OP
Bueno pues comenze este proyecto tiempo atras
sin embargo me concentre en cambiar y mejorar mi redacción
asi que si lo llegarón a leer en otra versión, es la mia jeje.
Espero les agrade esta historia de estas 4 jovencitas y pues...
lo ire subiendo por "partes", ya que no consta en capítulos, asi que
sin mas que decir espero disfruten de esta lectura y se aceptan
criticas constructivas para mejorar el proyecto.
sin embargo me concentre en cambiar y mejorar mi redacción
asi que si lo llegarón a leer en otra versión, es la mia jeje.
Espero les agrade esta historia de estas 4 jovencitas y pues...
lo ire subiendo por "partes", ya que no consta en capítulos, asi que
sin mas que decir espero disfruten de esta lectura y se aceptan
criticas constructivas para mejorar el proyecto.
~Colmillos Sangrientos.~
Capítulo 1 - El reparto.
Vorell, un pueblo situado a las lejanías de las grandes ciudad, es un lugar de muy poca popularidad y de igual forma es poco conocido por el mundo, la tierra abandonada como muchos la apodaron tiempos atrás, a pesar de ser un lugar poco conocido sorprendentemente cuenta con todas sus necesidades desde un centro comercial hasta pequeñas cabañas donde habitaban las personas, cuenta con una gran variación de recursos para así poder habitar y sobrevivir en dicho lugar, además de que es cien por ciento natural y ecologista pues no tienen otra opción al estar rodeado de árboles y una extensa flora y fauna pues alrededor de Vorell se encuentra el bosque y mas allá por el oeste no muy lejos de ahí, aproximadamente a unas 2 horas se encuentra el océano, mientras que por el este a aproximadamente 4 horas y media el desierto. Para ser un lugar abandonado cuenta con una gran variación de paisajes y recursos.
-¿Ya mero llegamos?-
Pregunto una voz femenina con cierta impaciencia en su tono, mientras que por el retrovisor del auto el oscuro vacio de unas gafas con armazón negro centellaba debido al reflejo de la luz.
-¿Podrías quitarte esos incómodos lentes? No me dejas ver.
Se quejo la conductora al tiempo que entrecerraba sus ojos marrones y amenazaban a la chica de lentes, finalmente un suspiro frustrado se escucho desde el asiento del copiloto y una cuarta figura femenina se dejo ver, esta no hizo más que asomar su pálida y delgada cara infestada de pecas en los pómulos, contemplando a las dos chicas que se encontraban en los asientos traseros, puso sus ojos en blanco y volvió a tomar posición en su lugar.
-Sera mejor que se tranquilicen… Becko, Aileen.
Pronuncio la misma joven pecosa que les había mirado a ambas chicas con una mirada “matadora”, hace unos momentos atrás, ellas no tuvieron de otra más que asentir lentamente y volver a tranquilizarse sin causar ruido alguno el resto del camino, pues enfrentarse con su compañera sería una mala idea.
El resto del camino fue silencioso, el paisaje mantuvo a ambas chicas quietas y tranquilas, sin emitir palabra alguna más que una que otra risa ahogada cuando veían algo fuera de lo normal en la ventanilla sin embargo eran pausadas rápidamente por una aclaración de voz proveniente de la misma chica que les había callado, mientras que la conductora disfrutaba del camino silencioso y sin escuchar queja alguna por parte de sus compañeras quienes iban a mala gana en la parte trasera del auto, pasaron varias horas hasta que finalmente una de ellas, la de los lentes puestos se encontraba completamente quieta recargada en la ventana al parecer se había quedado dormida, mientras que la otra chica se encontraba pensando en un plan malicioso para que la regañaran, sus ojos centellaron y se alegraron de alegría y malicia al tener un plan “perfecto”, por lo que en un movimiento agarro del suelo su mochila que se encontraba en los pies de ella, una de color rosa pastel, de esta saco una pluma extravagante como la de un pavorreal y comenzó a pasarla por la nariz de la chica de gafas oscuras, apartaba vagamente la pluma para que dejara de molestarle sin embargo, la chica quien respondía con el nombre de Aileen, continuaba molestando a Becko.
Pasaron varias horas ya, finalmente había anochecido y el auto, aquel mercedes negro se había detenido frente a una casa que se encontraba rodeado de bosque.
-Hemos llegado.
Acoto la joven quien se encontraba como conductora y salía del auto, contemplando la casa desde un lado de la puerta del mercedes, seguidamente las otras 3 muchachas salieron a contemplar de igual forma la casa, la cual ahora sería el hogar donde tendrían que aguantarse unas con las otras.
Era una arquitectura moderna, pintada la fachada de blanco en conjunto a toda la casa, a pesar de ser de noche la luz del color podía distinguirse claramente para los ojos de las muchachas, las ventanas eran grandes y relucientes demasiado limpias que podría decirse que no había nada allí por lo limpio que estaban pues no había ni una sola mancha de mugre en estas, había un balcón que dividía el primer con el segundo piso, para acceder a dicho balcón se encontraba una puerta corrediza de cristal y finalmente la clara desviación donde se encontraba la puerta principal, donde estaba decorado con un colorido camino de piedritas que iniciaba desde la puerta de madera y terminaba en unos escalones que ayudaban a cruzar aquella pequeña montaña que se formaba debido a las desviaciones irregulares del bosque.
-Yo pido la habitación con balcón.
Anuncio aquella chica de complexión pequeña y delgada, en un abrir y cerrar de ojos simplemente se aprecio la figura desaparecer en la puerta de la casa seguidamente de Becko.
-Oye, vuelve acá, no puedes hacer trampa, yo quiero esa habitación.
Le restregaba al tiempo que la alcanzaba comenzando a pisarle los talones hasta que finalmente en las escaleras le había alcanzado abalanzándose sobre ella, tomándola en un abrazo a la altura de las piernas haciendo que ambas se tumbaran y quedaran ahí, comenzando a discutir una con la otra acerca de la habitación y ver quien se quedaría con la dichosa.
-No se saldrán con la suya…Ese cuarto será mío…
Mascullo entre dientes la chica pecosa y salió corriendo al encuentro de ambas chicas, cuando paso por encima de ellas, ambas alzaron su mano y la atraparon de los pies, haciendo que azotara contra las escaleras y cayera de igual forma, comenzando a pelearse entre las tres para ver quien se quedaría con el cuarto del balcón, todo una disputa pues hacían complot y al instante se contradecían.
-Monee, si no resiste usare mi arma secreta…
Amenazo Becko, mientras la mirada penetrante desde atrás de sus gafas se sentían, clavarse en la cara sorprendida y embustera de Mónica la chica pecosa, ella tan solo se limito a alzar su ceja y mirarle retadoramente, esperando a que diera inicio a su trato, a pesar de dicha situación aun se encontraban las tres en las escaleras agarrándose para que no pasara una por encima de la otra y tomaran posición del preciado cuarto.
-Úsala…
Le reto, moviendo su cabeza retadoramente, esperando un ataque por parte de ambas, sin embargo el silencio se propago en el lugar, eran las miradas de Aileen y Mónica sobre la cara de Becko, esperando una reacción de ella, asintiendo con la cabeza lentamente, el silencio reino el lugar, ni el más mínimo ni cuidadoso movimiento, rompería dicho ambiente.
-Bien si así lo quieres…
Advirtió la joven, con cierto tono tétrico y sombrío, abrió su boca formando una “o” en la comisura de sus labios al tiempo que tomaba una bocanada de aire, los segundos pasaban y se ponía cada vez mas y mas misterioso lo que sería la dichosa “arma” de Becko.
-¡¡¡NANIIIII!!!
Grito con todas sus fuerzas, provocando que las 4 comenzaran a reír a pesar de que Nani, aun se encontraba fuera podía escuchar lo que estaba pasando en la casa, pues las voces de las chicas no era muy sutiles, menos la de Becko, por nacimiento era tres cuartos más elevado que la de alguien normal, o eso es lo que se pensaba.
-No me anden metiendo a mí en sus peleas.
Comento aquella joven con complexión delgada, ojos marrones y su cabello extremadamente largo, pues le llegaba a la altura de la cintura, sin embargo muy bien cuidado para ser demasiado, se acerco hasta las chicas quienes aún se encontraban en las escaleras.
-Veamos… Lo más justo sería-
Fue interrumpida rápidamente por Aileen la chica más delgada de las 4, parecía la más inofensiva, pequeña y delicada, aquella personita que con un simple vientito saldría volando sin compasión alguna.
-Blablablabla.
Comenzó con un tono aburrido y comenzando a arremedar a Nani, una mano llena de pulseras de tela de varios colores se alargo hasta la cabeza de esta misma y le dio un zape.
-Cállate, Nani va a hablar.
Comento al tiempo que sujetaba con mayor fuerza a Aileen y Mónica del pantalón para que no salieran en cualquier momento corriendo como locas y le ganaran la habitación, de un momento a otro jalo a ambas chicas hacia atrás e impulsándose tomo vuelvo para así comenzar a correr en dirección a la habitación.
-Por la delantera va Becko, dejando kilómetros atrás a Aileen y Mónica y... ¡Llego!
Anuncio para sí misma con cierto tono de locutora de noticias deportivas, sin embargo la felicidad no le duro mucho pues aquello lo perdió en un santiamén ya que al momento en el que abrió la puerta de la habitación se encontraba Aileen dentro de esta.
-OYE, no puedes hacer trampa.
Le reclamo acusándole con el dedo índice de la mano derecha, en cierta forma infantil, se dio vuelta sobre sus talones y antes de que pudiese salir por la puerta choco contra Monee haciendo que ambas cayera al suelo de pompas.
-Auch…
Se quejaron las dos chicas al mismo tiempo por un momento los lentes de Becko estuvieron a punto de caerse sin embargo envió en un ágil y rápido movimiento sus dedos a las lentillas y las empujo acomodando los lentes nuevamente en su lugar.
-Salte de mi cuarto
Mascullo Monee en cierto tono amenazante mirando a Becko a mala gana, sin embargo ambas se echaron a reír ante aquello.
-¿Tu cuarto?, Jah! Por favor, si yo entre primero.
-Corrección, entre yo.
Intervino Aileen mirando a las jóvenes con los brazos cruzados en su pecho sentada en una de la cama de la litera, con humos de superioridad.
-Al fin llegas, te tardas demasiado caminado sabes.
Reclamo Aileen mirando por la ventaba a Nani, quien apenas llegaba con un paso vago y perezoso al lugar, todas las miradas se posaron en la chica quien tan solo respondió con un levantamiento de hombros mientras continuaba contemplando el cuarto blanco.
-Entonces aquí estarán Aileen y Becko…
Dijo Nani mientras paseaba su mirada por el lugar, originariamente tendría que ser de Monee y Becko, pues tenía posters de bandas, anime e incluso sus instrumentos musicales por todos lados sin duda alguna sería el cuarto perfecto para ellas, pero… se había dado un pequeño giro al asunto.
-Si
Entonaron ambas chicas entusiasmadas, mirando alegremente su nueva habitación, comenzaban a planear mentalmente sus travesuras, haciendo que una sonrisa maliciosa se asomara de vez en cuando en sus caras, mientras Nani se acercaba a la joven pecosa poniendo su mano en el hombro más cercano a ella es decir al derecho y depositando un par de palmaditas en este como si la estuviese consolando.
-Terminaran peleadas…
Acoto en un susurro para que escucharan ellas dos únicamente, por lo que su homóloga respondió con una sonrisa al tiempo que dejaban a ambas chicas en la habitación dejándolas “disfrutar” el premio.
Frente a la habitación había 2 puertas seguidas de color de madera y al final del pasillo una más que conectaba con el ático de la casa, ambas jóvenes se decidieron por abrir la primera puerta, la de la derecha la cual tenía un pequeño tallado en el marco en la parte superior que decía “Dove i sogni diventano realtà” el cual se estaba en italiano, donde en español su significado seria “Donde los sueños se cumplen”, al abrir la puerta para ver la habitación, era de un color blanco con azul pastel, algo así como representando el cielo, la cama se encontraba en el centro de la habitación pegado a la pared izquierda, justamente frente a este se encontraba un espejo con su respectivo buro, frente a las chicas a un lado de la ventana se encontraba un sofá de color blanco seguidamente de un teclado eléctrico, del lado izquierdo a un lado del buró se encontraba una puerta que conectaba con el baño y el armario.
-Es perfecto.
Dijo Nani con una enorme sonrisa en la cara, pero no más grande que la que marcaba Mónica pues ahí encontraba el cuarto perfecto, justamente como la descripción en italiano marcaba en el principio, era el cuarto de ensueños de Mónica.
-Mas que perfecta…
Concordó estupefacta la muchacha mirando embobada la habitación, por lo que de un momento a otro Nani la dejo a solas saliendo de la alcoba sin que se diera cuenta la joven.
-Espero que la mía este mejor…
Mascullo entre dientes la muchacha al tiempo que cerraba detrás de ella la puerta de la habitación de Mónica con sumo cuidado evitando hacer el más mínimo ruido. Dirigiéndose a la puerta continúa, al abrir esta el color turquesa dilato las pupilas de la muchacha, era muy similar al de Mónica a diferencia que este en vez de un teclado tenía una pequeña biblioteca a un lado del sillón y una laptop en un compartimiento que se encontraba al otro lado del sillón en un escritorio para la misma, sencilla pero perfecta.
-Esto es suficiente para mí.
Comento alzando ambos hombros la joven mientras continuaba contemplando su habitación.
Tras el pasar de unas horas, las 4 chicas se volvieron a reunir en la habitación de Aileen y Becko, donde comenzaron a platicar de distintos temas, hasta que finalmente la noche había caído.
-Bueno… será mejor retirarnos por ahora, mañana comenzamos clases, así que será mejor descansar…
Tras el comentario de Nani, las 4 comenzaron a reír, pero vacilando mientras se retiraban Mónica y Nani al tiempo que Aileen y Becko discutían sobre la litera pues no se ponían de acuerdo sobre quien dormiría donde, por lo que había comenzando a pelear nuevamente.
[Pov Aileen]
Había dado inicio a un nuevo día, como de costumbre era la primera en comenzar a arreglarme, pues el agua caliente a primera hora del día me relajaba completamente y más que nada me sentía limpia, cuando termine de arreglarme tome unos pantalones de mezclilla, una blusa rosa y unos tenis con agujetas rosas, tras terminar de cambiarme me dispuse a ir a la sala para poder esperar a las chicas e irnos, pero antes de poder abandonar la habitación una voz proveniente del baño interrumpió mi andar.
-¿Dónde dejaste mi blusa azul, Aileen?
Pregunto Becko, alzando la voz y a juzgar por el tono se encontraba algo… molesta y alterada, solté un suspiro y me volteé para buscar el lugar donde se encontraba algo inútil pues la puerta del baño estaba cerrado sin embargo era una costumbre que había adoptado con el paso del tiempo, el hecho de dirigir la mirada a la persona que me estuviera hablando.
-No tengo idea, yo no la he tomado Becko
Le reclame con cierto reproche, pero era más que obvio que la estúpida la había perdido en algún lugar de su lado del armario, siempre pasaba lo mismo pero bueno eran las consecuencias de ser tan desorganizada.
-¿Cómo que no la tienes? Estoy segura que yo….
Su voz se fue apagando rápidamente, pues se había detenido bruscamente por lo que fruncí en ceño un poco dudosa ¿Ahora que le había pasado?, la puerta del baño se abrió y salió Becko con sus lentes negros de costumbre, una camisa polo azul seguro es la que me estaba reclamando, sus jeans y unos vans, me miro con una sonrisa estúpida y avergonzada.
-Ya la encontré… - Acepto avergonzada.
-Te dije que yo no la tenía, ah estas toda idiota.
Le dije esto último en broma mientras le sacaba la lengua de lado, de un momento a otro solo escuche un “Shh” proveniente de la boca de Becko, mandándome a callar mientras depositaba un zape un poco... cariñoso en mi nuca, tras aquella escenita salimos de la habitación para ir a encontrarnos con Mónica y Brenda, quienes se encontraban en la cochera discutiendo acerca del tiempo de recorrido de la casa hacia el colegio.
-Llegamos
Interrumpió Becko, quien miraba los autos perpleja, al tiempo que acomodaba su mochila al hombro, seria todo un dilema el escoger el auto en el que iríamos a la escuela, pues eran tres para cuatro personas además no podríamos ir en los tres al mismo tiempo, después de todo sería un gastadero de dinero.
-¿Nos vamos?
Inquirió Brenda al tiempo que abría la puerta de su Volvo gris, se encontraba realmente impecable y reluciente gusto como a ella le gustaba tener las cosas bien cuidadas y con aquella apariencia nueva.
-Sera en mi BMW
Protesto Mónica señalando su auto, aquel negro flameante que se encontraba al fondo del garaje.
-Ey, no tan rápido que sea en el mío.
Me apresure a decir, pues en cierto modo quería irme en mi mercedes, reluciente y sin una sola mancha de tierra a pesar de haberlo usado el día anterior para llegar a la casa, sin embargo la pintura blanca estaba intacta como si tuviese una especie de escudo anti mugre, reí para mis adentros ante mis pensamientos y de forma inmediata Mónica me acompaño a las risas sin embargo ella las explayaba abiertamente.
-A este paso no lograremos entrar a la primera hora.
Inquirió Nani un poco preocupada, esperando a que nos subiéramos al auto, pues ya se encontraba entrando a su volvo, sin embargo, por otro lado
Becko y Mónica se encontraban ya dentro del flameante BMW.
-No sería mala idea saltarnos la primera clase…
Bromeo Becko mientras comenzaba a buscar algo para escuchar de los discos sacados de la guantera del auto, solté un suspiro ¿Por qué si ellas llevarían sus propios autos yo no? Reprochada ante eso me dirigí al mercedes saltando por encima del cofre y llegando a grandes zancadas a la puerta para así instalarme en el asiento del piloto y prender el auto.
Emprendimos el viaje en destino al colegio, el retumbar de las bocinas del auto de Mónica se escuchaban a más no poder por toda la carretera, iban escuchando algo de Carlos Santana sin duda alguna una mezcla del gusto de ambas, poner el radio seria una total y completamente idea mala, pues no serviría de nada con todo el escándalo de esas dos, fueron un aproximado de cuarenta y cinco minutos de camino y de música del gusto de las cuatro por la carretera, finalmente habíamos llegado al estacionamiento que el colegio nos proporcionaba.
-Al fin…
Me dije a mi misma, mientras me estacionaba a un lado del volvo gris de Nani, tal y como habíamos platicado la noche anterior en la habitación sin duda todos los alumnos dirigieron sus miradas a los 3 autos tan llamativos, no pude evitar dejar salir una risita tonta por la cual Becko se burlo junto con Mónica.
-Valla, así que esto es ser el centro de atención…
Admitió Nani, cerrando irónicamente la puerta de su volvo, sin duda alguna todas y cada una de las miradas por parte de alumnos y maestros estaban ahora no sobre los autos sino sobre nosotras, bufe mientras caminaba en dirección de las demás chicas reuniéndome con ellas.
-Bueno… entonces Nani y Becko se irán al último año mientras Aileen y yo estaremos por un año debajo de ustedes.
Recordó Mónica sosteniendo un papelito con el horario de nosotras dos, Nani asintió levemente y tomo a Becko del brazo para incitarla a caminar, ella tan solo respondió con una súplica.
-No quiero entrar –Dijo.
-Nada, te divertirás un rato, mira la escuela no es tan mala después de todo es la fuente de la educación y el néctar del conocimiento, es el éxtasis de la vida, donde los mayores con conocimientos superiores te transmiten nuevas cosas y así puedas ser alguien en la vida.
Comenzó Nani a argumentarle de igual forma mientras la encaminaba en dirección a su salón, como ende Mónica y yo caminábamos detrás de ellas mientras escuchábamos en sermón que le daba Nani y nos burlábamos.
-Pero eso no servirá de nada, yo soy mucho como para andar en estas tonteras. –Replico Becko.
-¿Estás loca?, espera... no me respondas… ¿Pero qué dices mujer?, ¿Tonteras?, veras… la educación no es ninguna tontería, la educación.
-Ya ya entendí, ¿Si prometo entrar a todas y cada una de las clases dejaras de decirme estas cosas? – Le interrumpió desesperada mientras le tapaba la boca.
Mientras continuábamos riendo detrás de ellas, Mónica y yo, me agradecí en cierto modo de no tener que escuchar aquellos sermones, realmente me daban flojera. En nuestra caminata en dirección a los salones de un momento para otro mis fosas nasales se inundaron de un olor asqueroso y no solo a mi me pasaba eso, pues a Mónica, Becko y Nani también les había llegado aquel olor a sangre seca, voltee a ver a mis amigas sin embargo ellas al igual que yo estaban paradas como estatuas, ni el sermón de Nani ni las replicas de Becko se escuchaban, nada…El silencio nos había invadido pues aquel olor tan fuerte y repugnante hacia ese efecto en nosotras, escuche unas pisadas muy bien plantadas en el suelo y me voltee despacio para ver de qué ó quien se trataba, eran dos jóvenes de nuestra edad podría decir yo, uno de ellos era alto de tez bronceada, ojos verdes y su cabello alborotado era de color castaño, mientras que su amigo era unos centímetros más alto que él con una complexión musculosa, su cabello era cobrizo y su tez era sumamente blanca.
Algo que no se podía dejar pasar por más que quisiera era ese olor repugnante que desprendían ambos chicos, no pude evitar hacer una mueca de asquerosidad por lo que Becko comenzó a reír haciendo que el ambiente se calmara y continuáramos con nuestro andar, el comentar aquello en ese momento no era el apropiado sin embargo unas cuantas miradas fueron intercambiadas entre las tres, mientras Becko asentí pues sus lentes negros no nos dejaban ver sus grisáceos ojos.
El camino fue rápido y silencioso, hasta llegar finalmente en el punto donde nos teníamos que separar por un lado Becko y Nani se fueron refunfuñando sobre la importancia de la escuela, mientras Mónica y yo entrabamos al salón a tiempo antes de que la campana tocará, como era de esperarse todos los alumnos nos observaron pues éramos las “nuevas”, como el material nuevo por lo que sería hasta cierto punto bueno pues tendría la oportunidad de dar una magnífica impresión a mis compañeros, mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando el estuche de un chico se cayó no muy lejos de donde me encontraba.
-Oh…
Me acerque a grandes zancadas donde se encontraba él y me acuclille para comenzar a ayudarle a recoger las cosas que se habían caído, al igual que yo otro muchacho mas se acerco, este, a diferencia de los demás era diferente pues no se había embobado cuando entramos en el salón a diferencia nos había dejado pasar por desapercibidas, lo que más me atrajo la atención de él, fueron sus ojos color miel sin duda alguna me habían hipnotizado y sentí que me había perdido en ellos.
-Gra-gracias.
Moví mi cabeza levemente de izquierda y derecha y de regreso en negación para salir de mis pensamientos y de aquella hipnosis en la que me encontraba, sin embargo mis emociones y reacciones seguían un poco lentas.
-De nada.
Rompió nuevamente el silencio una voz aguda por parte de aquel chico güero, volviendo la mirada hacia la mía dedicándome una sonrisa.
-Flechazo
Me arrumbo Mónica dándome un codazo en las costillas, comenzando a molestar, me limite a poner mis ojos en blancos y continuar por mis lares, sabía que comenzaría a molestarme y era algo que realmente no tenía ganas de enfrentarme pues resultaría realmente embarazoso, para mi grandiosa suerte el maestro nos acompaño y nos mando a tomar asiento, lo cual por primera vez agradecía que las clases comenzarán así no tendría que explicar que un chico me había gustado a primera vista.
-Aileen está en un crush.
Comenzó a molestarme Mónica a lo bajo por lo que la mandaba a callar y reía nerviosamente, las clases pasaron rápidamente y de lo más normal, como era de acostumbrarse en el primer día las presentaciones se daban por parte de los maestros y la materia y una breve introducción de la misma, soltaba suspiros aburridos a ratos.
-Finalmente la salida.
Festejo Mónica mientras se estiraba en su lugar y me miraba maliciosamente sabia que no se le había olvidado lo de la primera clase y sin duda alguna lo comentaría con Nani y Becko, tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a la cafetería pues ahí nos quedaríamos de ver en la salida de todos los días, en cuanto entramos a la cafetería una de las mesas se encontraba repleta de chicos alrededor de esta.
-No se aguantaron las ganas he…
Dijo burlonamente entre dientes Mónica, echando una carcajada en el aire sin embargo eso no ayudo en nada para interrumpir la gran platica que se estaba dando en el centro de las mesa.
Tome a Monee del codo y la empuje en dirección a aquella manada de chicos, pasando entre alguno de ellos empujándolos de vez en cuando para que me dejaran pasar junto con Monee hasta que finalmente, en la silla se encontraba Becko con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que Nani a un lado de ella hundida en la silla avergonzada por su compañera, reí al imaginarme que esa era una especie de venganza por parte de Becko al meterla a estudiar cuando ella se rehusaba plenamente.
-Bueno chicos nos vemos mañana….
Contemplo Becko mientras los corría a todos, quienes se quejaron un poco, pero de un momento a otro se despejo por completo la mesa dejándonos únicamente a las cuatro, Mónica y yo nos sentamos.
-¿Cómo les fue? –Pregunto Nani inquietante.
-Alguien se enamoro.
Se apresuro Monee vacilantemente, haciendo que Becko y Nani me vieran pícaramente, sabía que no se la iba a poder guardar ¿Por qué no la amenace antes? ¿Por qué no se me ocurrió?, ahora tendría que librármela para aguantar la broma de las tres.
-¿Enserio? ¿Esta guapo? ¿Cómo es? ¿Quién es? Cuéntanos.
Aventajo Nani a Becko, comenzando con su interrogatorio, en un abrir y cerrar de ojos Nani ya se encontraba acostada en la mesa para poder escuchar mejor el relato de ahora el chico güero.
-No es la gran cosa… -Admití.
-¿Cómo no? –Interrumpió Mónica- Pues verán… todo empezó –Comenzó.
-Yo les cuento
Le dije parando su relato el cual seguramente contendría una versión completamente diferente a lo que había pasado, por lo que no pude evitar darle un zape. Comencé a relatar mi hazaña de la primera clase, al término de esta se escucho un “Aww” en corito por parte de las tres con cierta melosidad en el tonito.
-Ay mi vida…
Comenzó Nani a imaginarse un momento romántico con el chico, que recientemente había conocido, no pude evitar escuchar un bufido burlón de Mónica, el cual se interrumpió bruscamente, nuevamente aquel olor terriblemente asqueroso había inundado el lugar y era de esperarse, las mismas personas de esta mañana habían sido los causantes de tal peste.
-Iug… aquí apesta.
Dijo Becko, casi casi gritando tapándose la nariz, haciendo que su expresión se escuchara un tanto gangoso, lo cual provoco que de forma automática ambos chicos voltearan a verla con mala cara.
-¿Qué?
Se quejo la chica mirándoles con los ojos entrecerrados, tan solo esperando a que dijeran algo, como siempre con aquel semblante de busca pleito de la chica. Los tipos tan solo pusieron los ojos en blanco y se retiraron del lugar.
-Jah… les asuste…
Celebro orgullosa y victoriosamente Becko, en un conjunto de unos coros de suspiros por parte de nosotras tres.
-Bueno… será mejor volver a casa
Sugirió Nani, a lo que asentí, tenía tantas ganas de llegar a recostarme un rato, tomamos nuestras cosas y comenzamos a caminar en dirección a el estacionamiento, mientras caminaba junto con Nani, quien platicaba conmigo acerca de su primer día, Monee iba con Becko atrás de nosotras platicando sobre lo mismo, al llegar a los autos, Becko termino subiéndose conmigo esta vez, fue un regreso silencioso y rápido, hasta llegar al hogar.
-Hogar dulce hogar.
Aclame mientras me escabullía a pasos rápidos de las continuas bromas que comenzarían a hacerme, y finalmente tumbarme en la deseada cama.
-Monee Pov-
Tras haber llegado de la escuela, la tarde paso rápidamente para mi suerte me había ido a mi cuarto, encerrándome en este y comenzando a tocar algunas piezas, las cuales interpretaba exquisitamente bien, pues me dejaba con un gran deleite en mis oídos y no solo eso el ritmo simplemente muy pulcro para mis oídos, realmente estaba, cuando finalmente comenzaba a tocar aquella canción que tanto me encantaba, “The scientist” de coldplay, me vi bestialmente interrumpida pues la puerta de mi cuarto había sido abierta a pesar de que estaba cerrada con llave, no le tome importancia en voltear a ver quién era, pues ya tenía una idea de quién era y a juzgar por aquel olor tan familiar, ni por el más mínimo error me voltee para averiguar quién había entrado a mi cuarto sin autorización, finalmente termine de interpretar la pista la cual me encontraba tocando.
-Mónica.
Me dijo con aquel tono tan frio y tan poco habitual en ella, algo estaba pasando pero no sabía que, me voltee en dirección a la cama ahí se encontraba sentada con el semblante serio y con la mirada fija en mi tras aquellos lentes negros.
-¿Qué?
Pregunte algo confundida, ella tan solo se limito a dedicarme una mueca ¿Ahora que estaba tramando? ¿Qué le había hecho para que se pusiera en ese plan conmigo?, pues podía sentir el ambiente tenso y ella se encontraba algo… molesta.
-¿Qué carajos está pasando?
Volví a preguntar, a lo que de un segundo a otro, la tensión se había ido por completo y aquel semblante serio se había roto con una enorme sonrisa que explayaba en la cara de la chica, suspire confortante pues solo habían sido algunos segundos de aquella tensión tan comprometedora, pues la chica ahí frente a mi no era de las que normalmente reclamaban por algo.
-¿Qué paso? –Le pregunte finalmente.
-Necesito de tu ayuda…
Me dijo con una enorme sonrisa cínica y un tono macabro, la chica de la vista oscura realmente me aterraba en ciertos momentos pues cada cosa que se le pasaba por la cabeza era una real nonada, sin embargo aquella idea o mejor dicho aquella faena resultaba hasta cierto punto, interesante, por lo que acepte su plan y ahora sería su fiel cómplice, después de todo era de esperarse esta chica cobraría venganza después de haberla obligado a ir a la escuela, no pude evitar reír ante su disparate, haciendo que ella me acompañara.
-Nani quiere ir al pueblo.
Interrumpí al tiempo que me acercaba al espejo arreglándome un par de cabellos sueltos, mirando detrás de mí a la chica un poco confundida, no pasaron más de 5 segundos y la voz de aquella chica escuálida y pequeña se escucho detrás de la puerta.
-Becko, Monee, vamos al pueblo.
Dijo dando un par de golpes en la puerta, la chica quien aun se encontraba en la cama sentada se paró de un salto y se acerco a la puerta reuniéndose con ella asintió con la cabeza y ambas salieron de la habitación seguidamente de mi, detrás de ellas pisándole los talones.
-Todas en el mismo auto.
Inquirió Aileen mientras nos volvíamos a reunir en la cochera a un lado de los lujosos autos, asentí con un movimiento de cabeza y observe a Nani, quien se encontraba a un lado de su volvo, reí entre dientes pues comenzaríamos a pelear nuevamente por saber quién sería la ganadora en la disputa que estaría por hacerse para ver en que auto irnos.
-Ya… Todas en el volvo sin pelear.
Aventajo Becko quien se sentaba a un lado, en el copiloto mientras Aileen y yo asentíamos sin pelea alguna, cuando estábamos las cuatro ya dentro de este.
-Yo escojo la música.
Se apresuro a decir Becko mientras comenzaba a buscar los discos de la guantera “Metallica”, uy demasiado tarde, me pregunto cómo ira Nani ante aquel escándalo.
-Sera Metallica lo que escucharemos.
Se atrevió a comenzar con la reproducción de música, comenzando con aquel tema tan popular de ellos conocido como “Master of puppets”, para la desgracia de Nani, era un tipo de música que no aguantaba del todo, mientras tanto, por otro lado Aileen y yo acompañábamos a Becko en los coros, tras un viaje de unos 20 minutos aproximadamente de puro Metallica y una aceleración frustrante por parte de Nani quien nunca infringía las leyes, finalmente llegamos al pueblo, “Ya no escuchare esa cochinada”, celebro Nani cuando bajamos del auto mostrándonos una enorme sonrisa.
-¿A dónde iremos primero? – Pregunto Aileen.
-Chicos, guitarras, música, discos, posters –Aventajo Becko.
-No – Interrumpió Nani a Becko, quien comenzaba a emocionarse.
-Entonces nos dividiremos en dos grupos, yo iré con Becko, mientras ustedes dos van a otra cosa.
Ofreció Aileen quien tomaba a Becko del codo y la empujaba para que comenzaran a caminar, no dieron ni tiempo para que Nani o yo dijéramos algo sin embargo no era que me desagradara la idea de ir con la chica de largos cabellos, la mire por encima del rabillo del ojo y esta se encontraba con una enorme sonrisa alegre, me miro completamente emocionada y me arrastro por la calle comenzando a buscar una tienda.
-“Ropa” – pensó la chica a lo que no me quedo de otra más que asentir.
-Vamos, pero yo camino sola.
Le dije mientras me reincorporaba al andar, tomando un ritmo menos acelerado y más normal, si a eso se le podía llamar así.
Mientras caminábamos por las calles, no había mucho a donde ir en ese pequeño y escaso pueblo o no al menos donde quería Nani, una tienda de ropa súper moderna, varios pensamientos de “¿Quiénes son”, se cruzaron en mi mente mientras caminábamos, volteaba a ver a mi alrededor para ver qué pasaba y solo eran los habitantes del pueblo quienes nos veían estupefactos pues el hecho de ser las nuevas en el pueblo hacia que atrajéramos las miradas de todos.
-Vamos ahí.
Dijo Nani interrumpiendo las próximas miradas amenazantes que estaba a punto de dedicarles a todos los mirones, entramos en una tienda un tanto pueblerino sin embargo a la moda, pues contaba con una gran variedad de accesorios que a Nani le fascinaban, me dedique a ir a sentarme en la banca que se encontraba en medio de la tienda, mirando paciente el lugar pues sabía que nos tardaríamos demasiado, inmediatamente Nani se acerco y se sentó a un lado de mi, esperando a la señorita quien no tardo demasiado en salir a atendernos, era una joven de unos 21 años, ni muy alta ni muy baja, de una complexión medio llenita y morenita, no era nada de otro mundo.
-¿En qué puedo ayudarles? – Comenzó con el típico saludo.
-Quiero que me traiga 2 de cada cosa que tiene en este lugar.
Comenzó a pedir la chica, por consiguiente la encargada del lugar se quedo pasmada ante el pedido, sus ojos se abrieron a más no poder y se dio media vuelta para volver a la bodega y comenzar a sacar las cosas.
-En se-seguida –tartamudeo.
Un suspiro fue arrancado de mí, mientras continuaba inspeccionando el lugar con la mirada, no pasó mucho tiempo para que la señorita comenzara a traer las cosas, primeramente comenzó con las blusas y pantalones, después con los vestidos y finalmente con los zapatos, tras probarnos todos los accesorios como dos o tres veces, finalmente terminamos volviendo a nuestras prendas
normales.
-¿Qué llevaran? – Pregunto la señorita mirándonos aterrada con una sonrisa falsa. – “Espero se lleven algo, no saque todo eso a lo tonto”-pensó.
-Nos llevaremos…- Comenzó con la mirada sobre todas las prendas – Todo
Al escuchar aquello la empleada abrió ambos ojos como platos y comenzó a recoger las prendas echándolas todas a su brazo el cual comenzaba a formarse un bulto en este.
-Están listas las bolsas – Nos aviso desde atrás del mostrador. – “Me pregunto con que pagaran todo esto” – Pensó.
Comencé a reír ante los pensamientos de la muchacha y a soltarme a carcajadas ante su cara, realmente estaba atónita la chica, termine retorciéndome en el suelo ya para entonces Nani me acompañaba mientras pagaba.
-Jajajajaja.
Explote al tiempo que me caía del asiento dándome un buen golpe en la cabeza, haciendo que ante aquella tontera mía riera aún más.
-“Águila man”
Me llego el pensamiento de alguna de las chicas, debido a mi ataque de risa no podía distinguir de quien era, sin embargo ante aquella simpleza en la que me encontraba, aquella palabrita hizo que me riera aún más.
-Bueno ya vámonos.
Me dijo Nani, dejando 10 bolsas a un lado de mí y esperándome en la puerta, me apresure a levantarme mientras continuaba
riéndome, comenzando a caminar por las calles, para volver al auto.
-Puras vergüenzas contigo he.
Me reprocho Nani, mientras me acompañaba con algunas risas. Tras unos momentos finalmente llegamos al auto, mientras depositábamos las bolsas en la parte trasera del volvo llegaron Aileen y Becko con muy pocas compras.
-¿Cómo les fue?
Pregunto Nani mientras continuaba acomodando las bolsas en la parte trasera.
-Bien.
Contestaron ambas en un coro, mientras se intercambiaban miradas una con la otra y reían divertidamente.
Gracias por su tiempo y atención,
les deseo un día exelente ^^.
Saludos...Rebe
The music lover.
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