No name

OP
Mensajes
19
Reacciones
0
Puntos
0
Magic Violet (No name)

Prólogo
Llevaba una vida normal. Ella era una adolescente que vivía en armonía junto a sus amigos, familia y la monotonía de todos los días. Nunca penso que todo daría un drástico giro. Que estaba destinada a pasar por esto.Siempre deseo algo emoción en su aburrida vida, pero ahora que la tiene desearía volver a la calma de los antiguos días


Capítulo 1I.
No sabía muy bien donde estaba. Me hallaba en medio de un frondoso bosque interminable. Mire hacia todos lados sin saber qué rumbo tomar. Desesperada corrí sin destino como si pudiera encontrar algo que me diera una pista de cómo salir de ahí. Tropecé con la raíz de un enorme árbol cayendo como saco de papas al suelo. Me miré las manos, estaban llenas de heridas. Mi cuerpo estaba muy cansado como para seguir avanzando en la nada, pero, de pronto recordé que hacía en ese extraño lugar… No era más que un sueño. Lo venía teniendo hace más de una semana. Justo en este instante despertaba jadeando mas esta vez no fue así. Seguí explorando de todos modos ¿Qué podía pasar ?estaba soñando.
Después de un rato caminando entre eucaliptus y pinos llegue a un claro en el bosque. En medio de este había un muchacho desmayado. Me acerque un poco más llegando hasta donde estaba él. Descubrí que tenía una profunda herida en el pecho. Me arrodille a su lado mientras me corrían las lágrimas inexplicablemente. Sentía un gran aprecio por ese desconocido. La humedad del ambiente se hizo más pesada y una brisa de aire frío me estremeció. La lluvia no tardo en llegar.
Desperté pero esta vez no estaba agitada. Los ojos los tenía llenos de lágrimas. Me incorporé lentamente sin ganas de dejar el calor confortable de mi cama. Me limpie las lágrimas que mojaron mi rostro y me dirigí al baño para vestirme. La lluvia golpeaba pesadamente la ventana de mi pieza. Estaba todavía afectada por aquella visión que me envió mi subconsciente. A ese chico no lo había visto nunca pero realmente sentía que lo quería demasiado. Baje lentamente las escaleras para llegar a la cocina y comer algo. Mis padres y hermanos aun dormían, me había levantado muy temprano. Prepare el desayuno para mi hermana y luego la fui a despertar.
-¡Camila! Es tarde llegaremos atrasadas, ¿Quieres despertar ya?
Abrió apenas sus grandes ojos verdes y me miró con expresión cansada.
-Nana… me siento mal – me dijo suavemente entrecerrando los ojos.
Toque su frente, estaba ardiendo en fiebre. Fui a darle aviso a mi mamá para que la atendiera y luego me despedí para luego irme al colegio. Iba retrasada nuevamente, no era novedad. Apenas salí de mi casa me di cuenta que había olvidado el paraguas. Me cubrí bien con mi impermeable, no había tiempo de volver.
Corrí lo más rápido que permitieron mis piernas hasta llegar al bus. Ya dentro de este me relaje un momento recostándome en las cortinas azules que cubrían la ventana. El tiempo paso muy rápido y no me di cuenta cuando ya había llegado al paradero.
Por suerte llegue a la hora y no tuve que visitar la odiosa impectoría para sacar pase. Subí por las escaleras para encontrarme finalmente con mi sala de clases. Todos estaban conversando eufóricamente y algunos jugaban con un papelito lanzándolo de un lado a otro. Camine hasta mi asiento, las mochilas de mis amigas estaban en sus sillas pero ellas no se encontraban en ese lugar, de seguro habían ido al baño.
Puse mi mochila en la mesa y me recosté sobre ella. Los ojos se me cerraban solos y creo que dormité un poco a pesar del ruido que tenían mis compañeros.
Alcancé a visualizar de nuevo el bosque pero mi sueño se vio interrumpido cuando sonó el timbre que anunciaba las clases.
Vi que mis amigas entraban. Despreocupadas, alegres y algo locas se acercaron a saludarme.
-¡Violeta llegaste temprano!- dijo entre risitas Camelia.
Ignoré el comentario que tenía la intención de molestarme.
-Claro que sí, como siempre- respondí
Las tres rieron.
Camelia y Jazmín se sentaron en los puestos de atrás y Florencia se sentó junto a mí.
Teníamos clase de matemáticas. Realmente me gustaba esta asignatura pero la profesora hacía que fuera aburrido y tortuoso.
Entro la profesora con expresión de no haber dormido en días. Arreglo sus cosas en la mesa y se paró delante del curso para hablar de algo importante.
- Niños ha llegado un nuevo compañero- dijo con su voz indiferente
Nadie del curso la tomo en cuenta, ni siquiera yo. Hizo entrar al nuevo chico. Me giré para verle con algo de curiosidad pero nada fuera de lo común sin embargo casi me caí de la silla cuando lo vi.
¡Es él!- exclamé apuntando al muchacho haciendo que todos se voltearan a mirarme extrañada.
Cálmate Violeta – Susurró Camelia apenas.
Intenté mantener la calma. No había duda, era el joven que había visto en mi sueño. Me observó con una mirada algo… maligna y curvó sus labios en una expresión idéntica a la de sus ojos. Me dio algo de miedo.
-¿De dónde lo conoces?- me dijo Jazmín con curiosidad en sus palabras.
- Él es…
- Increíblemente guapo – me interrumpió Flor.
- Además- dije con suavemente sin dejar de mirar al extraño muchacho.
Las tres chicas me observaron extrañadas y hasta algo preocupadas.
- Cambia la carita de babosa- me dijo Camelia- No seas arrastrada.
Sacudí mi cabeza al darme cuenta de la expresión que había tomado mi rostro. Cerré mis ojos y un ligero tono rojizo invadió mis mejillas. No suelo ponerme roja.
- Tu no sueles ponerte roja- parecía haber adivinado mi idea- Pero, no se ve muy buen chico- me dijo Camelia en un tono muy bajo.
- Aunque sea hermoso no te lo recomiendo- dijo Flor.
- Olvídalo Viole – señaló Jazmín con una voz muy firme y casi prohibiéndomelo.
El chico seguía mirándome con esa expresión de malicia en sus ojos. Camelia le dirigió una mirada de advertencia y aparto su mirada de mí.
-Hola a todos me llamo Víctor- comenzó a presentarse-Vengo desde un colegio lejano que es mejor que no mencione pues de seguro no lo conocen. Creo que no debo agregar nada más. Espero que nos llevemos bien.
Paso a tomar asiento. El único que estaba desocupado era el que estaba junto a mí en la otra fila. Me dedico una mirada entre divertida y malvada. Mire a mis amigas, lo estaban mirando de una manera asesina, como diciéndole que no se acercara a ellas ni mucho menos a mí.
-¿Qué ocurre?- pregunté confundida por su reacción.
- Nada- me dijo Jazmín sonriendo apenas para que me tranquilizara.
La manera en que se comportaron en vez de hacer que me alejara de él me lleno de curiosidad y cuando ellas no miraban me di vuelta con disimulo para observarle.
Tenía los cabellos ondulados algo rubios pero también con un tono cobrizo. Su nariz era respingada y cubierta por pecas. Sus largas pestañas cubrían sus ojos de color miel, pequeños, con una expresión coqueta. Las facciones eran suaves pero duras a la vez. Unos pelos poco notorios cubrían su bozo. De cuerpo era alto, flaco pero con músculos desarrollados que había notado cuando soñé con él.
Jazmín no tardó en notar que yo estaba embobada mirando al muchacho.
- Violeta- hizo una pausa- él no te conviene
Me volteé a mirarla. ¿Por qué rayos me decía eso? Hasta donde yo sabía ellas no conocían al chico pero hablaban como si realmente lo conocieran de hace tiempo.
-Hazle caso- dijo Camelia
Me dio algo de rabia, creí que lo hacían para molestarme.
- Son muy duras juzgando- alegué- de todos modos no tenía intención de acercarme a él.
-No somos duras juzgando- agregó Flor-te lo decimos por algo.
-¿Por qué?
Fruncí el ceño ya más molesta que antes. No me gustaba que me escondieran cosas.
- Nosotras sabemos porque te lo decimos.
- Pero yo no sé- repliqué claramente molesta.
Me miraron enojadas. Especialmente Camelia que me cortante me dijo:
- No seas terca y mantente aunque sea a un metro de él. Si no lo haces por ti al menos hazlo por nosotras.
Guardé silenció sin entender. Luego finalmente resolví contarles lo del sueño, quizás entenderían la razón de mi curiosidad e interés.
- He soñado con él.
Se impresionaron bastante. Luego de impresión pasaron a alarmarse.
-¿Qué soñaste?-dijo Camelia con preocupación en su voz.
-Que lo encontraba en un bosque, a punto de morir con una herida en su pecho. Lo vengo soñando hace una semana más o menos.
Se miraron entre ellas extrañadas.
-¿Lo conocías de antes?- preguntó Flor.
- No, es primera vez que lo veo- dije indiferente y queriendo cortar el tema.
La clase de matemáticas paso lenta y aburrida, el sonido del timbre que anunciaba el recreo me alivió un poco.
-¿Me acompañan a comprar?- les pregunté señalando el negocio.
Todas me pusieron mil excusas así que resolví ir sola. Iba algo molesta dando grandes pasos por el pasillo. En la escalera me encontré con aquel personaje con el que me habían prohibido juntarme.
¿Te han dejado sola?- me dijo con cara divertida.
Si- respondí tratando de evadirlo.
Cuando hube bajado me di cuenta que él venía siguiéndome así que apure el paso. Algo en mi interior me decía que debía oír a mis amigas y alejarme de él. Iba cruzando el patio cuando me di vuelta para decirle:
-¿Por qué me sigues?
-¿Por qué huyes de mí?’
Lo miré furtivamente ignorando su pregunta y esperando que él contestara la mía.
-Deja de seguirme ¿quieres?- me di media vuelta y seguí caminando hasta el patio.
-No quiero-replicó-¿Tus amigas no te dejan acercarte a mí?
Me volteé nuevamente. Me miraba curioso, ya sin la mirada maligna que me turbaba tanto. No sabía si hablarle o seguir mi camino hacia el kiosco. Opte por la segunda opción. Lo ignoré y me retiré.
Fingí como que no le estaba poniendo atención pero de verdad tenía ganas de saber porque me había soñado con él tantas veces. Porque había sentido ese afecto tan fuerte por el al verlo moribundo en el suelo.
A pesar de las advertencias de mis amigas, era realmente imposible contener la curiosidad que me invadía y en secreto planeaba averiguar la razón de sus apariciones en mis sueños.
Me di vuelta para ver si aún permanecía donde había quedado cuando terminé nuestra conversación. Ya no estaba, se había ido. De seguro no sentiría muchos deseos de acercarse a una chica que lo ignoraba de ese modo.
Entramos ahora a la clase de Lenguaje, esta clase me resultaba muy interesante pero no pude poner atención intentando entender el porqué de la situación.
Recordé que yo siempre mantenía esa curiosidad aterradora cuando me preguntaba el porqué de algo. Sabía que no podría estar tranquila hasta averiguarlo. Lamentaba mucho no poder hacer caso a mis amigas y dejar las cosas así.
Después de un rato un pequeño papelito aterrizó el mi mesa. Lo recogí y lo abrí para ver lo que traía escrito. Me había escrito Jazmín
“¿Qué te ha dicho en el kiosco?”
Realmente estaba molesta. No me gustaba que me vigilaran de ese modo.¿Era tan terrible ese muchacho? Escribí con cuidado de no ser sorprendida por la maestra.
“¿Por qué tanta preocupación? Acaso, ¿Les ha hecho algo malo?”
No recibí respuesta alguna por un largo momento. Luego recibí un papelito pero esta vez era la letra de Camelia.
“Hablaremos a la salida Viole”
A la salida. Las cosas malas siempre se hablaban a la salida. Comencé a sentirme un poco mal. Quizás detrás de esto había algo muy malo. Tuve un mal presentimiento.
No hallaba la hora en que llegara la “Salida”. Tenía grandes ansias de saber porque se comportaban así. La hora pasaba lentamente y el timbre anunciando el segundo descanso no llegaba nunca…




Capítulo 2
Llegó finalmente la hora que tanto esperaba. El timbre que anunciaba la salida del colegio me hizo sentir ansiosa. Las chicas no habían tocado el tema durante todo el día, es más, no me habían dirigido
palabra alguna.
Tome toda mis cosas y me puse la chaqueta, la lluvia se había detenido hace unos minutos. Pensé en irme, no escuchar lo que tenían que decirme y al mismo tiempo me moría de ganas por saberlo. Más me olía a malos augurios y decidí matar esa curiosidad. Salí sigilosamente hacia el pasillo tratando de huir y mañana poner una buena excusa de porque me fui. Sin embargo, la blanca mano de Camelia me alcanzó antes de que pudiese escapar.
-¿A dónde crees que vas?- me preguntó alzando una ceja.
Miré a todas partes como buscando a quien le había hablado aunque sabía perfectamente que se dirigía a mí.
-¿Yo?
- No el vecino - dijo con sarcasmo en su dulce voz.


Me hice la loca, mire el oscuro techo del pasillo manchado por la humedad, esperaba el momento preciso para arrancar o que sacar alguna buena mentira para que me dejase ir. El mal presentimiento crecía mientras pasaban los minutos.
- ¿Te acuerdas de la conversación pendiente?- me dijo seria.
- Mmm creo que sí- respondí sin ganas
Me sostuvo de la mano mientras esperábamos a las otras dos. No me dejó ni un segundo, como adivinando mis intenciones de fuga. Hice un puchero al no poder liberarme de ella. Nunca me imaginé que tuviera una fuerza tan espantosa.
Me observó extrañada pero luego hizo una mueca de gracia.
-¿No estás grande para los pucheritos?- dijo entre risitas.
- No estoy haciendo pucheros- me queje haciendo otro puchero.
Se rio bastante de mí, como si fuese un payaso.
Antes de que la pudiera golpear salieron Jazmín y Florencia y las tres me vieron preocupadas y dudando si debían decirme o no.
Avanzamos hacia la salida del establecimiento y posteriormente fuimos a un pequeño negocio que estaba hacia la derecha después de que Flor insistiera en ir a comprar.
Pedí una explicación convincente, me quería ir a casa.
-Ya pues, no tengo todo el día.
Se estremecieron, mirándose unas a otras sin decir nada.
- Violeta...Nosotras conocemos a ese tipo de antes, anda buscando algo, muy peligroso. No te puedo decir que, me tomarás por loca. Pero tú estás involucrada así que, mantente lo más lejos posible de él- me dijo Jazmín.
-¿Pero por qué yo? ¿Qué hice? ¿Qué tengo?- Pregunté entrando en pánico.
-Escucha- me dijo Camelia- Anda toda una especie de "mafia" detrás de ti. Quieren encontrarte Viole...
Me quede estupefacta. ¿Para que me quería una mafia? Aun no podía entender en que lío me había metido. Yo no había hecho nada para que me siguiera una tropa de locos. Era estúpido, absurdo casi impensable.
-Pero, ¿Por qué?
- Lo siento no podemos decirte- Agregó Florencia con tono de tristeza - Vamos chicas.
-¡No!¿A dónde van? Quiero que me lo expliquen todo
Sólo se volteó Jazmín con evidente preocupación en su faz.
- Ten cuidado amiga.
Me dejaron. Realmente lo hicieron, nunca pensé que me dejarían hablando sola. Hice otra vez un puchero muy molesta. Pase cerca del estacionamiento y alcancé a ver mi rostro reflejado en la ventana del auto. Aquella mueca tan característica en mí estaba muy marcada y me hacía ver ridícula. Me pase las manos por la cara tratando de sacar esa expresión de mi rostro. Me fui a casa.

Había olvidado que mi hermanita estaba enferma. Ahora se encontraba mejor, le había bajado la fiebre. Apenas entré a mi hogar, mi madre me habló desde la cocina.
-¡Violeta, Eres tú!
Me asusté un poco cuando me gritó.
-Sí ¿Quién más iba a ser?
Me dirigí a la cocina para comer algo. Pero mi mamá no me lo permitió.
- Espera el almuerzo.
De nuevo con los pucheros, tenía hambre.
-¿Cuánto queda para eso?- dije impaciente
- Una hora tal vez
-¡Una hora!- no se si gritaba más fuerte yo o el ensordecedor sonido de mis tripas.- pero mamá ya es tarde.
- Siempre almorzamos tarde.
Sin que viera tomé un yogurt de la nevera. Me escabullí a la escalera para subir a mi habitación.
- Violeta- me dijo mi mamá con su voz aguda y melodiosa.
-¿Sí?
- Ha llamado Camelia, dijo que cuando llegaras la llamaras, que era urgente.
- De acuerdo- me fui en dirección hacia el teléfono que estaba en el salón de estar.
- Espera ahí un momento- me dijo antes de que pudiese salir de la cocina- Devuelve ese yogurt
Con enfado obedecí murmurando cosas entre dientes mientras depositaba en su lugar el alimento.

Tomé el teléfono y marqué lentamente el número de mi amiga sin muchas ganas de hablar con ella. Esperé paciente que contestara. Cuando lo hizo parecía algo alterada.
- Aló, Violeta ¿Eres tú?
- No soy el vecino.
No sé si rió o gruñó cuando imité su chiste sarcástico. Pero no importaba demasiado. Trataba de no pensar en aquella banda de mafiosos psicópatas que se seguro andaban tras mis pasos.
-¿Que ocurre Came? ¿Por qué querías que llamara?
Hubo un silencio, no escuché a mi amiga por un rato. Pensé que tal vez se había cortado la llamada. Iba a colgar cuando escuche su voz dulce.
-¡Espera, no cortes!...Lo siento por las demás pero no puedo ocultarte esto amiga. Creo que te contaré porque andan tras tus pasos.
Puse especial atención a lo que decía.
- Continua
- Bien, lo que pasa es que quizá lo me creas, me tomes como loca y no me hables más.
- Te prometo que eso no pasará
-¿Me lo prometes?
- Sí, sólo continua tu relato- dije ansiosa.
Guardó silencio nuevamente y siguió hablando.
- Bueno lo que ocurre esencialmente es que, bueno, tú tienes algo que ellos quieren. Existe un mundo paralelo a este. Es algo así como un mundo mágico.
Silenció como esperando mi respuesta aturdida y sorprendida pero como no dije nada continuó.
Algunos seres de ese mundo se habían colado a hacer maldades al nuestro. Ya los sacaron de aquí pero... ellos reclutaron humanos. A estos no los pueden sacar con tanta facilidad de este lugar. El portal entre los dos mundos está cerca de donde tu vives ¿Entiendes lo que digo? Viole, ¿Violeta? ¿Estás ahí?
- Sí, claro- dije con un tono más indiferente que incrédulo.
- Sí no me crees iré a tu casa esta misma tarde y te lo mostraré.
- Como quieras pero, aun no me has dicho que tengo que ver yo.
Volvió a callarse.
- Hablaremos cuando llegue, espérame no te muevas de ahí hasta que llegue, chao.
- Chao- me despedí aunque ella ya había cortado el teléfono.
Hice hora mientras esperaba que Camelia llegase. Calculaba una hora por lo menos. Ella vivía En Concepción, muy alejada, aislada en un condominio nuevo. Yo vivía en Talcahuano, más cerca de la movilización pero en un simple barrio. Ella no acostumbraba a hacerme visitas, le daba flojera pues vivíamos algo distantes. Aunque ella exageraba, no era para tanto.

Llegó mucho antes de lo que imaginé, jadeando como si hubiese estado corriendo.
-Pasa- le ofrecí.
-Nada de eso, busca tu chaqueta y vamos altiro, no tengo mucho tiempo.
Obedecí y fui a buscar mi impermeable.
- Mamá, saldré un rato con Camelia - grité intentado que ella me escuchara.
No hubo respuesta. Recordé que estaba durmiendo.
- Bien vamos.

Nos dirigimos hacia el cerro que estaba cerca de mí casa. Me sorprendió que conociera tan bien el lugar siendo que había venido sólo unas pocas veces. Dimos la vuelta a uno de los tres cerros y llegamos a una especie de cueva.
-¿Habías visto esta cueva?
Examiné detenidamente el lugar, claro que lo había visto, era la famosa cueva fantasma.
- Sí, es la cueva fantasma. Se decía que una niña desapareció en este lugar. Pero las autoridades creen que se perdió por los alrededores. Mas los lugareños creen que una especie de fuerza desconocida se la llevo por esa cueva.
Escucho atenta mis palabras.
- No estaban tan equivocados como crees. Ven conmigo- dijo tomándome por el brazo adentrándome al oscuro sitio.
El lugar era tétrico. Jamás pensé que era tan extenso. Yo siempre fui muy curiosa pero trataba de evadir estos peligros tontos. No era del tipo de personas que se metería a una oscura cueva.
-Oye, Y si nos sale el cuco?
Camelia rompió a reír, no pude ver su expresión, estaba totalmente oscuro.
- No pasa nada Viole.

Seguimos bajando por aquel sendero interminable que se extendía desde la entrada de la cueva hasta el infinito y más allá, pues, aún no veía el fin del túnel. De pronto tuve la mala idea de mirar hacia atrás, la salida se veía apenas como un punto de luz. ¿Tanto nos habíamos adentrado? El miedo me hizo tambalear y tropecé con algo que nunca supe identificar, cayendo torpemente sobre Camelia, rodando posteriormente cuesta abajo.
-¡Violetaaa! - gritaba Camelia mientras intentaba sujetarse de algo para dejar de rodar.
-¡Ahhh!- intenté de la misma manera tanteando en la penumbra tratando de agarrar algún objeto, para detener nuestra caída libre.
Came se aferró de algo y me tomó por los cabellos.
- ¡Ay, eso me dolió!- me queje
No se con que expresión me miró pero se tensó el aire.
¡Ten más cuidado Viole, casi nos matas!
Seguimos caminando, era insoportable. Estaba apestado de un horrible olor a humedad. Hacía frío y tenía barro por todos lados luego de la caída.
-¿Cuándo llegaremos?- pregunté con impaciencia.
- Luego.
-¿Qué es luego?
-Pronto.
Hice un puchero. Lo bueno es que ella no lo alcanzó a notar, pero me amargué profundamente y deseé haberme quedado en casa.

Después de quizá cuanto tiempo caminando, llegamos a un curioso lugar. Estaba iluminado por extrañas antorchas con forma peculiar. Toqué una que estaba a mi alcance. Tenía tallado el rostro de una mujer que me pareció muy conocida. Demasiado.
-¿Quién es ella?
Vaciló un momento, se puso más pálida de lo normal. Sus largas pestañas negras se cerraban una y otra vez, movía su pelo negro se un lado a otro. Estaba nerviosa.
- Esto... Ella es la princesa del mundo mágico.
Miré por última vez la imagen antes de seguir a Camelia que seguía avanzando.
Nos acercamos a una puerta vieja, que parecía haber sido sacada de una tienda de antigüedades. Estaba llena de polvo y con algunas grietas leves.
Me acerqué a abrirla pero Camelia me detuvo.
- No puedes abrir el portal- me dijo mirándome perturbada.
Todavía estaba incrédula. Creía que todo esto era para tapar el hecho de que la mafia, con todos sus gangsters y el padrino incluido, me estaban siguiendo.
- Came, ¿Por qué me sigue la mafia?
Me miro desconcertada.
- No te sigue la mafia- explicó. Lo que pasa es que tu tienes algo que ellos quieren. Pero no es la mafia la que te persigue, solo era una comparación. Son los reclutados de la secta que...
- Para que mientes, el padrino me anda buscando, Y tu intentas anestesiarme con esta mentira?- interrumpí.
Me miró enojada, junto la boca con la nariz, y sus cejas se juntaron bastante. Eso era signo de que se había enfadado enormemente. Olvidé que ella odiaba cuando no le creían alfo que estaba diciendo. Casi en un impulso hizo lo indebido, acercó ferozmente mi mano a la manilla del supuesto portal.
Algo como una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo. Estaba aturdida. Una luz azul venía desde algún lugar, una fuerte y brillante luz enceguecedora. Abrí los ojos de la conmoción causada y vi a Camelia un poco alejada de mí observándome con cara de triunfo.
Busqué la procedencia de la luz. Me fijé de dónde venía con detenimiento. Miré a todos lados si encontrar la fuente lumínica. Observé mi cuerpo para cerciorarme de que no me encontraba herida y , grande fue la sorpresa, al darme cuenta que yo estaba brillando.


Capítulo 3

Después que la luz se apagó y yo logré sacar mi mano de la curiosa perilla, indagué con cuidado el lugar desde donde había venido la luz. Una marca azul estaba entre mis pechos. Era algo parecido a un corazón con algunas líneas que salían de él. Las venas se marcaban azules alrededor. Poco a poco, se fue deshinchando la piel que rodeaba el curioso tatuaje y este fue desapareciendo lentamente.

-¿Qué fue eso?- dije sin comprender nada a Camelia.

- Es lo que intentaba decirte.

Me miré nuevamente, ya no estaba la marca azul pero aún podía sentir mi piel hinchada y adolorida que ardía suavemente.

-Explícate- le pedí a Camelia intentando sanar el ardor sobando suavemente mi piel con las yemas de los dedos.

- Tú tienes algo valioso en tu interior, justo ahí, en tu pecho.

Incrédula volví a revisar el lugar donde había parecido la marca, todavía ardiendo.

- ¿Yo? ¿Qué clase de cosa?

- Es algo así como una fuente de poder. Yo también la tengo, las chicas igual. Pero en tu caso es distinto.

-¿Por qué distinto?

Se hurgó en los bolsillos hasta encontrar un collar con una piedra muy bonita. Era triangular de un color rojo intenso. Con precaución envolvió su cuello con la joya.

-¿Ves? Esta es la mía pero a diferencia de ti, la mía no está en mi interior.

Hubo un silencio agobiante. No podía entender aquello. Cómo mi vida dio un giro desde lo monótono a lo mágico.

- Bueno, como sabrás muchas personas están detrás de esa piedra. Es la más poderosa. También buscan las nuestras, pero en tu caso es más peligroso. Te tienen que matar para obtenerla.

- Hum – fue lo único que musité intentando comprender la verdad que se me presentaba como un sueño, como algo irreal, algo muy sorpresivo.

- Bien ¿Puedo seguir con mi historia?

Asentí.


- Detrás de ese portal, está el mundo mágico. En realidad no es llamado así, es más como un mundo paralelo. Ahí viven criaturas mágicas de todo tipo, tanto peligrosas como benevolentes. La princesa, la que esta tallada en las antorchas, nos llamó para que protegiéramos estas piedras y cerró el portal para siempre. Sin embargo antes de que se cerrara ese portal, la secta de que te hable, reclutó algunas personas aquí .

-Y esas personas ¿Son las que quieren mi piedra?

-Sí, y la nuestra también. Pero la tuya es más codiciada. Por algo está dentro de ti. Es mucho más valiosa que todas las nuestras juntas.

Estaba como en shock. No sabía que decir. No tenía las palabras exactas para expresar la impresión que sentía.

-Y… ¿Hace cuánto tiempo ustedes son guardianas de estas piedras?

- Hace un mes aproximadamente. Tu desde que naciste.

-¿Desde que nací?

-Sí. Aún no sabemos cómo pero la llevas desde que naciste Viole.

-Pero, ¿Por qué yo?¿Por qué soy amiga de ustedes?

- No todo lo contrario Viole, querida. Nosotras fuimos escogidas por ser tus amigas más cercanas y tu eres nuestra primera misión.

Yo ¿La primera misión? Era todo un problema, un gran lío. No podía hacer nada para salir de él. La maldición estaba en mi interior. Nadie me había preguntado si quería ser la guardiana de esta piedra y eso me estaba complicando la existencia.

Camelia pareció adivinar mi inquietud. Tomó de mis manos y me apaciguó.

- Amiga, no temas. Siempre estaremos para cuidarte. De todos modos esa es nuestra primera misión como guardianas de estas joyas.

Sonreí no menos aliviada. No creía capaz a Camelia ni mucho menos a mis otras amigas de protegerme de monstruos o seres malignos.

-No te preocupes, tenemos poderes. Estas piedras nos dan magia- me dijo Came.

-¿Poderes?- pregunté, pensando que quizá yo también podría tener esos poderes.

- Son difíciles de controlar- advirtió. Necesitaras por lo menos de un mes para poder dominarlos.

Un mes era mucho. Quería poder protegerme por mi misma. No quería poner en riego vidas inocentes para mi protección.

-¿Y cómo domino esto?- interrogué curiosa.

-Jazmín te enseñará. El hada que se encargaba de enseñarnos se fue al mundo paralelo. El portal ya no se puede abrir.

- Y… ¿Sólo hay humanos como ustedes? digo ¿Con poderes adquiridos? ¿No hay ninguna criatura monstruosa?

Me aterraba pensar que me encontraría con horribles vampiros, hombres lobos, gigantes que se yo. Todo podía ser posible en un mundo paralelo, o eso creía.

-Sólo humanos, pero créeme, que son mucho más peligrosos que cualquier criatura.

Pensé un momento, até cabos, resolví problemas y saqué lagunas mentales de mi cabeza. De pronto un nombre se cruzó en mi pensamiento.

-Víctor

-¿Qué pasa con él?- preguntó haciéndose la loca


-¿Él está involucrado en todo esto?
Movío la cabeza en señal de aprobación.
-Él es de los malos. Junto con su hermana Arlette, son los más peligrosos. Mantente alejada de él porfavor.
Ahora que sabía que él chico con el que me había soñado noches atrás me quería abrir el pecho y arrancar la piedra sin compasión para luego hacer desaparecer mi cuerpo, ya no quería acercarme a él.


Hoy era un nuevo día de escuela. Todo había cambiado repentinamente en mi vida desde que Camelia me contó todo ayer. Luego de que volvimos a casa y ella se fue a la suya, no fui capaz de conciliar el sueño. ¿Cómo puede uno dormir sabiendo que tiene algo valioso en su interior, que un grupo de lúnaticos te quiere robar?

Llegue media sonámbula hasta el colegio. Me senté en mi puesto como todos los días a dormitar mientras llegaba el profesor. Estaba tranquilamente cuando alguién me dio golpecitos en la espalda para llamar mi atención.
-Ahh- pegué un grito al ver que Víctor estaba muy cerca.
-¿Qué ocurre?¿Tengo monos en la cara?Sólo venía a darte los buenos días- me dijo mirándome con esos ojos, malignos, perversos, deseosos de arrancarme del pecho la joya que ocultaba tanto poder.
-No , no pasa nada. Es que... bueno...
-Tengo que hablar con ella, si me disculpas - interrumpió Jazmín que venía entrando.
-No hay problema- dijo retirándose a su asiento.

Jaz se sentó junto a mí, me atrajo hacia ella lo más que pudo y me hablo en susurró:
-Mmm, Camelia te lo contó todo. Esa boca de tarro.

Pensé que podía decir en defensa de mi amiga. Gracias a ella pude enterarme de esta verdad tan importante para mí.
-Ella ... Bueno... yo insistí para que me contará- repliqué pero Jazmín sabía perfectamente cuando yo mentía así que no la pude convencer.
-No mientas Viole. Bueno ya está hecha. De todos modos es mejor así, tengo que enseñarte como defenderte. Como controlar los enormes y desproporcionados poderes que tiene la piedra que llevas dentro.
Heche un vistazo al puesto de Víctor, estaba muy atento a nuestra conversación.
-Jaz, él está escuchando.
-No te preocupes- respondió dirigiendo una mirada poco amigable al muchacho- No hay nada que haya escuchado que no sepa.
- Ah, osea que todos sabían que yo era la elegida menos yo.
- Eso me temo. Pero te lo ibamos a decir. No tan pronto porque es más peligroso para ti si sabes.
No queríamos que te preocuparas.
- Bueno pero no lo estoy- dije con la voz temblorosa
Frunció el ceño y entrecerró los ojos mirándome icrédula.
-Bueno, si estoy un poquito urgida.
Seguía mirándome con esos ojos tan, molestos.
-Esta bien, estoy histérica. Apenas pude dormir ayer. Ni que fuera grato enterarse que fuiste elegida por la mafia mágica del mundo paralelo para portar una valiosa alhaja que puede matarte. - refunfuñé.
Soltó una risita aguda y suave.
- ¿Todavía sigues con eso de la mafia?- dijo entre risitas.
-¿Y no lo es?
- No. Creo que Camelia te lo dijo hasta el cansansio- murmuró apenas pues la profesora había llegado y se disponía a iniciar la clase.

Ni Camelia ni Florencia fueron a la escuela ese día. Las horas pasaron lentas, apestosas. Pero no quería irme por ningún motivo a mi casa, lejos de mi prtectora, Jazmín.



Me iba dirigiendo a mi casa feliz de la vida, bueno quizá no tan alegre pero más aliviada y despreocupada. Iba con Jazmín cuando paso algo espantoso, terrible, aterrador y todos los adjetivos que lo definan como escalofriante.
Llevabamos una conversación amena, fuera de toda cosa extraordinaria que pudiera salir al tema.
Pasamos por una estrecha calle llena de tráfico, gente por todas partes especialmente escolares que eran los que salían a esas horas de la mañana.
Esta vez nos despacharon al mediodía y como disponíamos de tiempo libre decidimos ir a vitrinear para despejar la cabeza.
En un paradero curiosamente vacío pude sentir como se hacía el aire más denso, con una ligera carga eléctrica . Nunca fui muy sensible a ese tipo de cosas pero lo sentía claramente. Sabía que Jazmín sentía mucho mejor que yo ese tipo de cosas. La observé de reojo y ella estaba pálida y muy perturbada. Me jaló en dirección opuesta al paradero.

- Viole - musitó apenas- hay algo ahí...
-Lo sé, también lo puedo sentir.

Unos pasos se escucharon. Del paradero salió un joven, extraño, muy lindo y atractivo. Tenía un aire de maldad muy pronunciado y a medida que avanzaba hacia nosotras el horrible campo de enrgía negativa nos empujaba lejos de él.

-Señoritas - dijo él mirandonos con deseo. Como un psicópata.
Se iba acercando lentamente. Mi corazón latía a mil y empezé a sudar frío. De él salía un asqueroso aroma a muerte. Jaz me tomó de la mano y me pusó junto a ella.
- No te muevas ni un poco- me advirtió.

- ¿A dónde van tan de prisa, amores?¿No quieren comer algo, tomar algo?
- No gracias - le dijo cortante Jazmín- nos vamos ahora mismo.
Me indicó que la siguiera y nos subimos al primer bus que paso, aunque no nos llevará a casa a ninguna de las dos. Las manos de Jazmín tiritaban.

-¿Qué fue eso?digo ¿Qué era eso?- dije muy inquieta.
Me miró casi llorando, con preocupación en sus grandes ojos negros poblados por pestañas negras, largas y abundantes. Vaciló un momento.

- Era una de las criaturas más horribles que pueden haber en el mundo paralelo.
-¿Qué era?
- Un caníbal, se alimenta de humanos- me explicó, aunque ya sabía que significaba ese término. Todas esas criaturas estaban encerradas en el mundo paralelo pero... quizá se colaron algunos antes de que cerraran el portal.

La sangre abandonó mi rostro y el pálido de mi piel se hizo aun más notorio que antes. Pensé que ese tipo no se rendiría ta fácil.

- El te quiere a ti, como cena- me dijo finalmente con un hilo de voz- esa piedra causa que seas apetecible para los depredadores.

Me temblaron las piernas, ciertamente esto era mucho peor que mis mas horribles pezadillas. Le ganaba a todos mis miedos.

- Te seguirá hasta matarte- continuó.

Quizá nunca debió decirme eso, la histeria me inundó por completo, empezé a trazar planes para salir de esta. Pero no se me ocurría nada.
Ibamos en los asientos del lado derecho de la micro. Me giré a ver los asientos del otro lado y grande fue la sorpresa al ver que el caníbal estaba sentado muy cerca de nosotras.

¡Ahh!- pegué un salto del asiento.
Jazmín se dio vuelta alterada y notó que estaba el enemigo cerca de nosotras. El chofer miró por el espejo para ver que disturbios estaban ocurriendo. El horrible cánibal me sonrió malignamente. Antes de que pudiera reaccionar Jazmín me tomó de la mano y tocó el timbre, me lanzó del bus y se dispuso a bajar ella también pero el depredador la empujó dentro de este antes de que pudiera poner un pie en el suelo y sólo alcanzé a ver que algo le rompió a la máquina para que luego el bus siguiera su rumbo.
Estaba en el suelo cuando el me observó hambriento. Casi babeando.
-Hueles muy deliciosa- me dijo de una manera aterradora.
Lo miré con los ojos desorbitados, casi llorando.
-Antes de matarte creo que es correcto presentarme, mi nombre es Max,¿Cuál es el tuyo?Ah, perdón no debería estar hablando con la comida. Dio un paso hacia mí.
Estaba tiesa, totalmente rígida. No podía moverme al ver la muerte tan cerca de mí. La energía negativa que despedía no me ayudaba en nada. Me tenía mareada, en trance.
- Entonces, bon apetit- dijo lanzándose sobre mí con intenciones de devorarme.
Con una fuerza que saqué de alguna parte desconocida pude pararme antes de que me alcanzara, y corrí lo más rápido que me permitieron mis delgadas y débiles piernas y me metí a un callejón.
Él me alcanzó sin ningún ezfuerzo y me tomó por uno de mis brazos empujándome. Me precipité contra unas cajas con basura. Me di unas dos vueltas en el suelo y quedé llena de tierra.

-Creí que eras más fuerte.
No había nadie dispuesto a ayudarme. Todos los peatones que estaban en la desierta calle arrancaron al ver la crueldad con la que me había golpeado Max.
Ya daba por hecho la inminente muerte y no veía por ninguna parte a mi amiga Jaz. Mejor así, ella no correría ningún peligro.Se sentó junto a mí y luego se inclino quedando cerca mío. Olío mi rostro, y luego bajo por mi cuello. Sus manos subían y bajaban por mis piernas.
Las lágrimas salían en grandes cantidades de mis ojos. No sabía que hacer para quitarmelo de encima.

-Estás muerta querida - dijo pasando sus manos por mi vientre, abriendose paso entre mis brazos que lo cubrían. Los aparto con brusquedad y se dispuso a matarme, a comerme viva.
De pronto algo bajo del cielo, un ángel tal vez, tenía su cabello rizado. Lanzó lejos a Max de una patada y luego creí haber escuchado que se enfrentaron. Estaba en shock, me costó volver a la realidad. A la terrible realidad que esperaba que sólo fuera un sueño.

Ahora tenía más problemas que antes. Nunca pensé que eso pudiera ser posible. El hambriento caníbal deseoso de mí, estaba al acecho, no descansaría hasta deleitarse con el sabor de mi carne. Aquella joya, la que se encontraba incrustada en mi pecho, hacía que mis huesos, carne y sangre fueran más apetecibles para aquellos depredadores tan peculiares y temidos. Un caníbal, come humanos, jamás pensé que me involucraría con algo de esa magnitud.

Me repuse de la loca carrera que tuve hace unos momentos. Arregle mi trapeado uniforme lo más que pude para que mi madre no supiera que estuve en aprietos. Salí aún temerosa del callejón donde me había refugiado. Sabía perfectamente que eso no lo había perdido de mí. Alguien o algo tuvo que salir en mi defensa. Miré para todos lados buscando aquello que me había salvado mas no encontré nada.

Quise ir a casa pero tenía mucho miedo y no me sentiría segura en mi hogar. Mis piernas temblaban y no me permitían caminar. Decidí que iría a casa de una de mis amigas, no quería poner en riesgo a mi familia.

Poco tiempo después ya me encontraba en casa de Jacinta. Le dije a mi madre que me quedaría a dormir donde ella y tomé todas mis cosas rápidamente y me fui. Estaba en la puerta, dudosa de tocar o no el timbre que estaba frente mío, si poner o no en peligro la integridad de mi amiga.

Resolví que no, que buscaría algún otro lugar que resultara más seguro. Tenía miedo, mucho miedo. No podía mentirme a mí misma. Me senté en la plaza que estaba al frente de la casa de Jacinta y los ojos se me llenaron de lágrimas de miedo, de terror.

En eso llegó Cinta, silbando y caminando con su paso tan propio, parecido al de un hombre. Mecía su corta melena de un lado a otro y parecía estar pensando en algo alegre porque una enorme sonrisa atravesaba su rostro de oreja a oreja. Cuando me vio, sentada y afligida en la solitaria plaza, la mueca despareció de su rostro y fue cambiada por una expresión preocupada.

Vino corriendo hasta mí.

-¡Viole! ¿Qué ocurre?- dijo con una inquietud grande en su voz.

No podía explicar lo que estaba pasando. Me tomaría por loca, me encerraría en un manicomio.

-Nada… nada Cinta. Estoy perfectamente

Alzo una ceja e hizo un gesto de clara molestia.

-¿Cómo no te va a pasar nada? Estás llorando histérica.

Y era cierto, no lo había notado. Estaba tan concentrada en planear un lugar seguro donde el depredador no me encontrara que no me di cuenta que lloraba como un bebé. Mis lágrimas caían constantes y gimoteaba dolorosamente, como si alguien se hubiese muerto.

-¿Quién murió?

- Nadie- dije soltando más lágrimas.

-¿Tu novio de dejó?

Fruncí el ceño.

- No tengo novio

-Ah, cierto.

Me abrazó en un intento de calmarme. Pero cada vez que pasaba el tiempo y la noche amenazaba con llegar me ponía más agitada.

Un escalofrío tras otro me invadía. Jacinta se empezó a perturbar y pensó en llevarme al hospital pero la detuve en cuanto iba a pedir ayuda.

-No, de verdad que estoy bien…- le dije

No pareció creerme. Me tomó de la mano y me intento llevar a su casa, para que esperara la ambulancia.

- No, Cinta, no…Estaré bien te lo prometo. Te contaré lo que me pasa.

Se detuvo cuando escuchó las palabras “Te contaré” y me guió a su casa para, según ella, estuviésemos más cómodas.
Cápitulo 4
Estábamos en casa de Jacinta ya. El sabor dulce del agua con asícar que me había dado Cinta me había calmado un poco los nervios. Al menos podía hablar con más claridad.
Nos sentamos en el en el sillón rojo ubicado bajo la escalera. Las paredes de la habitación estaban pintadas blancas, la semana pasada las habían pintado pues antes eran azules. Junto al televisor que estaba frente a nosotras descansaba el viejo teléfono de la casa.
Antes de que me pudiese preguntar cualquier cosa ,sonó el teléfono rompiendo el silencio que había desde hace unos minutos.
-¿Alo?¿Está Violeta ahí?
Cinta asintió y me pasó el telefono.
-¿Diga?
- ¡Violeta! Me alegra escucharte¿Estás bien?
No había recordado que mi amiga había desaparecido. Me sentí de pronto muy mal por haberla olvidado, preocupada sólo de mí y de mis miedos dejándola de lado.
-¿Jaz?- dije aliviada de escuchar su voz-¿Cómo supiste que estaba aquí?
- Tu madre me dijo que habías ido para allá
-¿Mi madre?
Que recordara , mi mamá no tenía el número de Jacinta, pues,ella había cambiado de línea telefónica hace unos días y salí tan apurada de casa que no le deje el número. De pronto una idea cruzó mi cabeza, como si me hubiese caído un balde de agua fría. Medité por un momento la ocurrencia descabellada mientras Jazmín me contaba lo que sucedió luego que el monstruo la empujara dentro del bus. El maldito depredador le cortó los frenos a la máquina pero ella decía que se encargó de todo. No le estaba poniendo mucha atención en verdad, me conformaba con que ella estuviera bien. Habían pasado tantas cosas extrañas en menos de 4 días que podía creer en cualquier cosa. Recordé también las palabras de Camelia:”Nosotras fuimos elegidas por ser tus amigas, porque estamos cerca de ti todo el tiempo…”
-Jaz…
-¿Qué pasa?- preguntó confundida.
- Jaz…se sincera ¿Jacinta está involucrada en todo esto ?
La aludida me miró con desconcertada.
-Sí, ella está en esto también
-Genial- musité.
Jacinta me quitó el teléfono bruscamente y empezó a hablar con Jazmín.
-¿Ella lo sabe?¿Cómo ocurrió esto?
Se escuchaba que Jaz le explico lo más rápido que pudo la situación alterando su voz cuando hablo del caníbal. Jacinta abrió los ojos asustada en esta parte de la conversación.
-¿Y cómo se involucraron con esa criatura?- le dijo casi al borde del ataque.
Oí la voz cada vez más perturbada de Jaz.
-Está bien, haré cuanto pueda, sí me mantendré al tanto, se precavida Jaz.
Cortó dirigiendo su mirada perpleja hacia mí. Me colocó con firmeza una de sus manos en mi hombro derecho mirándome a los ojos.
- Tranquila hiciste bien en venir hasta aquí. Yo te protegeré de ese horrible monstruo.
- Pero, amiga, el es terrible. Si te hace algo yo me muero- hablé entre sollozos
-No te preocupes, las demás chicas ya están avisadas y estaremos al tanto, quédate aquí hasta que todo pase.
-Pero…
- Pero nada Viole, Hoy será una linda pijamada de tres- exclamó. ¿O crees que tres son multitud?
-¿Quién más además de nosotras?
-Sorpresa- dijo haciendo un gesto divertido . Después se fue brincando a la cocina. Aproveché de que me quedé sola para hacer una llamada.
-¿Jacinta?- de seguro vio su nombre en el identificador- No te preocupes, Flor va para allá para hacer …
-¿Came?
- ¿Viole? Perdón, creí que eras Jacinta. ¿Cómo estás? No te pongas nerviosa, tenemos un plan…
-¿Vendrá Flor?
-Sí, Violetita, quédate justo ahí, no salgas de casa. ¿Entiendes? es de suma importancia.
- Está bien. No saldré.
- Bueno, Viole. Ten calma, no pierdas los estribos ¿Bueno?
- Adiós Camelia
-¡Que!- gritó algo enfurecida- arruinaste mi sorpresa.
-Cinta, no es para tanto.
Gruñó mientras se movía de un lado a otro por la habitación. Pateando insistentemente el sofá.
-¿Quieres quedarte quieta? me pones más nerviosa de lo que ya estoy- dije enfatizando la palabra ya.
Se sentó, más bien dicho se lanzó al sillón junto a mí intentando controlar el tic de su pie.

Unas horas más tarde, cuando el anochecer se hacía presente en el cielo, una pequeña mano dió golpes en la puerta.
-Flor, querida, llegaste- dijo alegre Jacinta sin poder controlar su tic nervioso.
No contestó. Sólo le devolvió una sonrisa en forma de saludo y se dirigió hacia mí. Vi como la cara de Cinta se deformaba por la rabia debido a la falta de atención.
-Viole, lamento todo esto. Camelia hizo muy mal en llevarte a la cueva, ahí se estaba refugiado el monstruo que ahora te persigue. Él era la razón de las diversas desapariciones que han ocurrido. Siguió tu olor en el momento pero estas criaturas no tienen muy buen olfato por lo que no son buenos rastreadores a distancia. El olor tuyo se mezclo con el de Camelia y el de varios perros.
Recordé que en ese lugar había una plaga de perros. Estaban por todas partes, eran una pesadilla pero al menos ayudaron a que no me encontrara en enemigo, al menos no en mi casa.
-Y ¿Cómo me encontró en el colegio?
- Vio tu uniforme, entonces anduvo vagando por las calles de Concepción para ver si encontraba la vestimenta que lo guiara hasta ti, luego no se como, pero yo creo que fue una casualidad cuando le encontraron en el paradero. De seguro andaba perdido y tu te le ofreciste en bandeja de plata.
-Perdón, no fue mi inten…
- No, Violeta, no te estoy echando la culpa. No alcance tampoco advertirle a Camelia acerca de la extraña criatura que acechaba el lugar.
-¿Y cómo sabes todo eso?- Interrogué curiosa de que ella supiera tanto.
-Ella ve a distancia- me explico Cinta. Verás que…
- Sí , algo así- le interrumpió Florencia. Se miraron feo, podría jurar que salieron chispas. Lo que pasa es que con mi piedra de la tierra- dijo mostrándome su collar igual al de Camelia pero con una hermosa piedra verde circular-me da el poder de ver el pasado y ver a distancia. También puedo comunicarme con la naturaleza.
-Bah- gruñó Cinta.
-Fascinante- le dije asombrada- es un gran poder.
Dio un gran suspiro y paso a sentarse en el sillón.
- No creas que vengo por diversión hasta aquí. Pues parece que tu amiga no me tiene mucha estima- me dijo mirando de reojo a Jacinta. Esta le devolvió la mirada alzando las cejas y frunciendo sus labios.
- Vamos chicas. ¿Por qué no se hacen amigas?
- Ella es la antisocial- refunfuñó Jacinta
- Y tú eres una niña malcriada e infantil, poco seria e irresponsable- le respondió sin que se alterase su seria expresión.
Cinta se fue dando golpes con su pie nervioso. Según ella iba a echar un vistazo, que todo estuviera en orden.
-Si no te agrada Jacinta ¿Por qué fuiste tú la que viniste y no Jaz o Came?
-¿Te molesta que haya venido yo? Si es así lo lamentó pero…
- No ,por supuesto que no me molesta tontita – le dije lanzándole un gesto alegre. Ella me devolvió una sonrisa .Lo decía por ti, parece que no te agrada Jacinta.
- No, creo que no es muy de fiar. Mis instintos me lo dicen. Por eso decidí venir yo, para cuidarte mejor.
Que extraño. Jacinta, a pesar de ser algo especial, no era mala persona. Había sido mi amiga desde siempre. Incluso antes que Flor.
-Pero…
- Pero que…
- Ella intenta ser amable contigo. Intenta ser tu amiga.
-Claro, le conviene- me respondió alzando ambas cejas.
Me enoje. No podía dejar que hablara así de mi amiga, que casi era mi hermana. Flor había parecido en mi vida sólo dos años atrás. Y realmente habíamos creado lazos de amistad no hace mucho.
- Flor , ella es mi amiga, no permito que…
- Perdón- me interrumpió- pero intenta confiar en mí, Viole, por favor.
Pasó toda la noche en un ambiente hostil. Flor y Cinta no paraban de decirse cosas poco amables y mirarse feo. Creo que los nervios iban de mal en peor. Nos alistamos para ir a la escuela. Todos nuestros colegios quedan en Concepción, pero sólo yo y Flor vamos al mismo establecimiento. Cuando íbamos en el bus, ella vigiló que el enemigo no estuviera al acecho.Hizo algunas señas con las manos apretando su collar que desprendía una leve luz.
-¿Qué hace?- le pregunté a Jacinta
-Lo que vino a hacer, un hechizo. Hará que la naturaleza del lugar esconda tu olor para que no pueda rastrearte.
Cinta se quedo pensativa un rato. Yo también. Esperaba que esto de la naturaleza funcionara, me daba terror encontrarme con el horrible personaje.
-He terminado- dijo sacándome de mis pensamientos.
-Ya era hora- protestó Jacinta.
Ignoró el comentario de mi amiga y con un gesto pacífico en su serio rostro, curvando sus pequeños labios hasta mostrar una sonrisa, cerrando sus pequeños ojos tras sus lentes me dijo:
-Con eso ya no te encontrará, de seguro se va a despistar y te irá a buscar perdiéndose en los cerros y …
- No es tan tonto- dijo Cinta.
-¿Por qué dices eso?- preguntó curiosa Flor.
Yo entendí lo que pretendía explicar mi amiga casi al mismo tiempo que ella.
-De seguro se quedó en Concepción, porque sabe que volveremos a ir al colegio. Nos estará esperando allí- se me estremeció todo el cuerpo al pensar en eso.
Llegamos alteradas al colegio. Pensando que quizá nos estaban siguiendo. Por más que Flor me aseguró que nada malo estaba cerca de nosotras no me tranquilicé, y ella tampoco.
Las clases pasaron lentas, latosas y penosas. Las tres chicas estaban tan o más tensas que yo. Me sentí de pronto un poco mareada en clase de biología. No sé si era por los nervios o porque el aire estaba muy pesado. Pedí salir con urgencia al baño, tenía ganas de vomitar.
Apenas respiré un poco de aire frío me calme. El viento helado, acariciaba mis blancas mejillas meciendo mis cabellos negros insistentemente, dejándome muy despeinada. A pesar de que no era partidaria del frío aquello me causo un gran alivio.
Fui al baño que estaba cerca de la impectoría. Ya en él me moje la cara y tomé un poco de agua. Arregle mis desordenados cabellos frente al gran espejo que estaba junto a los lavabos.
Sonó de pronto mi celular, inoportuno, arruinando ese minuto de tranquilidad.
Una voz intranquila, casi gritando me saco de mi estado pacífico.
-¡Violeta! ¿Estás en el baño? sal de ahí de inmediato – me exclamaba Flor.
Un frío me recorrió el cuerpo. Me giré para salir rápidamente de ahí mas al girar choque con algo, más bien dicho alguien. Quede algo aturdida por el miedo y el se aprovecho para cubrirme la nariz con un pañuelo en un hábil movimiento. Alcancé a notar que aquello era un somnífero. No supe más.


Cápitulo 5Una corriente de aire frío atraveso mi cuerpo. Me estremecí. No sabía Si estaba despierta
o soñando. Me dió miedo abrir los ojos para comprobarlo.
Pude sentir una superficie lisa y helada bajo mi cuerpo. Sentí el aire con hielo.
Quizá había muerto. Quizá debería abrir los ojos y salir de la duda. Comprobé que aun sentía
mi cuerpo , entumecido. Continué haciendo una revisión mental en mis manos y piernas. Trate de
levantar mis extremidades pero estaban aprisionadas contra el frío lugar.
Abrí los ojos de golpe. Me hallaba en una especie de mesa cubierta por una gruesa capa de
hielo. Mis manos y pies estaban atados a la mesa y por más que empujé intentando
liberarme, no pude con el amarre.
Levante mis ojos desconcertada. El lugar estaba todo congelado, hacia un frío escalofriante
Luego comenzé a recordar. Como era que había llegado aquí. Claro, yo estaba en el baño y algo o
alguien me drogó. Luego no supe nada más. Y ahora estoy aquí, en esta aterradora habitación
cubierta por el hielo.

-¿Has despertado?- me dijo una voz algo sorprendida y pacífica.

Me volteé para ver de donde venía esa voz.

-¿Tú?- relamente no estaba tan sorprendida. Tampoco esperaba ver al caníbal, pues habría
sentido su horrible presencia.

Su mirada ya no era como la primera vez que lo vi. Ya no era maligna, era triste. Me miraba
como con... Lástima, hasta se podría decir que con horror.

-¡Sácame de aquí maldito!¿Qué es lo que quieres de mí?

Me miró angustiado pero sin que le afectaran mis palabras. Observaba hacia donde estaba yo,
pero no me miraba.Luego giraba sus ojos hasta una mesa, cubierta por el hielo, y volvía
sus ojos a mí. Estuvo así por un buen rato.

-Tú sabes lo que queremos- dijo sin verme a los ojos.

-No- en realidad sabía perfectamente lo que quería de mí. La piedra que llevaba en mí.
De seguro tendría que matarme.

-¿Y dónde estamos?

-En una habitación de hielo, ¿Cómo no habías notado?- se rió de mí.

-Claro que lo sé. Te pregunto dónde, no de que esta hecha la pieza.

-No puedo decirte donde- dijo bajando la cabeza. Pero creo que me retaran por el desastre
que has dejado.

¿Yo?¿Desastre?De que estaba hablando. De pronto una idea paso por mi mente.

-¿Yo...soy...la?

-Sí. Tu has hecho esto, congelaste el salón. Tuve suerte de no convertirme en un témpano
también. Por poco y me matas.

-¡Pero si no recuerdo nada!- alegué.

- Perdiste la razón. Estabas durmiendo tranquilamente, parecías un ángel. Cuando te amarré
te alteraste.
La piedra que tienes justo ahí- levantó su dedo indicándome- provocó esto.Reacciona
a tu temperamento alto al parecer.

-¡No tengo el temperamento alto! - me quejé, sentí como se formaba en puchero en mis labios.

Se largo a reir de mí. Genial, ahora era un payaso a punto de morir.

-¿Y por qué aún no me has matado?- le interrogué.

- Yo no te mataré.

-¿En serio?¿No voy a morir?
- No dije eso. Sólo dije que yo no lo haría.

Se sintieron unos pasos en el techo. Luego claramente escuchaba a alguien
bajando por las escaleras. La puerta de entrada crujió al ser abierta, cayendo los hielos
a los lados.

-¿Qué diablos pasó aquí?- dijo una voz femenina.

Entró una pequeña chica. Muy linda. Su cabello castaño
adornaba con gracia el blanco rostro. Primero parecía tener una mirada de ternura, pero su voz
sonaba maligna, llena de odio.

-¿Víctor?- dijo buscando la mirada del aludido.

-Arlette, no exageres, es sólo hielo.

Arlette, la hermana de Víctor. Claro, Camelia me lo había dicho.
Seguro que era ella la que me iba a matar.

-No me importa el hielo, quiero saber que paso. ¿Tan aburrido estabas que congelaste la
habitación?

- No fui yo, tonta, fue ella- dijo apuntándome a mí.

Se acercó a mí investigando mi expresión. No estaba asustada, mi rostro se encontraba
desfigurado por la rabia y un puchero amenazó con bajar a mi boca.

Su mirada de dulzura que había visto en ella paso a ser la de una psicópata con sed
de matar. Fue a una mesa cercana, rompió la capa de hielo que la cubría
y sacó una bandeja con instrumentos clínicos.

-Es hora de extirpar la joya- dijo sonrriendo malvadamente.

Percibí como Víctor se estremeció. Una ola de miedo inundó mi cuerpo. La razón comenzó
a desvanecerse para darle paso a la locura, ya no veía las cosas con claridad.

Arrancó de un sólo golpe mi polera del colegio, dejándome sólo en la camiseta
delgada que llevaba bajo mi uniforme.
Rasgó esta prenda hasta alcanzar el punto exacto dónde estaba la fuente de poder.
Se me fue toda la calma cuando acerco un bisturí a mi piel.

-¡Ahh!¿Qué crees que haces?- Chillé aterrada.

- Una operación médica. Descuida, extraeré rápido la piedra. Dudo que sobrevivas.
Di tus últimas oraciones- dijo riéndo de maneraa cruel.

Enterro suavemente el cuchillo, haciendo que un hilo de sangre corriera.
Sabía que pronto haría más presión. Sabía que me mataría.

Comenzó a brillar. Era como un sistema de autoprotección muy potente. Se volvió a marcar en
mi piel aquella figura azul.
La energía recorrió mi cuerpo, por mis venas, dándome un nuevo poder, algo desconocido.

Me deshice de las amarras que tenía y era libre otra vez. Vi como la herida en mi pecho
sanó completamente. Arlette se puso en guardia.

-¿Qué rayos?- musitó mientras sacaba una daga de su cintura.

De mis manos salía hielo. Ahora lo veía todo claramente, podía controlarlo a la perfección.
Como venganza intenté congelar a Arlette pero Víctor lo impidió. Lo quité del camino, tenía
una fuerza monstruosa. Oí como caía en una de las murallas de la haitación, golpeandose tan
fuerte que rompió el hielo.

Ataqué a Arlette apenas estuvo fuera Víctor. Ella lanzó su arma, proponiendo una lucha mano a
mano. Sin armas, ni poderes. Acepte, pero al primer ataque de mi parte ella sacó
otra arma que tenía escondida. La acercó a mi garganta.

¡No!- alcance a oir antes de que Arlette cayera al suelo.

Tanta energía me agotó. Toda la fuerza se desvaneció.
De la vitalidad sólo quedaba el ardor de mi piel. Me desvanecí, sin poder levantarme.

-¿Qué hiciste estúpido?Estuve a punto de acabarla- alegó Arlette.
-No fue justo. Hiciste trampa- Dijo él arreglándose su ropa arrugada y limpiándose la sangre
producida por el golpe.
- Que trampa ni que nada. Somos malos, no jugamos limpio.En serio¿En qué estabas pensando?
- No lo sé.
-Idiota- murmuró y luego le propinó un golpe.

Yo estaba en el suelo. Podía oír pero no moverme. El ardor quemaba, fuerte,
terrible, desesperante.

-Muy bien, luego vendré a asesinarte, cuando te calmes un poco- me dijo con un tono de susto
en sus palabras, jadeando.

Ella seguramente pensó que estaba eufórica y fuerte. Pero la verdad es que me podría haber
matado y yo no hubiése podido hacer nada.Me quede dormida.

Desperté un tiempo más tarde. No se que hora era, si habían pasado días o semanas. El hielo había
comenzado a derretirse. Me levanté para poner mi mente en claro. Saber bien donde estaba, antes
no había podido saber donde me encontraba.

La habitación cubierta de hielo era oscura, sin ventanas. Sólo una ventilación que estaba
arriba de la mesa dónde había estado yo, donde aún reposaba el bisturí con mi sangre.
Tenía un plan. Tendría que salir por ese pequeño túnel. Comprendí que estaba en un subterráneo.

-¿A dónde crees que vas?- me dijo una voz familiar.
Me giré. Víctor estaba sentado en el suelo. Relajado, con un poco de hielo en su cabeza tratando de deshinchar el dolor del golpe.
-Auch, golpeas muy fuerte.

-¿Por qué evitaste que me matara?
-Hizo trampa. Me diste pena ¿Cómo pudiste caer en una trampa así?
Me enojé. No quería la lástima de nadie.

-Mira imbécil...- en menos de un segundo el estaba delante mío con una mano tapando mi boca.
Iba a protestar pero me quede muda cuando sentí la horrible precencia del enemigo, el
depredador. El apestoso olor a muerte estaba muy cerca de ahí.

-Shhhh- musitó. Pudé sentir como su corazón latió más fuerte por el miedo. Esa cosa
le daba miedo hasta a los malos.
Fijé mi vista en él. Estaba mirando hacia la puerta, vigilando que nada entrara. Sus facciones
se pusieron tensas. Sus ojos color miel, su náriz cubierta por pequeñas pecas, sus
labios delgados, tan...provocativos. Es cierto, era mi enemigo pero estaba muy guapo.

-Creo que se fue- murmuró quitando su mano de mi rostro- esa cosa horrible...
-Espera, ¿Tú lo conoces?
-Claro¿Es qué no recuerdas cuando te salvé de él?
-¿Tu fuiste?- claro ahora todo calzaba. De él eran esos rizos que vi en mi ángel.
-No podía permitir que se llevara la piedra. Es nuestra ¿Entiendes?
-Si, claro, como si se me hubiese pasado por la cabeza que me salvaste por caridad.
Rió entre dientes.

Un fuerte golpe silenció sus risas.

-Oh no- musitó.
Me puse tensa, de seguro era Arlette de nuevo.

Me jaló de una de mis manos.
-Vamos- me dijo- hay que escapar si no quieres que ella te mate.
-¿Ah?¿Y ese no es el objetivo?
-Me caes bien- sonrió- discutiremos de eso más tarde.
-Pero...¿No me mataras?
- Bueno, no, pero si crees que lo haré de todas maneras si te quedas aquí Arlette lo hara
en todo caso.

Accedí. Nos fuimos por esa rejilla que daba al túnel por donde entraba la ventilación.
No tenía nada que perder. Lo último que me quedaba era confiar en él...




Capítulo 6






Habían pasado unos dos días desde que Violeta desapareció. La buscamos incansablemente hasta no poder más pero lo último que supimos de ella fue que estaba en el baño.
Florencia, con su extraño don que ni ella comprende, no vio donde pudo ir Violeta. Tampoco vio a quien se la llevo. El caníbal , Max, desapareció hace unos días. Quizá Viole estaba con él. Se me congelaba el cuerpo al pensar que se encontrase con él. Pero ella estaba viva, o eso decía Flor.

-¿Estás segura que Viole no está con Max?- le pregunté a Flor que estaba sentada detrás de mí dibujando cuadrados irregulares y caritas felices.

No levantó la vista pero torció el gesto.

-Camelia… Él la habría matado enseguida.

-¿Y cómo no sabes que no lo hizo ya?

Jazmín que estaba junto a mí se volteó a mirarme.

-No, Came, estoy segura de que aún vive- insistió Flor mirándome acongojada.

-Pero ni siquiera sabes como funciona tu don- repliqué.

-Escucha, creo que ya se como funciona. Puedo ver el pasado de las personas y lo que están haciendo pero sólo en un radio de 100 Km. No puedo ver ni a Violeta ni a Max. Eso quiere decir que están lejos…

-No entiendo. Tu don es raro- interrumpí- Pero ¿Qué tiene que ver esto con que tú sepas que ella vive?

-Nada- me dijo y siguió dibujando caritas con diversas expresiones.

-¿Cómo que nada?

La clase de física pasaba latosa y lenta. Ya no escuchaba lo que el profesor decía y su voz ya me estaba mareando. Olvidé lo mucho que me gustaba esta asignatura.

-Ella no lo sabe. Yo lo sé- agregó Jazmín con una voz apagada.

-¿Qué?¿También eres psíquica?- interrogué incrédula.

-No es tan así.

Tiró de su polerón verde oscuro dejando a la vista su delgada muñeca morena rodeada por la pulsera mágica de la tierra, con su piedra verde esmeralda. Era un poco diferente a la mía o a la de Flor. Tenía unas perlas junto a la piedra principal. Eran cuatro.

-¿Ves estas?- me preguntó indicando las bellas perlas de distintas tonalidades - Pensé que eran de adorno. Pero siempre me llamaron la atención pues sus pulseras no las tienen.

-¿Qué tiene que ver esto?¿Por qué hablamos de perlas?- exigí impaciente.

-Déjame terminar- me dijo algo enojada- Resulta que cada una de estas representa a una de ustedes. La amarilla a Flor, la roja a ti, la azul a Violeta, la gris a Jacinta.

-¿Qué tiene esa que ver?- interrumpió Flor dejando los dibujos.

-Ella es una de las nuestras Flor. Aunque te duela tienes que aceptarlo.

Florencia gruñó y siguió haciendo dibujitos en la mesa.

-Me he dado cuenta- prosiguió mi amiga- que cuando una de ustedes está en líos brillan. Pero cuando Violeta estuvo a punto de morir… Su perla se opacó casi totalmente. Yo iba con ella pero… bueno tu recuerdas lo que pasó. Me baje del bus unas cuatro cuadras más allá y cuando volví Viole ya no estaba. Se que está viva porque su perla se encuentra normal. Ahora está segura pero ayer brillaba intensamente señal de que estuvo en peligro por unas horas.

-Seguramente logró escapar- murmuré para mi misma.

-Es raro. Según las leyendas que he leído los caníbales nunca dejan escapar a una presa cuando se fijan en ella. Violeta es muy débil y si Max la hubiese capturado no creo que hubiese salido ilesa- añadió Florencia haciendo más dibujitos sobre los otros dibujos.

-¿Hay leyendas acerca de ellos?
-Claro, Came, ¿No recuerdas el libro del todo respuestas?

Hice memoria. Creo que había escuchado hablar acerca de eso hace unos meses. Pero nunca lo vi. No sabía que el hada que nos estuvo instruyendo por un mes nos había dejado el librito.

-Por supuesto que me acuerdo de ese libro. También de Caroline- no me gusto recordarla a ella.

-No digas ese horrible nombre- me retó Flor.

-Chicas, sean agradecidas. Gracias a Caroline controlamos nuestros poderes.

-Es una maldita perra- mascullé apenas pero me escucharon igual.

-Bueno el tema no es esa maldita hada de quinta, es como encontraremos a Violeta- nos recordó Flor.

-Cierto- dijimos al unísono.

Sonó el timbre anunciando el recreo.

Las chicas no se movieron de sus asientos. Se veían tranquilas pero podía percibir la tensión que emanaban. ¿Podía sentir las emociones de otras personas o algo así? No lo creo. Cualquiera podría saberlo. Florencia hacía más dibujos sobre los dibujos que había hecho sobre otros dibujos y Jazmín apoyaba la cabeza sobre la mesa mirando con miedo su pulsera. Con miedo de que el estado de Viole cambiase.

Yo sentí la necesidad de moverme. De hacer algo o me volvería loca. Caminé cerca del puesto de Violeta. Miré hacia el lado izquierdo, en la otra fila de pupitres, la mesa que estaba junto a la de Viole pero en la otra fila. Se me prendió el foco.

-¡Chicas! ¡¡He hecho un descubrimiento!!- exclamé golpeando la mesa de Violeta haciendo que las muchachas saltaran de un susto.

-¿Qué bicho te picó?- me interrogó Flor enojada.
-¿Como no lo pensamos antes?
-Pensar que- pidió Jazmín.
-¡Víctor!
Las chicas se sorprendieron.
-¿Cómo no lo pensamos antes? Somos estúpidas- se quejó Flor.
-Con todo esto del caníbal no pensamos en él- susurró Jaz.
-Pero…¿Dónde están?
-Déjenmelo a mí- dijo Flor.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


El bosque interminable se extendía delante de mí. Ya estaba cayendo la noche. La penumbra inundaba los caminos cubiertos por barro y hojas. El inicio del invierno había arrastrado todas las hojas secas al suelo. El cielo amenazaba con traer una tormenta y el frío viento del norte congelaba los huesos. Ya no veía nada pero sólo quedaba seguir corriendo. No podía permitir que me alcanzara. No después de lo que me dijo.

-¿Me llevaras a casa ahora?
-No- rió- ¿Creíste que tendrías las cosas tan fáciles? Pensé que eras más inteligente.
Gruñí.
-¿Me estás diciendo tonta?- le pregunté enojada.
-No, sólo que eres muy ingenua.
-Olvídalo. ¿Pero a dónde me llevas?
-Donde un amigo.
-¿Qué clase de amigo?
-Escucha- me dijo poniéndose serio- intentaré sacarte la piedra sin matarte. Pero no puedo hacerlo yo. Mi amigo, que es médico, tal vez.
-¿Para qué quieres la estúpida piedra?
-¿Bromeas? Bueno a nosotros ; mi hermana , yo y otros chicos, nos han elegido desde el mundo paralelo. Los malos del mundo paralelo. Nos dieron unas piedras igual que a ustedes, pero son tonalidades negras, la ausencia del color, la ausencia de la bondad.
-Eso no responde a mi pregunta.
-Yo no la quiero, me la han pedido. Pero tengo entendido que reuniendo todas esas rocas se tiene el poder absoluto del mundo…
-¿Paralelo?- interrumpí.
-De este igual, creo que será algo como el fin del mundo o los malos dominan el planeta.
-¡No dejaré que eso pase, primero muerta!- chillé mirándole fieramente a los ojos.
-No te estoy preguntando, Violeta, es algo que debo hacer.
-Entonces mátame. No quiero quedarme a ver como todo se destruye por culpa mía. ¿Para que seguir viva?
-Pues a ti no te podrán hacer daño. Tus poderes te protegen- me dijo enfrentando mi agresiva mirada con una coqueta.
-No se controlarlos, no me gusta el hielo tampoco.
-Tú manipulas el agua.
-Pero hice hielo- insistí.
-El hielo es agua- contestó girando los ojos.
Se volteó a ver algo que no sé y no importa en realidad. La cosa es que aproveché ese momento para escapar.

Ahora huía de él sin rumbo fijo adentrándome en el bosque de pinos radiatas que estaba junto al camino. El dolor en el pecho empezó a aumentar, la luz azul surgía otra vez. Me impulso a correr más rápido. Ese dolor ya no dolía tanto. El experimentar tanto poder me hacía sentir muy bien, demasiado bien. La oscuridad me cegó por completo. No veía ni mis propias manos. Me estampé contra un árbol. Pude frenar cuando sentí cerca el árbol pero choqué de todos modos. Si no hubiese alcanzado a bajar la velocidad quizá me habría matado.

¡Ah!- Chillé tan fuerte que creí que los árboles se iban a destrozar -¡Ah , Maldición!

Me llevé las manos a la nariz para cerciorarme de que aún estaba allí. Un líquido caliente cubrió mis manos.

-¿Por qué a mí?¿Por qué simplemente no estoy en casa con mi hermana haciendo la estúpida tarea o viendo un maldito canal en la tele?- seguí quejándome mientras me retorcía del dolor en el suelo.

-¡Ah!- chillé de nuevo- no quería que Víctor me encontrase pero me dolía mucho. Estaba media inconciente, había perdido el sentido y hablaba incoherencias.

-¡Víctor!- le llamé cuando supe que no podía más- ¡Víctooooooooooor!

Sentí sus firmes pasos acercarse. Entre las sombras pude ver su silueta aparecer,

-¿Violeta? ¿Qué ha pasado?- preguntó desconcertado.
-Me…me duele- musité.

El calor abrasaba mi piel. Abrí los ojos de golpe. Intenté levantarme pero un horrible dolor pinchó en mi nariz. Estaba en un claro del bosque junto a una fogata. Unos metros más allá estaba Víctor.

-¿Qué mier.…?- mascullé incorporándome del suelo.
-¿Estás bien?- Me dijo el con su voz tan suave y coqueta, mirándome con ojos preocupados.
-¿Qué me paso?- le pregunté tratando de levantarme sin éxito.
El llegó hasta dónde estaba yo sin que pudiera verlo y me volvió a acostar en el suelo junto a la fogata,
-Quédate quieta, no te hará bien moverte.
-¿Cómo te moviste tan rápido?
-Es uno de mis poderes- me dijo sonriendo- ¿Me dirás lo que pasó? Nadie se vuela la nariz por arte de magia. De seguro algo te paso y tengo una teoría.¿Chocaste con un pino?
La vergüenza me inundó. Se que el dolor horrible en mi pobre nariz debía importarme más que la vergüenza pero, chocar con árboles no es de gente normal.
-Yo…- vacilé- una rama surgió del cielo y me acertó en la cara.
-Tú- comenzó a reír-Chocaste con un árbol
-No, yo no, bueno sí. Sí choque con un maldito pino- admití.
-Jajajajaja- se burló.
Lo miré como una fiera pero seguía riendo.
-No es gracioso.
-Si que lo es.
-Como sea vete y déjame morir aquí.
-No puedes caminar, Violeta. Además de romperte la nariz te has hecho algunas contusiones en el cuerpo
-Por eso. Aprovecha de matarme ahora. Hazlo ya- le dije de malagana.
-No. Aprovecharé de llevarte a donde mi amigo ahora que no puedes arrancar. Lo malo es que no tengo ni la más remota idea de donde estamos.
-¿Estamos perdidos?- grité incrédula.
-No te quejes. Tu saliste corriendo como loca y nos internaste en el bosque.
-¿Y por qué me seguiste?- gruñí.
-No te hubiera encontrado si no hubieses gritado cuando te estrellaste con aquel pobre árbol- me dijo volviendo a reír. Además tu me llamaste.
-El dolor me hizo hacerlo. Ahora te puedes ir, ya no te necesito.
-Pero yo a ti sí.
-No me necesitas a mí. Necesitas mi piedra.
Se inclinó hacia mí. Me empezó a acariciar el rostro dulcemente. Saqué su mano de manera brusca.
-Cuando me pueda volver a levantar te mataré- le amenacé.
Se empezó a reír otra vez.
-¿Crees que podrás?
-Cuando aprenda a usar mis poderes te asesinaré.
-No sabes lo que dices.
Me puso otra vez su cálida mano en mi rostro. Se inclinó hacia mí. Yo estaba en mi lecho de muerte con mi uniforme escolar lleno de sangre, sin haberme bañado hace dos días y más encima con la nariz partida. ¿Por qué no me dejaba morir y ya? Se acercó más, tanto que pude sentir su aliento rozar mi piel.
-No te mato, porque me gustas. Eres muy linda y simpática y…
-¿Esperas que me tragué eso?
-No, no lo esperaba. Pero es cierto, si no me agradaras tanto créeme que ya te habría matado.
-Quizá eso hubiese sido mejor- refunfuñé.
Se acercó más.
-Te advierto, mi aliento debe apestar a todas las cosas asquerosas que hemos comido en estos días.
No hizo caso a mi advertencia acercándose más.
-Estuvo a unos centímetros de mí, casi, me rozó los labios con los suyos. Pero un ruido en el bosque hizo que se separase de mí muy rápido, no lo alcancé a ver.
-¿Qué paso?¿Te ahuyentó mi aliento? Creo habértelo advertido.
-Nos veremos en otra ocasión, Violeta.
-¿Me abandonaras aquí en el bosque media muerta?
-¿No querías eso?
-No, quiero decir, Sí. En realidad no sé- admití.
-Estarás bien.
-Pero…
No alcancé a decir nada , él se perdió entre los árboles. Se sentían pasos acercándose. Genial, yo estaba incapacitada en estos momentos y no podría huir en caso de que un monstruo enorme quisiera devorarme o algo por el estilo. Me puse de pie a duras penas y tambaleándome me fui a ocultar tras un árbol. Una linda voz muy familiar se oyó a lo lejos.

¡Viole!- podía reconocer esa voz en cualquier lugar.
Un mareo invadió mi frágil cuerpo. Caí al suelo otra vez. El mundo giraba y giraba. No podía desmayarme otra vez. Pero pasó de todos modos.




-¿Está bien?
-Sí, eso creo.
-Pero lleva casi tres días en coma.
-Creo que se golpeó muy fuerte la cabeza.

Podía oír las voces de mamá y de una enfermera. Abrí con gran esfuerzo mis ojos, comenzando a distinguir algunas cosas. El techo blanco impecable, los aparatos conectados a mí, el dolor que tenía en todo el cuerpo.

-¡Está despertando!-chilló mi mamá. Pude verla de pronto a ella con su pelo negro azabache hasta la cintura. Los mismos ojos chocolates que tengo yo y los labios delgados. Fue gratificante poder ver a mi madre después de todos estos días. La había extrañado tanto.

-Ma…mamá- tartamudeé- te extrañé.
-Yo también corazón- dijo mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.
De pronto extrañé a otra persona. Mi hermanita. ¿Por qué no estaba aquí?

-Mamá,¿Dónde está Rachel?
La pregunta la descolocó un poco. Se puso nerviosa y comenzó a titubear.

-Emm… quizá deberíamos hablar de esto otro día.
Pasó una semana y vi a mi mamá muy callada. Me venía a ver cada día y casi no hablaba, raro en ella. Cuando ya estaba mejor y a punto de ser dada de alta decidí sacar el tema a colación de nuevo. Me venía venir esto de todos modos.

-¿Qué le pasó a mi hermana?- pregunté con miedo imaginando lo peor.
-Nada- me aseguró- sólo que…
-Sólo que ¿Qué?
-Ella se fue a vivir con tu padre.
-¿Por qué mamá?¿Por qué se fue?

Mi padre se había separado hace años de mi mamá. Se había ido a vivir a la capital, Santiago, no se que comuna y tampoco me importaba. Pero ¿Por qué se había llevado a mi hermana?

-Escucha hija, tu te tienes que ir con él- me susurró.
-¿Qué?¿Te volviste loca?
-Sabía que dirías eso hija, escucha…
-¿Por qué te quieres deshacer de nosotras mamá?

Hace mucho tiempo mi mamá tenía un novio. Su nombre era Alfonso. Era un odioso, nunca nos quiso ni a mi ni a mi hermana.

-¿Es por Alfonso?
Asintió angustiada.
-Me iré a vivir con él fuera del país. Iremos a vivir a Francia.
-¿Y por qué no nos llevas ?- interrogué aunque sabía la respuesta a eso.
-Él, no las quiere y tu lo sabes.
-Bien, entonces déjame morir aquí.
-Tú sabes que te amo.
-Si me amaras no nos cambiarías por un imbécil que conociste hace tres meses.
-Hija… él tiene dinero, piensa en tu futuro en el de tu hermana. El prometió pagarles todo con la condición de que no estuvieran con nosotros.
-¿Tenemos la peste que no nos quiere?
-No lo sé…
-No me iré por ningún motivo a Santiago, madre.
-Ya lo sé. Por eso te enviaré a un internado en Los Ángeles.

¿Un internado?¿Estaba loca?

-¿Piensas internarme y olvidar que existo?
-Amor, es un excelente colegio, es grande, bonito, te encantará- me aseguró.
-Por supuesto que no.
-Es uno nuevo que pusieron ahí, es como los que salen en las películas, es maravilloso…
-¡Mamá!- alegué
-Mira Viole, harás lo que diga. Te irás con tu padre o la internado. Punto final.

Unos días después finalmente pude salir del hospital llena de vendas por todas partes. Mi nariz ya estaba mejor pero aún dolía y tenía una horrible cicatriz que el doctor me aseguró que saldría. Me dijeron que estuve en coma por el cansancio más que por el golpe. Aunque tenía una contusión en la cabeza.

Esta era mi última semana en el colegio pues me iría a ese horrible internado.

Cuando entré en la sala mucha gente te abalanzó sobre mí para preguntarme como estaba y que había pasado.
En cuanto pude ir a mi asiento las chicas me esperaban sonrientes. Jazmín corrió a abrazarme.

-¡Ah, Jaz!¡Mi nariz!
-Lo siento- me alegra tanto verte.
-A mi también chicas.
-Nos alegra que estés bien- me dijo casi llorando Camelia.
-Tuvimos suerte de poder encontrarte- agregó Flor.

Miré de reojo el asiento de Víctor que permanecía vacío ¿Dónde se habría metido? Al volver la vista a mis amigas me encontré con la de Florencia que me miraba acusadoramente.
-¿Cómo me encontraron?- pregunté intrigada.
-Gracias a Flor, dale el crédito a ella.

Flor había puesto una especie de “Localizador” en la mochila de Víctor y así pudo saber donde estaba. Creían que el caníbal me tenía por lo que se olvidaron completamente de él. Me habrían encontrado antes.

-¿Cómo se te ocurrió la idea de ponerle ese aparatito a Víctor?
-Por alguna razón extraña no puedo usar mi don con él, creo que sabe como funciona y me lo bloquea. Y también quería probar como funcionaban estos- dijo sacando una pequeña bolsita.
-¿Qué es?
-Los localizadores, pero sólo puedo usarlos yo.
Eran unas piedrecillas amarillentas verdosas muy pequeñas.
-Pero estas son piedras.
-Exacto- respondió Florencia- Es por eso que Víctor no le tomó mayor importancia.
-Ah.
Hubo una pausa. De pronto las tres me miraban fijamente.

-¿Por qué no pensaron en él antes? Habrían evitado mi accidente- alegué.
-Eso era de lo que queríamos hablar ¿Qué fue lo que paso?-preguntó Camelia-¿Por qué estabas tan machucada cuando te encontramos?
La vergüenza me invadió nuevamente. Fue demasiado estúpido lo que paso. ¿Por qué tenían que sacar el tema?
-Choqué con un árbol- susurré avergonzada.
Las tres estallaron en risas.
-No es gracioso, casi me saqué la nariz- me quejé.
-¿Cómo pasó eso?- dijo Flor intentado contener las risas.
-Bien, gracias a la tonta piedrucha que está dentro mío pude correr rápido. Traté de arrancar de Víctor pero no alcancé a detenerme a tiempo cuando me di cuenta que había un árbol en mi camino. Si no hubiese alcanzado a bajar la velocidad creo que me habría matado.
-Uh, menos mal que no ibas tan rápido.
-¿Qué dijo mi madre?- pregunté cambiando de tema.
-Cree que te secuestraron, la policía aún busca a los culpables. Cree que te atropellaron cuando buscabas huir por la carretera- respondió Camelia
-Ah, que gran historia.
-De las mejores. Aunque nosotras la habríamos creído si te hubiésemos encontrado cerca de la carretera.
-Y ¿Jacinta?- cambié el tema.
-Ah ,ella nos ayudó a encontrarte- dijo con desgana Flor.
-Me gustaría verla.

Las horas pasaban rápido y me ponía cada vez más angustiada, al ver cerca mi ida a ese internado. Definitivamente no me iría a Santiago.

-¿Tienes algo que decirme?- me dijo Flor mientras limpiaba sus lentes.
-No creo ¿Por qué?
- Viole , puedo verlo todo. Bueno casi todo.
-Mmm… Bien no quiero irme al internado pero mi mamá…
-No, eso no- dijo con toda tranquilidad poniéndose los lentes y tomando su cabello en una coleta.
-¿Lo sabes?-interrogué con incredulidad.
-Sí, tu madre nos habló de eso- respondió Jaz.
-Pero…¿Ustedes están de acuerdo?
Se miraron entre ellas vacilando en contestarme.
-Allá estarás segura amiga.
-Pero las extrañaré- dije casi rompiendo a llorar.
-Nosotras también pero es por tu bien- intentó tranquilizarme Camelia.
-Volviendo a mi tema-interrumpió Flor-¿Me dirás lo que tienes que decirme?
-¿Qué cosa tiene que decirte?- pidió con curiosidad Camelia. Jaz miraba insistentemente a Florencia esperando una respuesta.
-Es algo entre ella y yo- dijo cortante- más tarde hablaré con ella.

No se me ocurría que querría decirme mi amiga. Me estaba destrozando la cabeza para que se me ocurriera. Pero no podía adivinarlo. Había iniciado la tormenta allí afuera. La que hace unos días amenazaba con llegar. Me molestaba que lloviera tanto, ojala no hubiesen truenos. Les temía mucho.

-Oigan ¿Qué elementos controlan ustedes?- pregunté recordando que tenía esa duda hace un tiempo.

-Yo el aire, Camelia el fuego, Jazmín la tierra y Jacinta la electricidad.
-Vaya, es genial- dije asombrada-¿Saben controlar sus poderes?
-Sí, un hada nos enseño- me contestó Camelia torciendo el gesto.

-¡Un hada!- exclamé haciendo que todos los del curso me miraran.
-¿Qué pasa con un hada?- me dijo el Profesor.
-Emm… esto… es que, ayer vimos una película de hadas con las chicas y la estábamos comentando- musité nerviosa.
-Bien , Srta. Herrera, siga haciendo la actividad y luego en el receso comenta su película de hadas.
-Si señor.

Hice como si estuviese haciendo la tarea pero la verdad es que sólo hacia rayones en mi cuaderno.

-Me gustaría conocerla- murmuré.
-No lo creo- dijo Camelia- es una de las peores.
-¿Qué pasó con ella?
-Es una larga historia otro día te la cuento Viole.
Sonó el timbre. Las chicas salieron de inmediato excepto Flor que se quedó frente a mí, mirándome fijo con una expresión que no podía descifrar.
-Bien Violetita, ¿Me dirás que está pasando entre tú y Víctor?




Capítulo 7


7.Internado Fantasma

Me sorprendí por la pregunta. Había olvidado que esta niña podía ver todo acerca de mí o algo así.
-¿Pasar qué?- interrogué.
-No te hagas la loca- me regañó.
Di un largo suspiro.
-Él me ayudó a escapar de las garras de Arlette, luego me quería llevar donde un médico o algo así y escapó cuando las sintió cerca- resumí nerviosamente.
Alzó ambas cejas, exigiendo otra respuesta.
-Eso ya lo sé, prefirió huir en vez de enfrentarnos ya que el quería que te lleváramos de vuelta a casa. Estaba preocupado por tu estado físico después del accidente.

-Creo que el es un poco más amistoso que sus secuaces- murmuré.

- No lo creo. El es más amistoso contigo porque está interesado en ti. Tú le gustas Viole y eso traerá graves problemas. Es por eso que lo mejor que pudo pasar es que te saliera la oportunidad de irte al internado y así desaparecer un tiempo.
-Pero...
-Pero nada, creo que es lo mejor.

Los días pasaron rápido. Era como si lo hicieran a propósito para que llegara el día de mi despedida.
El domingo en la tarde me fui sin despedirme de nadie. Así lo preferí pues si lo hubiese hecho habría caído en depresión mucho más rápido.

-Aún puedes arrepentirte e irte con tu padre hija- me dijo cuando íbamos en el auto.
-Estaré bien mamá- dije con desgana- prefiero estar aquí que con mi papá en esa ciudad contaminada.

Íbamos por un camino totalmente desierto sin encontrar nunca la famosa escuela. Ya estaba pensando que realmente no existía. En realidad nunca había escuchado nada de el lugar.

Hurgué entre mis cosas y saqué el anunció que llegó a manos de mi madre.

“Nuevo internado: “Magic Place”
-Equipado con la mejor tecnología
-Estadía totalmente gratuita
-Sólo un pago de ingreso
Etc etc…


Sin mencionar el extraño nombre más raro era que se pagara sólo matrícula. Jamás escuché acerca de este lugar y por más que busqué en Internet no encontré nada.
-Mamá, creo que esto es una estafa. Creo que el internado no existe.
- Violeta, ahí está el colegio.

Apareció ante nosotras un enorme lugar. Igual al de la foto.
-Toma hija- me dijo pasándome un celular.
-Mamá ya tengo uno.
-Este es mejor.
Lo guardé en mi mochila ignorándolo. No creo que lo use.
Al llegar nos dimos un abrazó y se marchó sin decir mucho y lloriqueando. Traté de no tomar en cuenta la angustia que me invadía por completo y traté de ser valiente. Pero aún así se me escaparon unas lágrimas.

El lugar era gigantesco y se encontraba en medio de la nada, a la mitad de un bosque. Estaba pintado de color rojo colonial con algunos detalles negros y blancos. En la entrada había una reja gigantesca color negro que le daba un aire aterrador al lugar. Al entrar inmediatamente había una recepción. Me acerqué para saber donde estaba mi habitación. Una señora de ojos pequeños y gran boca con una voz muy relajada me preguntó:
-¿Cuál es su nombre?
-Violeta Herrera- respondí entregándole mi identificación.
-Aquí tienes tu llave- me dijo y luego empezó a hablar por teléfono ignorándome.
Esperé a que me diera algo más de información, donde estaban las habitaciones, los horarios del edificio, que se yo.
-¿Todavía estás aquí? Vete a tu habitación esta es una conversación privada.
-No debería chismorrear en su trabajo- me quejé.
-No te importa niña intrusa.

Tomé mis maletas y caminé por un pasillo largo, alfombrado de color negro con paredes rojas. Mi llave tenía un número algo borroso. 56.
De seguro que esa era mi habitación. Pero no tenía idea de donde estaban los dormitorios. Definitivamente no estaban en este edificio pues solo veía oficinas.
Salí al patio, enorme con algunos juegos como columpios, balancines, cancha de tenis, basketball, fútbol , etc. Realmente impresionante. Un lugar espléndido. Nada comparado al pequeño patio de mi escuela con una vieja canasta de baloncesto.
No parecía un internado gratuito.
El edificio que estaba justo al frente tenía cara de ser dormitorio así que fui hasta ahí. Unos muchachos jugaban a la pelota cerca del lugar. Uno de ellos, rubio de ojos azules e increíblemente guapo me quedó mirando chocando accidentalmente con uno de sus compañeros. Cayó fuertemente al suelo.
No se porqué pero me apresuré hacia donde estaba el muchacho medio aturdido inclinándome cerca de él.
-¿Estás bien?
-Sí- dijo mirándome como si yo fuese un ángel.
Se incorporó lentamente ignorando las quejas de sus compañeros.
-¿Eres nueva por aquí?
-Sí, acabo de llegar y no encuentro los dormitorios. La recepcionista no me indicó el camino.
-Ah, esa vieja no sirve de nada- se quejó. Yo te llevaré si quieres.
-¿En serio? Muchas gracias.
-Tú no vas para ningún lado, aún no terminas el partido se quejó uno de sus amigos de pelo castaño y tez blanca. Me miró enfadado.
-Puedo esperar a que terminen de jugar- ofrecí.
-Nada de eso, debes estar muy cansada así que iremos de inmediato a tu habitación.
Me jaló del brazo sin tomar en cuenta las quejas y pifias de sus compañeros de equipo.
-¿Cuál es el número de tu habitación?
-56.
-Creo que se donde está. Vivirás junto a uno de los chicos de mi equipo de fútbol.
-¿En serio? ¿No están separados los dormitorios de chicos y chicas?
-No.
-Que raro.
-¿Cómo te llamas?
-Violeta Herrera ¿y tú?
-Pedro Muñoz.
La habitación quedaba en el segundo piso del edificio que yo había creído dormitorio.
Estaba en uno de los pasillos más alejados.
-Estás en una de las zonas más aisladas del dormitorio. La llaman la zona Z.
-¿Zona Z?¿Por qué?
-No tengo idea- admitió. Antes de que llegaras tú y otras chicas mi amigo vivía solo en este lugar del edificio.
-¿Y dónde vives tú?
-Un poco más allá. Saliendo de la Zona Z.
Mi pieza estaba entre otras dos. La llamada Zona Z estaba constituida por 7 habitaciones y dos pasillos.
-Bien deja tus cosas aquí y si lo deseas puedo enseñarte la escuela.
-Me parece una gran idea.
Entré a mi pieza. De mediano tamaño pintada con un suave color lila. En el centro había una cama de colchón blanco con frazadas dobladas sobre ella.
-Luego haré mi cama, vamos- le dije a Pedro.

En el camino el chico me hizo muchas preguntas.
-¿En que curso vas?
-Segundo.
-Ah, yo voy en Tercero.
-Vaya eres un año mayor que yo- le dije.
-¿Tienes novio?
-No, nunca he tenido uno.
Me miro atónito.
-Que extraño que alguien tan bonita como tú nunca halla tenido un romance.
-En mi otro colegio nadie me consideraba mucho. Era de bajo perfil.
- Pues yo te encuentro hermosa- dijo poniéndose colorado.
-Gracias.

Me llevó al otro edificio con dormitorios, al edificio con salas de clases, el casino, el patio, la piscina, el gimnasio. En fin, recorrimos toda la escuela. Nos sentamos a descansar en la biblioteca, una gran sala repleta de estanterías con todos los libros que pudiera imaginar.

-¿Hace cuanto estás aquí?- le pregunté.
-Desde que inauguraron. Nos trasladaron a mí y a otros chicos desde otro internado. Nuestro hogar se incendió.
-Que mal.
-Pero este lugar es mucho mejor que la ratonera donde vivíamos- dijo sonriente.

-¿Y dónde quedaba tu antiguo internado?
-Emm… Bueno creo que… no lo sé- admitió.
-¿Cómo es que no lo sabes?- pregunté extrañada.

¿Y qué sabes?

Antes de que pudiera responder una señora alta de lentes cuadrados con una coleta muy apretada se acercó a nosotros.

-¿Usted es la Srta. Violeta Herrera?
-Sí.
-¿Puede acompañarme?
Me giré para mirar a mi nuevo amigo.
-Nos vemos más tarde Violeta- me dijo para luego irse.

La señora extraña me llevó por un pasillo largo que se dirigía a la recepción. Al edificio de oficinas donde me recibió esa señora tan amable.

En total habían seis edificios, el de oficinas, el de dormitorios ,dos de clases, el casino y el gimnasio. La biblioteca estaba en el de oficinas.

Llegamos hasta una puerta que decía “Dirección”. La mujer tocó la puerta y una voz desde el interior respondió:

-”Pase”
La Señora me dirigió una mirada extraña que no pude comprender y luego dándome pequeños empujones me dio a entender que deseaba que entrase.
La dirección era una habitación pequeña con un escritorio en el centro donde estaba sentada la directora, una señora joven muy bonita, pelirroja y de ojos grandes verdosos.

- ¡Qué alegría que estés aquí Violeta! Estuve esperando por ti toda una larga semana- exclamó con alegría.
-¿Estuvo esperando por mí?- le pregunté asombrada.
-¡Claro! Por un momento pensé que no llegarías hasta este lugar, es difícil de encontrar.

No entendía nada, ella me hablaba como si nos conociésemos de toda la vida.

-Ah, lo siento, olvidé presentarme. Soy Gladys Pierre, la dueña de este establecimiento mágico.
¿Mágico?¿Había dicho mágico?
-¿Acaso enseñan magia aquí?- pregunté confundida.
-No cariño. Se enseñan las asignaturas de cualquier escuela. Ya sabes, lenguaje, matemáticas, química, física…
- Pero, ¿Por qué mágico?- interrumpí
-Por favor toma asiento- pidió mostrándome una silla frente a ella.
- Este lugar no lo puede ver cualquiera, sólo quien nosotros decidimos. Ese anuncio no llegó a las manos de tu madre por casualidad. Debemos protegerte, eres la guardiana de la piedra azul, es muy valioso para nuestro mundo, supongo que sabes de que hablo.
-Claro, eso creo. ¿Todos los alumnos de aquí son seres mágicos o algo así?
- No, son humanos normales. Esa es una historia muy larga. Otro día hablaremos de ella. Nos importa que estés cómoda durante tu estadía aquí.
- Gracias, creo que estaré bien- le dije levantándome del asiento dispuesta a irme.
- Visita la habitación que está junto a la tuya. Te llevarás una gran sorpresa.

Genial, creía que por fin había salido de todo el embrollo mágico y me vengo a meter a un internado que existe pero no existe. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? Quizá que sorpresa me esperaba, ahí en la pieza vecina.

Llegué a la zona Z donde quedaba mi habitación y golpeé en la habitación 55. Me sorprendí al ver quien abrió la puerta.

Largas pestañas, piel blanca, cabello corto negro y desordenado y su habitual vestimenta negra,

-¡Camelia!- exclamé lanzándome a los brazos de mi amiga- me alegra verte. Pe..pero ¿Por qué estás aquí?
-Nos pidieron que viniéramos- me dijo sonriendo.
-¿Nos?¿Quién más vino?- le pregunté ansiosa.
-Todas, incluso Jacinta.
- ¡Aaah!- grité de emoción.

Estaba tan feliz. Creí que estaría sola todo este tiempo, pero ahora estaban conmigo mis amigas. Comencé a dar saltos fascinada.

-¿Qué es todo ese escándalo ahí afuera?- dijo una voz muy familiar.
-¡Jacinta!- chillé, abalanzándome sobre ella.
-¡Casi me caigo Viole!- se quejó.
-¿Cómo es que sus padres..?¿Cómo es que las dejaron?
-Magia, Viole, Magia.

Al parecer la magia lo podía hacer todo.

-¿Pero que clase de magia?
- El libro de todo respuestas- respondió Jacinta.
-Yo quiero ver ese libro- alegó Camelia- Sólo me hablan de él y nunca lo he tocado.
Las tres nos reímos.
-Los anuncios del colegio tenían un encantamiento. Este hacía que quien lo viera decidiera poner a sus hijos en la escuela- me explicó Camelia.

En ese momento apareció en el pasillo Pedro, el chico amable que me acompañó durante las primeras horas.

- Violeta, veo que conociste a las chicas que viven junto a ti.
- Ya las conocía, son mis mejores amigas.
- Ah, ya veo, entonces te dejo con ellas.
-¡No!- exclamé- quiero pasear un rato contigo.

Me sonrió feliz. Las chicas estaban boquiabiertas detrás de mí.

-Si quieres pueden venir ellas también- me dijo al ver las caras de “Quiero ir” que tenían mis amigas.

Capítulo 8 8-El espejo de platino.

Ya había pasado una semana y todo estaba bien. Mis amigas y yo disfrutábamos al máximo de las comodidades que nos ofrecía el lugar. Pero cuando todo va bien siempre sale algo malo. Quizá no tanto pero malo al fin y al acabo.
Aparte de mis amigas solo hablaba con Pedro, el chico simpático y lindo del tercer año. En cambio las muchachas no nos miraban con buena cara. Nos observaban con rabia y hasta con asco. Al parecer no les caímos bien. Al comienzo no nos dijeron nada hasta que una de ellas se acercó a nosotras.
Era alta de lindo físico y cara de muñeca. Toda una princesa.

-Hola raritas ¿Qué tal su día?
Nos miramos entre nosotras.

-¡Cómo que rarita!¡De donde saliste fulana!- gruñó Jacinta.
-¡Rarita será tu abuela!- alegó Camelia.
Ella sólo se rió de las chicas aún más, como si le resbalara lo que le estaban diciendo.

- ¿Pretendían insultarme con eso? Que pena.
-Vamos chicas, no la tomen en cuenta- intentó aplacar los ánimos Jazmín- No vale la pena pelear…
-¡Claro que no vale la pena discutir!¡Vamos a pegarle!- Interrumpió Jacinta enfurecida haciendo sonar sus dedos.
-¿A si que ustedes son las guardianas de las piedras?- preguntó. ¿Son los monstruos que se rumoreaba que iban a venir?

-Bien, ¿Qué quieres ?- dijo intentando calmarse Camelia que estaba roja de tan alterada.

Yo nunca participaba de este tipo de riñas. Estaba acostumbrada al continuo ataque de las chicas en mi colegio que me daba lo mismo.

- Me llamo Mary Anne Aguilera pero si desean me pueden decir Marian como mis queridas amigas Ana y Javiera- Dijo señalando dos muchachas gemelas, bajitas y con el pelo ondulado tomado en una coleta alta. Ambas parecían ser totalmente taradas.

- ¿Y que me puede importar a mí tu estúpido nombre?- alegó Jacinta.

Se volvió a reír como tonta.

-Déjenla chicas, la única neurona que le queda le sirve para molestar y es lo único que sabe hacer. Pobrecita, hay que tener compasión con los discapacitados mentales- agregó Flor sin quitar la vista del cuaderno que estaba leyendo.

La muchacha por primera vez se vio afectada por los comentarios crueles. Se enojó tanto que podría jurar que se colocó verde. Flor era así, no hablaba mucho pero cuando decía algo era suficiente para dejar callado a alguien.

-¿Me estás diciendo tonta?
-¿Es qué no puedo estudiar tranquila? Si quieres llamar tanto la atención ve al patio, te subes en una silla y te sacas la ropa. De seguro que tendrás toda la atención Mariana.
-Es Marian, y jamás haría algo así, ¡Ni que estuviera loca!
-Como sea, Artura, no me importa.
Reímos todas menos Florencia que seguía seria.
- ¡Son todas unas raras, especialmente tú!- me dijo apuntándome con su delgado dedo.
¿Yo?¿Qué había hecho yo? Ni siquiera le había dirigido una palabra.
-¡Con ella no te metas!- chilló Jacinta amenazando con golpear a la chica en cualquier momento.
- ¡Marian!- se escuchó una voz que provenía de la puerta- Deja a las chicas en paz.
-Pero Pedro…
- No seas pesada, son nuevas aquí.
-¿Conoces a esta alimaña? - preguntó enfadada Camelia.
- Soy su novia- dijo con orgullo
-Ex novia- corrigió Pedro.
Pedro, mi Pedro ¿había estado con esta tarada?
-¿Cómo es que la soportabas?- interrogó Jazmín.
-La verdad es que no lo sé.

Mariana dio un alarido y se fue murmurando cosas incomprensibles.

- Lamentó que ella sea tan antipática. Ni se imaginan las cosas que ella me ha dicho de ustedes. Dijo que eran las guardianas de esas piedras malditas. Que chiste- dijo riéndose.

Nos miramos preocupadas. Al parecer no éramos muy bienvenidas aquí. Y yo que juraba que éramos unas heroínas o algo así. Pero nos trataban como las villanas de la historia.
- ¡Por favor! Que cosas se le ocurren a esa loca de patio- mintió Jacinta poniéndose nerviosa empezando a mover insistentemente su pie derecho. No estoy segura si fue casualidad o lo hacia a propósito, pero le daba patadas a Flor en la pierna. Esta le dedicó una mirada asesina.

Pedro Acercó una silla y se sentó junto a mí.
- Hola , Violeta. ¿Te gustaría ir a tomar un helado después de clases?

Por supuesto me encantaría, quise decir.

-No puedo- le dije con el dolor de mi alma- tengo cosas que hacer.
Hizo una mueca de frustración.
-¡Quieres dejar de patearme!- exclamó Florencia dándole un golpe con su cuaderno a Jacinta.
-¡No lo hacía a propósito!- le replicó esta
- No importa, podemos ir otro día. Bueno me voy entonces- me dio un tierno beso en la mejilla que me dejó en las nubes.
-El es tan lindo- comentó Jacinta sacándome de mi ensoñación.
-Sí pero hay que entrenar ¿Lo recuerdan? - dijo con voz autoritaria Flor arreglando sus lentes.
Creo que le gustas- dijo con una risita Camelia.
-¿Tú crees?
- Estoy segura- respondió Flor.


Esa tarde estuvimos entrenando cerca del lugar en una lagunita que había. Salimos de la escuela sigilosamente porque la directora dijo que no quería que usáramos nuestros poderes aquí. También para guardar las apariencias y que los demás no supieran la verdad acerca de nosotras. Después de caminar internándonos en el bosque de eucaliptos y pinos radiatas, tuve una sensación de deja vu, ¿Había estado en este bosque antes?
No importaba eso ahora, tenía que aprender a controlar el agua.

-¿Este lugar no lo ve la gente normal?¿No?
-Si lo ven, lo único que es invisible a sus ojos es el internado- me contestó Florencia.
-¿Y si alguien nos ve?
-No lo creo. Nadie viene aquí.

Espero que por mala suerte no se apareciera alguien. Sería raro para una persona normal ver a una chica controlando el agua ¿No?

La laguna no se veía muy limpia que digamos. Con una mueca de asco me volteé a ver a Camelia que me había acompañado junto con Jacinta y Flor. Jazmín se marchó a hacer no sé que cosa en no sé que lugar. Le dirigí una mirada de terror pero ella sin compasión me lanzó.

El agua estaba muy fría y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo
-¡Ni siquiera alcance a quitarme la ropa !- me quejé
-¡Es parte de tu entrenamiento!- respondió Flor- tienes que acostumbrarte al agua.
-¡Es difícil cuando hace tanto frío!
En efecto la tarde estaba muy fría, estaba segura de que pescaría un resfriado. Ok, ya estaba en el agua. ¿Ahora qué?
Justo cuando iba a preguntar que hacer la cosa que esta en mi interior volvió a brillar. Era una sensación bastante desagradable, un ardor me recorría el pecho. Me hundí en el agua con la esperanza de que se me pasara pero empeoro. Sin embargo descubrí otra cosa, algo que me dejo sin habla.

-¿Por qué puedo respirar bajo el agua?- pregunté sorprendida.
-¿Puedes hacerlo? Seguramente es algo que hace la piedra que tienes para protegerte de ahogarte- me respondió Camelia tan impactada como yo.
-Genial- pensé.

Era sensacional esto de poder respirar bajo el agua pero el ardor que me producía el dibujo que se marcaba en mi pecho me molestaba y no me permitía disfrutar de esta experiencia nueva.

Descendí por la laguna. Nunca me hubiera imaginado que fuera tan profunda. Llegué finalmente al fondo, pero no podía ver claramente pues la laguna estaba turbia. Palpé algo con mis manos; parecía vidrio. Lo tomé por curiosidad y salí a la superficie.

Observé el objeto que tenía entre mis manos. Era un espejo redondo con mango plateado con unas piedras decorativas. En la parte trasera tenía algo grabado.

”Ni siquiera la luz puede escapar de él”

-¿Qué es eso?- preguntó Camelia extrañada.
-Un espejo, lo encontré al fondo de la laguna.
-Es muy bonito- agregó Jacinta.

Lo alcé hasta la altura de mi rostro para observarme en él. Se veía una imagen nítida de mí, reflejaba muy bien. Mi rostro blanco pálido, mis labios delgados, mis ojos grandes y las características ojeras que siempre tenía. Mi cabello negro estaba desordenado y todo mojado.

Repentinamente sentí que el espejo se movía y quise soltarlo, pero no pude. Temblaba en mis manos y estaba como adherido a mi piel. Una luz fuerte surgió del espejo. No, surgió de mi pecho y fue absorbida por el espejo. Eso fue muy doloroso.

-¿Qué pasa?- gritaba histérica Jacinta mientras las otras dos trataban de arrancarme el espejo de las manos sin éxito.
-¡Suéltalo!- me ordenó Florencia.

Me encantaría hacerlo pero no podía mover músculo alguno. Ni siquiera podía mover mis labios para gritar por el horrible dolor que sentía.

De pronto la luz se empezó a apagar hasta desaparecer por completo. En ese instante sentí que el espejo por fin me dejaba y caí al suelo.
- ¿Estás bien?- me dijo preocupada Camelia.

No respondí pues aún me encontraba en shock.

-¿Te llevamos a enfermería?- me dijo Jacinta.

- Estoy bien- les aseguré- me gustaría saber que ha sido eso.

Se observaron entre ellas.
-No tengo idea pero se ve peligroso. Ninguna de ustedes se mire en ese espejo- nos ordenó mientras que con un polerón envolvía el espejo- Creo que hay que ir a hacerle una visita al libro del todo respuestas.
-¡Por fin conoceré ese libro!

Nos devolvimos al colegio. Ellas hacían como que no pasaba nada pero aún estaba en shock después de eso.

El cuarto de Florencia quedaba junto al de Pedro, mientras que el de Jazmín estaba al frente.

Entramos a la habitación de Florencia, la cual estaba impecable sin ninguna mancha es sus paredes blancas. Tenía algunas fotos colgadas y otras más en una repisa celeste. Se dirigió al armario.

-Vengan chicas- nos dijo después de abrir la puerta- entren.

El Armario era casi la mitad de la habitación de Flor. Nunca había visto uno tan grande. En el habían una serie de cajones. Florencia sacó algo de uno de los cajones que estaban más arriba. Un libro gordo y viejo , al parecer era el libro del todo respuestas.

-Aquí está el libro Camelia- le dijo pasándoselo a ella.
- Vaya, ¿Y cómo funciona?

Tenía la misma pregunta en mente. De seguro era algo mágico y había que decir algunas palabras extrañas o mover las manos de manera graciosa.
Florencia se quito su gargantilla e introdujo su piedra en un agujero del libro donde esta calzaba perfectamente. Luego le dio unas vueltas y el enorme libro se abrió. Pero el libro curiosamente tenía un gran agujero dentro, parecía un baúl .

-¿Por qué tiene un agujero?
No me respondió y sacó cuidadosamente el espejo de entre la ropa y lo puso en el agujero.

-Libro del todo respuestas ¿Qué es este espejo?

Por un momento creí que el libro iba a hablar pero en vez de eso se cerro para luego abrirse nuevamente. Esta vez tenía páginas.
Se quedó abierto en una página cuyo título era: “El espejo de platino”
Me incliné para poder leer.



“El espejo de platino.
Un antiguo artefacto mágico. Esta hecho de el más valioso platino con zafiros adornando el mango. Se dice que fue mandado a hacer por una princesa muy avara de la región oeste del mundo paralelo. Una bruja, muy enojada por un insulto que le había hecho esta princesa le puso una maldición antes de que este llegase a sus manos. La maldición consistía en que, a cualquier mujer que se viera en el , este espejo absorbería lo más valioso que tuviera. Se podría decir que era como un agujero negro. Lo más valioso que tenía esta princesa eran sus riquezas por lo que fueron totalmente absorbidas por el espejo. Ella se volvió loca y se suicidó. Ha pasado en manos de en muchas personas teniendo resultados terribles. Es por eso que alguien le grabó el la parte posterior ”Ni siquiera la luz podrá escapar de él”. Finalmente el espejo fue extraviado y calló, según se cree, hacia la tierra donde ha permanecido durante 100 años perdido“

-Tenías que encontrarlo tú- me regañó Florencia- no deberías recoger cosas que no te conciernen.
- Esto es grave- dijo Camelia.

Todavía no había caído. Pero no demoré mucho. Claro lo más valioso que yo tengo es esta piedra que de seguro ahora no tengo.

- Libro del todo respuestas- dije muy despacio- ¿Qué pasará ahora que este espejo absorbió mi piedra?

No pasó nada.

-Me parece que al no tener la piedra desaparecen tus poderes. Así que el libro no reacciona ante ti.

-¿Puedes responder la pregunta que hizo Violeta libro del todo respuestas?- Dijo Camelia.

Ahora si funcionó y se abrió en otra página. Al parecer a este libro no se le escapaba nada.

“...el espejo de platino se alimenta, por decirlo así, de lo que absorbe. Al ser la piedra azul del agua tan poderosa las facultades de este espejo son congeladas. Sólo será un espejo ordinario, pero si lo ven bien podrán observar que el cristal se tiñó de azul. En otras palabras es la piedra la que absorbió al espejo. El espejo no puede ser roto por ningún motivo pues desaparecería el espacio paralelo donde están todas las cosas absorbidas, lo que incluye la piedra azul. La señorita Violeta Francisca Herrera Smith, la actual guardiana de esta, al nacer con la piedra depende de la existencia de esta. Quiere decir que si por algún motivo se destruye la piedra azul del agua, la señorita Violeta Francisca Herrera Smith no podrá seguir viviendo…”

Genial ahora resulta que no puedo vivir si no existe esa piedra del demonio. Las chicas estaban mudas. Camelia jugueteaba con su falda y pellizcaba sus medias de red negras . Jacinta estaba nuevamente con el tic del pie y Flor permanecía totalmente quieta.

-¿Y qué es lo mejor que podemos hacer para proteger la piedra y a Violeta libro del todo respuestas?

“…devolver la piedra al interior de su dueña”

-¿Y cómo hacemos eso?- preguntó confundida Jacinta.

-”Eso sólo lo descubrirán con el tiempo, y sólo lo resolverá el chico de poder opuesto a la señorita Violeta…”

Florencia cerró el libro.
- ¡No terminé de leer!- me quejé. Si había algo que no me gustaba era que me interrumpieran mientras estaba leyendo.
- No tiene importancia- me aseguró- vamos hay que avisarle esto a Jazmín.
-Sí- dijeron a coro Came y Cinta que hace rato estaban con sus tics nerviosos.

Tomé el espejo por última vez, se había teñido azul tal como lo había dicho el libro ese. Flor me lo arrebató.

- Lo guardaré en un lugar seguro.


Hola!! aquí subiendo un capi otra vez. Para la persona que me dejó la crítica de las comas, puntos, y acentos le digo que no me pareció hiriente para nada y se que tengo que arreglar todo eso y muchas gracias pro darse el tiempo de leer y de comentar. Es que no tenía el word tenía otro programa muy juleroso y yo soy buena para olvidarme de los acentos....Pero ahora tengo el word y espero mejorar los capítulos :), Espero que les guste este nuevo capítulo :) Gracias por leer!!
 
Última edición:

.Malorιє.

Platinum User
Mensajes
2.305
Reacciones
282
Puntos
924
Ubicación
In my own mind•°
Holasssss!!!!
*o*
Wow!!!
Q te puedo decir? Impresionant!
Para ser tu primera produccion q presentas
en el foro se nota q tienes talento, amiga ;D
Y x la introduccion q hicist al principio
alego q t gusta la literatura, no es asi?
xDDD Pues q bueno xq aqui encontraras
a muchos users q le interesa tambien, entre ellos
incluidos yop, tu servidora xDDDD Bueno...basta de
presentaciones, ahora si, el relato. Te digo lo q pense
al echarle una primera mirada? Pense... "esta chica
si q tiene un don" xDDD Como la mayoria de aqui ;D
Al leerlo confirme mis suposiciones. La historia esta muy
interesant como el hecho de q Violeta soñara con Victor
sin siquiera conocerlo o el comportamiento tan insolito de
sus amigas de clase... algo hay ahi xDDD Y espero averiguarlo
pronto =) El ambiente en el q se situa la historia me gusto...
sera xq ya le conozco? Sin duda supiste plasmar el amibiente
del colegio en tu relato, lo cual esta muy bien x3
Lo unico q tngo para decir es q esta buenisisimo!
Aunq en ciertas partes vi q faltaban acentos en unas palabras
pro eso no es tan importante. La redaccion esta muy bien y
la trama es de mi agrado. Como veo es tu primera produccion
q presentas... en ese caso dejame felictart x tu obra...realmente
esta muy bien explicadito todo =) Y gracias x compartirla con
nosotros =3 Es una verdadera lastima q no le hayas encontrado
un nombre adecuado, pro espero q lo hagas pronto =)
Sin mas q agregar me retiro... x3
Espero q la continues pronto xq m gustaria saber mas...
Ya m extendo mucho, no? bueno... es tiempo de marcharme ya
Nos vemos luego!!!
Besos!!! Bye-bee!!! =3
 

felomeno

immer bei dir
VIP
Mensajes
8.048
Reacciones
840
Puntos
1.476
Pues sí, es buenísima la historia y es un gusto que la presentes precisamente
aquí, me tardé en comentar porque no había podido leerla pero ahora que la
leí y vi lo interesate que es, pues no me perderé nada de lo que escribas.
Simplemente los tiempo que usas son muy buenos, las descripciones
son increibles y precisas, además haces que uno entre en la historia como si la estuviera
viendo desde unos pasos.
El tema es muy bueno y le pones algo de misterio
que lo hace aun mejor,
y pues no puedo decir nada más, está perfecto, con algunos errores de ortografía
pero son completamente pasables y entendibles.

Espero el próximo capítulo
 

.Malorιє.

Platinum User
Mensajes
2.305
Reacciones
282
Puntos
924
Ubicación
In my own mind•°
Holassss!!! otra vez... xDDD
Bueno...este capi esta muy interesant
aunq aun m sigues dejando la duda
de q tiene q ver Viole en todo esto
y xq sus amigas lo sabian...ademas hay otro
misterio mas... xq la "mafia" la sigue? Y
xq brillo al tocar el portal? Q tiene q ver ella en
todo esto???? xDDD Son muchas preguntas, no?
Pero bueno...esas son mis dudas xDDD
Veo q le agregast el prologo x3 Lo cual esta muy
bien...tiene mucha razon... y dejame decirt q estoy
en las mismas condiciones q Violeta...mi vida es muy
aburrida y quiero salir de esa monotonia aunq no
stoy segura si es q m pasa algo emocionant a mi
m gustaria vovler a mi antigua vida... creo q no...
la prefiero emocionant xDDD Sabes una casualidad
q encontre???? Q Camelia vive en un lugar llamado
Concepcion y yo tambien!! Wow!! Donde exactamente se
situa la historia? M refiero...a q pais? Bueno...esa
es mi otra duda x3 Intentare ser breve xq la otra
vez me extendi mucho, verdad? Pro dudo q pueda
lograrlo...son muy charlatana =)
Bueno...esta vez no t faltaron acentos, q yom haya dado
cuenta, sino al contrario xDDD Habia acentos
donde no tenia q haber =D Pro tranqui...q como dijo
Felo son errores pasables... ;D No es la graaan cosa...
En fin...creo q eso es todo... ojala...
Estuvo bueno...y como ya debes de saberlo...
espero la proxima entrega con ansias xDDDD
Besos!!!! Bye-bee!!!! =3
 

felomeno

immer bei dir
VIP
Mensajes
8.048
Reacciones
840
Puntos
1.476
Este capítulo también es muy bueno,
las explicaciones y todo son fantásticas,
a mi también me quedan algunas dudas, como por ejemplo
si camelia será parte de esas sectas o por qué hizo que tocara
la manilla.

Pues hoy no vengo con mucha inspiración para comentar xD
así que mejor espero el próximo capítulo
 

felomeno

immer bei dir
VIP
Mensajes
8.048
Reacciones
840
Puntos
1.476
Muy buen capítulo, quizá el mejor,
narras muy bien las cosas y creo que así es la manera
correcta en la que se debe de escribir este tipo de historias,
por lo general escriben las cosas con muchos poderes desde el principio
por lo que el protagonista nunca tiene problemas. En cambio, tú decidiste
hacerlo sin poderes en al menos un capítulo que es lo que hace emocionantes a las historias.

Pues creo que te quedó muy bien y no tengo nada que criticar.
Espero el siguiente capítulo
 

.Malorιє.

Platinum User
Mensajes
2.305
Reacciones
282
Puntos
924
Ubicación
In my own mind•°
*o*
Un canibal? Q miedo???
Mira q se me erizo la piel de solo leer
eso y encima imaginarmelo con lujo de detalles...
Me qde K.O xDDD
Bueno... me gusto mucho este capi...
una joya? y encima en tu interior? Y q unos lunaticos
t persiguen para matarte x eso? La verdad q hubiera
preferido no saber nada de eso... q cosas! Si estuviera
en el lugar de Viole t aseguro q estaria tan frenetik como
ella... q horror!!! Aunq resulto algo sospechoso
q Came y Flor no hayan asistido a clases...q les habra
pasado? Y aparte, quien fue el q salvo a Viole de ese
monstruo? Para mi q fue Victor... xq? Xq ahi dice q su
salvador tnia los cabellos rizados y el chico tmb...xDDD
Aunq a lo mejor m equivoq...
Son solo suposiciones =) Pro estaria bueno q eso hubiera
pasado...tu enemigo ayudandote? Eso es extraño...
xDDDD Espero el proximo capi!!!!
Besos!!! Bye-bee!!!! =3
 
Mensajes
61
Reacciones
0
Puntos
0
es uno de las mejores historias q e leido
se q nu soy muy conosido en el foro en general y q mi opinion nu cuenta mucho pero amo la lectura (aunque por mas q leo mi ortografia no mejora =( )
weno... pero me encato tu cuento espero ver pronto el proximo capitulo me pasare a diario a ver =P
 

.Malorιє.

Platinum User
Mensajes
2.305
Reacciones
282
Puntos
924
Ubicación
In my own mind•°
Holassss!!! Bueno...este nuevo capi
estuvo muy emocionant, especialmente
x el final... quien sera el personaje q esta
en el baño? Sera el canibal? o Victor?
Mira que hay muchas cosas q aclarar aun...
como x ejemplo el "salvador" de Viole. Ademas
m sorprende el hecho de q la protagonista no
haya hablado de aquello con sus amigas... yo
x mi part ya les estaria contando con lujo
de detalles lo q m paso, desde q m perdi hasta q
llegue a la casa de mi amiga xDDDD Pro bueno...
ademas m resulta sospechoso las peleas entre
Flor y Cinta...sera la segunda una traidora y esta en
el bando de los malos? O quizas sea Flor? Mmm...
xDDDD En fin...espero el proximo capi...
Ahhh... antes de q m vaya m gustaria decirt q no fue
necesario lo q hicist... eso de borrar tu ultimo post para
volverlo a postear nuevamente... si no estabas segura de si
habiamos visto tu mensaje antes entonces dejame aclarart
que x lo menos yo si lo vi...solo q no pude postear antes
xq estaba ocupada con otros asuntos...
Eso es todo...
Besos!!! Bye-bee!!!! =3
 
Mensajes
435
Reacciones
0
Puntos
0
Ubicación
País friki
Muy buen trabajo felicidades, esta es una de las mejores historias que he leído en Literatura, la historia al principió creí que no me iba a llamar la atención ya que trataba sobre un grupo de mujeres y creí que sería muy femenina pero al leer más me atrapo y la misma agarro un giro bastante interesante que te pone a leer los caps completos, la redacción muy buena, sabes hacer un excelente manejo de las descripciones, narraciones y diálogos, en la ortografía no me quejo de nada porque la tienes excelente, en fin por el momento ya me he leído los 3 primeros caps, me faltan nada más el 4 y los futuros que saques, te has ganado un lector :icon_mrorange: .

Yo también pienso postear próximamente lo más probable a comienzos de Enero una historia creada por mi que espero que cuando la postee sea de su agrado.

Un saludo y feliz navidad y año nuevo 2009.
 

ioli

Ki ni Narimasu!~
VIP
Mensajes
4.291
Reacciones
340
Puntos
0
Ubicación
кσтєи-вυ


ºoº Una historia realmente increíble. :D

Escribes muy bien, los tiempos los dominas a la perfección, los diálogos están totalmente compensados con la narración, apenas hay faltas ortográficas, las descripciones son suficientes, ni demasiado descriptivo ni muy poco.

Mis felicitaciones por tu relato, que aparte de estar muy bien, toca un tema que me encanta, como es la magia.

La historia está llena de emociones, que intentas expresar, y que quedan bastante bien.

Los 2 primeros capítulos son mas relajados, hasta el momento en que toca la puerta. Eso hace que te lleves una sorpresa, al principio no me imagine para anda que fuese a tratar de magia.

A partir del 3º todo se vuelve más angustioso y con más acción. Me gustaría saber quien fue el ser que salvo a Viole del ataque cuando estaba a punto de morir.

El 4º es quizás mas relajado. Aunque el final de este es impactante. Al final esperemos que Jacinta y Flor se lleven bien xDD

Ahora me muero de ganas de saber que es lo que controlan cada una, que elemento por así decirlo.

También me gustaría saber el porque del titulo. Si es que no se te ocurría ninguno y por eso pusiste "no name" o es que es algo relacionado con la historia.

Lo que si me parece extraño es que uno de sus enemigos y al que ya conocen este en su misma clase... una táctica algo extraña xDD

Lo del caníbal es muy original, esperaba que fuese un brujo o otro tipo de mago, ya que desprendía ese energía negativa, pero cuando vi que era caníbal, me descoloco un poco.

El echo de que a Violeta le resultase conocido el rostro de la princesa tallado en las antorchas me hace pensar que , posiblemente, de pequeña estuvo en el reino de la magia o mundo paralelo, o que es posible que ella no solo estuviese allí, si no que pertenezca a ese mundo.

No me la leí antes porque cuando lo iba ha hacer el primer capitulo creo que no estaba xDD pero de verdad, me alegro de haberlo leído ya ^^ de echo, me leí los 4 capítulos casi sin darme cuenta ajaja.

Espero el siguiente capítulo y todos los demás. ;)


Bye :D


 
Mensajes
61
Reacciones
0
Puntos
0
no se si sea casualidad pero me di cuenta q la mayoria de lso personajes tienen nombre de flor xD
espero el proximo capitulo =P
 

.Malorιє.

Platinum User
Mensajes
2.305
Reacciones
282
Puntos
924
Ubicación
In my own mind•°
Holasssss!!! Bueno...tal parece
q dist un giro de 360° en esta entrega
xDDDDD La verdad q no m sorprendio
mucho el el hecho de que Victor ayudara
a Viole, puesto q ya tnia mis sospechas
desde el principio...por lo q se ve, la q
realmente es de lo peor es su hermana
Arlette...da miedo xDDDD Aunq,
Viole decidio confiar en el, eso no quiere
decir q no se trate de una trampa...o quizas
soloe sta siendo amable con ella xq...
esta enamorado?? x3 Eso seria algo muy lindo!
Enamorada de tu propio enemigo...adoro
los amores imposibles xDDDD Pro en fin...
solo m resta esperar hasta el proxima capi, no?
Para ver q sucede con Viole xDDD Apuesto a sus
amix ya la estaran buscando...
Besos!!!! Bye-bee!!!! =3
 
Mensajes
435
Reacciones
0
Puntos
0
Ubicación
País friki
He vuelto XD después de unas merecidas vacaciones de fin año, felicidades el cap 5 te quedo genial como los demás y me gusto el giro inesperado que le diste a la historia que me pareció muy bueno, sigue así tal vez pronto puedas vender esta historia y hacer un libro porque en verdad es de excelente calidad.

Saludos y aunque es un poco tarde feliz año 2009.
 

ioli

Ki ni Narimasu!~
VIP
Mensajes
4.291
Reacciones
340
Puntos
0
Ubicación
кσтєи-вυ

Al final surgió la chispa entre ellos.

El control sobre su poder y la lucha contra Arlette son muy buenos puntos.

Le dan la accion que falto en el capítulo anterior.

Pense que su control sería sobre el agua al hablar de un resplandor azul en el segundo capítulo, aunque aún no esta totalemente decidido que vaya a ser solo sobre hielo, o al menos eso creo, ya que sus compañeras dominaban un solo elemento, pero tambien las cosas relacionadas con él.

La duda es si Víctor se pasará al bando bueno definitivamente o si solo ayudará a Violeta en esta ocasión afrontando todos los problemas que le puede ocasionar para con su hermana.

Bueno, la histoia es realmente interesante.

Espero leer porximos capítulos ^^

Bye :D

 
Arriba Pie