Escribí esto hace un par de años...
Siempre quise contar esta historia a la gente o a algún dread, pero siempre me avergonzó pensar en que me creerían loco. Pero ahora tengo papel lápiz para que no tenga que contarla en persona a nadie, y la puedan leer sin conocerme. Aunque me da pánico, la historia comienza es esta:
Rachel, mi novia, caminaba hacia el patio de una casa del vecindario, cuando de la nada sin yo darme cuenta despareció y una especie de chispazo se dio donde estaba ella, me acerqué y me encontré con su ropa en el suelo, miré hacia arriba, porque pensaba que habían sido los OVNIS o talvez dios, todo se me pasó por la cabeza, entonces me puse a excavar en el lugar, sin ningún éxito, solo grité al aire y sin darme cuenta nuevamente se dio ese chispazo y todo se volvió oscuro.
Después de eso me vi sumido en una especie de mundo esponjoso, que no conocía ni teórica ni físicamente, todo era suave y atrayente, daban ganas de tocarlo y no moverse, yo estaba acostado en una cama de eso, cuando un raro ser entró con una bandeja y un signo raro en su ropa, si podía llamársele así…
Tenía la boca sobre los ojos, que eran negros y contrastaban con su blanco color, tenía unas antenas arriba con unas pelotas al final, no tenía una nariz como yo, tampoco piernas o brazos, medía mas o menos 80cm, y su voz era más molesto aun que el sonido de la interferencia entre teléfonos
Esa... Cosa, se me acercó y dijo haber estudiado mi rara forma y lenguaje, su voz era como mecánica o extraterrestre. Le pregunté quién era y rápidamente me contestó, pero no emitió ningún sonido, la información había aparecido de la nada.
“¿Cuál es tu nombre?” preguntó y contesté “Me conocen como Soulbad”, “¿En tu mundo?”, preguntó “Si, ¿como sabes que este no es mi mundo?”, “Porque yo te traje”, agregó, me dijo que lo siguiera y de la nada estaba parado. Camine atrás de él y una especie de puerta se abrió y un genial, curioso y raro mundo había tras esa pared de nada…
La Cosa me dijo que él era un Dread y su mundo estaba lleno de Dreads, Me llevó a otro lugar y me dijo que tenían una especie de portales a otros mundos donde habían otras criaturas, algunas más hábiles que los Dread y otras menos hábiles, pero cada una de ellas tenía su especialidad, la de ellos, los dread era el estudio de otras criaturas para saber de todas: defectos y especialidades, en el fondo su especialidad era la retención de información. Me contó que su capacidad de hacerlo era infinita y nunca olvidaban algo, entonces le pregunté si sabía donde estaba Rachel y dijo que lo siguiera, me llevó a una cápsula rara y viajé por su mundo, llegué a una luz, dijo “ése es un portal” y aparecimos en otro lugar en donde estaba Rachel, me dijo: “¿Ya te contaron todo?”:
-Si, son geniales.
-Cada detalle, cada lugar, no hay errores.
-Bueno, no me contaron tanto, pero por lo que eh visto no hay imperfecciones
-Es todo tan bien elaborado…
-A diferencia de nuestro mundo.
Luego de un tiempo que pasamos ahí, nos dimos cuenta de que lo que decíamos aquella vez era cierto, eran perfectos, su único defecto era ser muy débiles físicamente, podrían controlar tu mente, eran un cerebro cubierto de masa esponjosa, literalmente, medían 1 metro y medio de altura, su sociedad era la mejor que había conocido y su forma de interactuar entre ellos no tenía nada malo, todos se miraban de frente, no había jerarquía ni prejuicios. Pero un día uno de ellos me dijo que estaba aburrido de la perfección y necesitaba de mi habilidad física para romper esa aburrida rutina sin errores…
Dijo que lo que tenía planeado era crear una máquina como arma que yo podía usar para destruir todo y como recompensa el me ayudaría en la Tierra a saberlo todo, la única condición en el fondo era llevármelo, sin pensarlo, en una actitud egocéntrica, acepté la propuesta, con el paso del tiempo logró terminar el arma y además construyó un ejercito de criaturas que obedecerían mis órdenes.
Me enseñó como usar el arma y como darles órdenes a las criaturas y además un plano del país, que destruir , donde no ir, etc. Ya con todo listo tomé todo y me fui, le dije al dread que cuidara de Rachel y la enviara a la Tierra, entonces partí a destruir todo lo que viera, lancé un rayo hacia un edificio e implosionó, ante mi excitación e impresión disparé a todo lo que vi y cada vez era más adrenalínico, los dread no sabían que pasaba y se miraban unos a otros tratando de buscar una respuesta.
Al verlos así me dio algo de pena, pero continué para lograr mi propósito. Al final de toda la destrucción fui a buscar al dread que lo planeó todo y me encontré con una nota que decía:
“Gracias por ser tan tonto, humano, tú fuiste tu propio enemigo y el de Rachel al hacerme caso.”
Me asusté mucho y cuando dejé la carta en el piso pestañeé y todo estaba como antes de que lo destruyese, excepto por un portal, deduje que Rachel y el dread habían ido por ahí y me apresuré a cruzarlo, aparecí de un segundo a otro en mi casa, di un gran suspiro con una sonrisa de oreja a oreja, me acordé de Rachel y corrí hacia su casa, pero al salir de la mía me di cuenta de que todo estaba destruido. Ante mi desesperación corrí a buscar una explicación y una nave con un signo dread me perseguía. Muy exaltado corrí corrí, pero me di cuenta de que merecía morir, por ser yo quien, en el fondo había provocado eso… Cuando me detuve, el dread de aquella nave bajó, se paró al frente y dijo: “¿Ya te diste cuenta de lo que tus antivalores te hacen?” y desapareció…
Me arrodillé, miré al piso, reflexioné y me di cuenta de la escoria que fui, miré hacia arriba y mientras lo hacía, me percaté de que todo estaba en perfecto estado, nada había pasado, pero un dread apareció y dijo: “Necesitas a los demás, tu egocentrismo y anomia son innecesarias”.
Misanomía
Siempre quise contar esta historia a la gente o a algún dread, pero siempre me avergonzó pensar en que me creerían loco. Pero ahora tengo papel lápiz para que no tenga que contarla en persona a nadie, y la puedan leer sin conocerme. Aunque me da pánico, la historia comienza es esta:
Rachel, mi novia, caminaba hacia el patio de una casa del vecindario, cuando de la nada sin yo darme cuenta despareció y una especie de chispazo se dio donde estaba ella, me acerqué y me encontré con su ropa en el suelo, miré hacia arriba, porque pensaba que habían sido los OVNIS o talvez dios, todo se me pasó por la cabeza, entonces me puse a excavar en el lugar, sin ningún éxito, solo grité al aire y sin darme cuenta nuevamente se dio ese chispazo y todo se volvió oscuro.
Después de eso me vi sumido en una especie de mundo esponjoso, que no conocía ni teórica ni físicamente, todo era suave y atrayente, daban ganas de tocarlo y no moverse, yo estaba acostado en una cama de eso, cuando un raro ser entró con una bandeja y un signo raro en su ropa, si podía llamársele así…
Tenía la boca sobre los ojos, que eran negros y contrastaban con su blanco color, tenía unas antenas arriba con unas pelotas al final, no tenía una nariz como yo, tampoco piernas o brazos, medía mas o menos 80cm, y su voz era más molesto aun que el sonido de la interferencia entre teléfonos
Esa... Cosa, se me acercó y dijo haber estudiado mi rara forma y lenguaje, su voz era como mecánica o extraterrestre. Le pregunté quién era y rápidamente me contestó, pero no emitió ningún sonido, la información había aparecido de la nada.
“¿Cuál es tu nombre?” preguntó y contesté “Me conocen como Soulbad”, “¿En tu mundo?”, preguntó “Si, ¿como sabes que este no es mi mundo?”, “Porque yo te traje”, agregó, me dijo que lo siguiera y de la nada estaba parado. Camine atrás de él y una especie de puerta se abrió y un genial, curioso y raro mundo había tras esa pared de nada…
La Cosa me dijo que él era un Dread y su mundo estaba lleno de Dreads, Me llevó a otro lugar y me dijo que tenían una especie de portales a otros mundos donde habían otras criaturas, algunas más hábiles que los Dread y otras menos hábiles, pero cada una de ellas tenía su especialidad, la de ellos, los dread era el estudio de otras criaturas para saber de todas: defectos y especialidades, en el fondo su especialidad era la retención de información. Me contó que su capacidad de hacerlo era infinita y nunca olvidaban algo, entonces le pregunté si sabía donde estaba Rachel y dijo que lo siguiera, me llevó a una cápsula rara y viajé por su mundo, llegué a una luz, dijo “ése es un portal” y aparecimos en otro lugar en donde estaba Rachel, me dijo: “¿Ya te contaron todo?”:
-Si, son geniales.
-Cada detalle, cada lugar, no hay errores.
-Bueno, no me contaron tanto, pero por lo que eh visto no hay imperfecciones
-Es todo tan bien elaborado…
-A diferencia de nuestro mundo.
Luego de un tiempo que pasamos ahí, nos dimos cuenta de que lo que decíamos aquella vez era cierto, eran perfectos, su único defecto era ser muy débiles físicamente, podrían controlar tu mente, eran un cerebro cubierto de masa esponjosa, literalmente, medían 1 metro y medio de altura, su sociedad era la mejor que había conocido y su forma de interactuar entre ellos no tenía nada malo, todos se miraban de frente, no había jerarquía ni prejuicios. Pero un día uno de ellos me dijo que estaba aburrido de la perfección y necesitaba de mi habilidad física para romper esa aburrida rutina sin errores…
Dijo que lo que tenía planeado era crear una máquina como arma que yo podía usar para destruir todo y como recompensa el me ayudaría en la Tierra a saberlo todo, la única condición en el fondo era llevármelo, sin pensarlo, en una actitud egocéntrica, acepté la propuesta, con el paso del tiempo logró terminar el arma y además construyó un ejercito de criaturas que obedecerían mis órdenes.
Me enseñó como usar el arma y como darles órdenes a las criaturas y además un plano del país, que destruir , donde no ir, etc. Ya con todo listo tomé todo y me fui, le dije al dread que cuidara de Rachel y la enviara a la Tierra, entonces partí a destruir todo lo que viera, lancé un rayo hacia un edificio e implosionó, ante mi excitación e impresión disparé a todo lo que vi y cada vez era más adrenalínico, los dread no sabían que pasaba y se miraban unos a otros tratando de buscar una respuesta.
Al verlos así me dio algo de pena, pero continué para lograr mi propósito. Al final de toda la destrucción fui a buscar al dread que lo planeó todo y me encontré con una nota que decía:
“Gracias por ser tan tonto, humano, tú fuiste tu propio enemigo y el de Rachel al hacerme caso.”
Me asusté mucho y cuando dejé la carta en el piso pestañeé y todo estaba como antes de que lo destruyese, excepto por un portal, deduje que Rachel y el dread habían ido por ahí y me apresuré a cruzarlo, aparecí de un segundo a otro en mi casa, di un gran suspiro con una sonrisa de oreja a oreja, me acordé de Rachel y corrí hacia su casa, pero al salir de la mía me di cuenta de que todo estaba destruido. Ante mi desesperación corrí a buscar una explicación y una nave con un signo dread me perseguía. Muy exaltado corrí corrí, pero me di cuenta de que merecía morir, por ser yo quien, en el fondo había provocado eso… Cuando me detuve, el dread de aquella nave bajó, se paró al frente y dijo: “¿Ya te diste cuenta de lo que tus antivalores te hacen?” y desapareció…
Me arrodillé, miré al piso, reflexioné y me di cuenta de la escoria que fui, miré hacia arriba y mientras lo hacía, me percaté de que todo estaba en perfecto estado, nada había pasado, pero un dread apareció y dijo: “Necesitas a los demás, tu egocentrismo y anomia son innecesarias”.