... Mañana volveré por tí... Espero encontrarte.
Entonces Iris se fué llorando a la ciudad, a toda prisa, a buscar a su madre para esconderse; y se encontró con una desagradable sorpresa.
-La... la ciudad... la ciudad ha sido... destruida...
Era verdad. La ciudad estaba en llamas. Había policías peleando contra androides, pero éstos resistían. Los androides golpeaban los edificios por dentro y por fuera, y los destruían. Pero parecía que no podían usar el sistema de armas. Iris pensó:
''La única esperanza es que James logre destruir el laboratorio. Tal vez eso desactive a los androides. A él parece que no, debido a que es un prototipo. Por ahora, me iré a esconder.''
Iris encontró un buen escondite. Era la zona selvática de aquél parque donde James le había dicho todo, y eso sólo hizo que se sintiera más triste.
''James. Yo... te amo. Tú... me amas. Yo... confío en tí. Tú... confías en mí... Te esperaré pacientemente y mañana... mañana iré por tí...''
-Maribel. Quiero que uses tu puesto como reportera para saber algo de Fray. No importa lo que sea. Sólo quiero un poco de información de él.
-S... sí, James-aceptó Maribel, nerviosa; y se metió al estudio y cerró la puerta.
-Y tú, Iris. Ven conmigo. Busquemos a Fray.
-Sí, James-respondió Iris.
Entonces ambos se fueron, y Maribel se quedó sola en la casa. Afortunadamente para ella, Fray no le tomaba importancia, sólo quería a James y a Iris. Muertos.
Habían caminado hasta la salida a la ciudad. James sabía muy bien a donde ir, e Iris trató de pensar qué querría James en el desierto. Caminaron mucho, hasta que de repente James dijo:
-Ya llegamos.
-¿Qué tiene de especial este lugar?-preguntó Iris-Yo sólo veo arena.
-Pisa con fuerza-respondió James-Notarás que la arena está más dura aquí.
-Cierto-confirmó Iris, al pisar fuerte.
-Si mis sospechas son correctas, Fray hizo su laboratorio en dónde anteriormente estaba el otro. Y ese lugar es aquí. Parece que lo reconstruyó e hizo un mejor trabajo al esconderlo. Iris, sólo quería que llegaras aquí para que sepas a donde fui si no regreso. Vuelve a casa, habla con tu madre y escóndanse. No importa en donde. Y recuerda estas palabras: Yo te amo, y tú a mí. Yo confío en tí, y tú en mí. Ahora, tu confianza está a prueba. Seguro volverás a este lugar, y me recordarás. Vuelve mañana en la mañana. Busca mis partes. Si las encuentras, llévalas al mejor mecánico de la ciudad. Con suerte, nos volveremos a ver. Adios... Iris.
Y tras esas palabras, James disparó al suelo con su brazo-pistola, abriendo un hueco en la arena. Sin decir nada, entró al hueco.
-James...-dijo Iris, triste y llorando-Volveré... mañana... Mañana volveré por tí... Espero encontrarte.
Entonces Iris se fué llorando a la ciudad, a toda prisa, a buscar a su madre para esconderse; y se encontró con una desagradable sorpresa.
-La... la ciudad... la ciudad ha sido... destruida...
Era verdad. La ciudad estaba en llamas. Había policías peleando contra androides, pero éstos resistían. Los androides golpeaban los edificios por dentro y por fuera, y los destruían. Pero parecía que no podían usar el sistema de armas. Iris pensó:
''La única esperanza es que James logre destruir el laboratorio. Tal vez eso desactive a los androides. A él parece que no, debido a que es un prototipo. Por ahora, me iré a esconder.''
Iris encontró un buen escondite. Era la zona selvática de aquél parque donde James le había dicho todo, y eso sólo hizo que se sintiera más triste.
''James. Yo... te amo. Tú... me amas. Yo... confío en tí. Tú... confías en mí... Te esperaré pacientemente y mañana... mañana iré por tí...''
Capítulo 8 (final):
El hoyo por donde entró James no era más que un atajo. Sabía que si entraba por el conducto principal, habría varios guardias androides. Aunque también sabía que podrían esperarlo por detrás, pero con menos fuerza.
En fin, al llegar al fondo del hoyo, James se paró y miró a su alrededor. Vió cosas raras. Vió varios humanos, sobre todo mecánicos, congelados en cápsulas.
''Piel humana.-pensó James-Eso debe de ser el secreto de los androides. Como muchos son mecánicos, los dedió de matar, y entonces criogenizar sus restos para que no se descompusieran. Robó cada pieza de robot de sus talleres, y después les quitó cada órgano humano y los reemplazó por partes de robots. O sea... que no son androides. Son robots disfrazados de humanos. No tienen sentimientos, pero tienen más fuerza que cualquier humano. Sólo les hace falta corazón para ser como yo.''
James ahora sabía cómo Fray consiguió hacer androides sin sentimientos. Lo que aún le hacía falta saber es cómo logró reconstruir el laboratorio. Para eso, siguió adelante. Había llegado a un cuarto muy angosto. Sólo había una puerta hasta el final. Continuó, hasta llegar a lo que parecía una sala de control. Avanzó rápidamente hasta la computadora, pero descubrió que era una trampa. La computadora disparó una alarma, y androides se dirigieron a ese lugar. James transformó su brazo y avanzó lentamente hacia el centro del cuarto. Así, al aparecer los androides, James les pudo disparar a todos con suma facilidad. Al destruir al último androide, se activó lo que parecía un elevador en el centro del cuarto. Como James ya estaba sobre él, emezó a subir, y llegó a otro cuarto, igual al anterior. La diferencia es que aquél cuarto era la verdadera sala de control. No había ninguna otra manera de acceder a ese cuarto. Entonces avanzó fuera de la zona del elevador, y éste empezó a descender, dejando a James encerrado. Entonces un solitario científico caminó, y se dió cuenta de que era Fray.
-Fray.-dijo James-Al fin te encuentro.
-Sombra.-respondió Fray-Te estaba esperando. Como recompensa por llegar, te contaré cómo logré crear todo esto.
''Admito que, después de aquélla tormenta de arena, me alejé demasiado de esta ciudad. Al terminarse, me desmayé. Entonces, no sé que habrá pasado durante ese tiempo, pero al despertar estaba en el hospital de Central Tech City. Cuando me dieron de baja, decidí salir del hospital y diseñar un plan para eliminarte. Entonces, apareció frente a mí un hombre vestido de negro y me dijo que podría ayudarme si hacía algo por él. Me dijo que no se lo dijera a nadie, pero te lo diré. Dijo que si asesinaba al líder de la compañía Master Corp., la líder en el mercado; me ayudaría. Fue difícil, sin equipo; pero lo logré. Regresé y me dijo que me construiría un laboratorio en el lugar que había explotado en el desierto. Al terminarlo, le dije si podía hacer más por mí. Aceptó, y le hice asesinar humanos y robar piezas de robots.''
-Y así logré todo esto-concluyó Fray.
-A pesar de contarme eso, te eliminaré.-amenazó James.
-Incluso si me eliminas, no podrás detener a los androides que están destruyendo la ciudad.
-Quizá no... pero no puedo dejar que elimines a la ciudad. Y si te conozco bien, conectaste a los robots a cierta fuente de poder. Si destruyo el laboratorio, quizá beneficie a la ciudad.
-Eres listo, Sombra. Bueno, estoy listo. Mátame. Pero quizá tu ''novia'' no te quiera si sabe que te convertiste en un asesino.
-Ella entiende mis razones. Ahora, Fray... Muere.
James extendió el brazo hacia Fray, ahorcándolo. Luego, metió una mano en su pecho y le arrancó el corazón. Luego de eso, empezó a sonar una alarma.
''Autodestrucción por muerte de Fray activada. Explosión en 10 segundos.''
-Adios... humanidad. Adios... Iris. Me gustó vivir contigo.
Entonces el laboratorio explotó. La explosión fue enorme. Tanto, que nada pudo haber sobrevivido.
Mientras tanto, en la ciudad, los androides empezaron a estallar. Al darse cuenta, Iris pensó:
''James... lo lograste... Espero encontrarte mañana.''
Entonces, Iris se marhó de aquél parque y regresó a casa, donde encontró a su madre.
-Iris...-la recibió Maribel, triste-acabo de enterarme de que Fray había hecho un laboratorio secreto, y que hubo hace no mucho una explosión en el desierto y un ataque androide. Al menos, no llegaron aquí.
-Lo sé... pero mañana tendremos que ir a aquél lugar que explotó.
-Entonces, allí estaba ese laboratorio...
-Y no solo iremos por eso. Iremos a buscar las piezas de James. Con suerte, las encontraremos.
Ya se habían decidido. Irían mañana. Y así fue. Ahí había varias partes de androides. Ambas inspeccionaron cada parte, hasta que Iris encontró un androide. A pesar de que sus partes estaban en un mismo lugar, estaban separadas. Iris lo sentía. Era James.
Como James se lo había pedido, llevó sus partes al mejor mecánico, que resultó ser el nuevo líder de Master Corp.
-¿Qué es esto?-preguntó el hombre.
-Es un androide.-respondió Iris-¿Puedes repararlo?
-Claro. Conocí a un científico que me ayudó a llegar a este puesto, y él me dió el plano de un prototipo de androide, diciendo que quizá traerían a uno. Con estos planos, repararlo no será problema. Ven mañana por él.
-Sí, señor-dijo Iris, esperanzada.
El señor empezó a reparar a James. Iris se fué a casa, y pensó:
''Un científico. Debió de ser Fray. Tal vez, sabía que James lo mataría, así que, pensando que ese hombre era malvado, le dió los planos para que, si él no lograba dominar el mundo, ese hombre podría.''
La noche pasó rápido, e Iris salió muy temprano al edificio de Master Corp. Se sorprendió al entrar. Vió a James, y se quedó sin palabras.
-Aquí está tu androide.-dijo el hombre-Él me dijo su historia. Supe que aquél hombre del que hablaba era ese científico. Yo sabía que era un mal tipo. Por eso, yo fingí ser un mal tipo, y aproveché para tomar el liderazgo de Master Corp. Él, a cambio, me dió los planos de los androides. Con estos planos, quizá pueda crear androides para el bien de la sociedad. No bajo mi nombre, sino bajo el nombre de la compañía. Master Corp. logrará crear un mejor mundo.
-Muchas... muchísimas gracias por repararlo.
-Por nada. Y, por cierto, llámame Plate. Señor Plate.
-Bueno, gracias, Plate. Vámonos, James.
-Lo siento, Iris,-dijo James-pero no voy contigo.
-¿Por... por qué?
-Sabes que te amo, pero tengo que irme de esta ciudad. Voy a viajar por el mundo a ver otras ciudades. No te preocupes, Master Corp. y Plate me protegerán y me financiarán los viajes. Volveré a Central Tech City. No sé cuando, pero lo haré.-caminó hacia la entrada, y dijo-Adiós... Iris...
Y caminó, hasta salir de vista. No sabía a donde iría, pero sabía lo que tenía que hacer...
''Regresaré, Iris. Es una promesa...''
En fin, al llegar al fondo del hoyo, James se paró y miró a su alrededor. Vió cosas raras. Vió varios humanos, sobre todo mecánicos, congelados en cápsulas.
''Piel humana.-pensó James-Eso debe de ser el secreto de los androides. Como muchos son mecánicos, los dedió de matar, y entonces criogenizar sus restos para que no se descompusieran. Robó cada pieza de robot de sus talleres, y después les quitó cada órgano humano y los reemplazó por partes de robots. O sea... que no son androides. Son robots disfrazados de humanos. No tienen sentimientos, pero tienen más fuerza que cualquier humano. Sólo les hace falta corazón para ser como yo.''
James ahora sabía cómo Fray consiguió hacer androides sin sentimientos. Lo que aún le hacía falta saber es cómo logró reconstruir el laboratorio. Para eso, siguió adelante. Había llegado a un cuarto muy angosto. Sólo había una puerta hasta el final. Continuó, hasta llegar a lo que parecía una sala de control. Avanzó rápidamente hasta la computadora, pero descubrió que era una trampa. La computadora disparó una alarma, y androides se dirigieron a ese lugar. James transformó su brazo y avanzó lentamente hacia el centro del cuarto. Así, al aparecer los androides, James les pudo disparar a todos con suma facilidad. Al destruir al último androide, se activó lo que parecía un elevador en el centro del cuarto. Como James ya estaba sobre él, emezó a subir, y llegó a otro cuarto, igual al anterior. La diferencia es que aquél cuarto era la verdadera sala de control. No había ninguna otra manera de acceder a ese cuarto. Entonces avanzó fuera de la zona del elevador, y éste empezó a descender, dejando a James encerrado. Entonces un solitario científico caminó, y se dió cuenta de que era Fray.
-Fray.-dijo James-Al fin te encuentro.
-Sombra.-respondió Fray-Te estaba esperando. Como recompensa por llegar, te contaré cómo logré crear todo esto.
''Admito que, después de aquélla tormenta de arena, me alejé demasiado de esta ciudad. Al terminarse, me desmayé. Entonces, no sé que habrá pasado durante ese tiempo, pero al despertar estaba en el hospital de Central Tech City. Cuando me dieron de baja, decidí salir del hospital y diseñar un plan para eliminarte. Entonces, apareció frente a mí un hombre vestido de negro y me dijo que podría ayudarme si hacía algo por él. Me dijo que no se lo dijera a nadie, pero te lo diré. Dijo que si asesinaba al líder de la compañía Master Corp., la líder en el mercado; me ayudaría. Fue difícil, sin equipo; pero lo logré. Regresé y me dijo que me construiría un laboratorio en el lugar que había explotado en el desierto. Al terminarlo, le dije si podía hacer más por mí. Aceptó, y le hice asesinar humanos y robar piezas de robots.''
-Y así logré todo esto-concluyó Fray.
-A pesar de contarme eso, te eliminaré.-amenazó James.
-Incluso si me eliminas, no podrás detener a los androides que están destruyendo la ciudad.
-Quizá no... pero no puedo dejar que elimines a la ciudad. Y si te conozco bien, conectaste a los robots a cierta fuente de poder. Si destruyo el laboratorio, quizá beneficie a la ciudad.
-Eres listo, Sombra. Bueno, estoy listo. Mátame. Pero quizá tu ''novia'' no te quiera si sabe que te convertiste en un asesino.
-Ella entiende mis razones. Ahora, Fray... Muere.
James extendió el brazo hacia Fray, ahorcándolo. Luego, metió una mano en su pecho y le arrancó el corazón. Luego de eso, empezó a sonar una alarma.
''Autodestrucción por muerte de Fray activada. Explosión en 10 segundos.''
-Adios... humanidad. Adios... Iris. Me gustó vivir contigo.
Entonces el laboratorio explotó. La explosión fue enorme. Tanto, que nada pudo haber sobrevivido.
Mientras tanto, en la ciudad, los androides empezaron a estallar. Al darse cuenta, Iris pensó:
''James... lo lograste... Espero encontrarte mañana.''
Entonces, Iris se marhó de aquél parque y regresó a casa, donde encontró a su madre.
-Iris...-la recibió Maribel, triste-acabo de enterarme de que Fray había hecho un laboratorio secreto, y que hubo hace no mucho una explosión en el desierto y un ataque androide. Al menos, no llegaron aquí.
-Lo sé... pero mañana tendremos que ir a aquél lugar que explotó.
-Entonces, allí estaba ese laboratorio...
-Y no solo iremos por eso. Iremos a buscar las piezas de James. Con suerte, las encontraremos.
Ya se habían decidido. Irían mañana. Y así fue. Ahí había varias partes de androides. Ambas inspeccionaron cada parte, hasta que Iris encontró un androide. A pesar de que sus partes estaban en un mismo lugar, estaban separadas. Iris lo sentía. Era James.
Como James se lo había pedido, llevó sus partes al mejor mecánico, que resultó ser el nuevo líder de Master Corp.
-¿Qué es esto?-preguntó el hombre.
-Es un androide.-respondió Iris-¿Puedes repararlo?
-Claro. Conocí a un científico que me ayudó a llegar a este puesto, y él me dió el plano de un prototipo de androide, diciendo que quizá traerían a uno. Con estos planos, repararlo no será problema. Ven mañana por él.
-Sí, señor-dijo Iris, esperanzada.
El señor empezó a reparar a James. Iris se fué a casa, y pensó:
''Un científico. Debió de ser Fray. Tal vez, sabía que James lo mataría, así que, pensando que ese hombre era malvado, le dió los planos para que, si él no lograba dominar el mundo, ese hombre podría.''
La noche pasó rápido, e Iris salió muy temprano al edificio de Master Corp. Se sorprendió al entrar. Vió a James, y se quedó sin palabras.
-Aquí está tu androide.-dijo el hombre-Él me dijo su historia. Supe que aquél hombre del que hablaba era ese científico. Yo sabía que era un mal tipo. Por eso, yo fingí ser un mal tipo, y aproveché para tomar el liderazgo de Master Corp. Él, a cambio, me dió los planos de los androides. Con estos planos, quizá pueda crear androides para el bien de la sociedad. No bajo mi nombre, sino bajo el nombre de la compañía. Master Corp. logrará crear un mejor mundo.
-Muchas... muchísimas gracias por repararlo.
-Por nada. Y, por cierto, llámame Plate. Señor Plate.
-Bueno, gracias, Plate. Vámonos, James.
-Lo siento, Iris,-dijo James-pero no voy contigo.
-¿Por... por qué?
-Sabes que te amo, pero tengo que irme de esta ciudad. Voy a viajar por el mundo a ver otras ciudades. No te preocupes, Master Corp. y Plate me protegerán y me financiarán los viajes. Volveré a Central Tech City. No sé cuando, pero lo haré.-caminó hacia la entrada, y dijo-Adiós... Iris...
Y caminó, hasta salir de vista. No sabía a donde iría, pero sabía lo que tenía que hacer...
''Regresaré, Iris. Es una promesa...''
Capítulo extra:
Antes de irse de Central Tech City, James pensó en varias cosas. Sus amigos, sus aliadas y... su amor... Se supone que el día de mañana iría al aeropuerto, pero en vez de eso, iría a la sede de Master Corp. para ver a Plate. Sin embargo, no tenía donde quedarse por la noche, así que decidió hacerle una visita a Iris, pero pensó:
''¿Qué pasará si voy a su casa? No lo sé... Podría cambiar de opinión y quedarme en Central Tech City, o podría... podría llevarme a Iris conmigo, pero, ¿qué pasa si Maribel no lo aprueba? Y aún peor. ¿qué pasará si no estoy para protegerla y le pasa algo malo? Tendré que pensarlo muy bien...''
Entonces, ya que aún era de día, decidió ir al edificio de Master Corp. Al llegar al edificio, las puertas se abrieron automáticamente, dejando entrar a James. Entonces subió a la planta más alta del edificio, donde vería algo que no le agradaría... Al abrirse las puertas del ascensor vió a Plate dándole una copia de los planos a gente de batas blancas, con gafetes... Al verlos, James no los reconoció, debido a que no los ha visto, pero ellos lo reconocieron bien. Al ver al furioso androide, ambos huyeron por el acceso de emergencia. Plate le dijo:
-No te preocupes. Ellos son buenos. Ellos construirán a los androides de Master Corp. para el resto de la sociedad.
-Sí, pero no le puedes dar esa información a cualquiera.
-Ya te dije. No te tienes que preocupar. Si intentan algo que no deben, no lograrán construir androides. Mucho menos si cambian los planos. En fin, ¿a qué venías?
-Sólo venía por mis pasaportes-mintió James.
-No es lo que quieres en realidad.-dedujo Plate-Veniste a que te diera otro boleto, pero te da pena decirlo.
-Quizá si tiene razón... Quizá no. Sólo quería que me hiciera un favor.
-Bien, como invitado especial, te daré un favor.
-¿Podría mandar a uno de sus hombres a casa de la niña que me trajo y traerla?
-Ya sabía que pedirías eso. Por eso, le dije que no se fuera. Que regresarías. Ella está en aquél cuarto. Entra si quieres.
Al oir esas últimas palabras, James avanzó hacia la puerta que, comparada con el resto, ésta era más grande y estaba hecha de oro puro. Incluso en el futuro, el oro puro es aún más difícil de conseguir. Abrió la puerta sin dificultad y ahí la vió, parada, a Iris.
-Iris, estoy aquí.
Pero ella no volteó a verlo, así que James decidió avanzar un poco. Pero Iris no reaccionaba. Estaba paralizada, mirando al suelo triste. Estaba tan adentro de su mente, que parecía haberse cegado a todo lo que la rodeaba. James decidió avanzar hasta verse cara a cara con Iris, y al llegar, agarró sus manos como si fueran delicadas rosas y dijo:
-Iris... Iris. Despierta, estás en un trance.
Iris no reaccionaba, así que James, en vez de soltarla, la abrazó muy delicadamente y repitió:
-Iris, por favor, despierta. Sigo aquí, y estoy contigo.
La bella Iris parecía entrar en razón. Levantaba los brazos hasta abrazar a James, y susurró algo al oído de James:
-James... No te vayas... Yo te quiero siempre conmigo...
-Iris...-James estaba llorando, debido a su apariencia humana-Ya... me decidí... en vez... de irme, te llevaré... a mi lado. Siempre...
-¿De... de verdad?
-Sí... pero... deja de llorar... Verte triste... me duele mucho...
-Está bien...
-Aunque tu madre no esté de acuerdo... yo te llevaré...
-Igual ya soy lo suficientemente mayor para irme por mi lado. Y gracias, James.
-Por nada. Vamos a pedirle los pasaportes a Plate.
-Sí.
Ambos ya no estaban tristes. Ahora están más felices de lo que cualquiera puede llegar a estar.
Después de pedir los pasaportes, ambos decidieron tomar el vuelo hacia cualquier lugar, bajo el pago de Master Corp.
Al fin, ambos jóvenes eran felices, y su historia finalmente ha llegado a su fin...
''¿Qué pasará si voy a su casa? No lo sé... Podría cambiar de opinión y quedarme en Central Tech City, o podría... podría llevarme a Iris conmigo, pero, ¿qué pasa si Maribel no lo aprueba? Y aún peor. ¿qué pasará si no estoy para protegerla y le pasa algo malo? Tendré que pensarlo muy bien...''
Entonces, ya que aún era de día, decidió ir al edificio de Master Corp. Al llegar al edificio, las puertas se abrieron automáticamente, dejando entrar a James. Entonces subió a la planta más alta del edificio, donde vería algo que no le agradaría... Al abrirse las puertas del ascensor vió a Plate dándole una copia de los planos a gente de batas blancas, con gafetes... Al verlos, James no los reconoció, debido a que no los ha visto, pero ellos lo reconocieron bien. Al ver al furioso androide, ambos huyeron por el acceso de emergencia. Plate le dijo:
-No te preocupes. Ellos son buenos. Ellos construirán a los androides de Master Corp. para el resto de la sociedad.
-Sí, pero no le puedes dar esa información a cualquiera.
-Ya te dije. No te tienes que preocupar. Si intentan algo que no deben, no lograrán construir androides. Mucho menos si cambian los planos. En fin, ¿a qué venías?
-Sólo venía por mis pasaportes-mintió James.
-No es lo que quieres en realidad.-dedujo Plate-Veniste a que te diera otro boleto, pero te da pena decirlo.
-Quizá si tiene razón... Quizá no. Sólo quería que me hiciera un favor.
-Bien, como invitado especial, te daré un favor.
-¿Podría mandar a uno de sus hombres a casa de la niña que me trajo y traerla?
-Ya sabía que pedirías eso. Por eso, le dije que no se fuera. Que regresarías. Ella está en aquél cuarto. Entra si quieres.
Al oir esas últimas palabras, James avanzó hacia la puerta que, comparada con el resto, ésta era más grande y estaba hecha de oro puro. Incluso en el futuro, el oro puro es aún más difícil de conseguir. Abrió la puerta sin dificultad y ahí la vió, parada, a Iris.
-Iris, estoy aquí.
Pero ella no volteó a verlo, así que James decidió avanzar un poco. Pero Iris no reaccionaba. Estaba paralizada, mirando al suelo triste. Estaba tan adentro de su mente, que parecía haberse cegado a todo lo que la rodeaba. James decidió avanzar hasta verse cara a cara con Iris, y al llegar, agarró sus manos como si fueran delicadas rosas y dijo:
-Iris... Iris. Despierta, estás en un trance.
Iris no reaccionaba, así que James, en vez de soltarla, la abrazó muy delicadamente y repitió:
-Iris, por favor, despierta. Sigo aquí, y estoy contigo.
La bella Iris parecía entrar en razón. Levantaba los brazos hasta abrazar a James, y susurró algo al oído de James:
-James... No te vayas... Yo te quiero siempre conmigo...
-Iris...-James estaba llorando, debido a su apariencia humana-Ya... me decidí... en vez... de irme, te llevaré... a mi lado. Siempre...
-¿De... de verdad?
-Sí... pero... deja de llorar... Verte triste... me duele mucho...
-Está bien...
-Aunque tu madre no esté de acuerdo... yo te llevaré...
-Igual ya soy lo suficientemente mayor para irme por mi lado. Y gracias, James.
-Por nada. Vamos a pedirle los pasaportes a Plate.
-Sí.
Ambos ya no estaban tristes. Ahora están más felices de lo que cualquiera puede llegar a estar.
Después de pedir los pasaportes, ambos decidieron tomar el vuelo hacia cualquier lugar, bajo el pago de Master Corp.
Al fin, ambos jóvenes eran felices, y su historia finalmente ha llegado a su fin...
PD: Desde el capítulo 3 en adelante, salvo en puntos clave de la historia, Sombra es nombrado James.
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