Otra vez, traigo una porquería para que lean xD
El color de los pensamientos.
NOTA: acerca del título.
El color de los pensamientos.
La miró. Y ella lo miró. Y esperaba que él dijera algo; como un saludo. Una palabra corta que angosta la distancia entre personas. El comienzo de un enlace, algo a lo que muchos no se atreven a hacer por el hecho de pensarlo demasiado.
No apartaba la mirada, y sin pensarlo 2 veces, hizo que recibiera algo que posiblemente deseaba:
-Hola.
-¡Hola!-contestó con énfasis, en su cara relucía felicidad. Quizás por el hecho de haber sido saludada, quizás por otros motivos.
-Me llamo José.
-Aldana.
-¿En serio? Qué lindo nombre...-la seguridad se notaba en sus palabras, más sí, el miedo lo destruía por dentro.
-¿Sí? Todos los hombres dicen eso.-el ataque fue directo, no había pensado mucho con qué iba a refutar esa respuesta, pero a veces pasan esos momentos en la vida, esos en que la mente se ilumina por un segundo hallando la respuesta idónea, una determinante magnánima:
-Yo también creo que se volvió una frase muy común entre nosotros, los hombres. Tan solo para resultarles un tipo dulce a las mujeres, pero si te soy sincero no me importa cuantos te lo hayan dicho antes, si sé que yo te lo dije con el corazón.
Había quitado la mirada un rato. La decepción de encontrar a una persona como todas le había provocado el desinterés y, estupefacencia los ojos con los que lo observaba ahora.
-Entonces gracias, sos muy dulce José...
-No, todo bien. ¿hace mucho que venís a este colegio?
-Sí, hace ya unos años. ¿Vos?
-Este año empecé. Y me gusta, conocí tipos de gente que nunca creí que podía conocer...
-¿Ah sí? cuando yo empecé, me acuerdo que tenía miedo. Miedo de que en este tipos de colegio haya personas que infravalorasen, que pisoteen a los demás, y que así hagan lo mismo conmigo.
-Pero no fue así...
-No...-hizo un silencio.
-No se me ocurrió que pensaras eso de los colegios privados.
-¿Por qué no?
-Porque te veo, te veo en estos mismos lugares, tan llena de sonrisas, tan hermosa, tansimple... no sé como explicártelo.
-José...
-Perdonáme.
-No; gracias José. Nadie me lo había planteado así nunca. Creo que sos un chico muy distinto a los demás. Sos especial... a mí me gustaría muchísimo que...
Sus manos se unieron tal cual dos partes de una reliquia rota. Más también, una pequeña unión de sus labios, que haya durado no más de un segundo, que José jamás olvidaría...
La miró. Y ella lo miró. Y esperaba que él dijera algo; como un saludo. Una palabra corta que angosta la distancia entre personas. El comienzo de un enlace, algo a lo que muchos no se atreven a hacer por el hecho de pensarlo demasiado. Sonó el timbre final del recreo. Ella se levantó mientras quitaba su mirada, y se iba como siempre, a quiensabecuál clase, acompañada de otra persona, quien la saludaba con un "Hola" y de quien sabía, no la conocía en lo mas mínimo.
No apartaba la mirada, y sin pensarlo 2 veces, hizo que recibiera algo que posiblemente deseaba:
-Hola.
-¡Hola!-contestó con énfasis, en su cara relucía felicidad. Quizás por el hecho de haber sido saludada, quizás por otros motivos.
-Me llamo José.
-Aldana.
-¿En serio? Qué lindo nombre...-la seguridad se notaba en sus palabras, más sí, el miedo lo destruía por dentro.
-¿Sí? Todos los hombres dicen eso.-el ataque fue directo, no había pensado mucho con qué iba a refutar esa respuesta, pero a veces pasan esos momentos en la vida, esos en que la mente se ilumina por un segundo hallando la respuesta idónea, una determinante magnánima:
-Yo también creo que se volvió una frase muy común entre nosotros, los hombres. Tan solo para resultarles un tipo dulce a las mujeres, pero si te soy sincero no me importa cuantos te lo hayan dicho antes, si sé que yo te lo dije con el corazón.
Había quitado la mirada un rato. La decepción de encontrar a una persona como todas le había provocado el desinterés y, estupefacencia los ojos con los que lo observaba ahora.
-Entonces gracias, sos muy dulce José...
-No, todo bien. ¿hace mucho que venís a este colegio?
-Sí, hace ya unos años. ¿Vos?
-Este año empecé. Y me gusta, conocí tipos de gente que nunca creí que podía conocer...
-¿Ah sí? cuando yo empecé, me acuerdo que tenía miedo. Miedo de que en este tipos de colegio haya personas que infravalorasen, que pisoteen a los demás, y que así hagan lo mismo conmigo.
-Pero no fue así...
-No...-hizo un silencio.
-No se me ocurrió que pensaras eso de los colegios privados.
-¿Por qué no?
-Porque te veo, te veo en estos mismos lugares, tan llena de sonrisas, tan hermosa, tansimple... no sé como explicártelo.
-José...
-Perdonáme.
-No; gracias José. Nadie me lo había planteado así nunca. Creo que sos un chico muy distinto a los demás. Sos especial... a mí me gustaría muchísimo que...
Sus manos se unieron tal cual dos partes de una reliquia rota. Más también, una pequeña unión de sus labios, que haya durado no más de un segundo, que José jamás olvidaría...
La miró. Y ella lo miró. Y esperaba que él dijera algo; como un saludo. Una palabra corta que angosta la distancia entre personas. El comienzo de un enlace, algo a lo que muchos no se atreven a hacer por el hecho de pensarlo demasiado. Sonó el timbre final del recreo. Ella se levantó mientras quitaba su mirada, y se iba como siempre, a quiensabecuál clase, acompañada de otra persona, quien la saludaba con un "Hola" y de quien sabía, no la conocía en lo mas mínimo.
NOTA: acerca del título.
Ezechiele dijo:mandale el titulo que te salga del alma, del corazón, o del hígado
Ok... xD
Última edición: