Mmm bueno aca dejo otro de mis relatos, solo lo revise como 2 veces, asi que tal ves tenga algunas cosas por modificar, y asdf. xD.
Bueno solo queda que lo lean y ps que opinen. Aca ta ...
Para ella...
Estaba solo en la oscuridad de la noche, mis manos sentían frio, un frio que perturbaba mi cuerpo, lentamente me fui acercando a la orilla de aquel puente, mirando fijamente a la luna y tomando aire para saltar. Mire por última vez mis manos y deje caer algunas lagrimas sobre ellas, ya era hora, debía poner fin a mi sufrimiento. Fue en ese momento cuando oí tu voz a lo lejos, una voz que cortaba la espesa neblina y llegaba a mis oídos, gire mi cabeza y te vi allí gritando, pidiéndome que no lo hiciera, que no valía la pena; no sabia ni quien eras, ni de donde venias, ni qué querías, solo pensaba en el momento de que te callaras para continuar con lo que había decidido hacer.
Cuando dejaste de hablar note que te acercabas poco a poco, me tomaste la mano y me acercaste a ti.
-Créeme no vale la pena – dijiste mientras mirabas fijamente mis ojos.
-Déjame, es mi problema.
-No, no te voy a dejar hacer algo así.
Mis ojos se perdían en tu mirada, era como si me estuvieras hipnotizando, como si una parte de mí no quisiera saltar, como si tu fueras esa razón para no hacerlo. Me tomaste la otra mano y me preguntaste el porque de mi decisión, yo solo te respondí con un suspiro; soltaste tus manos de las mías y, rodeando mi torso, me abrazaste, cerraste los ojos y te recostase un momento sobre mí. Al tenerte cerca pude sentir un alivio enorme, una paz que nunca había experimentado, y un sentimiento mutuo.
Luego de unos minutos abriste los ojos y miraste de nuevo los míos. Tocaste suavemente mi rostro y acercaste tus labios a los míos, pude sentir esa pasión con la que me besabas, estabas decidida a hacer cualquier cosa para que yo rechazara mi decisión. Mi boca te besaba desesperadamente buscando esa razón, y tú me la diste. Fue allí donde entendí lo que pasaba; Tú, aquella hermosa figura femenina que llegó a “salvarme” de mi destino, que sintió una inexplicable atracción por mí, que le importe algo, no eras más que una vaga ilusión que se mezclaba con el frio, una ilusión que la vida misma me presentaba para no abandonarla.
Bruscamente te separé de mí y giré mi rostro, de nuevo tomaste mi mano pero esta vez no te lo permití, me acerque al borde y, mirando de nuevo a la luna, salté. Mientras sentía la fría brisa que chocaba con mi cuerpo cerré los ojos para olvidar tu imagen y tu rostro, cuando los volví a abrir me fije que había despertado, mire a mi alrededor y aún era de noche, todavía no tenia ese recuerdo fresco de mi sueño, sueño que a los pocos minutos vino a mi memoria, recordaba todo, todo excepto tu rostro, ese que decidí rechazar al mismo tiempo que rechazaba la vida.
También vino a mi ese beso que me habías dado, aun podía sentir tus suaves labios, tus suaves manos que me tocaban, y tu pelo que me enredaba en ti. Empecé a llorar, quería volverte a ver y volver a sentirte; era un llanto que me ahogaba, que me quemaba por dentro y que me enloquecía. Poco a poco fui calmándome y al poco tiempo pude asimilar que solo fuiste una vaga ilusión.
Es por esto te dedico estas memorias, memorias que han aparecido en mis sueños, que me mantienen alejado de la realidad, que solo llegan a mí en media noche. Memorias que me hacen sentir que estas y estarás a mi lado.