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¡Chan chan chaan chan chaaaaaan chan chaaaaaaaaan! Os presento la nueva historia. En realidad, nueva no es, está hecha desde hace meses, pero como me la tenía que pasar Malorie... Sí, la hicimos entre los dos, era para un concurso que nunca se llevó a cabo, en el que se iba por parejas.
Personajes
¡Pronto habrán más capítulos!
Personajes
Nombre: Sheik (Xiangua)
Mote: Sheik
Edad: 17
Descripción: Pelo largo (hasta la cintura, como su hermana) liso y marrón. Ojos azulinos.
Carácter impulsivo, no es muy de risas, algo misterioso, sólo contesta a lo que le interesa.
Nombre: Elizabeth (Malorie)
Mote: Liz
Edad: 17
Descripción: Cabellos largos (hasta la cintura, como su hermano) ondulados y cobrizos. Ojos azules y penetrantes.
Joven impulsiva, divertida... Le encanta la aventura y haria todo por sus amigos y la gente a quien aprecia.
Se preocupa por los demas, y tiene el carácter fuerte. Es orgullosa y algo egoísta. ¿Pero quién no?
Le gusta hacer nuevos amigos y conocer gente.
Mote: Sheik
Edad: 17
Descripción: Pelo largo (hasta la cintura, como su hermana) liso y marrón. Ojos azulinos.
Carácter impulsivo, no es muy de risas, algo misterioso, sólo contesta a lo que le interesa.
Nombre: Elizabeth (Malorie)
Mote: Liz
Edad: 17
Descripción: Cabellos largos (hasta la cintura, como su hermano) ondulados y cobrizos. Ojos azules y penetrantes.
Joven impulsiva, divertida... Le encanta la aventura y haria todo por sus amigos y la gente a quien aprecia.
Se preocupa por los demas, y tiene el carácter fuerte. Es orgullosa y algo egoísta. ¿Pero quién no?
Le gusta hacer nuevos amigos y conocer gente.
Capítulo 1: Precioso o Peligroso
¿¿?? - ¡Pero si no pasa nada!
¿¿?? - Sal de ahí.
¿¿?? - ¡Jo, Sheik, déjame seguir!
Sheik - Liz, si nos pillan aquí nos pueden regañar.
Liz - ¡Mira que eres aguafiestas! ¡Déjame en paz!
Sheik - Hay que ver…
Liz - ¡Si no te gusta déjame ir sola! ¡No me pasará nada!
De repente Liz tropezó y se cayó.
Sheik - Ya veo.
Liz - ¡Eso les pasa a todos una vez!
Sheik - Venga, levanta.
Algo brillaba. Sheik se acercó al objeto. Era un brazalete. Lo cogió y lo observó. Su hermana se estaba levantando sola.
Liz - ¿Qué haces? ¡Ya veo la ayuda que me prestas! ¿Qué es eso?
Sheik lo escondió.
Sheik - Venga, salgamos de aquí.
Liz - Está bien…
Volvieron a casa, ya era de noche. Liz había visto que su hermano se llevaba algo.
Sheik cogió el brazalete. Intrigado por verlo, lo sacó del bolsillo y se lo puso en la muñeca. Sintió un poder intenso. De repente, el brazalete le cubrió toda la mano, hasta convertirse en un puño de acero.
Sheik - Esto es… Diabólico…
Asustado, lo dejó en su cuarto, en el cajón.
Un rato más tarde, entraba en su habitación una sombra… Liz no podía aguantar su curiosidad por el objeto que su hermano había recogido.
Liz - A ver… Esto es…
La joven se lo colocó en su fina muñeca y le observó con una sonrisa plasmada en el rostro. “Me va bastante bien” opinó para sí mirándolo en diferentes ángulos. “Debería quedármelo yo, después de todo… ¿para qué quiere mi hermano una cosa tan linda como ésta?” después de tanto cavilar decidió que lo mejor sería tomarlo en su posesión.
Se quedó varios instantes contemplándolo… la piedra engarzada al noble metal dorado era muy oscuro, pero no dejaba de ser bella y reluciente. Entornó los ojos para poder observarla mejor. En el interior de la joya pudo avistar un brillo rojo muy particular. La joven frunció el seño dubitativa, pero cuando volvió a fijarse, ya no había nada. “Que raro” pensó para sus adentros.
Pero no contó con que en ése mismo instante su mellizo penetrara en el recinto. El muchacho quedó anonadado. Miró a su hermana, luego al brazalete, y nuevamente a Liz. Cayó en cuenta de que había entrado en su habitación sin permiso y para rematar se había colocado ésa poderosa y peligrosa joya.
Sheik - ¡Quítate eso!
Liz – Emmm… ¡no!- se negó rotundamente- A mí me queda mejor que a ti…
Sheik – No se trata de eso- se abalanzó sobre su hermana con la intención de arrebatárselo pero ella fue más rápida.
La chica lo esquivó con una velocidad incomparable y echó a correr a su habitación. Al llegar le cerró la puerta en las narices a Sheik quién le pisaba los talones.
Sheik - ¡Ábreme la puerta!
Liz - ¡No!
Sheik – No voy a hacerte nada… solo…
Liz- ¿Qué?
Sheik – Quiero ver que tal te queda- intentó convencerla.
Liz- Ni creas que soy tan tonta.
Sheik - ¡Si no me abres… la tiraré!
Liz – Me gustaría ver como lo intentas…
Sheik- ¡Ugh! Eres imposible.
A continuación golpeó estrepitosamente la portilla para luego retirarse jurando por lo bajo completamente furioso.
Liz - ¡Mira que es pesado el tío! ¡Que se compre uno!
La mamá de Liz y Sheik le dijo a Liz que se iban a comprar con Sheik.
Liz volvió a avistar ese brillo rojo en la joya, solo que parecía más intenso que antes. “Qué raro es este brazalete” – pensó – “Se lo han currado mucho”. La luz roja empezaba a ser cada vez más viva, y parecía acercarse a Liz. Pudo avistar un ojo en la gema.
Liz - ¿Qué…?
Se oían unas risas diabólicas desde el interior de la joya.
Liz - ¿Quién eres?
¿¿?? - ¡Jajajajajajajajaja!
Liz - ¡Aaaaaaaah!
Un día después…
Un insoportable sonido retumbaba en su cabeza y parecía que nunca iba a acabar. El muchacho tomó la almohada entre sus manos y se cubrió con ella en un intento desesperado de dejar de oír aquel ruido insoportable. Sin embargo, todo lo que hacía era en vano. ¿Qué hacer entonces? Alargó la mano y de un manotazo mandó a volar al despertador. El pequeño aparato se estrelló estrepitosamente contra el suelo y pasados unos instantes dejó de escucharse ese zumbido atormentador.
Sheik se levantó pesadamente de su litera y se dirigió fatigosamente hacia su baño, mientras se desemperezaba. Había dormido muy mal. Tuvo una horrible pesadilla de la que no querría volver a acordarse…
Sheik- ¡Buenos días!- saludó el chico mientras tomaba asiento en la mesa de la cocina. Su madre, una mujer muy amigable y de carácter dulce le colocó al frente su taza de leche y los pastelitos que tanto le gustaban.
Madre – Buenos días, hijito. ¿Dormiste bien?- preguntó con una sonrisa.
Sheik- Mmm...… si- mintió- ¿Dónde esta Liz? – inquirió mirando a todos lados.
Madre: Aún no despierta…
¿¿¿???- Ya estoy aquí- informó una voz penetrando en el cuarto. Se voltearon a ver y comprobaron que se trataba de la muchacha. Pero algo en ella no estaba bien… ¿Será porque vestía toda de negro?
Sheik- Oye… ¿quién murió?- se mofó de ella.
Madre- Hijita… ¿porqué estás vestida así?- se sorprendió.
Sheik- Si. Pensaba que no te gustaba ese color…
Liz- Bueno, las cosas cambian- mencionó cortante- No quiero desayunar. Adiós- levantó su mano para despedirse, y en ese momento su hermano se percató de una irregularidad.
Sheik- Yo ya no tengo hambre… gracias, mamá- se levantó, tomó su mochila y siguió a su melliza hacia el vestíbulo.
La tomó de la mano y le impidió que continuara. Ella se volteó al percibir un impedimento y se encontró de cara con unos ojos azules idénticos a los suyos.
Liz- ¿Qué quieres?- testificó fríamente.
Sheik- ¿Aún no te quitaste ese brazalete? Te dije que era peligroso… dámelo- exigió.
Liz- ¿Lo quieres?- rió entre dientes, liberándose de su agarre- pues ven por él.
El chico intentó arrancárselo pero su hermana lo golpeó tan fuerte que lo hizo retroceder hasta chocar potentemente contra la pared. ¿Cómo? ¿Desde cuándo era tan fuerte? Levantó la mirada y le observó un tanto sorprendido y un tanto furioso.
En ése momento sintió un escalofrío que lo recorrió pausadamente, y sus piernas empezaron a temblar. “Pero ¿qué demonios?” pensó para sí. Los ojos de su hermana no era la misma mirada dulce y tierna de siempre… no. Este era un nuevo miramiento carente de sentimientos, frívolo y maligno. ¿Desde cuándo Liz era así?
Continuará...
¿¿?? - Sal de ahí.
¿¿?? - ¡Jo, Sheik, déjame seguir!
Sheik - Liz, si nos pillan aquí nos pueden regañar.
Liz - ¡Mira que eres aguafiestas! ¡Déjame en paz!
Sheik - Hay que ver…
Liz - ¡Si no te gusta déjame ir sola! ¡No me pasará nada!
De repente Liz tropezó y se cayó.
Sheik - Ya veo.
Liz - ¡Eso les pasa a todos una vez!
Sheik - Venga, levanta.
Algo brillaba. Sheik se acercó al objeto. Era un brazalete. Lo cogió y lo observó. Su hermana se estaba levantando sola.
Liz - ¿Qué haces? ¡Ya veo la ayuda que me prestas! ¿Qué es eso?
Sheik lo escondió.
Sheik - Venga, salgamos de aquí.
Liz - Está bien…
Volvieron a casa, ya era de noche. Liz había visto que su hermano se llevaba algo.
Sheik cogió el brazalete. Intrigado por verlo, lo sacó del bolsillo y se lo puso en la muñeca. Sintió un poder intenso. De repente, el brazalete le cubrió toda la mano, hasta convertirse en un puño de acero.
Sheik - Esto es… Diabólico…
Asustado, lo dejó en su cuarto, en el cajón.
Un rato más tarde, entraba en su habitación una sombra… Liz no podía aguantar su curiosidad por el objeto que su hermano había recogido.
Liz - A ver… Esto es…
La joven se lo colocó en su fina muñeca y le observó con una sonrisa plasmada en el rostro. “Me va bastante bien” opinó para sí mirándolo en diferentes ángulos. “Debería quedármelo yo, después de todo… ¿para qué quiere mi hermano una cosa tan linda como ésta?” después de tanto cavilar decidió que lo mejor sería tomarlo en su posesión.
Se quedó varios instantes contemplándolo… la piedra engarzada al noble metal dorado era muy oscuro, pero no dejaba de ser bella y reluciente. Entornó los ojos para poder observarla mejor. En el interior de la joya pudo avistar un brillo rojo muy particular. La joven frunció el seño dubitativa, pero cuando volvió a fijarse, ya no había nada. “Que raro” pensó para sus adentros.
Pero no contó con que en ése mismo instante su mellizo penetrara en el recinto. El muchacho quedó anonadado. Miró a su hermana, luego al brazalete, y nuevamente a Liz. Cayó en cuenta de que había entrado en su habitación sin permiso y para rematar se había colocado ésa poderosa y peligrosa joya.
Sheik - ¡Quítate eso!
Liz – Emmm… ¡no!- se negó rotundamente- A mí me queda mejor que a ti…
Sheik – No se trata de eso- se abalanzó sobre su hermana con la intención de arrebatárselo pero ella fue más rápida.
La chica lo esquivó con una velocidad incomparable y echó a correr a su habitación. Al llegar le cerró la puerta en las narices a Sheik quién le pisaba los talones.
Sheik - ¡Ábreme la puerta!
Liz - ¡No!
Sheik – No voy a hacerte nada… solo…
Liz- ¿Qué?
Sheik – Quiero ver que tal te queda- intentó convencerla.
Liz- Ni creas que soy tan tonta.
Sheik - ¡Si no me abres… la tiraré!
Liz – Me gustaría ver como lo intentas…
Sheik- ¡Ugh! Eres imposible.
A continuación golpeó estrepitosamente la portilla para luego retirarse jurando por lo bajo completamente furioso.
Liz - ¡Mira que es pesado el tío! ¡Que se compre uno!
La mamá de Liz y Sheik le dijo a Liz que se iban a comprar con Sheik.
Liz volvió a avistar ese brillo rojo en la joya, solo que parecía más intenso que antes. “Qué raro es este brazalete” – pensó – “Se lo han currado mucho”. La luz roja empezaba a ser cada vez más viva, y parecía acercarse a Liz. Pudo avistar un ojo en la gema.
Liz - ¿Qué…?
Se oían unas risas diabólicas desde el interior de la joya.
Liz - ¿Quién eres?
¿¿?? - ¡Jajajajajajajajaja!
Liz - ¡Aaaaaaaah!
Un día después…
Un insoportable sonido retumbaba en su cabeza y parecía que nunca iba a acabar. El muchacho tomó la almohada entre sus manos y se cubrió con ella en un intento desesperado de dejar de oír aquel ruido insoportable. Sin embargo, todo lo que hacía era en vano. ¿Qué hacer entonces? Alargó la mano y de un manotazo mandó a volar al despertador. El pequeño aparato se estrelló estrepitosamente contra el suelo y pasados unos instantes dejó de escucharse ese zumbido atormentador.
Sheik se levantó pesadamente de su litera y se dirigió fatigosamente hacia su baño, mientras se desemperezaba. Había dormido muy mal. Tuvo una horrible pesadilla de la que no querría volver a acordarse…
Sheik- ¡Buenos días!- saludó el chico mientras tomaba asiento en la mesa de la cocina. Su madre, una mujer muy amigable y de carácter dulce le colocó al frente su taza de leche y los pastelitos que tanto le gustaban.
Madre – Buenos días, hijito. ¿Dormiste bien?- preguntó con una sonrisa.
Sheik- Mmm...… si- mintió- ¿Dónde esta Liz? – inquirió mirando a todos lados.
Madre: Aún no despierta…
¿¿¿???- Ya estoy aquí- informó una voz penetrando en el cuarto. Se voltearon a ver y comprobaron que se trataba de la muchacha. Pero algo en ella no estaba bien… ¿Será porque vestía toda de negro?
Sheik- Oye… ¿quién murió?- se mofó de ella.
Madre- Hijita… ¿porqué estás vestida así?- se sorprendió.
Sheik- Si. Pensaba que no te gustaba ese color…
Liz- Bueno, las cosas cambian- mencionó cortante- No quiero desayunar. Adiós- levantó su mano para despedirse, y en ese momento su hermano se percató de una irregularidad.
Sheik- Yo ya no tengo hambre… gracias, mamá- se levantó, tomó su mochila y siguió a su melliza hacia el vestíbulo.
La tomó de la mano y le impidió que continuara. Ella se volteó al percibir un impedimento y se encontró de cara con unos ojos azules idénticos a los suyos.
Liz- ¿Qué quieres?- testificó fríamente.
Sheik- ¿Aún no te quitaste ese brazalete? Te dije que era peligroso… dámelo- exigió.
Liz- ¿Lo quieres?- rió entre dientes, liberándose de su agarre- pues ven por él.
El chico intentó arrancárselo pero su hermana lo golpeó tan fuerte que lo hizo retroceder hasta chocar potentemente contra la pared. ¿Cómo? ¿Desde cuándo era tan fuerte? Levantó la mirada y le observó un tanto sorprendido y un tanto furioso.
En ése momento sintió un escalofrío que lo recorrió pausadamente, y sus piernas empezaron a temblar. “Pero ¿qué demonios?” pensó para sí. Los ojos de su hermana no era la misma mirada dulce y tierna de siempre… no. Este era un nuevo miramiento carente de sentimientos, frívolo y maligno. ¿Desde cuándo Liz era así?
Continuará...
Capítulo 2: Ángeles o Demonios
En el capítulo anterior...
Sheik había encontrado un brazalete. Se convirtió en un puño de acero.
...
Liz - Esto es. ¿Para qué quiere mi hermano este brazalete tan bonito?
...
Sheik - ¡Devuélvemelo!
Liz - ¡No!
...
Sheik - ¿Quién murió?
Mamá - ¿Cielo, qué haces vestida así?
Liz - Las cosas cambian... No quiero desayunar, tengo prisa.
Sheik - No tengo más hambre.
...
Liz - ¿Lo quieres? Pues ven a por él.
Le proporcionó un puñetazo y lo hizo chocar contra la pared.
Sheik - ¡Aaaah!
¿Desde cuándo era tan fuerte?
--Fin del resumen del capítulo 1 --
Liz - Tengo prisa para ir a clase. Y tú también. Nos vemos en la escuela...
Liz dedicó una sonrisa fría a Sheik, cogiendo su mochila.
Liz - ...HERMANITO.
Sheik miró cómo salía por la puerta.
Sheik - No puede ser...
Se levantó. Su madre lo miró, totalmente sorprendida.
Sheik - Mamá, es que tenemos que representar una obra de teatro en el instituto, y claro... Estábamos ensayando. Ella hace de mala, y yo soy el héroe. Menudo contraste, ¿eh?
Su madre empezó a aplaudir.
Mamá - Caramba, entonces Liz se mete en el papel del personaje. Sheik, te falta un poco de práctica.
Sheik - (Encima cachondeo...) Lo haré lo mejor que pueda.
De camino a la escuela...
Liz - No necesito esto...
Liz arrancó la joya que había en el brazalete y se la puso en la otra mano, sacó una cadena de collar y puso la gema ahí. Ahora era un collar. Se quitó el brazalete, lanzándolo contra el suelo.
--Explicación--
Como acabas de leer, mientras la gema está tocando un cuerpo, sigue poseyéndolo. Por tanto, aunque se quite el brazalete, la gema no pierde el control del cuerpo.
--Fin de la explicación--
Entró en el instituto. Mientras tanto, de camino al instituto, Sheik...
Sheik - Tengo que hacer algo para saber qué es lo que planea Liz. ¡¡!!
Sheik se fijó en el brazalete que había en el suelo. ¿Se le habría caído a Liz?
Sheik - Mejor así, esto más vale que lo guarde yo. A ver...
No se fijó en que había desaparecido una gema. Sheik deseó que el brazalete se transformara en un puño de acero. En cuestión de segundos, tenía el puño del día anterior en su brazo. Deseó que volviera a ser un brazalete y así fue. Entonces... recordó que tenía que ir al instituto.
Sheik - ¡Mierda, me he distraído!
Llegó a clase con tiempo. El profesor aún no había llegado. Se fijó en Liz, que justo entraba. Su mejor amiga, Yoli, la estaba esperando. No había nadie más en la clase, sólo ellos tres.
Yoli - ¡Liz, hola! ¿Cómo estás?
Liz - Aparta.
Yoli - ¿Eh? Pero...
Liz - ¡Te he dicho que te apartes!
Golpeó a Yoli con muchísima fuerza, haciendo que chocara contra la pared.
Yoli - ¿Qué...?
Sheik - Liz.
Liz se dio cuenta demasiado tarde. Sheik le proporcionó un puñetazo. Sólo la hizo caer, ni comparación de lo que le había hecho ella en su casa.
Sheik - ¡No me jodas, Liz! ¡Deja de hacerte la tonta!
Liz - ¿Cómo te atreves...?
Liz le proporcionó otro puñetazo brutal en la cara. Sheik chocó contra la pizarra, que se descolgó de la pared, y justo cuando él rebotaba de la pared, le proporcionó otro que lo dejó incrustado contra la misma.
Liz - Aprende a respetar a tu hermana.
Sheik - Urgh...
Sheik se sentó en donde se sentaría Liz normalmente, al lado de Yoli. Yoli no estaba muy segura de sentarse al lado de Liz.
Durante dos horas largas e interminables, Sheik estuvo observando cada movimiento de Liz, incluso contó las veces en que parpadeaban los ojos. Terminaron las clases y se tomaron un poco de tiempo para comer un poco más.
Yoli - Oh, con el puñetazo de Liz el bocata parece una empanadilla llena de trozos de pared, no se puede comer.
Sheik - Voy a conseguirte uno.
Sheik se acercó a la mochila de Liz, sacó un pequeño bocadillo y se lo entregó a Yoli.
Sheik - Parece que Liz no lo quiere.
Yoli - Gracias, pero... ¿Qué le pasa?
Sheik - Ni idea. Seguro que ha dormido mal y...
¿¿?? - Sheik...
Sheik - ¿Eh...?
Yoli - ¿Qué pasa?
¿¿?? - Sheik...
Sheik - ¿No oyes nada?
Yoli - No...
Sheik - Debe de ser mi imaginación. Voy a ver quién hay por los pasillos.
Yoli - Supongo. Hasta luego.
No había nadie en el pasillo. Entonces...
¿¿?? - Sheik, escúchame. Estoy detrás tuyo. Soy un ángel.
Sheik se giró y vió al ángel.
Sheik - ¡Aaah!
Cayó al suelo, pero seguía consciente.
¿¿?? - No te asustes. Me llamo Chiquix. Tu hermana ha sido poseída por un demonio. Te voy a ayudar a recuperarla tal y como era, pero para poder vencer al demonio necesitas recoger las Gemas Sagradas. Cada una de ellas alberga un espíritu con un poder. El brazalete las desprendió todas menos la gema de la oscuridad, la que tiene Liz. Hay seis contando esa. Sé dónde está cada una de esas gemas, pero están en sitios de la Tierra a los que yo no puedo acceder...
Sheik - Si las encuentro todas, ¿mi hermana volverá a ser como antes?
Chiquix - Exacto.
Sheik - Sólo hace falta que terminen las clases...
Continuará...
Sheik había encontrado un brazalete. Se convirtió en un puño de acero.
...
Liz - Esto es. ¿Para qué quiere mi hermano este brazalete tan bonito?
...
Sheik - ¡Devuélvemelo!
Liz - ¡No!
...
Sheik - ¿Quién murió?
Mamá - ¿Cielo, qué haces vestida así?
Liz - Las cosas cambian... No quiero desayunar, tengo prisa.
Sheik - No tengo más hambre.
...
Liz - ¿Lo quieres? Pues ven a por él.
Le proporcionó un puñetazo y lo hizo chocar contra la pared.
Sheik - ¡Aaaah!
¿Desde cuándo era tan fuerte?
--Fin del resumen del capítulo 1 --
Liz - Tengo prisa para ir a clase. Y tú también. Nos vemos en la escuela...
Liz dedicó una sonrisa fría a Sheik, cogiendo su mochila.
Liz - ...HERMANITO.
Sheik miró cómo salía por la puerta.
Sheik - No puede ser...
Se levantó. Su madre lo miró, totalmente sorprendida.
Sheik - Mamá, es que tenemos que representar una obra de teatro en el instituto, y claro... Estábamos ensayando. Ella hace de mala, y yo soy el héroe. Menudo contraste, ¿eh?
Su madre empezó a aplaudir.
Mamá - Caramba, entonces Liz se mete en el papel del personaje. Sheik, te falta un poco de práctica.
Sheik - (Encima cachondeo...) Lo haré lo mejor que pueda.
De camino a la escuela...
Liz - No necesito esto...
Liz arrancó la joya que había en el brazalete y se la puso en la otra mano, sacó una cadena de collar y puso la gema ahí. Ahora era un collar. Se quitó el brazalete, lanzándolo contra el suelo.
--Explicación--
Como acabas de leer, mientras la gema está tocando un cuerpo, sigue poseyéndolo. Por tanto, aunque se quite el brazalete, la gema no pierde el control del cuerpo.
--Fin de la explicación--
Entró en el instituto. Mientras tanto, de camino al instituto, Sheik...
Sheik - Tengo que hacer algo para saber qué es lo que planea Liz. ¡¡!!
Sheik se fijó en el brazalete que había en el suelo. ¿Se le habría caído a Liz?
Sheik - Mejor así, esto más vale que lo guarde yo. A ver...
No se fijó en que había desaparecido una gema. Sheik deseó que el brazalete se transformara en un puño de acero. En cuestión de segundos, tenía el puño del día anterior en su brazo. Deseó que volviera a ser un brazalete y así fue. Entonces... recordó que tenía que ir al instituto.
Sheik - ¡Mierda, me he distraído!
Llegó a clase con tiempo. El profesor aún no había llegado. Se fijó en Liz, que justo entraba. Su mejor amiga, Yoli, la estaba esperando. No había nadie más en la clase, sólo ellos tres.
Yoli - ¡Liz, hola! ¿Cómo estás?
Liz - Aparta.
Yoli - ¿Eh? Pero...
Liz - ¡Te he dicho que te apartes!
Golpeó a Yoli con muchísima fuerza, haciendo que chocara contra la pared.
Yoli - ¿Qué...?
Sheik - Liz.
Liz se dio cuenta demasiado tarde. Sheik le proporcionó un puñetazo. Sólo la hizo caer, ni comparación de lo que le había hecho ella en su casa.
Sheik - ¡No me jodas, Liz! ¡Deja de hacerte la tonta!
Liz - ¿Cómo te atreves...?
Liz le proporcionó otro puñetazo brutal en la cara. Sheik chocó contra la pizarra, que se descolgó de la pared, y justo cuando él rebotaba de la pared, le proporcionó otro que lo dejó incrustado contra la misma.
Liz - Aprende a respetar a tu hermana.
Sheik - Urgh...
Sheik se sentó en donde se sentaría Liz normalmente, al lado de Yoli. Yoli no estaba muy segura de sentarse al lado de Liz.
Durante dos horas largas e interminables, Sheik estuvo observando cada movimiento de Liz, incluso contó las veces en que parpadeaban los ojos. Terminaron las clases y se tomaron un poco de tiempo para comer un poco más.
Yoli - Oh, con el puñetazo de Liz el bocata parece una empanadilla llena de trozos de pared, no se puede comer.
Sheik - Voy a conseguirte uno.
Sheik se acercó a la mochila de Liz, sacó un pequeño bocadillo y se lo entregó a Yoli.
Sheik - Parece que Liz no lo quiere.
Yoli - Gracias, pero... ¿Qué le pasa?
Sheik - Ni idea. Seguro que ha dormido mal y...
¿¿?? - Sheik...
Sheik - ¿Eh...?
Yoli - ¿Qué pasa?
¿¿?? - Sheik...
Sheik - ¿No oyes nada?
Yoli - No...
Sheik - Debe de ser mi imaginación. Voy a ver quién hay por los pasillos.
Yoli - Supongo. Hasta luego.
No había nadie en el pasillo. Entonces...
¿¿?? - Sheik, escúchame. Estoy detrás tuyo. Soy un ángel.
Sheik se giró y vió al ángel.
Sheik - ¡Aaah!
Cayó al suelo, pero seguía consciente.
¿¿?? - No te asustes. Me llamo Chiquix. Tu hermana ha sido poseída por un demonio. Te voy a ayudar a recuperarla tal y como era, pero para poder vencer al demonio necesitas recoger las Gemas Sagradas. Cada una de ellas alberga un espíritu con un poder. El brazalete las desprendió todas menos la gema de la oscuridad, la que tiene Liz. Hay seis contando esa. Sé dónde está cada una de esas gemas, pero están en sitios de la Tierra a los que yo no puedo acceder...
Sheik - Si las encuentro todas, ¿mi hermana volverá a ser como antes?
Chiquix - Exacto.
Sheik - Sólo hace falta que terminen las clases...
Continuará...
Capítulo 3: Cielo o Infierno
En el capítulo anterior...
Liz - ...HERMANITO.
...
Sheik - El brazalete. Mejor así, lo guardaré yo.
...
Yoli - ¿Eh? Pero...
Liz - ¡Te he dicho que te apartes!
Liz le proporcionó un fuerte puñetazo a Yoli, haciendo que chocara contra la pared.
...
Chiquix - Soy un ángel. Me llamo Chiquix. Tu hermana ha sido poseída por un demonio.
--Fin del resumen del capítulo 2--
Sheik - Vamos...
Miraba el reloj. Quedaba un minuto. Se oía un tic-tac que se le hacía muy pesado. Entonces sonó. Un ¡Riiing! fuerte sonó por todo el instituto. Sheik se levantó enseguida y empezó a correr rápidamente. Pero algo, o mejor dicho, alguien, le detuvo.
Yoli - ¿Por qué tienes tanta prisa? ¡Espérame!
Sheik se giró.
Sheik - ¿Qué pasa ahora? ¿No vas con Liz a...? Oh, claro.
Yoli - No... hasta que se le pase el enfado.
Sheik - Bueno, está bien. ¿Y qué tengo que hacer yo?
Yoli - Nada... Al menos acompáñame a casa, está de camino a la tuya...
Un rato más tarde...
(Casa de Yoli)
Yoli - Y como esta noche tengo una fiesta, tengo que elegir algo que ponerme. ¿Qué tal este vestido? ¿O este?
Sheik - ...
Yoli - Ay, perdona. Te pareces mucho a tu hermana, y claro, te hablé como si fueras ella.
Sheik - No importa. Ponte el vestido que más te guste, quedas bien con los dos, así que elige uno y ya. Yo me voy.
Yoli - ¿Ya te vas?
Sheik - Sí.
Un rato más tarde...
(Casa de Sheik)
Sheik - Tengo que depositar algo en... en mi tripa... o...
Mamá - ¿Sheik? ¿Ya has llegado?
Sheik - Sí, mamá. Lo siento, alguien me ha entretenido.
Mamá - ¿Y tu hermana?
Sheik - ¿No ha vuelto?
Mamá - No... ¿Quieres comer? Os esperaba a los dos, pero...
Más tarde...
¿¿?? - Ya he vuelto.
Mamá - Liz, justo a tiempo. Pensaba que te habías quedado en algún sitio a comer con Yoli.
Liz - No.
Mamá - ¿No vas a comer?
Liz - Por supuesto, pero antes quiero asegurarme de algo.
Liz subía las escaleras.
Sheik - ...
Él estaba escondido arriba, en el cuarto de Liz. Los pasos de Liz hicieron que su corazón latiera más fuerte cada vez. Finalmente, Liz abrió la puerta.
Liz - ...
Sheik - ...
Liz - Ha sido un día divertido...
Sheik - (¿Qué?)
Liz - Pero aún no logro encontrar el poder que hay escondido en esta humana. Tendré que quedarme un tiempo más.
Sheik - (¿El poder?)
Chiquix - (Sheik, escúchame. Ahora mismo te estoy hablando mentalmente. Con el poder, se refiere a algún tipo de habilidad que pueda estar oculta en tu hermana.)
Sheik - (¿Mi hermana? Claro, por eso la habrá poseído.)
Chiquix - (Exacto. Voy a echarle un vistazo al planeta, y te diré dónde está la joya más cercana.)
Sheik - (De acuerdo. Corto y cierro.)
Chiquix - (¿Corto y cierro? Has visto demasiadas películas.)
Liz salió de su habitación y bajó para comer.
Sheik - Debo retenerla en algún sitio...
Un rato más tarde...
Liz ya había comido, así que Sheik bajó por las escaleras y cuando ella iba a subir, la cogió de la mano. Tenía un plan.
Liz - ¿Qué haces?
Sheik - Nada, te cojo para que nos vayamos. Tenemos que irnos, recuerda que quedamos con alguien.
Liz - (Más contratiempos... No importa, acabaré con él de todos modos...) Vamos entonces.
Sheik - (Cree que yo aún no sé que es un demonio, pero la sorpresa será cuando le retenga.)
Salieron de casa.
Un rato más tarde...
Sheik - Ya hemos llegado.
Liz - ¿Hemos quedado aquí? ¿A este lugar tan apartado y abandonado?
Estaban en un descampado, donde había edificios destruidos que no se habían vuelto a restaurar desde la guerra que hubo en 1926. Aunque los edificios conservaban algunas habitaciones enteras, con paredes, techos, puertas, y demás.
Sheik - No viene esa persona. A lo mejor ya habrá entrado en la habitación. Miremos.
Liz - ...
Y Sheik siguió hasta la puerta de tal habitación, la abrió con una llave que tenía y...
Sheik - ¡Ahora!
Liz - ¿¡Qué...!?
Lanzó a Liz al interior y volvió a cerrar la puerta con llave desde fuera.
Liz - ¡Sácame de aquí! ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que estás haciendo!
Sheik - Claro, te sacaré... Una vez haya conseguido todas las gemas.
Liz - Así que ya lo sabías...
Sheik empezó a correr hacia otro descampado, también destruido. Se sentó y sacó algo de su bolsillo. Era un paquete de galletas. Empezó a comer.
Sheik - Ñam, cronch, ñam, ñam, ñam...
Chiquix - (¡He localizado la primera!)
Sheik - ¡Aaaaghh! ¡Corf, corf, corf! ¡Ajj, ajj, puaaj! (¡No me des estos sustos, me he atragantado!)
Chiquix - (Uy, lo siento. No sabía que estabas comiendo algo. Espera.)
De pronto Chiquix apareció delante de Sheik.
Chiquix - ¿Cómo se llama esto que estás comiendo?
Sheik - ¿Esto? Galletas. Toma, prueba, son con chocolate.
Chiquix - Son dulces. Están muy ricas. Pero creo que te pasas un poco, comes demasiadas y a la vez.
Sheik tenía cinco galletas en la boca.
Sheik - Je vá... (Traducción: Qué va...)
Se las traga enteritas. Chiquix se lo queda mirando con los ojos bien abiertos.
Sheik - Por cierto, ¿dónde está la gema que me decías?
Chiquix - Ah, sí... Está en un lugar del planeta llamado Polo Norte, si te teletransporto, ¿podrás llegar hasta ella?
Sheik - Supongo, pero tendré que vestirme con mucha ropa.
Mientras tanto, en el descampado anterior.
Todo está tranquilo, pero de repente la puerta de la habitación estable se descoloca y sale volando, doblada por la mitad. Aparece Liz de dentro.
Liz - Grrr...
Continuará...
Liz - ...HERMANITO.
...
Sheik - El brazalete. Mejor así, lo guardaré yo.
...
Yoli - ¿Eh? Pero...
Liz - ¡Te he dicho que te apartes!
Liz le proporcionó un fuerte puñetazo a Yoli, haciendo que chocara contra la pared.
...
Chiquix - Soy un ángel. Me llamo Chiquix. Tu hermana ha sido poseída por un demonio.
--Fin del resumen del capítulo 2--
Sheik - Vamos...
Miraba el reloj. Quedaba un minuto. Se oía un tic-tac que se le hacía muy pesado. Entonces sonó. Un ¡Riiing! fuerte sonó por todo el instituto. Sheik se levantó enseguida y empezó a correr rápidamente. Pero algo, o mejor dicho, alguien, le detuvo.
Yoli - ¿Por qué tienes tanta prisa? ¡Espérame!
Sheik se giró.
Sheik - ¿Qué pasa ahora? ¿No vas con Liz a...? Oh, claro.
Yoli - No... hasta que se le pase el enfado.
Sheik - Bueno, está bien. ¿Y qué tengo que hacer yo?
Yoli - Nada... Al menos acompáñame a casa, está de camino a la tuya...
Un rato más tarde...
(Casa de Yoli)
Yoli - Y como esta noche tengo una fiesta, tengo que elegir algo que ponerme. ¿Qué tal este vestido? ¿O este?
Sheik - ...
Yoli - Ay, perdona. Te pareces mucho a tu hermana, y claro, te hablé como si fueras ella.
Sheik - No importa. Ponte el vestido que más te guste, quedas bien con los dos, así que elige uno y ya. Yo me voy.
Yoli - ¿Ya te vas?
Sheik - Sí.
Un rato más tarde...
(Casa de Sheik)
Sheik - Tengo que depositar algo en... en mi tripa... o...
Mamá - ¿Sheik? ¿Ya has llegado?
Sheik - Sí, mamá. Lo siento, alguien me ha entretenido.
Mamá - ¿Y tu hermana?
Sheik - ¿No ha vuelto?
Mamá - No... ¿Quieres comer? Os esperaba a los dos, pero...
Más tarde...
¿¿?? - Ya he vuelto.
Mamá - Liz, justo a tiempo. Pensaba que te habías quedado en algún sitio a comer con Yoli.
Liz - No.
Mamá - ¿No vas a comer?
Liz - Por supuesto, pero antes quiero asegurarme de algo.
Liz subía las escaleras.
Sheik - ...
Él estaba escondido arriba, en el cuarto de Liz. Los pasos de Liz hicieron que su corazón latiera más fuerte cada vez. Finalmente, Liz abrió la puerta.
Liz - ...
Sheik - ...
Liz - Ha sido un día divertido...
Sheik - (¿Qué?)
Liz - Pero aún no logro encontrar el poder que hay escondido en esta humana. Tendré que quedarme un tiempo más.
Sheik - (¿El poder?)
Chiquix - (Sheik, escúchame. Ahora mismo te estoy hablando mentalmente. Con el poder, se refiere a algún tipo de habilidad que pueda estar oculta en tu hermana.)
Sheik - (¿Mi hermana? Claro, por eso la habrá poseído.)
Chiquix - (Exacto. Voy a echarle un vistazo al planeta, y te diré dónde está la joya más cercana.)
Sheik - (De acuerdo. Corto y cierro.)
Chiquix - (¿Corto y cierro? Has visto demasiadas películas.)
Liz salió de su habitación y bajó para comer.
Sheik - Debo retenerla en algún sitio...
Un rato más tarde...
Liz ya había comido, así que Sheik bajó por las escaleras y cuando ella iba a subir, la cogió de la mano. Tenía un plan.
Liz - ¿Qué haces?
Sheik - Nada, te cojo para que nos vayamos. Tenemos que irnos, recuerda que quedamos con alguien.
Liz - (Más contratiempos... No importa, acabaré con él de todos modos...) Vamos entonces.
Sheik - (Cree que yo aún no sé que es un demonio, pero la sorpresa será cuando le retenga.)
Salieron de casa.
Un rato más tarde...
Sheik - Ya hemos llegado.
Liz - ¿Hemos quedado aquí? ¿A este lugar tan apartado y abandonado?
Estaban en un descampado, donde había edificios destruidos que no se habían vuelto a restaurar desde la guerra que hubo en 1926. Aunque los edificios conservaban algunas habitaciones enteras, con paredes, techos, puertas, y demás.
Sheik - No viene esa persona. A lo mejor ya habrá entrado en la habitación. Miremos.
Liz - ...
Y Sheik siguió hasta la puerta de tal habitación, la abrió con una llave que tenía y...
Sheik - ¡Ahora!
Liz - ¿¡Qué...!?
Lanzó a Liz al interior y volvió a cerrar la puerta con llave desde fuera.
Liz - ¡Sácame de aquí! ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que estás haciendo!
Sheik - Claro, te sacaré... Una vez haya conseguido todas las gemas.
Liz - Así que ya lo sabías...
Sheik empezó a correr hacia otro descampado, también destruido. Se sentó y sacó algo de su bolsillo. Era un paquete de galletas. Empezó a comer.
Sheik - Ñam, cronch, ñam, ñam, ñam...
Chiquix - (¡He localizado la primera!)
Sheik - ¡Aaaaghh! ¡Corf, corf, corf! ¡Ajj, ajj, puaaj! (¡No me des estos sustos, me he atragantado!)
Chiquix - (Uy, lo siento. No sabía que estabas comiendo algo. Espera.)
De pronto Chiquix apareció delante de Sheik.
Chiquix - ¿Cómo se llama esto que estás comiendo?
Sheik - ¿Esto? Galletas. Toma, prueba, son con chocolate.
Chiquix - Son dulces. Están muy ricas. Pero creo que te pasas un poco, comes demasiadas y a la vez.
Sheik tenía cinco galletas en la boca.
Sheik - Je vá... (Traducción: Qué va...)
Se las traga enteritas. Chiquix se lo queda mirando con los ojos bien abiertos.
Sheik - Por cierto, ¿dónde está la gema que me decías?
Chiquix - Ah, sí... Está en un lugar del planeta llamado Polo Norte, si te teletransporto, ¿podrás llegar hasta ella?
Sheik - Supongo, pero tendré que vestirme con mucha ropa.
Mientras tanto, en el descampado anterior.
Todo está tranquilo, pero de repente la puerta de la habitación estable se descoloca y sale volando, doblada por la mitad. Aparece Liz de dentro.
Liz - Grrr...
Continuará...
Capítulo 4: Sólido o Líquido
En el capítulo anterior...
Sheik - Debo retenerla en algún sitio.
...
Liz - ¿Qué haces?
Sheik - Nada, te cojo para que nos vayamos. Tenemos que irnos, recuerda que quedamos con alguien.
Liz - (Más contratiempos... No importa, acabaré con él de todos modos...) Vamos entonces.
Sheik - (Cree que yo aún no sé que es un demonio, pero la sorpresa será cuando le retenga.)
...
Liz - ¡Sácame de aquí! ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que estás haciendo!
Sheik - Claro, te sacaré... Una vez haya conseguido todas las gemas.
Liz - Así que ya lo sabías...
...
Chiquix - La primera gema está en un lugar del planeta llamado Polo Norte, si te teletransporto, ¿podrás llegar hasta ella?
-- Fin del resumen del capítulo 3 --
Polo Norte...
Sheik - ¡Brrrr! Mis mocos se congelan. ¿Dónde está la gema?
Chiquix - La estoy buscando por esta zona, que es donde la detecté. Ten paciencia.
Sheik - No puedo más...
Chiquix - ¡Ten paciencia...!
Unos minutos más tarde...
Chiquix - ¡La tengo!
Nadie le respondía. Se giró hacia Sheik y lo encontró en el suelo congelado.
Chiquix - ¡Sheik!
Lanzó un hechizo y Sheik se descongeló.
Sheik - ¡Menos mal! ¿La has encontrado?
Chiquix- Sí. Está en esa pequeña montaña de hielo. Si le das un puñetazo fuerte, se romperá la entrada y podrás entrar. Pero no te pases, o la romperás toda.
Sheik - Voy.
Sheik se acercó a la montaña y deseó que el brazalete se convirtiera en un puño de acero. Y así fue. Golpeó la montaña y se abrió un pequeño túnel claustrofóbico.
Sheik - ¿No vienes?
Chiquix - No puedo, estos lugares me debilitan quitándome primero mi magia y después desintegrándome.
Sheik - Está bien.
Sheik entró por el túnel. Un túnel que le parecía interminable, pero de repente.
Sheik - Ya estoy dentro.
Por el interior, era precioso. Todo lleno de cristales brillantes y relucientes, que parecían decir "soy tu joya ideal" pero a Sheik no le interesaban. Siguió por el único lugar por el que podía pasar.
Llegó a una sala estrecha, y cuando iba a pasar, dió una voltereta hacia atrás, y justo donde él estaba antes de dar la voltereta, cayó una estalactita. El lugar estaba plagado de trampas.
Sheik - Sólo hay una solución.
Miró al techo, y se ponía en cada lugar en donde iba a caer una estalactita, dando una voltereta hacia atrás al último momento, hasta que ya no quedaban más estalactitas colgando.
Avanzó a la siguiente sala. Ahí estaba la gema, flotando y soltando una aura azul.
Sheik - Demasiado fácil.
Efectivamente, nada más se acercó a la gema, empezaron a caer estalactitas. Sheik cogió la gema, la puso en el brazalete y de repente...
Se convirtió en líquido.
Sheik - ¡Alucinante!
Dejaron de caer estalactitas, pero se oyó un fuerte estruendo, Sheik se convirtió en humano de nuevo, corrió hacia la salida y vió que la había bloqueado un trozo de hielo.
Sheik - ¡Mierda! ¿Cómo salgo de aquí ahora?
Miró a la pared de la montaña y...
Chiquix oyó un fuerte estruendo y la montaña se rompió, y con Sheik con el puño alzado.
Chiquix - Bien hecho, Sheik. ¿Tienes ya la gema?
Sheik - Sí, me imagino que es la del agua, ¿verdad?
Chiquix - Sí, te permite cambiar a cualquier estado del agua: Sólido (Hielo), Líquido (Agua) o Gaseoso (Vapor).
Sheik - Me irá bien para pasar por lugares desapercibidos. ¿Nos vamos?
¿¿?? - No, de aquí no se va nadie.
Se voltearon a ver y efectivamente se trataba de Liz, furiosa.
Sheik - Mierda.
Liz - Vaya, vaya. Así que te has hecho con la gema del agua... Pero tendrás que devolvérmela.
Sheik - Ni loco.
Liz - ¿Me obligas a que te la quite?
Sheik - Si es que puedes.
Liz - Muy bien...
Liz estaba recubierta de una aura oscura.
Liz - ¡Prepárate!
Se abalanzó sobre Sheik, preparando un fuerte puñetazo. Se apartó hacia un lado con un paso, y el puño de Liz impactó contra el duro hielo del glacial.
Liz - ¡...AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!
Sheik - Uy, eso tiene que doler.
Liz - Te lo has creído.
Sheik - ¿Qué?
El trozo que Liz había golpeado se rompió en pedazos y se separó del resto del hielo. Le cogió el pie a Sheik, y lo lanzó contra un conjunto de glaciales.
Chiquix - ¡No podrás vencer a Liz en este estado! ¡Huye rápido!
Sheik salió del agua y intentó nadar, pero iba lento en comparación de Liz, la cual flotaba en el aire. Entonces...
Chiquix - (Olvidé decirte que cuando pasas a algún estado del agua, sea cual sea, cuando quitas el modo acuático y vuelves a ser un ser vivo, puedes adquirir la forma que quieras, es decir, que si tú quieres, puedes convertirte en un pez cualquiera.)
Sheik - (Bien... Puedo usar esto, gracias.)
Miró a Liz y esbozó una sonrisa sarcástica.
Liz - ¿Qué te hace tanta gracia?
Sheik - Lo siento, colega, tengo prisa. Nos vemos.
Liz - ¿Eh?
Sheik se convirtió en agua y acto seguido en pez. Nadó tranquilamente sin cansarse a un lugar con menos hielo, para que Chiquix pudiera ejecutar su magia. Pasó un poco de tiempo hasta que...
Chiquix - (Aquí está bien, Sheik. Noto como la magia fluye con normalidad en este sitio.)
Sheik se transformó en agua, y a continuación, volvió a su forma original.
Sheik - Vamos, Chiquix. ¿Dónde está la siguiente gema?
Chiquix - Está en un volcán llamado Etna, en Sicilia, Italia. ¿Si te teletransporto llegarás a la gema?
Sheik - Por supuesto.
Continuará...
Sheik - Debo retenerla en algún sitio.
...
Liz - ¿Qué haces?
Sheik - Nada, te cojo para que nos vayamos. Tenemos que irnos, recuerda que quedamos con alguien.
Liz - (Más contratiempos... No importa, acabaré con él de todos modos...) Vamos entonces.
Sheik - (Cree que yo aún no sé que es un demonio, pero la sorpresa será cuando le retenga.)
...
Liz - ¡Sácame de aquí! ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que estás haciendo!
Sheik - Claro, te sacaré... Una vez haya conseguido todas las gemas.
Liz - Así que ya lo sabías...
...
Chiquix - La primera gema está en un lugar del planeta llamado Polo Norte, si te teletransporto, ¿podrás llegar hasta ella?
-- Fin del resumen del capítulo 3 --
Polo Norte...
Sheik - ¡Brrrr! Mis mocos se congelan. ¿Dónde está la gema?
Chiquix - La estoy buscando por esta zona, que es donde la detecté. Ten paciencia.
Sheik - No puedo más...
Chiquix - ¡Ten paciencia...!
Unos minutos más tarde...
Chiquix - ¡La tengo!
Nadie le respondía. Se giró hacia Sheik y lo encontró en el suelo congelado.
Chiquix - ¡Sheik!
Lanzó un hechizo y Sheik se descongeló.
Sheik - ¡Menos mal! ¿La has encontrado?
Chiquix- Sí. Está en esa pequeña montaña de hielo. Si le das un puñetazo fuerte, se romperá la entrada y podrás entrar. Pero no te pases, o la romperás toda.
Sheik - Voy.
Sheik se acercó a la montaña y deseó que el brazalete se convirtiera en un puño de acero. Y así fue. Golpeó la montaña y se abrió un pequeño túnel claustrofóbico.
Sheik - ¿No vienes?
Chiquix - No puedo, estos lugares me debilitan quitándome primero mi magia y después desintegrándome.
Sheik - Está bien.
Sheik entró por el túnel. Un túnel que le parecía interminable, pero de repente.
Sheik - Ya estoy dentro.
Por el interior, era precioso. Todo lleno de cristales brillantes y relucientes, que parecían decir "soy tu joya ideal" pero a Sheik no le interesaban. Siguió por el único lugar por el que podía pasar.
Llegó a una sala estrecha, y cuando iba a pasar, dió una voltereta hacia atrás, y justo donde él estaba antes de dar la voltereta, cayó una estalactita. El lugar estaba plagado de trampas.
Sheik - Sólo hay una solución.
Miró al techo, y se ponía en cada lugar en donde iba a caer una estalactita, dando una voltereta hacia atrás al último momento, hasta que ya no quedaban más estalactitas colgando.
Avanzó a la siguiente sala. Ahí estaba la gema, flotando y soltando una aura azul.
Sheik - Demasiado fácil.
Efectivamente, nada más se acercó a la gema, empezaron a caer estalactitas. Sheik cogió la gema, la puso en el brazalete y de repente...
Se convirtió en líquido.
Sheik - ¡Alucinante!
Dejaron de caer estalactitas, pero se oyó un fuerte estruendo, Sheik se convirtió en humano de nuevo, corrió hacia la salida y vió que la había bloqueado un trozo de hielo.
Sheik - ¡Mierda! ¿Cómo salgo de aquí ahora?
Miró a la pared de la montaña y...
Chiquix oyó un fuerte estruendo y la montaña se rompió, y con Sheik con el puño alzado.
Chiquix - Bien hecho, Sheik. ¿Tienes ya la gema?
Sheik - Sí, me imagino que es la del agua, ¿verdad?
Chiquix - Sí, te permite cambiar a cualquier estado del agua: Sólido (Hielo), Líquido (Agua) o Gaseoso (Vapor).
Sheik - Me irá bien para pasar por lugares desapercibidos. ¿Nos vamos?
¿¿?? - No, de aquí no se va nadie.
Se voltearon a ver y efectivamente se trataba de Liz, furiosa.
Sheik - Mierda.
Liz - Vaya, vaya. Así que te has hecho con la gema del agua... Pero tendrás que devolvérmela.
Sheik - Ni loco.
Liz - ¿Me obligas a que te la quite?
Sheik - Si es que puedes.
Liz - Muy bien...
Liz estaba recubierta de una aura oscura.
Liz - ¡Prepárate!
Se abalanzó sobre Sheik, preparando un fuerte puñetazo. Se apartó hacia un lado con un paso, y el puño de Liz impactó contra el duro hielo del glacial.
Liz - ¡...AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!
Sheik - Uy, eso tiene que doler.
Liz - Te lo has creído.
Sheik - ¿Qué?
El trozo que Liz había golpeado se rompió en pedazos y se separó del resto del hielo. Le cogió el pie a Sheik, y lo lanzó contra un conjunto de glaciales.
Chiquix - ¡No podrás vencer a Liz en este estado! ¡Huye rápido!
Sheik salió del agua y intentó nadar, pero iba lento en comparación de Liz, la cual flotaba en el aire. Entonces...
Chiquix - (Olvidé decirte que cuando pasas a algún estado del agua, sea cual sea, cuando quitas el modo acuático y vuelves a ser un ser vivo, puedes adquirir la forma que quieras, es decir, que si tú quieres, puedes convertirte en un pez cualquiera.)
Sheik - (Bien... Puedo usar esto, gracias.)
Miró a Liz y esbozó una sonrisa sarcástica.
Liz - ¿Qué te hace tanta gracia?
Sheik - Lo siento, colega, tengo prisa. Nos vemos.
Liz - ¿Eh?
Sheik se convirtió en agua y acto seguido en pez. Nadó tranquilamente sin cansarse a un lugar con menos hielo, para que Chiquix pudiera ejecutar su magia. Pasó un poco de tiempo hasta que...
Chiquix - (Aquí está bien, Sheik. Noto como la magia fluye con normalidad en este sitio.)
Sheik se transformó en agua, y a continuación, volvió a su forma original.
Sheik - Vamos, Chiquix. ¿Dónde está la siguiente gema?
Chiquix - Está en un volcán llamado Etna, en Sicilia, Italia. ¿Si te teletransporto llegarás a la gema?
Sheik - Por supuesto.
Continuará...
Capítulo 5: Caliente o Helado
En el capítulo anterior...
Sheik se convirtió en Líquido.
Sheik - ¿Es la gema del agua, verdad?
Chiquix - Sí, puedes convertirte en Líquido, Sólido o Gaseoso.
Liz - Tendrás que devolvérmela.
Sheik - Ni loco.
Liz - ¿Me obligas a que te la quite?
Sheik - Nos vemos.
Liz - ¿Eh?
Liz - La siguiente gema está en el volcán Etna, Sicilia. ¿Podrás llegar hasta ella?
--Fin del resumen del capítulo 4--
Etna, Sicilia.
Sheik - ¡Joder, hay lava! ¿Cómo quieres que me meta ahí?
Chiquix - Piensa un poco, tienes una gema que te permite convertirte en vapor.
Sheik - Ah, claro.
Sheik se convirtió en vapor y entró en el volcán. Aterró en un lugar donde no llegaba la lava, y vió que había una gruta. Volvió a ser él.
Sheik - ¿Será por aquí?
Chiquix - Eso parece… porque me empiezo a debilitar. Volveré arriba.
Sheik - Está bien.
Sheik siguió solo por la gruta hasta que…
Liz - ¿No creerás que puedes hacer algo contra mí, verdad?
Sheik - Liz…
Liz - Lo siento, hoy es tu fin.
Sheik - ¡Te tragarás tus palabras!
Sheik se abalanzó sobre Liz pero antes de golpearla se detuvo.
Sheik - …
Liz - …
Sheik - No puedo…
Liz le golpeó haciendo que se arrastrará varios metros hasta quedarse colgando con una mano del precipicio que había. Mirando abajo, podía ver la lava. Eso le hizo deducir que la gruta le había llevado al interior del volcán.
Sheik - Mierda…
Liz - ¿Y ahora qué vas a hacer?
Sheik - Sólo puedo hacer una cosa...
Sheik puso el pie apoyado en la pared del precipicio. Y consiguió saltar hasta tierra firme. A continuación se puso a correr hacia Liz rápidamente, y le consiguió tocar el collar, pero no pudo quitárselo.
Sheik - ¡Ya lo tenía!
Liz - Hijo de... Muy bien, así que a eso quieres jugar... Vas a lamentar esa acción toda tu vida...
Sheik - ¿Eh?
Liz se largó volando.
Sheik se quedó palpitando unos segundos, pero volvió en sí. Avistó la gema en una especie de pequeña jaula que había en la pared. Había la hendidura de un puño y un texto grabado.
“Si has llegado hasta aquí, es que realmente eres el héroe. Pero deberás demostrar que eres realmente eres tú.”
Sheik supuso que se refería a poner el puño en la hendidura, así que no lo dudó. Y sí, se abrió la pequeña jaula y pudo coger la gema y ponerla en el brazalete. A continuación, se recubrió de fuego.
Sheik - Increíble...
Paró su poder y volvió hasta Chiquix.
Chiquix - ¿Ya la tienes?
Sheik - Sí. ¿Qué más?
Chiquix - Ahora la próxima gema está en una pradera al norte de tu pueblo. No la detecté antes, pero está ahí.
Sheik - Genial, entonces pasaré por casa.
Y así fue como Sheik volvió hacia su casa.
Sheik - ¡Ya he llegado!
Mamá - Antes ha pasado Liz por aquí, y se la veía muy enfadada. ¿Le pasa algo?
Sheik - Ni idea.
Mamá - Toma tu merienda. Cómetela tranquilamente, y luego si quieres te vas de nuevo.
Sheik se comió la merienda mirando la televisión.
Luego, salió de casa nuevamente, y se dirigió a la pradera.
Al llegar, Liz le esperaba.
Liz - Ahora sí que esto ha terminado.
Sheik - No lo creo. ¿Quieres comprobarlo?
Liz - Está bien. Ataca tú primero.
Sheik empezó a correr hacia Liz, sin que ella se movierá. Volvió a intentar quitarle el collar, pero justo al tocarlo empezó a sentirse cada vez más débil.
Sheik - Ugh...
Liz - Ahora ya sabes lo que te pasará cuando intentes hacerlo de nuevo. Y ahora, permíteme que te ataque.
Liz se abalanzó contra Sheik y le dio un montón de patadas seguidas hasta que empezó a salirle sangre.
Sheik - Ugh...
Liz - Y eso no es ni una milésima parte de lo que va a suceder.
Liz se fue dejando a Sheik tirado en la pradera. Sheik perdió el conocimiento.
Al cabo de media hora...
Chiquix - Sheik, levántate.
Sheik intentó levantarse, y se notó como si Liz no le hubiera hecho nada.
Chiquix - Te he sanado tanto como he podido.
Sheik - Gracias, Chiquix. ¿Dónde está la gema?
Chiquix - Por lo que parece necesitarás una pala para cogerla.
Sheik - No, con las manos me vale. Más vale que te alejes o te debilitarás.
Chiquix - Está bien.
Se puso a escarbar con las manos, hasta encontrar una pequeña caja con la gema en su interior. La puso en su brazalete y...
Chiquix - Escarba con las manos ahora.
Sheik lo hizo, y parecía realmente que lo hiciera un topo.
Sheik - Genial. ¿Dónde está la siguiente gema?
Chiquix señaló una montaña a lo lejos. La montaña estaba recubierta de nubes de tormenta.
Sheik - Entonces no perdamos más tiempo.
Continuará...
Sheik se convirtió en Líquido.
Sheik - ¿Es la gema del agua, verdad?
Chiquix - Sí, puedes convertirte en Líquido, Sólido o Gaseoso.
Liz - Tendrás que devolvérmela.
Sheik - Ni loco.
Liz - ¿Me obligas a que te la quite?
Sheik - Nos vemos.
Liz - ¿Eh?
Liz - La siguiente gema está en el volcán Etna, Sicilia. ¿Podrás llegar hasta ella?
--Fin del resumen del capítulo 4--
Etna, Sicilia.
Sheik - ¡Joder, hay lava! ¿Cómo quieres que me meta ahí?
Chiquix - Piensa un poco, tienes una gema que te permite convertirte en vapor.
Sheik - Ah, claro.
Sheik se convirtió en vapor y entró en el volcán. Aterró en un lugar donde no llegaba la lava, y vió que había una gruta. Volvió a ser él.
Sheik - ¿Será por aquí?
Chiquix - Eso parece… porque me empiezo a debilitar. Volveré arriba.
Sheik - Está bien.
Sheik siguió solo por la gruta hasta que…
Liz - ¿No creerás que puedes hacer algo contra mí, verdad?
Sheik - Liz…
Liz - Lo siento, hoy es tu fin.
Sheik - ¡Te tragarás tus palabras!
Sheik se abalanzó sobre Liz pero antes de golpearla se detuvo.
Sheik - …
Liz - …
Sheik - No puedo…
Liz le golpeó haciendo que se arrastrará varios metros hasta quedarse colgando con una mano del precipicio que había. Mirando abajo, podía ver la lava. Eso le hizo deducir que la gruta le había llevado al interior del volcán.
Sheik - Mierda…
Liz - ¿Y ahora qué vas a hacer?
Sheik - Sólo puedo hacer una cosa...
Sheik puso el pie apoyado en la pared del precipicio. Y consiguió saltar hasta tierra firme. A continuación se puso a correr hacia Liz rápidamente, y le consiguió tocar el collar, pero no pudo quitárselo.
Sheik - ¡Ya lo tenía!
Liz - Hijo de... Muy bien, así que a eso quieres jugar... Vas a lamentar esa acción toda tu vida...
Sheik - ¿Eh?
Liz se largó volando.
Sheik se quedó palpitando unos segundos, pero volvió en sí. Avistó la gema en una especie de pequeña jaula que había en la pared. Había la hendidura de un puño y un texto grabado.
“Si has llegado hasta aquí, es que realmente eres el héroe. Pero deberás demostrar que eres realmente eres tú.”
Sheik supuso que se refería a poner el puño en la hendidura, así que no lo dudó. Y sí, se abrió la pequeña jaula y pudo coger la gema y ponerla en el brazalete. A continuación, se recubrió de fuego.
Sheik - Increíble...
Paró su poder y volvió hasta Chiquix.
Chiquix - ¿Ya la tienes?
Sheik - Sí. ¿Qué más?
Chiquix - Ahora la próxima gema está en una pradera al norte de tu pueblo. No la detecté antes, pero está ahí.
Sheik - Genial, entonces pasaré por casa.
Y así fue como Sheik volvió hacia su casa.
Sheik - ¡Ya he llegado!
Mamá - Antes ha pasado Liz por aquí, y se la veía muy enfadada. ¿Le pasa algo?
Sheik - Ni idea.
Mamá - Toma tu merienda. Cómetela tranquilamente, y luego si quieres te vas de nuevo.
Sheik se comió la merienda mirando la televisión.
Luego, salió de casa nuevamente, y se dirigió a la pradera.
Al llegar, Liz le esperaba.
Liz - Ahora sí que esto ha terminado.
Sheik - No lo creo. ¿Quieres comprobarlo?
Liz - Está bien. Ataca tú primero.
Sheik empezó a correr hacia Liz, sin que ella se movierá. Volvió a intentar quitarle el collar, pero justo al tocarlo empezó a sentirse cada vez más débil.
Sheik - Ugh...
Liz - Ahora ya sabes lo que te pasará cuando intentes hacerlo de nuevo. Y ahora, permíteme que te ataque.
Liz se abalanzó contra Sheik y le dio un montón de patadas seguidas hasta que empezó a salirle sangre.
Sheik - Ugh...
Liz - Y eso no es ni una milésima parte de lo que va a suceder.
Liz se fue dejando a Sheik tirado en la pradera. Sheik perdió el conocimiento.
Al cabo de media hora...
Chiquix - Sheik, levántate.
Sheik intentó levantarse, y se notó como si Liz no le hubiera hecho nada.
Chiquix - Te he sanado tanto como he podido.
Sheik - Gracias, Chiquix. ¿Dónde está la gema?
Chiquix - Por lo que parece necesitarás una pala para cogerla.
Sheik - No, con las manos me vale. Más vale que te alejes o te debilitarás.
Chiquix - Está bien.
Se puso a escarbar con las manos, hasta encontrar una pequeña caja con la gema en su interior. La puso en su brazalete y...
Chiquix - Escarba con las manos ahora.
Sheik lo hizo, y parecía realmente que lo hiciera un topo.
Sheik - Genial. ¿Dónde está la siguiente gema?
Chiquix señaló una montaña a lo lejos. La montaña estaba recubierta de nubes de tormenta.
Sheik - Entonces no perdamos más tiempo.
Continuará...
¡Pronto habrán más capítulos!
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